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Del pasado al presente Breve análisis del estado de cinco especies de mamíferos silvestres en Colombia

María Fernanda Martínez-Polanco Universidad Nacional de Colombia, [email protected]

Palabras claves: Conservación, historia ambiental, listas rojas, mamíferos neotropicales.

Resumen Los mamíferos silvestres han sido muy importantes para los grupos humanos que habitan Colombia desde épocas precolombinas hasta la actualidad. Sin embargo, hoy en día, dadas la destrucción, fragmentación y degradación de los hábitats, la contaminación, la sobreexplotación, la introducción de especies foráneas y las enfermedades, las poblaciones de mamíferos se han visto afectadas. El propósito de este artículo es tomar dos momentos de la historia colombiana: la colonia y la actualidad, para observar el respectivo estado de la fauna silvestre, con el fin de evidenciar los vacíos de conocimiento que existen entre ellos y mostrar la importancia de esta clase de estudios. Se escogieron cinco especies de mamíferos: El venado de cola blanca, la danta, el manatí, el oso hormiguero y el jaguar, ya que estas especies ocuparon un lugar importante en la colonia y continúan ocupándolo hoy en día. El análisis realizado aquí, pone de manifiesto la necesidad de los estudios de historia ambiental que se ocupen de conocer el proceso histórico que ha incidido en el deterioro de las poblaciones de estas especies. Además, muestra que si se incluye una perspectiva histórica en los programas de manejo y conservación, pueden tomarse decisiones mejor fundamentadas.

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 3:95-112, 2008 ISSN 1818-2917

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Key words: Conservation, environmental history, red list, neotropical mammals.

Abstract Neotropical mammals have been very important for Colombian human groups since pre-Hispanic times. Today, however, mammal populations are at risk because of the degradation, fragmentation and destruction of habitats, pollution, over-exploitation, alien species and disease. The current status of Colombian mammals was recently published as an UICN “red list.” One species is extinct, six are in critical danger (CR), ten are in danger (EN) and 27 are vulnerable (VU). The purpose of this article is to underline the importance of historical environmental studies for assessing the past and present status of mammal species. This study compares the status of five important mammals during the Colonial period with their present-day status - white tailed deer, tapir, manatee, giant anteater and jaguar. For instance, the white-tailed deer was very abundant in the past on the Sabana de Bogotá, but is now locally extinct. We do not know exactly when this happened. This research argues that a historical perspective makes it easier for ecologists and biologists to make better informed and more appropriate decisions in management and conservation programs. It also underlines the importance of multidisciplinary studies for conserving and protecting the environment.

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La diversidad biológica fue definida por la Fundación Mundial de Vida Silvestre en 1989 como: La riqueza de la vida en la tierra, los millones de plantas, animales y microorganismos, los genes contenidos en ellos y los ecosistemas que conforman el medio ambiente (Primack 2000). Su importancia radica en ser producto de la evolución y de las adaptaciones ecológicas a lugares específicos. La diversidad de especies permite a los humanos disponer de una variedad de productos animales y vegetales. La diversidad de comunidades ofrece una serie de servicios ambientales que van desde la protección del suelo hasta la producción de agua y el mantenimiento de la atmósfera. En cuanto a la diversidad genética, ésta hace que los organismos sean viables reproductivamente, sean resistentes a las enfermedades y posean la habilidad de adaptarse a los cambios (Primack 2000). La fauna silvestre, a lo largo del tiempo, ha sido muy importante para los grupos humanos de América, particularmente los mamíferos, debido a que son los que más aportan biomasa animal dentro de los ecosistemas. Los mamíferos de Colombia no son tan diversos como otros grupos de animales, sin embargo, hay 447 especies1 de las cuales 32 son endémicas. La mayor diversidad se encuentra en los murciélagos y en los roedores (Rodríguez-Mahecha, Alberico, Trujillo y Jogenson 2006). En general hay cinco factores que afectan la supervivencia de los mamíferos silvestres: 1.Destrucción, fragmentación y degradación de hábitats: Esta es la amenaza más importante para la diversidad biológica debido a que en los lugares del mundo donde se encuentran densidades poblacionales humanas elevadas, se ha perdido gran parte del hábitat natural debido a la deforestación de zonas boscosas (IAvH 1997). 2.Contaminación: Este es un factor indirecto de amenaza para la diversidad biológica. Puede no ser perceptible, pero sí estar afectando de una u otra forma un ecosistema, sobre todo aquellos que están degradados lo cual los hace más vulnerables (Primack 2000). 1

Estas especies están agrupadas en 202 géneros, 49 familias y 14 órdenes (Rodríguez-Mahecha, Alberico, Trujillo y Jogenson 2006).

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3.Sobreexplotación: A lo largo de la historia de la humanidad las personas han cazado animales para subsistir. Sin embargo, en la medida en que ha aumentado la población humana y las técnicas de cacería se han vuelto más eficientes, la presión sobre la fauna silvestre ha crecido tanto que está llevando a algunas especies a la extinción. En algunos lugares la sobreexplotación ha sido tan dramática que ha dejado bosques vacíos sin la presencia de muchas especies (Ojasti 2000). 4.Introducción de especies foráneas: Ocurre cuando las especies son transportadas por humanos a otros ecosistemas fuera de su rango de distribución natural. Esto es común, sobre todo en ecosistemas degradados, donde se convierten en invasoras compitiendo con las especies nativas, en la mayoría de los casos dejándolas de lado y llevándolas a la extinción 2 (IAvH 1997). 5.Enfermedades: Son un factor indirecto de amenaza para la diversidad biológica y pueden ser un efecto colateral de la introducción de especies3 (IAvH 1997). El principal problema al que se enfrentan las poblaciones de fauna silvestre en Colombia en la actualidad, es la sobreexplotación. Esto se da especialmente en el caso de las especies terrestres o dulceacuícolas de importancia para el consumo y en el de las que son consideradas depredadoras. Las primeras se caracterizan por tener grandes masas corporales y ser utilizadas para alimentación. Entre ellas encontramos dantas, cerdos de monte, venados, guaguas, babillas y manatíes (Rodríguez-Mahecha, Alberico, Trujillo y Jogenson 2006), estas especies son utilizadas tradicionalmente por indígenas y campesinos. Sin embargo, dado el cambio socio-cultural que se ha vivido en los últimos tiempos, se han borrado las formas tradicionales de manejo, se han adoptado nuevas tecnologías y se ha ingresado a una economía de mercado que exige que se cace más de lo que se produce naturalmente (Rodríguez-Mahecha, Alberico, Trujillo y Jogenson 2006). El segundo grupo de especies sobreexplotadas son las depredadoras, 2

Respecto a esta causa de pérdida de diversidad, se han realizado algunas aproximaciones históricas en Crosby (1999) y Melville (1994). 3

Un ejemplo de la introducción de enfermedades por animales lo muestra McNeil (2003:257).

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como los osos de anteojos, tigres y ocelotes, los que ocasionalmente se pueden alimentar de ganado; también los pequeños depredadores como tigrillos, comadrejas, chuchas o faras que se alimentan de animales de corral como gallinas. Este grupo de animales es perseguido por ser competidor de actividades humanas como la ganadería (Rodríguez-Mahecha, Alberico, Trujillo y Jogenson 2006). La otra amenaza para los mamíferos colombianos es la pérdida de hábitats naturales por la ampliación de la frontera agrícola y la siembra de cultivos ilícitos en áreas protegidas. Los mamíferos son muy sensibles a la pérdida de hábitat ya que se encuentran en un punto alto de la cadena alimenticia. En el caso de los herbívoros, su vulnerabilidad se relaciona con la ausencia o desaparición de los recursos de los cuales se alimentan y, en el caso de los carnívoros, por la disminución de sus presas. Con el fin de detectar el estado de la fauna y la flora y generar medidas para su conservación, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) desarrolló las llamadas Listas rojas. Su importancia radica en que son una herramienta muy útil, tanto nacional como internacionalmente, para dirigir esfuerzos de conservación, especialmente para aquellas especies amenazadas (Primack 2000). Esta metodología consiste en ordenar una serie de especies según su riesgo de extinción, lo cual se hace comparando la situación actual con la situación que se estima existía en cada especie hace tres generaciones. Los criterios utilizados para hacer esta categorización son aspectos poblacionales como: El número de individuos de la población, el tamaño de las áreas geográficas ocupadas por las poblaciones y el número de poblaciones. Además, se realizan proyecciones de la viabilidad de las poblaciones en los hábitats que ocupan (Rodríguez-Mahecha, Alberico, Trujillo y Jogenson 2006). El procedimiento de clasificación consiste en determinar si los datos disponibles son adecuados para realizar una evaluación. En el caso en que no sea así, se clasifica en la categoría datos deficientes (DD). Si los datos son adecuados, se busca si la especie esta extinta (EX), o si está extinta en estado silvestre (EW). Si no está en ninguna de esas categorías, se intenta identificar si se trata de una especie amenazada utilizando ciertos criterios determinados por la UICN 4 . Las categorías de especies amenazadas son: Vulnerable (VU), en peli-

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gro (EN) y en peligro crítico (CR). Si no está extinta o amenazada quiere decir que no está en peligro y, se categoriza como preocupación menor (LC). Existe finalmente otra categoría llamada no evaluado (NE) (Rodríguez-Mahecha, Alberico, Trujillo y Jogenson 2006). La dificultad que implica llevar a cabo esta metodología, es que en muchos casos no se tiene la información suficiente para realizar la categorización, sobre todo en países como Colombia donde faltan estudios especializados de ecología y manejo de poblaciones (Primack 2000). Recientemente, se llevó a cabo en este país dicha categorización para el grupo de los mamíferos. Se evidenció que una especie se encuentra extinta (EX), seis en peligro crítico (CR), diez en peligro (EN), 27 son vulnerables (VU), 26 están casi amenazadas (NT) y hay datos deficientes (DD) de cinco especies. El estado actual de conservación de las especies de mamíferos no es un problema reciente, es el resultado de un proceso histórico que no se conoce con precisión. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que no todos los aprovechamientos humanos de la fauna silvestre resultan en la extinción. Usualmente pasa lo contrario, es decir, suele observarse convivencia entre los animales y los seres humanos (Ojasti 2000). El propósito de este artículo es tomar dos puntos de la historia colombiana: la colonia y la actualidad, para observar el estado de la fauna silvestre en ellos, evidenciando los vacíos de conocimiento existentes. Además, intenta mostrar la necesidad de realizar estudios de historia ambiental que se ocupen de esta problemática, ya que pueden ser muy importantes a la hora de proponer y poner en práctica planes de conservación. Para tal fin, se escogieron cinco especies de mamíferos: El venado de cola blanca, la danta, el manatí, el oso hormiguero y el jaguar, dado el importante lugar que han ocupado desde la colonia hasta el día de hoy.

Metodología Fuentes primarias Para la realización de este artículo se utilizaron documentos consul-

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Para mayor información se puede consultar http://www.iucnredlist.org

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tados en los tomos I, II, III y IV de las Relaciones y visitas a los Andes, siglo XVI, transcritas por Hermes Tovar (1995) 5. Además se utilizaron las trascripciones hechas por Tovar (1980) en La formación social chibcha.

Análisis de la información Se diseñó un cuadro comparativo donde se almacenó la siguiente información: Año, lugar, testigo, animales, uso y factores de pérdida de la biodiversidad. Posteriormente, se seleccionaron los animales más frecuentes en todos los documentos. A partir del nombre del animal y el lugar al que correspondía el documento, se determinó a qué especie correspondía. Luego, se buscó en qué estado de amenaza se encuentra en la actualidad según Rodríguez-Mahecha, Alberico, Trujillo y Jogenson (2006) (ver Tabla 1). Tabla 1. Cuadro comparativo de datos de las especies aquí discutidas. Nombre común

Venado

Especie

Odocoileus virginianus

Año visita

Lugar visita

1539

Ituango

1559 1571 1571 1572 1578

Honda Cartagena Chiscas Saquenzipa Ocaña

A

Uso6

Amenazas7

T

E

C Rt

IA

Categoría

FH lista roja En peligro crítico

x

x x

x X

5

Estas son: Relación de Anzerma (1539-1541), Descripción de Popayán (1583), Descripción de Ocaña (1578), Descripción de Valledupar (1578), Descripción de Tamalameque (1579), Descripción de la villa de Tenerife (1580), Descripción de la gobernación de Cartagena (1571), Relación de La Trinidad y La Palma (1572), Descripción de la ciudad de Tocaima (1572), Descripción de la ciudad de Musso y La Trinidad de la Palma (1582), Relación de la conquista de los Carares (1601) y Visita a la Provincia de Mariquita (1559). 6

Uso: A: alimento; T: tributo; C: cacería, Rt: retribución.

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Amenazas: E: enfermedades; IA: introducción de animales; FH: fragmentación de hábitat.

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Nombre común

Uso6

Amenazas7

T

C Rt

E

IA

x x x

X

x

x

Especie

Año visita

Lugar visita

Venado

Odocoileus virginianus

1578 1592 1593 1593 1601

Valledupar Ubaté Teusacá Soracá Cocuy

Danta

Tapirus terrestris

1571

Valledupar

1578

Cartagena

x

1571

Cartagena

x

1578 1579 1601

Valledupar Tamalameque Carare

1539

Ituango

Manatí

Oso hormiguero

Trichechus manatus

Myrmecophaga 1572 stenops 1578 1582

Tigre

Panthera onca

Ituango

1571

Cartagena

1572

La Trinidad y La Palma

1582

Categoría

FH lista roja

x

x

x

En peligro crítico

En peligro

x

Vulnerable

Tocaima Valledupar Musso y La Trinidad

1539

1572 1578

A

x

X

Tocaima Valledupar Musso y La Trinidad

x

Vulnerable

x

x

x x

x

A continuación se presentará una corta descripción de las especies escogidas que incluye sus rangos de distribución, algunos aspectos ecológicos, una pequeña reseña de la situación de estas especies en la colonia (año, lugar, uso y amenazas) y su situación actual (amenazas y medidas de conservación propuestas).

Resultados Venado cola blanca (Odocoileus virginianus) El venado cola blanca se caracteriza por ser de color café en el dorso

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y blanco en el vientre. Los machos adultos poseen astas ramificadas (Figura 1). Esta especie se distribuye desde el Sur de Canadá hasta el Norte del Brasil (Eisenberg 1989). Es una especie generalista que se alimenta con los recursos vegetales de temporada. Sus hábitos son crepusculares y viven en grupos pequeños (López-Arévalo y GonFigura 1. Venado de cola blanca (Odozález 2006). coileus virginianus). Parque Nacional En Colombia se encuentra en la Natural Chingaza, Colombia. Orinoquía, en la Amazonía, en la (Foto: María Fernanda Martínez-Polanco) región caribe -desde Córdoba hasta la Guajira-, en el Alto Magdalena, en Tolima, en Cundinamarca, en Huila y en la región andina en las cordilleras central y oriental, hasta unos 4,000 m.s.n.m (López-Arévalo y González 2006). En la colonia aparece reportado en varias zonas: En la región caribe (Cartagena en 1571 y Valledupar 1578), en la región andina (Ituango en 1539; Ubaté en 1592; Soracá en 1593; Chiascas en 1571; Saquencipá en 1572; Cocuy en 1601)y en la vertiente del Río Magdalena (Honda en 1559, Ocaña en 1578) (Tabla 1; Figura 2). La distribución amplia del venado durante la colonia es evidente a través de la lectura de las fuentes analizadas. A la vez, se puede percibir que existían varias poblaciones de venado relativamente grandes. Por esta razón, es posible que los diferentes grupos indígenas y los mismos españoles, aprovecharan el venado como recurso. Era cazado principalmente como fuente de alimento, aunque se nombra el uso de las pieles como abrigo y tributo en Chiscas en 1571. En Ubaté, se daba carne de venado a los indígenas después de la realización de ciertos trabajos (Tovar 1980). Los peligros que enfrentaba esta especie no se encuentran tan claros en los documentos. Se habla de enfermedades, introducción de animales y destrucción de hábitat en Valledupar en 1578, donde también se señala que las enfermedades están reduciendo las poblaciones (Tovar 1995:II).

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Figura 2. Regiones geográficas donde se reportaron, durante la colonia, venado cola blanca, danta, manatí, oso hormiguero y jaguar. A. Región Caribe: Cartagena y Valledupar. B. Vertiente del Río Magdalena: Tamalameque, Ocaña, Carare, Honda, La Trinidad, La Palma, Tocaima. C. Región Andina: Ituango, Chiscas, Cocuy, Muzo, Soracá, Ubaté, Teusacá.

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En la actualidad el venado cola blanca se encuentra en peligro crítico (CR) debido a la sobreexplotación por parte de los cazadores. Además, en lugares donde convive con ganado, es susceptible de padecer enfermedades como la aftosa. Para la conservación de esta especie se proponen vedas de cacería, así como también evaluaciones de distribución, tamaños de población, áreas de acción y hábitats disponibles (López-Arévalo y González 2006). El venado de cola blanca se encuentra extinto en la Sabana de la Bogotá donde era muy abundante hasta hace unos pocos años (López-Arévalo y Gómez 2008). En zonas aledañas como los municipios de Socha y Tasco (Boyacá) las poblaciones de esta especie son pequeñas y además se encuentran bajo presión de caza, lo cual puede comprometer su futuro en la zona (Blanco-Estupiñán et al. 2008). Los Llanos Orientales por su parte, constituyen el lugar en el que se encuentran en mejor estado de conservación (López-Arévalo y Gómez 2008).

Danta común (Tapirus terrestris) Esta especie se distribuye desde Colombia y Venezuela hasta el Chaco en Argentina (Eisenberg 1989). Habita una gran variedad de lugares, desde bosques tropicales hasta bosques secos, siempre ligados a fuentes de agua (Figura 3). Es una especie herbívora que consume una gran variedad de plantas y frutales. Son animales solitarios y de hábitos nocturnos. Son depredadas por jaguares, pumas y cocodrilos grandes (Constantino et al. 2006). En la colonia se reportó en la región caribe (Cartagena en 1571 y Valledupar en 1578) (Figura 2). No se menciona ningún uso. Los factores que representaron una amenaza para ellas fueron: La introducción de especies, las enfermedades y la fragmentación del hábitat (Tabla 1). En la actualidad, los estudios poblacionales en Paraguay, Perú, Brasil y Bolivia han mostrado que esta especie es muy susceptible a la cacería y que esta actividad no es sostenible (Maffei 2003). La danta se encuentra en peligro crítico (CR) dada su historia de vida (pocas crías y gestación larga), la sobreexplotación y la deforestación. Como medidas de conservación se proponen monitoreos de poblaciones, controles sobre la cacería (vedas), programas de educación y procesos comunitarios de

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uso (Constantino et al. 2006).

Manatí (Trichechus manatus) Posee un cuerpo robusto de color grisáceo hasta café. Su longitud puede variar entre 2.5m y 4.5m. Su peso se encuentra entre 200kg y 600kg. Se distribuye desde Florida, hasta el Sudeste de México y Norte de Suramérica. Los manatíes son animales herbívoros, se alimentan de plantas acuáticas (Einsberg 1989). Se encuentran en aguas costeras, estuarinas y dulces, así como en ciénagas (Trujillo et al. 2006). El manatí jugó un papel muy Figura 3. Danta. Parque Municipal importante durante la colonia, ya SUMMIT, Panamá. (Foto: María Fernanda que la grasa de su organismo perMartínez-Polanco) mitía alumbrar. Además, su carne era muy apetecida. Se encuentra reportado en la región caribe (Cartagena en 1571; Valledupar en 1578) y la vertiente del Río Magdalena (Tamalameque en 1579; Carare en 1601) (Figura 2). La introducción de animales pudo ser una amenaza para la especie (Tabla 1). Llama la atención la imagen de esta especie en la Descripción de Tamalameque de 1579: “Críase en ellas un pece que llaman Manatí, el cual tiene la cabeza, cuellos y espaldillas como ternero de dos o tres meses. Tiene dos brazos que le salen de los hombros, rollizos e iguales con una juntura en medio como la de los suros. Tienen manos como de pato ni más ni menos salvo que son más grandes y no tiene uñas ni por ninguna parte hacen señal de abertura para señalar dedos en cada una de las cuales están engastados como cinco hosezuelos con dos junturas cada uno como la propia ternera al cabo del cual se ciñe y ensangosta casi un palmo a manera de cuello, del cual sale una cola gruesa, carnosa a manera d rodela y

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tan grande como ella, no tiene pies. Desta cosa se saca comunmente un arroba de manteca que en todo es como la de puerco, salvo que es más liquida. Sírvese della para alumbrar y para las comidas, aunque a los tocados de morbo gálico les hace notabilísimo daño y así huyen della. Y si el manatí es hembra y está preñada, se saca tres arrobas de manteca de cada una de aquellas colas. Sacan estos animales la cabeza fuera del agua a comer yerba aunque jamás salen afuera. En el propio lugar que según razón avian de tener las orejas, tienen dos pequeños agujeros junto a la boca y en el mismo lugar que los caballos unos pelos o cerdas ni mas ni menos que ellos. No tienen escama ni pelo sino un cuero negro tan grueso como el de la vaca... ” (Tovar 1995:II:293)

Esta descripción es muy interesante en la medida en que el manatí es un animal totalmente nuevo para los españoles, tratan de asimilarlo con lo más conocido (una vaca) porque resulta sumamente extraño explicar algo que nunca se había visto con anterioridad. El manatí ha sido sometido a una intensa sobreexplotación desde la colonia hasta hoy. En la actualidad esta especie se encuentra en peligro (EN) debido a la cacería ilegal. Además, estos animales suelen quedar atrapados cuando las ciénagas son secadas con fines de riego. De manera paradójica esta especie se encuentra protegida legalmente desde 1969, cuando se estableció una veda completa de caza. Como medidas de protección se propone evaluar la formación existente de la especie y ponerla en un Sistema de Información Geográfica (SIG) con el fin de determinar áreas de conservación. Se deben realizar estudios genéticos y estudios de deterioro de hábitat (Trujillo et al. 2006).

Oso hormiguero (Mymecophaga tridactyla) Es uno de los mamíferos característicos de Suramérica por su gran tamaño. Se distribuye desde Guatemala hasta el norte de Argentina y Uruguay (Eisenberg 1989). Habita sabanas abiertas, bosques por debajo de los 2,000 m.s.n.m. Poseen tanto hábitos nocturnos como diurnos dependiendo de la temperatura, la lluvia y de las actividades humanas. Son solitarios y se alimentan de hormigas y termitas (Polanco et al. 2006).

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En la colonia se reportó en la región andina (Ituango en 1739; Musso en 1582), en la vertiente del Río Magdalena (Tocaima en 1572) y en la región caribe (Valledupar en 1578) (Figura 2). Solo se menciona la introducción de animales como posible amenaza para la especie (Tabla 1). En la descripción de Musso y La Trinidad de La Palma de 1582, se encuentra la siguiente referencia del oso hormiguero: “ … y otros que llaman osos hormigueros estos osos hormigueros tienen la boca muy pequeña y la lengua tienen muy larga y las uñas de pies y manos tienen muy largas y llega a un hormiguerón y con las uñas menea el hormiguero y luego saca la lengua y la pone donde están las hormigas y de que tiene muchas pegadas a la lengua la mete y se las come y luego torna a sacalla y hazle otro tanto y desta manera se sustenta.” (Tovar 1995:III:422)

En la actualidad, la cacería de subsistencia y la de control ejercida por grupos humanos en zonas de cultivo, vías de comunicación, zonas ganaderas, la cacería de estos animales por la piel o por creencias religiosas -ya que son consideradas curativas ciertas partes del animal- además de los ataques de perros, han llevado a que esta especie se considere vulnerable (VU). Como medidas de conservación se hace necesario realizar investigaciones poblacionales, genéticas y de ecología (Polanco et al. 2006).

Jaguar (Panthera onca) Es el felino más grande de América. La piel del jaguar o tigre presenta manchas negras circulares en un fondo amarillo rojizo; no existen dos jaguares con el mismo patrón de coloración (Einsberg 1989) (Figura 4). Se distribuye desde el Sureste de Estados Unidos hasta el Sur de Argentina. Se encuentra desde el nivel del mar hasta 1,500 m.s.n.m. Puede vivir en una gran variedad de hábitats tales como bosques húmedos, bosques secos, bosques espinosos, sabanas pantanosas y matorrales áridos. Es un depredador crepuscular y nocturno. Con hábitos alimenticios generalistas que varían de acuerdo con la región que habita, puede consumir animales domésticos cuando no encuentra presas (Rodríguez-Mahecha, Jogerson, Durán y Bedoya 2006). M. Martínez-Polanco  Del pasado al presente

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En la colonia se reportó en la región andina (Ituango en 1573; Musso en 1582), la vertiente del Río Magdalena (Tocaima en 1572), y la región Caribe (Valledupar en 1578; Cartagena en 1578) (Figura 2). Se mencionan como amenazas la introducción de animales, las enfermedades y la fragmentación del Figura 4. Jaguar (Panthera onca). hábitat. Esta especie sigue siendo Parque Zoológico Simón Bolívar, San cazada en nuestros días (Tabla 1). José, Costa Rica. (Foto: María Fernanda Como se mencionó en la introMartínez-Polanco) ducción el segundo grupo de animales sobreexplotados son aquellos que fueron considerados como enemigos de las actividades humanas en la colonia, esta situación no fue muy diferente a la de hoy en día, como se observa en la Descripción de Tocaima hecha en 1572 “… y el otro son los tigres que hazen grandísyma carnicería en todo género de ganado mayormente si con tiempo no los matan antes quellos se encarnicen…” (Tovar 1995:III:378). En la actualidad las poblaciones del Norte y el centro del país están muy reducidas, mientras que las más grandes se encuentran en el Amazonas. En estas zonas las mayores amenazas son la cacería por las pieles y la destrucción del hábitat. También se persiguen porque se consideran enemigas del ganado. Esta especie se considera vulnerable (VU). Con el fin de contribuir con su conservación se propone generar estímulos económicos para las personas afectadas, compensando los daños generados por los jaguares sobre los animales domésticos (Rodríguez-Mahecha, Jogerson, Durán y Bedoya 2006).

Consideraciones finales El mantenimiento de la diversidad biológica es una responsabilidad de todos los seres humanos, ya que en gran medida nuestra supervivencia como especie depende de los demás organismos que habitan el planeta. De tal modo que las medidas que se pongan en práctica para conservar las especies deben ser pensadas desde diferentes ámbitos tanto científicos

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como cotidianos. Es dentro de este contexto que la información histórica juega un papel importante dentro de los programas de manejo y conservación, ya que el estado actual de las poblaciones silvestres es producto de una relación espacio-temporal entre los animales y los seres humanos. Del mismo modo, es necesario realizar trabajos antropológicos en las comunidades campesinas o indígenas que conviven con fauna silvestre y además, estudios biológicos y ecológicos de las poblaciones, para entender la relación actual entre humanos y animales y, a partir de esta información, proponer planes de manejo y conservación. Es a través de enfoques interdisciplinarios que se deberían formular dichas estrategias. Por otra parte, es también necesario incluir a las poblaciones humanas en estos planes, de lo contrario ninguna decisión que se tome será efectiva debido a que es posible que existan factores culturales que impidan la protección de la fauna silvestre. En el caso de las cinco especies de mamíferos estudiadas en este artículo, sabemos o podemos tener una idea de su uso en el pasado, particularmente en la colonia. Sin embargo, no se conoce la secuencia histórica que llevó a estas especies a su categorización actual dentro de las Listas rojas. Se hace necesario entonces conocer el proceso histórico para tomar decisiones de manejo mejor fundamentadas. Agradecimientos. A las profesoras Olga Montenegro, del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia y Steffania Gallini del departamento de Historia de la Universidad Nacional de Colombia porque este trabajo surgió de las clases de Biología de la Conservación e Historia Ambiental a cargo de cada una de ellas, además por fomentar en sus estudiantes la importancia de la interdisciplinareidad y el diálogo entre disciplinas aparentemente distantes. A Juan Martín por su amable invitación para participar en este volumen de la revista. A Pilar y Alejandra Martínez por su cordial ayuda desde Bogotá. Una versión preliminar de este trabajo se presentó en el Noveno Congreso Centroamericano de Historia.

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M. Martínez-Polanco  Del pasado al presente