Desarrollo Sostenible y Cultura. El cuarto eje de Desarrollo 1 Amanda Camus López 2

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Ponencia presentada al 2°Congreso Nacional de Gestión Cultural, Participación ciudadana, comunidad e incidencia en la gestión cultural, realizado en Santiago de Chile, los días 24, 25 y 26 de Noviembre de 2016. Disponible en www.congresogc.cl 2 Profesora de Historia, Geografía y Ciencias Sociales y Gestora Cultural, región de Valparaíso, Chile.

Resumen El presente artículo, tiene como objetivo reflexionar críticamente en torno a la cultura, que se eleva como cuarto eje de desarrollo, buscar y presentar proyectos reales que enlacen el concepto de desarrollo sostenible que ha surgido como una necesidad en las tareas de la actualidad. Este artículo pretende, situar la sustentabilidad en la coyuntura y como eje nuestro país, Chile, para responder a la internalización de la ecología desde la cotidianeidad de las personas, pensando en la significancia de cultura. A partir, de lo revisado en declaraciones de la UNESCO, la Declaración de Hangshou y la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, mostramos la urgencia y necesidad que los gobiernos se empoderen del Desarrollo Sostenible y presentamos una reflexión crítica en cuanto al posicionamiento de esta temática a nivel de política cultural. Palabras clave: Desarrollo Sostenible, Política Cultural, Sustentabilidad, Ecología. Introducción La comunidad internacional ha abierto el debate hacia la inclusión de un nuevo paradigma, que definirá las políticas y los programas de desarrollo de los países en los próximos años. El presente artículo viene a aportar a la reflexión en torno a la perspectiva de desarrollo, ya que, se reconoce que ha tocado techo. El Secretario General de las Naciones Unidas declaro, "No podemos seguir quemando y consumiendo nuestro camino hacia la prosperidad", es evidente la necesidad de un cambio en profundidad y la posibilidad de actuar como siempre, no debe ser opción. El Desarrollo Sostenible es un concepto acuñado en 1987 por la ONU, para diferenciar la noción habitual de desarrollo, enfatizando la relación armónica que debe existir entre crecimiento económico, recursos naturales y la sociedad, de modo de no comprometer la vida en el planeta, ni la calidad de vida de la sociedad del futuro. Es decir, el Desarrollo Sostenible ha emergido como un nuevo paradigma y principio rector para el desarrollo mundial a largo plazo. Según la ONU, es “la satisfacción de las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.3 El Consejo Económico y Social (Ecosoc), de la Organización de las Naciones Unidas, en su documento “El potencial de la cultura debe ser reconocido explícitamente”, del 2013, expone que el papel de la cultura debe ser protagónico respecto al Desarrollo Sostenible para, hacer frente a los cambios globales de manera más efectiva y sostenible. Señala que la dimensión cultural del Desarrollo Sostenible, debe ser considerada a escala local, nacional e internacional, pues el desarrollo arraigado a la cultura y sensible al contexto local, es la única modalidad de desarrollo capaz de ser sostenible, la cultura impulsa la dimensión económica, genera ingresos y empleo, aporta creatividad e innovación a la economía, además es capaz de vincularse a la dimensión social, ya que,

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Informe «Nuestro futuro común», Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. 1987 2°Congreso Nacional de Gestión Cultural

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constituye un acelerador de la reflexión, proporciona herramientas para combatir la pobreza, facilita la participación ciudadana y la igualdad de derechos. A la vez, abraza la dimensión medioambiental, ya que explica las identidades y crea conciencia ecológica. La cultura se posiciona como cuarto Eje de Desarrollo, a través de la creatividad, patrimonio, conocimiento y diversidad. Sólo cuando dichos valores sean explícitos y operativos, se podrá lograr un enfoque orientado al desarrollo holístico e integrado.4 Políticas culturales y desarrollo sostenible Las políticas culturales en torno al Desarrollo Sostenible se han interrelacionado durante el tiempo, las organizaciones internacionales, como la UNESCO y la ONU, se han encargado de promover la cultura como cuarto eje de desarrollo y para ello, el año 2004 se adoptó la Agenda 21 de la Cultura, la cual es una declaración de 67 artículos que describen la manera en que las políticas culturales locales, los derechos humanos, la gobernanza, el Desarrollo Sostenible, la democracia participativa y la paz, se vinculan con el rol de la cultura en las sociedades. La Agenda 21 de la cultura es el primer documento a escala mundial que estableció los principios y compromisos de las ciudades y los gobiernos locales con el desarrollo cultural. Más de 450 ciudades, gobiernos locales y organizaciones de todo el mundo están adscritos a ella, la cual ha creado una plataforma única que reúne a ciudades, organizaciones y redes que persiguen la relación entre las políticas culturales locales y el desarrollo sostenible. Al año 2010, se aprueba el documento, “La cultura es el cuarto pilar del Desarrollo Sostenible”, en un Congreso Mundial celebrado en Ciudad de México, éste documento expone sobre el compromiso que los gobiernos deben tener para incluir la cultural de manera explícita en el modelo de desarrollo, desde dos pilares: El desarrollo de una política sólida, traducido en la cultura como motor de desarrollo, la cultural completamente integrada en la gobernanza, mediante la elaboración e implementación de una política cultural explícita con la colaboración de la sociedad civil y basada en las necesidades y expectativas de los habitantes, y el impulso de la dimensión cultural de todas las políticas públicas, es decir, la cultura como posibilitadora de desarrollo, ya que, las políticas capitalizan la contribución de la cultura al ámbito económico, a la cohesión social y al mencionado equilibrio medioambiental, por medio de la valoración del impacto cultural en estas políticas de la mano a objetivos e indicadores medibles.5 La declaración recomienda a las ciudades, naciones y organizaciones internacionales que integren dicha visión en sus programas locales, nacionales e internacionales de manifiesta manera. Logramos, entonces, observar que existen esfuerzos desde las instituciones internacionales para que los gobiernos se empoderen de este ámbito, de hecho, el desarrollo arraigado con la cultura y que es sensible al contexto local resulta la única modalidad de desarrollo capaz de ser sostenible.

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“El potencial de la Cultura en el Desarrollo Sostenible debe ser reconocido explícitamente”, ECOSOC, 2013. 5 “El potencial de la Cultura en el Desarrollo Sostenible debe ser reconocido explícitamente”, ECOSOC, 2013. 2°Congreso Nacional de Gestión Cultural

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El Premio Nobel, Amartya Sen sostiene “Los aspectos culturales son parte integrante de nuestras vidas. Si el desarrollo puede ser visto como la promoción de nuestras condiciones de vida los esfuerzos orientados al desarrollo difícilmente podrán ignorar el mundo de la cultura”.6 El año 2013 durante mayo, se organizó el congreso, “Cultura, clave del desarrollo sostenible”, organizado por la UNESCO, este fue el primer congreso enfocado específicamente a la estrecha relación existente entre cultura y Desarrollo Sostenible. Su propósito fue el de definir que, ante los desafíos globales actuales, como el crecimiento demográfico, la urbanización, el deterioro ambiental, las desigualdades y pobreza, es urgente adoptar nuevos planteamientos que consideren la cultura como, un sistema de valores y recursos, un marco para construir el desarrollo auténticamente sostenible, además, como un patrimonio común y local, una fuente de creatividad y renovación.7 De este congreso, se destaca la creación de la Declaración de Hangzhou, la cual afirma que la cultura debe ser considerada factor fundamental de la sostenibilidad, ya que es fuente de sentido y de energía, de creatividad e innovación y un recurso para responder a los desafíos y hallar soluciones apropiadas, la cultura facilita un desarrollo verdaderamente sostenible, si se aborda con un enfoque centrado en el individuo y basado en el contexto local e integrándolo en iniciativas de construcción de la paz , la cultura es un motor potencial de desarrollo sostenible, porque, realiza contribuciones específicas al desarrollo social, cultural y económico incluyente, como a la armonía, la sostenibilidad ambiental, la paz y la seguridad.8 La Declaración de Hangzhou, insta a los gobiernos a empoderarse del Desarrollo Sostenible, desde la cultura, propendiendo que esta puede posibilitar el cuidado del medio ambiente. De esta manera los deberes que tienen que tener los gobiernos son, deben integrar la cultura a todas las políticas y programas de desarrollo, se debe impulsar el desarrollo económico incluyente desde la cultura, a la vez que esta promueva la sostenibilidad ambiental, fortaleciendo la resiliencia con los desastres y el combate del cambio climático mediante la cultura, la cual se debe valorar, salvaguardar y transmitir a las generaciones futuras, como también, debe ser un recurso para lograr el desarrollo y la gestión sostenible en zonas rurales y urbanas como además, aprovechar el potencial cultural para favorecer los modelos de cooperación innovadores y sostenibles.9 Observamos que los gobiernos se deben comprometer con estas políticas, ya que son una necesidad. Para complementar a la Declaración de Hangzhou, las Naciones Unidas, propuso la agenda para el desarrollo después del 2015, la cual entre otros objetivos, expone que la cultural debe ser el centro de todas las dimensiones del desarrollo y que estas deben estar vinculadas a ella, tanto el patrimonio, la creatividad y la transmisión de conocimiento.

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“La Cultura sí es importante”, Amartya Sen, Stanford University, 2004. “Capital social y cultura, claves olvidadas del desarrollo”, B. Kliksberg. Foro internacional, 2002. 8 “Declaración de Hangzhou. Situar la cultura en el centro de las políticas de desarrollo sostenible”. UNESCO, 2013. 9 “Declaración de Hangzhou. Situar la cultura en el centro de las políticas de desarrollo sostenible”. UNESCO, 2013. 7

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Como también el desarrollo económico y las políticas públicas de los gobiernos en general.10 La política cultural de Chile El Desarrollo Sostenible en nuestro país, es un proceso que aún no se ha concretado, Chile se adscribe a la Declaración del Nuevo Milenio, como también reconoce la Declaración de Hangzhou, pero no se ha actualizado en cuanto a la realización de políticas culturales que lleven consigo el Desarrollo Sostenible, si realizamos un cruce entre las Políticas Culturales de Chile que se enmarcan entre el 2011 y el 2016 y la Declaración de Hangzhou, reconocemos que, “… en la cultura y el arte hay una poderosa herramienta, no sólo de desarrollo integral de las personas y de la sociedad, sino también de promoción de bienestar y de contribución al fortalecimiento de nuestra identidad como país, con énfasis especial en la valoración de las aspiraciones e identidad regionales”.11 Se hace evidente la refencia en la vinculación entre el desarrollo y la cultura, no como objetivo primal, pero sí como una aspiración a nivel país de política gubernamental. Chile se adscribe al Desarrollo Sostenible de la manera habitual de entender este paradigma, es decir, en la práctica, y hasta el momento, entiende el desarrollo sostenible en base a sólo 3 ejes: el económico, el social y el ambiental y no considera a la cultura como cuarto eje o factor fundamental de Desarrollo Sostenible. Existe un antecedente relevante y reciente al respecto, en la Declaración de Sao Paulo sobre Cultura y Sustentabilidad, de 2012, en la que se reconoce a la cultura como cuarto pilar de Desarrollo Sustentable, en virtud a su dimensión articuladora y generadora de equilibrio entre los tres pilares reconocidos hasta el momento. Esta declaración fue firmada por Chile a través de la encargada Nacional del Programa de Turismo Cultural del CNCA, de la época, Cristina Gálvez, pero esto no se ha llevado a la práctica. Es importante señalar, que la Declaración de Hangzhou fue firmada en 2013, es decir es posterior a la elaboración y entrada en vigencia de la actual Política Cultural Nacional, no obstante que el debate de la incorporación de la cultura como eje del Desarrollo Sostenible, existe desde los ’70, reflotó y se potenció recientemente. De acuerdo a esto advertimos que existen ciertas conexiones temáticas entre las Políticas Culturales Nacionales y la Declaración de Hangzhou, sin embargo, no existe una vinculación directa, tanto por un tema temporal, como por una clara falta de visión por parte de la administración gubernamental y sectorial encargada de la elaboración y operatividad de la Política Cultural Nacional.

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“Los Objetivos de Desarrollo Sostenible: una perspectiva bioética”. B. Gamboa, 2015. Política Cultural 2011-2016, CNCA. 2°Congreso Nacional de Gestión Cultural

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Conclusiones El desafío de Chile es ponerse al día en esta materia y la oportunidad perfecta se está dando en estos momentos, en que se están redactando las Políticas Culturales Nacional y Regionales 2017-2022. Creo prioritario que el próximo marco normativo debe ser el instrumento que incorpore a la cultura como factor determinante del desarrollo sostenible en Chile, y – como reto este aporte debe extenderse a todas las políticas públicas, por cuanto la cultura constituye un valor que trasciende toda actividad humana, por lo tanto es transversal. En este sentido, destaco como ejemplo el caso de Ecuador y Bolivia, que en 2008 y 2009, respectivamente, incorporaron a sus constituciones el concepto del “Buen Vivir” (Sumak Kawsay), como perspectiva enriquecedora de sostenibilidad, que articula de manera armónica la economía, la política, el medio ambiente y la cultura para garantizar la vida como horizonte intergeneracional, concepto que, justamente, es promovido dentro de los acuerdos de la Declaración de Sao Paulo (2012). Sumak Kawsay insta a generar una oportunidad para construir colectivamente un nuevo régimen de desarrollo, posibilita el introducir cambios estructurales, insta a la construcción de una forma de convivencia ciudadana en diversidad y armonía con la naturaleza y fija como eje el Desarrollo Sostenible y la distribución equitativa de los recursos y la riqueza. Chile debe hacerse parte de este paradigma innovador y respetuoso con el medio, emular las iniciativas extranjeras y adaptarlas al contexto local, promover políticas culturales relacionadas con todos los ejes gubernamentales, para así hacer un real cambio en nuestro comportamiento como ciudadanos de mundo, como también, hacer caso a lo promovido por los organismos internacionales. “Como fin, la cultura es un motor para el desarrollo sostenible, una fuente de significado y vitalidad, una fuente de creatividad e innovación, y un recurso para abordar retos y encontrar soluciones apropiadas. La cultura aumenta las oportunidades de todos los seres humanos, dentro de un enfoque basado en los derechos y el respeto a la diversidad. El acceso a la cultura –y la participación en la cultura– es un derecho fundamental y una dimensión esencial de la vida. La cultura permite a cada individuo vivir y ser lo que elija ser, y también promociona el entendimiento y el intercambio entre los pueblos”.12 •

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“Cultural Desarrollo y Superación de la Pobreza”, UNESCO, 2013. 2°Congreso Nacional de Gestión Cultural

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Bibliografía – – – – – – – –

Sen. La Cultura sí es importante. Stanford University. 2004. Gamboa. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible: una perspectiva bioética. 2015. Kliksberg. Capital social y cultura, claves olvidadas del desarrollo. Foro internacional. 2002. Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Informe Nuestro futuro común. 1987. Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Política Cultural 2011-2016. ECOSOC. El potencial de la Cultura en el Desarrollo Sostenible debe ser reconocido explícitamente. 2013 UNESCO. Declaración de Hangzhou. Situar la cultura en el centro de las políticas de desarrollo sostenible. 2013. UNESCO. Cultural Desarrollo y Superación de la Pobreza. 2013.

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