Contrato sobre asesoramiento a parejas en conflicto

Contrato sobre asesoramiento a parejas en conflicto. FUENTE: PSIQUIATRIA.COM. 2002; 6(3) Abraham Genis. Resumen Este artículo se basa en un principi...
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Contrato sobre asesoramiento a parejas en conflicto. FUENTE: PSIQUIATRIA.COM. 2002; 6(3)

Abraham Genis.

Resumen Este artículo se basa en un principio, aplicable a toda ciencia y disciplina, que reza así; Toda ciencia o disciplina puede desarrollarse y progresar en dos campos; A. En el suyo propio, profundizando sus fundamentos. Por ejemplo, un trabajo psiquiátrico puede obtener ampliaciones a partir de la neurología, la psicología y la sociología. B. En campos adyacentes, limítrofes, que para el caso de la psiquiatría podrían ser la filosofía, la literatura y, en este nuestro caso, el derecho. Podría decirse que la psiquiatría tiene campos adyacentes en toda la medicina y todos los humanísticos. ² Para citar un ejemplo de la relación entre Psiquiatría y la flosofía , hemos escrito un trabajo titulado Psicoterapia y Mayéutica psiquiátrica. Cuando comenzamos a sistematizar el consejo de pareja, observamos que los pacientes hacían preguntas que se solían repetir en la mayoría de los casos, a las cuales nos habíamos habituado a responder en forma eficiente. Preguntas respecto al rol del médico, a las responsabilidades de los participantes, a la sucesión de las sesiones, a los valores implícitos en el proceso, a los problemas económicos que la terapia podía determinar. . Reunimos muchas afirmaciones válidas para casi todos los casos, a las cuales en principio denominamos aforismos. En cierto momento pensamos que la suma de ellos, podía configurar un acuerdo de forma jurídica al cual resolvimos denominar contrato. Y de acuerdo al modelo de los contratos legales, elaboramos un texto, que en el momento actual consta de 31 aforismos, que presentamos a los pacientes durante la terapia, cuando llegamos a la conclusión de que están dadas las circunstancias favorables. Este recurso, que nos ha sido muy útil, aclara muchos puntos e introduce un clima de transparencia, sinceridad y legalidad, que facilita el proceso. Transforma el conflicto en problema y el clima emocional, en clima racional. Además los pacientes perciben que sus problemas han sido ya previstos, y eso aumenta la confianza en el profesional.

Introducción sobre antecedentes históricos y bibliográficos sobre el Contrato de asesoramiento en el Consejo de Pareja. Nuestro primer antecedente sobre el tema se tituló 16 aforismos sobre consejo de pareja, y fué publicado en nuestro libro ³Psiquiatría para Profanos² Editado por Comunidad del Sur, Montevideo, Uruguay, 1973. Fué leído en Sociedades Científicas e instituciones asistenciales, en el Uruguay, la Argentina y Venezuela. El segundo antecedente se tituló 20 aforismos sobre consejo de pareja y fué publicado en nuestro libro ³Soluciones a los conflictos de pareja², Caracas, Venezuela, 1997, por la Librería Editorial Destino, ISBN 9806282-41-8. En cuanto al contrato en su forma actual, fué siendo elaborado progresivamente después de la publicación del libro, constando hasta la fecha de 30 aforismos. En cierto momento se nos ocurrió organizarlo bajo forma de un ³Contrato² de estilo jurídico, comprendiendo

roles, deberes y derechos de todos los participantes; la pareja, sus allegados, el médico y los principios generales que rigen el contrato. El texto fué revisado por el jurista Dr. Nestor Colmenares, profesor de la Facultad de derecho de la Universidad de Valencia, Edo. Carabobo. En cuanto a la Bibliografía, citamos a continuación la consultada, con referencias al tema, aunque sin la organización de tipo jurídico que le hemos dado, para la cual no conocemos antecedentes. Este texto está preparado para una próxima edición de las ³Soluciones a los conflictos de pareja², en la cual estamos trabajando.

La forma de aplicación no depende de fórmulas rígidas. Es una verdadera ³táctica² interpersonal, que depende de las circunstancias. Una cantidad de principios generales rigen su aplicación. a. Naturalmente que se requiere cierto nivel intelectual para su uso. No obstante, en pacientes menos preparados, se pueden leer circunstancialmente algunos de los aforismos, cuando se ve la tendencia de la pareja a entablar una discusión estéril sobre el tema. La lectura del contrato rinde más cuando se trata de profesionales universitarios, si hubiera trabajadores en Derecho, o docentes, o aún trabajadores de la salud. Para los casos de enfermedad psiquiátrica se aplican los artículos referentes a la tolerancia que debería tener el cónyuge sano. Algunos pacientes nos solicitan una copia del contrato, lo cual en general concedemos. Este contenido del contrato no es definitivo, sino que se encuentra en permanente ampliación y desarrollo.

Cuando comenzamos a sistematizar el consejo de pareja, observamos que los pacientes hacían preguntas que se solían repetir en la mayoría de los casos. Preguntas respecto al rol del médico, a las responsabilidades de los participantes, a la sucesión de las sesiones, a los valores implícitos en el proceso. Reunimos muchas afirmaciones válidas para casi todos los casos, a las cuales denominamos aforismos. En cierto momento pensamos que la suma de ellos, podía configurar un acuerdo de forma jurídica al cual resolvimos denominar contrato. Y de acuerdo al modelo de los contratos legales, elaboramos un texto, que en el momento actual consta de 31 aforismos, que presentamos a los pacientes durante la terapia. Este recurso, que nos ha sido muy útil, aclara muchos puntos e introduce un clima de transparencia, sinceridad y legalidad, que facilita el proceso. Transforma el conflicto en problema y el clima emocional, en clima racional.

El contrato El médico, la pareja y sus allegados declaran estar informados sobre las siguientes cláusulas y después de leídas y discutidas se comprometen a aceptarlas y cumplirlas. Se divide en cuatro partes, concernientes a: 1.- Los valores y conceptos 2.- Los consultantes y allegados

3.- El médico 4.- El proceso de asesoramiento

Primera parte. Sobre los valores y conceptos. 1-1.- El consejo de pareja tiene su tabla de valores propios. Estos son, en este orden: a. la mayor felicidad posible de cada uno de los miembros de la pareja. b. la conservación del vínculo. Esta escala de valores se opone a la imposición eclesiástica de la conservación del vínculo a cualquier precio y defiende la felicidad individual por encima de cualquier otra clase de valores. Pero, siendo la familia una institución humana que es clave para la felicidad individual y la crianza de los hijos, su conservación debe ser considerada una prioridad esencial. 1-2.- Ambos sexos son diferentes en su anatomía, fisiología, psicología y mundo interior. Aceptarlo es imprescindible para comprender y resolver conflictos. Para comprender y tratar los rasgos normales y los problemas de la relación de pareja, hay que conocer los atributos propios a cada sexo, lo que hombres y mujeres tienen en común y lo que tienen de diferente. Esto arrojará luz tanto sobre los procesos de integración como sobre los de conflicto. 1-3.- La pareja deberá estar informada que la verdad en psicología y en relaciones humanas, es diferente a la verdad en ciencia y en filosofía. La verdad de una persona no es igual a la de otra persona. Siempre son diferentes y pueden ser aún incompatibles. En relaciones humanas no existe "la" verdad, sino "mi" verdad. La tarea del consejo de pareja es la de construir, en la unión de "mi" verdad y "tu" verdad, "nuestra" verdad. Este aforismo es de particular importancia ya que enseña a cada miembro a respetar la independencia del otro. Enseña también, a través del término "construir" la importancia de la labor personal en el consejo de pareja. 1-4.- Hay que tratar de transformar al conflicto (que significa disputa, guerra, emoción) en problema (que significa dialogo, negociación, razón). Y luego dividir este problema en el mayor número de partes simples que puedan brindar soluciones independientes. Bien se dice "Divide y vencerás". 1-5.- Como todo en la vida, todos estos aforismos no son absolutos. Pero una larga experiencia ha demostrado que son casi siempre eficaces.

Segunda parte. Sobre los consultantes y allegados. 2-1.- El primer requisito para que tenga lugar el consejo de pareja es la salud psíquica de los miembros. Si existe cualquier problema psiquiátrico: psicótico, orgánico o neurótico, su asistencia es previa o por lo menos simultánea al consejo de pareja. Aún cuando no lleguen a configurar una enfermedad, existen rasgos de personalidad y de carácter que influirían en el conflicto. 2-2.- Cuando uno de los miembros de la pareja haya sido diagnosticado como enfermo, el otro tiene la responsabilidad moral de prestarle apoyo mientras dure la asistencia, fijando él o ella mismo el plazo de tiempo de la espera. También él o ella debe recibir información, apoyo y aún psicoterapia. 2-3.- Debe informarse la verdad lo más completa posible en lo que se refiere a los hechos. Ocultar o deformar los hechos prolonga o dificulta la asistencia. Los secretos dañan la terapia de pareja. A menudo algunos pacientes no buscan una solución común, sino imponer al otro su voluntad. En ese caso con frecuencia aparecen la mentira, la desfiguración consciente de los hechos y las manipulaciones. 2-4.- La actitud que debe asumir cada interesado es:

a.- Tomar conciencia de las propias dificultades. b.- Descripción lo más completa posible, sin queja ni acusación, de los problemas del otro. La descripción solicitada de los problemas del otro, invita a una actitud fría y racional de ambos miembros de la pareja. Tiende a sustituir las emociones negativas por las emociones positivas, a través de la comprensión racional de los hechos. 2-5.- Los costos asistenciales para ser comprendidos y aceptados por los consultantes deben compararse con: a.- El sufrimiento de un fracaso amoroso. b.- La violencia a menudo vinculada a la división de bienes. c.- La deficiente crianza de los hijos que quedan a cargo de uno solo de los padres. d.- La depresión de uno o de los dos cónyuges a causa de la separación o del divorcio. 2-6.- Para el mejor resultado del consejo, los participantes se comprometerán: a.- A cumplir con todas las citas b.- A concurrir puntualmente a ellas, y no avisar 10 minutos antes o 10 minutos después de la hora que no pueden concurrir. c.- A brindar información veraz. d.- A respetar la difícil tarea del médico, mediador entre dos partes en conflicto. e.- A cumplir con todas las indicaciones médicas, sean medicamentosas, conductuales o interpersonales. f.- Jamás abandonar la asistencia sin previo acuerdo. 2-7.- Los consultantes deben comprometerse a no utilizar a los hijos como armas el uno contra el otro en el conflicto. Evidentemente, el daño producido en este caso pudiera sobrepasar mucho en tiempo al del conflicto en sí. 2-8.- Con cierta frecuencia uno de los miembros de la pareja se niega al consejo. A pesar de ello se puede continuar el proceso a través de uno solo de ambos, pudiéndose lograr de esta manera resultados favorables para la familia. 2-9.- También se requerirá colaboración, concesiones y esfuerzos, en caso de necesidad, a los restantes familiares y allegados. A veces las parejas se perturban por intervención de los familiares. En estos casos se hace indispensable involucrar a terceros en la solución del conflicto.

Tercera parte. Sobre el médico. 3-1.- Los consultantes suelen considerar al médico como una especie de juez, que debería fallar a favor de una u otra parte. Esta idea es equivocada y debe ser rechazada. El rol del médico puede ser descrito como el de un comunicador que busca un lenguaje común para dos personas que hasta el momento hayan carecido de él, o que lo tengan distorsionado. También puede ser descrito como un puente que une dos orillas de un río hasta entonces incomunicadas. El médico puede ser denominado un "tercero neutral." 3-2.- El médico se abstendrá de dar consejos y directivas decisivas. Cada uno de los miembros de la pareja deberá asumirse como adulto, sano y responsable. La función del médico será la de brindar información, enseñanza y sugerir las medidas útiles para ayudar a los interesados a asumir sus propias decisiones.

Uno de los objetivos fundamentales del consejo de pareja es fortalecer la personalidad de cada uno de los sus miembros, para ayudar a la solución del conflicto así como para toda relación de ellos en cualquier otro ámbito. 3-3.- En ciertos casos, el médico puede considerar útil proponer una medicación sedante. La confrontación racional es más efectiva cuando no hay perturbaciones de tipo emocional. Las dosis serán pequeñas y se tomarán por tiempo limitado. Cumpliendo con las instrucciones médicas no hay riesgo de adicción. Libremente, el paciente puede o no aceptar la medicación. 3-4.- El médico asume el derecho de comunicarse con la pareja si ésta deja de concurrir a la consulta. Los malentendidos, los olvidos, los problemas extra-asistenciales, suelen ser frecuentes y siempre deben ser aclarados. El compromiso demostrado con el proceso es en cierto modo pronóstico del compromiso a futuro con la pareja.

Cuarta parte. Sobre el proceso de asesoramiento. 4-1.- Las sesiones tendrán lugar de acuerdo al siguiente cronograma: a.- Reunión del médico con los interesados en pareja para obtener una visión global de la situación. b.- Reuniones a solas con cada uno de los miembros de la pareja para conocer su perspectiva individual. c.- Nuevamente, reuniones en grupo entre el médico y la pareja, juntos o separados para aclarar, comunicarse, dialogar, negociar y establecer compromisos. 4-2.- Un primer momento en la solución del problema es tomar aquellas medidas concretas y objetivas que no afecten directamente al uno o al otro. Por ejemplo: salud, descanso, comunicación, comprensión. Comenzar por tomar medidas sencillas, que no afecten muy personalmente a ninguno de los miembros de la pareja, dá cierta confianza y una buena base de comunicación para los puntos más difíciles. 4-3.- Un segundo momento es tomar aquellas medidas que signifiquen alguna forma de esfuerzo, molestias, y hasta sacrificios. 4-4.- Cada uno de los miembros de la pareja deberá poner empeño: a.- En ayudar al otro. b.- En modificar actitudes propias c.- En tomar medidas que beneficien a la pareja y a la familia. 4-5.- Uno de los dos deberá estar a cargo de la máxima responsabilidad en las soluciones, de acuerdo con sus conocimientos y aptitudes, según el dicho que reza: «de cada cual según sus posibilidades y a cada cual según sus necesidades» 4-6.- Es ilusorio pretender que el consejo se resuelva demasiado rápidamente. Es necesario conocer la personalidad de cada uno de los interesados, su biografía, identificar el conflicto y sus mecanismos y dialogar y negociar para obtener fórmulas comunes. Suspender prematuramente el consejo significa recaer en los mismos problemas confirmando aquello de que "el humano es el único ser que tropieza dos veces en la misma piedra." La mayoría de los fracasos se dan por la suspensión prematura de la asistencia. 4-7.- Vivimos en un país sometido a leyes. Cada uno de los miembros de la pareja debe aceptarlas y no presionar para que las leyes se sometan a su voluntad e intereses. En el estado actual de nuestro poder judicial, hacer intervenir a la justicia en el conflicto es largo, caro y lamentablemente sometido a toda clase de incertidumbres. En defensa del secreto profesional, el médico se negará, dentro del marco legal, a declarar en cualquier tipo de

proceso. 4-8.- Es difícil prever cuales serán los resultados de consejo de pareja. Las soluciones paradojales, a veces inesperadas, son muy frecuentes. Cuando todo hace prever un resultado se da el opuesto. Esta afirmación no debe desalentar el proceso sino, por el contrario, obliga a perseverar y perseverar. 4-9.- Estos aforismos son los fundamentos de un diálogo entre el médico y la pareja. Todos deben llegar a un acuerdo consensual. No pueden ser utilizados aisladamente por uno solo de ellos para defender su posición personal. 4-10.- Hay que concederle al conflicto de pareja la máxima prioridad. Está demostrado que las situaciones más estresantes en la existencia dependen de ésta área. Las tres primeras son: la viudez, el divorcio y la separación. 4-11.- Las metas del consejo de pareja pueden ser tres: a.- La ideal es conservar la pareja y la familia con satisfacción personal y común. b.- Si lo anterior no fuera posible, resolver amistosa y adecuadamente los desacuerdos interpersonales, la tenencia de los hijos y la división de bienes. Más vale quedar como "ex-socios y amigos" que como "divorciados conflictivos". c.- Si aún esto no fuera posible, aprender de los errores cometidos, a fin de no volverlos a repetir, para que de la experiencia resulte un aprendizaje. 4-12.- La mayor parte de los fracasos del consejo de pareja (metas "b" y "c" en lugar de la meta óptima "a" ) se deben a : a.- No decir toda la verdad. b.- Pensar más en "yo", o sea mis propios planes que en el "nosotros", o sea en el mayor bien común. c.- Suspender prematuramente la asistencia sin llegar a un acuerdo sólido. d.- Dejarse dominar por el empecinamiento, rencor y resentimiento actuales, más que a luchar por una solución amistosa a más largo plazo. 4-13. Algunos consultantes se desaniman puesto que, según su versión, han hecho todo lo posible para resolver el conflicto. Se señala que la situación es diferente cuando interviene un experto, que ha estudiado y que tiene experiencia en estos problemas. Resolver estos casos es una tarea profesional y no para aficionados o personas demasiado involucradas en el problema.

Conclusiones El procedimiento nos ha resultado excelente en su aplicación. La pareja calma sus ansiedades, se establece un diálogo entre ellos y con el médico, lo cual crea un clima de convivencia que facilita el proceso. El proceso terapéutico se hace mucho más breve y eficiente. Lo cual, naturalmente, no significa necesariamente la reconciliación de la pareja, de acuerdo a las metas a), b) y c).

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