CUADERNOS DE ENSAYO

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Impreso y hecho en México Printed and M ade in M exico

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En una película cuyo título no recuerdo pero que representaba como actor principal el finado Leslie Howard, ocurría una escena en que se trababa, más o menos, el siguiente diálogo. Un aviador inglés es hecho prisionero por los nazis. No sé a propósito de qué la conversación con sus carceleros recae sobre Shakespeare y el oficial alemán con gesto y palabras que denotan el más cordial y rabioso de los desprecios apostrofa: - " ¿Shakespeare inglés? Insufrible chapuza. Uno de nuestros más prestigiosos eruditos ha demostrado sin lugar a equívocos que Shakespeare era alemán". - " uizás", responde con flema el aviador, "pero en todo caso no me negará usted que por lo menos las traducciones inglesas de sus obras son muy buenas. " La anécdota es significativa por más de una -

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razón. Cifra ante todo, con la grosería que sólo un nazi puJo permitirse, el sentido Je las relaciones entre Shakespeare y los alemanes. Cuando los alemanes están envenenados por el nacionalismo naJa los contiene y con toda la sinceridad de su allanería se llegan a declarar que Cristo, Platón, Dante y Shakespeare merecerían haber sido alemanes, que la historia equivocó su sentido haciéndolos nacer en pueblos racialmente inferiores. Hegel lamentaba, con toda la seriedad de que era capaz, que Cristo hubiera confiado su doctrina a burdos pescadores judíos y no indogermanos capaces de hacer justicia a lo que en esa religión había de espíritu especulativo, argumento que ya empleó en ~u tiempo Voltai re aunque con otro significaJo pues por su trato con pescadores sacaba la conclusión del poco crédito que había que dar al cristianismo, como Hegel, la con ecuencia de que a sus excelencias le hubiera debido corresponder un auditorio más selecto capaz de comprender su esoterismo. Y Nietszche, según una interpretación finísima de mi buen amigo Manuel Cabrera, sufría y su frió por Cristo aunque no tanto por las exigencias que impone ser cristiano y que Kierkegaard se permitió recordar con toda crudeza en un mundo burgués que no tenía orejas para tales finezas, ino porque simple y llanamente lo envidiaba, envidiaba su fama, digámoslo así para llevar hasta 8

el absurdo el sentido de su ojeriza. j Envidiar a Cristo!, nada menos que ésto, por extraño que suene pues los enemigos de Cristo llegan a odiarlo, a negarlo, a menospreciarlo pero no lo envidian, no se sienten incómodos por el tributo de fama que le han rendido los siglos. Pero Nietzsche sÍ. La hubiera querido para sí y no disfrutarla le amargó las horas, los días, los años, la existencia entera. Por otro lado, dejando a un lado estas desviaciones patológicas y de mal gusto, sufrir porque la grandeza es ajena tiene a su vez mucho de grandeza, pues el alemán es lo suficientemente honesto para reconocer el valor de los hombres de otros pueblos y no se mete innoblemente a rebajar esos valores para concluir que no merece la pena apropiárselo sino que con ayuda de su siempre admirable y portentosa erudición hace por destacar hasta lo hiriente su incomparable significación a la vez que subraya con toda la fuerza de que es capaz su moralidad la obligación en que está todo hombre de procurársela, de entrar con ella en relaciones de asimilación, de interiorizarla en la propia alma, de formarse mediante ella. Para muchos pueblos Cristo, Platón, Dante o Shakespeare han sido figuras que han dejado tranquilo, que no han suscitado reacciones de apropiación pero para los alemanes han sido y son pasiones, instancias que se imponen, que se insinúan, frente a las cuales hay 9

que movilizar las fuerzas todas del alma y definir a la corta o a la larga un estatuto de familiaridad . Ningún otro pueblo ofrece ejemplos más eminentes de a~imilación, procesos ininterrumpidos de abo sorción, en una palabra, de cultura, aunque la palabra por obra y gracias de los filisteos aleman ' precisamente esté hoy tan desprestigiada. Por fortuna disponen los mismos alemanes de una palabra meno hollada y más hermosa que concreta muy bien el sentido de estas brega en torno a la apropiación de la grandeza ajena, Bildung. qu podemos traducir aproximadamente como formación, educación, pedagogía, paideia. Se trata de una idea específicamenle alemana, que como antes decíamos, ólo muy aproximadamente encuentra ~u traducción, pues si la llamamos educación o formación limitaríamos su entido a e e tránsito, valiosísimo desde luego, que lleva felizmente desde la niÍlez hasta la madurez sin quebraduras, sin neurosis diríamos hoy, pero la Bil· dung no persigue una normalidad biológica o p i· cológica como meta ino spiritual, más que una normalidad una excelencia, un estatuto de nobleza e pi ritual y humana que reba a con mucho cual· quier id al puramente animal. En nue tro ,~ día, tan sordos a todo lo qu pretende elevars obre un eud monismo zoológico bi n entendido, esta edu· cación ti ne muy pocas probabilidade de er com10

prendida e inclusive en Alemania padece de una declinación casi insuperable. Expuesta sin más, como si fuera una cosa obvia, suena a retórica, a vaciedad y hasta a mal gusto. ¿ uién tomaría hoy en serio el himno coral de la novena sinfonía de Beethoven? Repito, sobre la cultura se · ha depositado una espesa capa o pátina de desprestigio y nuestra portentosa ciencia contemporánea no ha sintetizado, ni se preocupa por ello, un disolvente que la hiciera desaparecer. Es uno de los tantos ideales que al hombre actual le cuesta inclusive aceptar la posibili dad de que exista o haya existido. Bildung : f ormación, educación, conceptos aproximados, pedagogía, paideia ante todo, ideas que llevan muy cerca ya de su correcto sentido pero ello debido a un engaño pues antes de que el Prof. \Verner Jaeger escribiera su Paideia, "los ideales de la cultura griega", y uno de los libros, magnífico síntoma, que más popularidad han conquistado entre nosotros, ¡quien hubiera empleado y vulgarizado con sentido esta palabra!. En realidad no decía nada y hoy dice algo pero en griego, no en español. Formación no biológica o espiritual, histórica digamos para que algo se entienda pues lo espiritual como la cultura también está desprestigiado. Hasta hace algunos años lo histórico, el llamado y entonces temido historicismo gozaba de cierta vigencia y precisión. Por efecto quizás de 11

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