Malta

La historia a pie de mar Azules profundos, playas recónditas, arte e Historia. Si a eso le sumas una jugosa cocina propia y ciudades fortificadas únicas como Mdina o La Valetta, el resultado es Malta, un archipiélago tan atractivo como desconocido para el gran público. K\okf1AXm`\iFc`mX

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esmontemos los primeros pensamientos

cuando se oye hablar de este destino. Tú lees Malta y te vienen a la cabeza las palabras mar y azul. En todo su esplendor. Y si oyes que no-sé-quién acaba de volver de allí, inmediatamente piensas en “playas, sol y buen tiempo”. Magnífico, tus prejuicios funcionan. Y no es que sean asociaciones de ideas indebidas, para nada. No nos engañemos, en Malta encuentras todo eso, pero hay mucho más. También te puedes encontrar quien te diga que ha ido a Malta a aprender inglés. O quien te asegure que es donde por primera vez en su vida practicó el parasailing, ser arrastrado por una lancha a motor, en volandas y con un paracaídas en tu espalda, y que no se le van a olvidar nunca las vistas que se tienen desde ahí arriba sobre la bahía del antiguo pueblo pesquero de St. Julian. O quien perjure que se enamoró de la Historia, así, con mayúscula, cuando su guía turístico le introdujo en las entretelas de la Orden de Malta. O quien te descubra una completa gastronomía local, de claras influencias italianas y árabes, con decenas de restaurantitos a pie de playa (o al filo de un acantilado) con pescado fresquísimo, conejo en salsa de vino y cantidad de platos variados de pasta.

Y eso ya suena a algo bastante más interesante que un simple destino de tumbona y hamaca. Empezamos por aclarar que Malta es un archipiélago formado por tres islas –y varios islotes– que se encuentran en mitad del Mediterráneo, a escasos cien kilómetros al sur de Sicilia y a poco menos de trescientos al norte de las costas africanas. Malta, la isla de mayor tamaño, es donde se concentran los comercios, la cultura y toda la administración del país; Gozo es una isla bastante más rural, que vive de la pesca y de la artesanía, y Comino está prácticamente deshabitada. Aun así, la escapada a este lugar remoto en tal punto estratégico del mare nostrum da para seis o siete días llenos de actividades.

Pasear por La Valetta. Lo más indicado para el primer día es buscar hotel en la capital, La Valetta, y empezar a conocerla por uno de sus lugares de encuentro más concurridos: los Upper Barrakka Gardens y las vistas que ofrece sobre la Gran Bahía natural que forma el contorno de esta ciudad. Muy cerca de allí y antes de entrar en el cogollo de la ciudad, tienes que pasar por delante del Albergue de Castilla, palacio de fachada imponente que en su origen fue residencia de los Caballeros de la Orden de San Juan y durante la Segunda Guerra Mundial cuartel general de los militares británicos. Hoy, es la sede oficial del Primer Ministro de Malta. Después, lo mejor es seguir conociendo la ciudad a pie y dirigirse hacia la calle República para recorrerla de arriba abajo. En esta arteria principal, que va desde la Puerta de la Ciudad hasta el Fuerte de St. Elmo, es donde se pulsa la actividad del día a día de los malteses. Quien disfrute de la historia y del arte, en La Valetta tiene opciones más que sugerentes para llenar dos días de tareas que hacer. Como muestra cumbre del barroco, hay que visitar

La Orden de Los Caballeros de Malta Casi mil años de historia dan para mucho. Esta famosa Orden, que desde 1834 tiene su sede en la Vía Condotti de Roma, está reconocida por la Santa Sede y por Naciones Unidas y mantiene relaciones diplomáticas con más de cien estados. Sus principios fundacionales siguen siendo la defensa de la fe y el servicio a los necesitados. Los Caballeros de la Orden de San Juan se establecieron en Malta en 1530, cuando el Emperador Carlos V les cedió esta isla como sede, después de abandonar Rodas en 1523 y deambular sin territorio durante siete años. El superior religioso y soberano recibe el nombre de Gran Maestre y es elegido de por vida entre los Caballeros Profesos. En 2008 falleció el Gran Maestre Frey Andrew Bertie y fue sucedido por Frey Matthew Festing quien actualmente se dedica al desarrollo de las obras de la Orden.

REPONER FUERZAS Comer en Malta ESTOFADOS CASEROS EN ESCENARIOS QUE MEZCLAN EL S. XVI Y LA MODERNIDAD DE PHILIPPE STARCK. Como en toda isla que se precie, venir a Malta significa comer buen pescado. Además, su gastronomía tiene una interesante mezcolanza –algo parecido a lo que pasa con su idioma– de las cocinas árabe, italiana y mediterránea. Si en la carta de un restaurante tradicional lees lo siguiente, Stuffat Tal-Fenek, siéntate y disfruta, es el plato nacional: estofado de conejo. Pero hay mucho más… Two Twentytwo (222 Great Siege Road. La Valletta. www.two-twentytwo.com). Abierto hace escasos tres años, es claramente el exponente más vanguardista de la restauración de la capital (y de las tres islas). Los que fueran unos almacenes abandonados insertados en las murallas han dado paso a uno de los lugares más de moda de La Valetta, donde se reúne la gente guapa de la ciudad para comer, cenar o ver exposiciones de jóvenes artistas. Un elegante multiespacio en forma de caja donde tomar un buen risotto con tomates secos o un plato de lingüinis con erizos de mar. Rubino’s Restaurant (Old Bakery Street. La Valletta). Restaurante centenario donde disfrutar de gastronomía local en versión entre tradicional y moderna. Puedes probar estofados caseros, albóndigas maltesas especiadas y, por supuesto, vino de la región y pasta variada. Two and a half Lemon (Vault, 5. Old Treasury Building. Fuerte de San Ángelo, Marina de Vittoriosa. www.twoandahalflemon.com). Ubicado en una de las Tres Ciudades, en Vittoriosa, es un lugar perfecto para comer algo rápido o venir por la noche a tomar un cóctel. Desde el verano de 2006, su ambiente combina conceptos a priori tan distintos como siglo XVI y Philippe Starck con un atractivo resultado. Si hace bueno, es mejor quedarse en la terraza y disfrutar de las vistas de La Valetta, Senglea y de la Gran Bahía, con un buen plato de ñoquis delante o un tournedó de ternera a la parrilla. Blue Creek Restaurant (Ghar Lapsi. Siggiewi, Malta. www.bluecreekmalta.com). En menos de una década, este restaurante familiar se ha hecho un hueco imprescindible en la ruta gastronómica de la región. Ubicado al sur de Malta, cerca de Siggiewi y de los templos neolíticos de Hagar Qim e Imnajdra, es tan conocido por sus vistas sobre la bahía y los acantilados vecinos como por sus frescos mariscos y pescados a la parrilla.

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el interior de la Co-Catedral de St. John, donde entre otras obras de arte se custodian dos grandes pinturas de Caravaggio. También merecen la pena la Biblioteca Nacional, el Palacio del Gran Maestre, el Museo Nacional de la Guerra o el palacete Casa Rocca Piccola. Tras la visita al Fuerte, símbolo crucial en la resistencia de los Caballeros al Gran Asedio de los turcos en 1565 y desgraciadamente bombardeado en la Segunda Guerra Mundial, es interesante conocer más acerca de la historia de Malta. Para ello, una buena opción es ver The Malta Experience, una proyección audiovisual que recorre su historia desde el Neolítico hasta la actualidad, pasando por los múltiples invasores que ha tenido: fenicios, griegos, romanos, árabes, Caballeros… Este respiro te vendrá muy bien para descansar del paseo y para repasar en 50 minutos la accidentada identidad de este archipiélago. Luego, lo ideal es abandonar toda guía y perderse por las empinadas callecitas de La Valetta, con el mar siempre de fondo, entre vírgenes y santos en multitud de esquinazos, contraventanas en blanco y rojo y miradores y galerías de madera, habitualmente pintadas en verde, como las de los emblemáticos grandes almacenes Gio Batta Delia.

Lo mejor de Mdina es sentir la paz de sus callejuelas, por eso la llaman La Ciudad del Silencio 

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Hollywood ha elegido Malta en numerosas ocasiones. Desde Gladiator, de Russel Crowe a Troya de Brad Pitt o Ágora de Amenábar

Las Tres Ciudades. Justo al sureste de La Valetta, al otro lado del increíble puerto natural que es el Gran Puerto y observables a simple vista desde sus murallas, se encuentran las Tres Ciudades: Vittoriosa, Senglea y Cospicua. Es una visita obligada porque estas tres ciudades medievales, situadas en dos penínsulas casi a tiro de piedra de los muelles de La Valetta, son el primer lugar donde se asentaron los Caballeros de la Orden de Malta y tienen las fortificaciones de mayor longitud de la islas. Una buena idea es empezar por Vittoriosa, la más antigua de las tres y la que se esconde al abrigo del Fuerte St. Angelo. Para el segundo o tercer día dejamos lo de moverse por las islas, a ser posible en coche de alquiler. Superado el estrés de conducir al revés, Mdina se presenta como cita ineludible con el pasado esplendoroso de Malta. Está situada sobre una colina, también está amurallada y fue la antigua capital de las islas hasta 1570, año en que la sucedió La Valetta. Lo mejor de pasear por esta ciudad es sentir la paz de sus callejuelas, virtud que le ha hecho ganarse el sobrenombre de La Ciudad del Silencio. Si amaneces un domingo en Mdina, una buena idea es acercarse en coche a la bahía natural de Marsaxlokk, la segunda de la isla en tamaño, para ver, oler y tocar su conocido mercado de pescado. Allí, en su humilde puerto, verás también un montón de luzzu, las típicas y coloridas embarcaciones maltesas, pintadas en rojo, azul y amarillo y con el ojo de Osiris dibujado en su proa, supuestamente traído a la isla por los fenicios. Gozo, la isla tranquila. Esta isla, hermana menor de Malta, enganchará a quienes busquen más naturaleza y un ritmo más relajado. Algunas de las referencias que hay que marcar en rojo son la Bahía de San Blas y la de Ramla para bañarse, toda su costa para el buceo, la cueva de Calipso para los amantes de Homero y La Odisea y la Ciudadela de su capital, Victoria-Rabat, para quienes quieran tener una perspectiva completa de la isla. Pero la verdadera postal de Gozo es la que se encuentra al oeste, en Dwejra, donde se alzan dos auténticas rarezas de la naturaleza, la Roca Hongo y la Ventana Azul. En esta última, un arco de piedra desgastada por el tiempo y el fuerte

Datos prácticos Malta ITALIA

SICILIA

TÚNEZ

La Valetta

MALTA

Tres excursiones 0

100 Km

Cómo llegar

En el mes de febrero puedes encontrar vuelos directos Madrid-Malta en Ryanair (www.ryanair.com) por menos de cien euros ida y vuelta. En cerca de dos horas y media estarás disfrutando de una cálida primavera adelantada.

Transporte

En el interior de Malta, y si no te quieres desesperar con la poca frecuencia de los autobuses, lo mejor es que te alquiles un coche y recorras la isla a tu aire.

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Eso sí, prepárate, porque conducen como en el sur de Italia, o sea, mal, y además lo hacen por la izquierda, una de las herencias del dominio británico hasta 1964, como son también el inglés y las conocidas cabinas rojas de teléfonos.

pero puedes tener la suerte de divisar restos tanto de fuertes del siglo XVII como de torres militares de la Segunda Guerra Mundial. Una vez allí, la salida del ferry hacia el puerto de Gozo, Mgarr, es cada tres cuartos de hora (www.gozochannel.com) y se tarda en llegar escasos treinta minutos.

LA VALETTA

Abruma saber que en el alargado rectángulo que forma esta ciudad, o sea, en menos de lo que abarcarían 55 campos de fútbol, existen más de 300 monumentos. Republic Street es la calle que la atraviesa de lado a lado y en ella, además de mucho gentío que va de un lado para otro, hay un bullicioso mercadillo que abre de lunes a sábado. GOZO

Si conduces desde La Valetta una media hora larga hacia el norte de Malta, encontrarás Cirkewwa. Por el camino, las carreteras y la conducción de los locales dejan bastante que desear,

Gozo. COMINO

Para llegar a este paraje natural hay que mirar los horarios de los barcos que salen desde Malta en www. cominohotel.com. Si reservas una noche allí, tendrás la oportunidad de disfrutar de uno de los grandes secretos de este lugar, la Laguna Azul vacía de turistas: un lugar aislado y hermoso donde darte un chapuzón de belleza sin mirar el reloj ni el móvil.

ARTE E HISTORIA La Valetta El nombre de la ciudad de La Valetta, capital de Malta y Patrimonio de la Humanidad desde 1980, proviene de su fundador, el Gran Maestre de la Orden de San Juan, Jean de la Valette. Visitar sus fortificaciones y pasearse entre calles renacentistas y tantas muestras del Barroco son algunos de los grandes atractivos históricos de la isla. Como también lo es el observar desde la línea de mar uno de los puertos naturales más grandes del mundo e imaginarse la importancia estratégica de este enclave a lo largo de la historia.

FOTOS: Clive Vella , Mario Galea/MTA y Cordon.

El bar-restaurante Two Twentytwo, uno de los puntos calientes de La Valetta, permite probar la gastronomía y los vinos de Malta en un ambiente chic. Su estructura de acero, cristal y madera logra combinar sin estridencias las fortificaciones del exterior con la modernidad del interior.

DÓNDE DORMIR en la isla de Malta ELEGANCIA, BELLEZA ART-DECÓ O LUJO CON VISTAS, ELIGE EL HOTEL QUE MÁS TE GUSTE Y DISFRUTA Hotel Juliani. (Bahía de San Julián, Malta. www.hoteljuliani.com). El primer hotel boutique de la isla y uno de los más elegantes. El diseño de su habitaciones y la piscina de su azotea te harán creer que estás en mitad de la Costa Azul francesa. Frente al hotel, la multitud de barquitas que esperan salir de faena, en la bahía, te hacen pensar en cualquier pueblo pesquero del norte de España (en la foto). Hotel Phoenicia. Floriana-Valetta, Malta (www. phoeniciamalta.com). Majestuoso hotel de los años treinta, ejemplo de art-decó y un buen punto de partida para pasear por el centro de la ciudad. Aquí también son recomendables los paseos por sus jardines, cuando vuelvas de recorrer La Valetta. The Xara Palace. Mdina, Malta (www.xarapalace.com.mt). La ciudad medieval de Mdina, bien merece una o dos noches. La opción más refinada es este Relais & Châteaux, un palacete del siglo XVII, antigua residencia de los nobles Moscati Parisio. Disfrutar de la sombra de su patios interiores no tiene precio.

oleaje del mar a través del cual se ve de nuevo el azul predominante del archipiélago, la foto de tu viaje está asegurada.

Comino, otro mundo. El hotel Comino es el único que existe en esta pequeña isla y sólo abre de abril a octubre. Puede que no sea demasiado bonito –ese color asalmonado no ayuda nada–, pero ofrece la posibilidad de dormir en un lugar remoto y atractivo, además de permitirte el acceso a diminutas playas con encanto. Meter el brazo en sus aguas, a dos metros de la orilla, te permite ver intensos azules hasta ese momento desconocidos. Y para los más deportistas, este lugar ofrece algunos recorridos suaves a pie, sin prácticamente desniveles, perfectos para conocer la isla de punta a punta y desconectar a tu aire en este rincón del mundo. Con tanto potencial –buceo, naturaleza, templos antiguos, arte, guerras, fortalezas– no extraña en absoluto que un archipiélago tan pequeño haya dado tantas páginas para la Historia. Bueno, y para el cine, porque Hollywood ha elegido el escenario de Malta en numerosas ocasiones, desde Gladiator de Russell Crowe a Troya de Brad Pitt, sin olvidar Ágora, la última de Amenábar. Por algo será.

SELECCIÓN MUCHOVIAJE Malta 6 días

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