CoLCIT 2009 Congreso Libre Cultura Institutos Terciarios

“EL LEGADO OCULTO DE NUESTRAS PRÁCTICAS DOCENTES”

Cejas, Delia

[email protected]

Di Bernardo, Cristina [email protected] González, Ana María [email protected] Marchetti, Bibiana San Juan, Zulma

[email protected] [email protected]

Catedráticas en el Instituto Superior de Profesorado nº 3 “Eduardo Laferriere” de la ciudad de Villa Constitución, Provincia de Santa Fe. Resumen: Todos los docentes poseen saberes que van de boca en boca, de modo informal en la sala de profesores, en los pasillos, en los encuentros entre docentes. Tienen también otros saberes que nunca encuentran la luz y no son comunicados y aún otros que han sido silenciados, deslegitimados o descalificados. El equipo perteneciente al colectivo de narradores de experiencias pedagógicas invita a los docentes

a desocultar, a transparentar estos saberes pedagógicos de los que los docentes

son portadores y convertirlos en palabra escrita, en narrativas pedagógicas. Es en el proceso de la escritura de narrativas donde los docentes evocan sus recuerdos profesionales, los que actúan de soporte en la memoria pedagógica y en ejercicio pleno de toma de la palabra, cuentan su experiencia. Utilizan el cuento como género literario lo que les permite la recuperación de “quiénes, dónde, cuándo, qué ocurrió” y

las sensaciones vividas, las

emociones y los sentidos. Se entretejen, así, espacios democráticos de libre expresión de la propia voz entre pares, que permiten reflexionar sobre la propia práctica, transmitir de manera horizontal sus propios saberes a colegas, futuros docentes, otros actores de la comunidad educativa e investigadores. Las narrativas pedagógicas se constituyen en un enorme potencial para transformar prácticas establecidas en las escuelas y en los institutos de formación docente.

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Ponencia:

“EL LEGADO OCULTO DE NUESTRAS PRÁCTICAS DOCENTES”

Nuestra labor forma parte del Dispositivo de Documentación narrativa de experiencias pedagógicas, de la Línea de Acción de Escrituras pedagógicas del CAIE Villa Constitución

C.A.I.E. significa Centro de Actualización e Innovación Educativa.

Estos centros están anclados en los Institutos de Formación Docente, como nuestro Instituto Superior de Profesorado n º3 “Eduardo Lafferriere”.

Se inscriben dentro del Plan Nacional de Formación Docente (Resolución 23/07)

Los responsables políticos de la Red de CAIE son las Direcciones de Educación Superior, quienes eligen a los coordinadores de los CAIE.

En nuestro Instituto Superior de Profesorado, el coordinador CAIE es el profesor Fabián Maffei.

El CAIE es un espacio para el Desarrollo Institucional y Profesional, que persigue: •

fortalecer la formación inicial y el desarrollo profesional de los docentes



contribuir con la investigación educativa



llevar a cabo el acompañamiento pedagógico en las escuelas.

Las líneas de acción del CAIE Villa Constitución son dos: •

Escrituras pedagógicas: se llevan a cabo mediante el Dispositivo de Documentación narrativa de experiencias pedagógicas.



Nuevas

alfabetizaciones:

se

llevan

a

cabo

mediante

tres

Dispositivos: TICs en la Escuela, Pedagogía de la Imagen Ajedrez Educativo

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De manera, que nosotras, las profesoras Delia Cejas, Cristina Di Bernardo, Ana María González, Bibiana Marchetti y Zulma San Juan, somos parte del Dispositivo de Documentación narrativa de experiencias pedagógicas, de la Línea de Acción de Escrituras pedagógicas del CAIE Villa Constitución.

Pero, ¿cómo llegamos a ser protagonistas de esta práctica?

Durante los últimos dos ciclos lectivos, en el Instituto Superior de Profesorado nº 3 “Eduardo Lafferriere”, se llevó a cabo el posgrado de Especialización en Educación Superior y a partir del Seminario de Síntesis que en él se dictó, coordinado por el Laboratorio de Políticas Públicas, surge la conformación de una Red de docentes interesados en rescatar de la memoria docente, a través de la documentación pedagógica, el legado oculto de las prácticas docentes. De esta manera este equipo de docentes nos fuimos involucrando en el objetivo de esta actividad: recordar, contar, reflexionar, desacelerar el tiempo para poder pensar y pensarnos. Y por sobre todo, compartir las historias vividas en las escuelas, contadas por todos los que hacemos escuela. Una vez conformado como equipo, hemos proseguido un recorrido teórico-empírico que aspira a convocar a nuestros pares a ser autores de su palabra, investigadores de sus propias prácticas, trasmisores de su conocimiento y de sus experiencias. Para horizontalizar la red se han realizado convocatorias de integración a todos los docentes para que participen en talleres de escrituras pedagógicas.

Ahora bien, ¿cuál es el fundamento de lo que hacemos?:

La escuela es un espacio social normado y observado como pocos. La vida y las experiencias escolares pretenden ser anticipadas por proyectos institucionales, por la planificación conjunta de directivos y docentes, por guías didácticas de especialistas, didactas y capacitadores. El discurso escolar está representado por textos oficiales, documentos estructurados con arreglo a requerimientos de gestión y administración, atravesados por la lógica normativo-prescriptiva de la anticipación y la previsión, tales como planificaciones y programas educativos gubernamentales, informes de supervisores y directivos, cuestionarios y planillas, boletín de calificaciones, etc. No se pretende ignorar ni minimizar la importancia ni los efectos prácticos de estos documentos curriculares que sintetizan, delimitan y comunican las expectativas y

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mandatos públicos de la escolarización. Pero sí reconocer que el encuentro pedagógico entre docentes y alumnos está atravesado por la incertidumbre, la improvisación y la polisemia que acompañan todos los encuentros humanos y las interacciones sociales. Por lo tanto, una parte significativa de las acciones cotidianas en las escuelas surgen o se improvisan en la dinámica misma de la vida escolar. No están previstas, no fueron planificadas, forman parte de consecuencias no deseadas de las intervenciones educativas sistemáticas.

Estos espacios sociales densamente significativos están surcados por relatos, orales, que se cuentan, se intercambian y se comunican, generalmente sin llegar a ser escritos. En los recreos, en los pasillos, en las jornadas de reflexión y capacitación, en los viajes de ida y vuelta de la escuela, nosotros, los docentes, narramos estas historias y al hacerlo recreamos el sentido de la escolaridad, al mismo tiempo que reconstruimos nuestra identidad como colectivo profesional y laboral, con los significados que nuestras vivencias adquieren dentro de la dimensión espaciotemporal de las instituciones.

Entonces, nos preguntamos, colegas docentes, ¿cuánto hace que no contamos, que no escribimos sobre nosotros mismos, sobre lo que nos pasa con eso que pasa en las escuelas?

Parafraseando a

Jerome Bruner, autor de ”La fábrica de historias”, los seres

humanos interpretamos las acciones y comportamientos, pensamos nuestra vida en forma narrativa, como un relato que va cambiando a lo largo del tiempo y que el tiempo en que conjugamos nuestras vidas es narrativo. Además este autor afirma que la realidad y nuestra identidad son construidas y reconstruidas narrativamente, construimos y reconstruimos un Yo continuamente con la guía de nuestros recuerdos del pasado y nuestras expectativas y miedos para el futuro. Hablar de nosotros a nosotros mismos es como inventar un relato acerca de quién y qué somos, qué sucedió y por qué. Es hacer emerger la dinámica del sujeto en sus dimensiones personales, afectivas, emocionales y biográficas.

La escritura de experiencias pedagógicas posibilita la reconstrucción narrativa de las prácticas escolares que se desarrollan en la escuela. Saca a la luz una versión inédita de la ‘otra historia’ que complementa al currículum, que se construye cotidianamente en las aulas, que da testimonio de las relaciones y pertenencias en los

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espacios sociales, que redefine la identidad de los actores colectivamente y que constituye el legado oculto de nuestras prácticas docentes.

Se trata se recuperar las dimensiones subjetivas que justamente hay que controlar y ajustar para que la innovación y la mejora escolar sean posibles. Si nos animamos a contar acerca de nuestras trayectorias profesionales, el desarrollo de alguna clase, un momento o situación escolar que recordamos especialmente por su valor formativo, nos revelarán las reflexiones y discusiones que estas experiencias propiciaron, las dificultades que encontramos en su transcurso y las estrategias que elaboramos para lograr ciertos aprendizajes en un grupo particular de alumnos. Si narramos las historias que recordamos, las más significativas, por sus buenos o malos resultados, que han sido hitos para nuestra reflexión y formación personal y profesional, historias cotidianas con enorme potencial para transformar prácticas establecidas en las escuelas y en los institutos de formación docente, propiciaremos los tan anhelados cambios para mejorar la educación. Se trata de documentar y desplegar la profesionalidad de los docentes, para tensionar y transformar la identidad y el quehacer pedagógico de las escuelas y de los institutos de formación docente, para pensar y tornar posibles otras escuelas, otra educación, otra formación de formadores. Al tejer sus narraciones, los docentes comunican su sabiduría práctica y permiten a otros destejerlas para volver explícito lo implícito y comprender qué hay detrás de esa sabiduría.

Documentar, hacer pública esta experiencia, pasar por sobre la frontera de lo privado, compartir, socializar horizontalmente, reconstruir, objetivar, legitimar y difundir la memoria pedagógica contribuye al desarrollo profesional, a la alfabetización docente a través de un lenguaje propio. Pero para que lo que cuentan los docentes alcance legitimidad, autoridad y estatuto público, debe ser objetivado, sistematizado, publicado, debatido, tensionado, deconstruido y reconstruido.

La escritura de relatos pedagógicos podría considerarse una aventura compartida puesto que se trata de un trabajo colectivo de producción de relatos y formación. No somos los mismos antes que después de escribir lo que nos pasa, de dejarnos traspasar, sentir, pensar y sobre todo compartir nuestra escritura. Es allí, en el texto pensado, escrito, puesto a consideración de otros, repensado y por fin reescrito y

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firmado con el propio nombre, donde la experiencia se transforma en saber pedagógico posible de ser compartido y replicado. En fin, historias que encadenan el pasado con el presente y el presente con el futuro. Creemos que la educación tiene la obligación de habilitar “la apropiación de una narración para hacer de ella un nuevo relato (..) una transmisión que sería similar a la lengua materna que cada uno hereda, única y similar a cualquier otra a la vez1.” Este es el legado inherente a la escritura de las narrativas pedagógicas de nuestro ambicioso proyecto.

Entonces, qué hacemos y cómo lo hacemos?

Se han llevado a cabo talleres de escritura de narrativas pedagógicas. El primero tuvo lugar el año pasado en la Escuela Manuel Belgrano, en el marco del Tercer Encuentro de Educación, Organizado por la Comisión del "Programa Integral de Formación Docente" de la ciudad de Villa Constitución, auspiciado por AMSAFE, CTERA y la Escuela de Formación Política y Pedagógica "Marina Vialte", el Centro de Estudios para la Democracia Social, y la Municipalidad de la ciudad, y declarado de Interés educativo a nivel nacional, provincial y municipal. El segundo taller se realizó entre el 12 y el 14 de mayo, y tuvo lugar en tres escuelas diferentes, ubicadas estratégicamente en la ciudad, que representaban tres nodos. En estos encuentros participaron aproximadamente 80 docentes,

que se

hicieron eco de la invitación a caminar juntos por esta experiencia que, por primera vez en la ciudad y en la provincia de Santa Fe se inicia como Actualización e Innovación para la docencia santafesina. Esta oportunidad de innovación puso en “acto” la teoría que sosteníamos como Equipo Coordinador: los docentes fueron “autores de su palabra” y relataron una miríada de situaciones provenientes tanto del espacio áulico como del institucional. Generosamente, hicieron “público” lo “íntimo”, El marco de confianza y empatía construido entre todos permitió el relato de historias comprometidas personales y grupales que al ser publicadas, en otra etapa de este proceso, se convertirán en indicadores para la interpretación y la reflexión que lleven a otras acciones de cambio y transformación. Todos los relatos escritos durante estos talleres serán publicados y todos podrán ser leídos en la página virtual del Instituto Superior de Profesorado nº 3.

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Hassoun, J. (1996) Los contrabandistas de la memoria, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, p.171-174

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La recuperación de estos conocimientos fue el objetivo principal del equipo de narrativas pedagógicas. Este trabajo intelectual de maestros y profesores se vincula con instancias de investigación cualitativa, procesos de indagación crítica con la colaboración de investigadores profesionales, con la instauración de investigación pedagógica participativa para los docentes. En definitiva, se trata de una propuesta que promueva otra política de conocimiento pedagógico para la educación, la escuela y el trabajo docente y que se orienta hacia la transformación democrática del mundo escolar y las prácticas docentes. Es oportuno citar a Roland Barthes cuando dice :“…El relato está presente en todos los tiempos, todos los lugares, todas las sociedades; el relato comienza con la historia misma de la humanidad; no hay ni ha habido jamás en parte alguna, pueblos sin relatos; todas las clases, todos los grupos humanos tienen sus relatos y muy a menudo esos relatos son saboreados en común por hombres de cultura diversa e incluso opuesta: el relato se burla de la buena y de la mala literatura, internacional, transhistórico, transcultural, el relato está allí como la vida”

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Nos gustaría compartir una narración que ilustra el trabajo en los talleres:

Título: La Noche del Arroz con Pollo Lo que quiero contarles es algo que viví como alumno cuando cursaba cuarto año Mecánica turno vespertino-noche en una escuela técnica de una ciudad del sur santafesino. No éramos muchos en el aula: solo veinte y todos varones, con lo que eso significamuy compinches y bastante terribles. ¡Esa era la definición exacta! No por nada el profesor de Mecanizado nos había apodado "la Mafia". A pesar de nuestra fama, nos habíamos portado bien al colaborar como mozos en una cena a beneficio para juntar fondos para poder terminar la instalación eléctrica de nuestro nuevo edificio de taller de Electromecánica. Como recompensa de nuestro servicio, pedimos a la dirección de la escuela que nos permitieran utilizar el día lunes 2

Barthes,Roland(1996),”Introducción al análisis estructural de los relatos”,en Barthes, Eco,Todorov y otros ,Análisis estructural del relato.México: Ediciones Coyoacán

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siguiente a la cena, realizada el sábado por la noche, los alimentos que no se habían usado allí para comer con los chicos del curso. Ese momento es lo que quiero contarles, "la noche del arroz con pollo". Uno de nuestros profesores, el que nos daba una materia llamada Metalurgia, cedió sus horas para que pudiéramos realizar la comida y nos dijo que él se iba a encargar de ayudarnos a hacerla. Además de su buena onda, a nosotros nos pareció que era para no trabajar que lo hacia, pero lo que sucedió nos enseñó que no hay que prejuzgar a la gente antes de conocerla bien. Ya verán por qué digo esto. Esa noche nos reunimos en la cocina de la escuela y allí apareció "Pancho Villa", como le decíamos nosotros al profe por sus bigotes audaces, con un delantal digno de una película de Porcel y Olmedo. Entre las risas y cargadas pertinentes a esa inolvidable situación, luego de poner la olla al fuego, "Pancho Villa" dijo: "Muchachos, hoy además de aprender a cocinar vamos a ver cómo se fabrica el acero y los aceros aleados o especiales”, contenido específico de la materia que él dictaba. Así, comenzó a colocar con nuestra ayuda los ingredientes de la preparación en la olla, que, según él, simbolizaba el horno. A cada ingrediente lo asemejó a un mineral utilizado en la fundición. El pollo se convirtió en hierro de primera fusión o arrabio; el arroz, en la chatarra de acero; las especias las comparó a las ferro-aleaciones. Nos explicó que estas últimas brindaban a la preparación distintas propiedades; por ejemplo ,nos hizo ver que al igual que la pimienta le daba un sabor atrayente al arroz, el cromo le daba propiedades inoxidables al acero, y resistencia a la temperatura y que todo dependía de la dosis o proporción que se agregara a la preparación. Así fue explicando los tiempos, las proporciones de cada mineral, el momento para introducirlos en la fundición y hasta cómo se hacía para comprobar la calidad del acero aún estando dentro del horno. Al hacernos probar con la cuchara de madera un poco de la salsa… si decíamos que le faltaba sal… le agregábamos, tal cual lo hacemos al cocinar en casa. Para todos nosotros, lo que estaba pasando fue inesperado; creíamos que era solo una comida y terminamos formando parte de una clase teórico-práctica de cómo se fabrica el acero en la cocina de la escuela. La verdad: el arroz con pollo estuvo buenísimo, quedamos satisfechos en todos los sentidos de la palabra- cosa que no es fácil hacer con adolescentes de diecisiete años, ¿verdad? Por un lado porque nos comimos todo lo que había, que estaba riquísimo, y

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además, aprendimos fuera del aula algo que era esencial para la carrera. Fue muy divertido. Incluso desde esa noche, cada vez que hablábamos en otras asignaturas de los materiales y la forma de fabricarlos, dábamos ejemplos gastronómicos y nos reíamos al compartir con otros cómo nos habían enseñado. Aunque ha pasado más de una década del "arroz con pollo", lo recuerdo como una experiencia única en mi vida como estudiante. Ahora, como docente, me doy cuenta que el educador tiene que valerse de esos momentos para que sus alumnos alcancen los conocimientos de una forma descontracturada, ya que a veces surte mejor efecto que preparar una clase con material de consulta y soporte multimedial. Por eso cuando puedo, solicito a mis superiores organizar ese tipo de actividades donde no solo comparto tiempo fuera del aula con mis alumnos, sino que trato de hacer un poco lo que "Pancho Villa" hizo conmigo y con mis compañeros de "La Mafia"… enseñarme que enseñar no es sólo leer un libro o un apunte y resumirlo. Enseñar es transmitir nuestros conocimientos y vivencias a través de experiencias, especialmente, en situaciones donde ellos, nuestros alumnos, no lo imaginan.

Bibliografía:

Barthes, Roland (1996) ”Introducción al análisis estructural de los relatos”, en Barthes, Eco,Todorov y otros, Análisis estructural del relato. México: Ediciones Coyoacán Bruner, Jerome (2003), La fábrica de historias. Derecho, literatura, vida. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Hassoun, J. (1996) Los contrabandistas de la memoria, Ediciones de la Flor, Buenos Aires Suarez, Daniel H, Roizman Gabriel y otros (2007) Documentación narrativa de experiencias y viajes pedagógicos. Buenos Aires: Siglo XXII

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Breve referencia curricular de las autoras:

Cejas, Delia María Profesora de Inglés Postitulada en Política y Gestión de las Instituciones Educativas. Postitulada en Investigación Educativa. Postitulada en Especialización en Educación Superior. Actualmente a cargo de los espacios de Gramática Inglesa I, Lengua Inglesa I, Taller de Lengua y Comunicación I, Lengua Inglesa III , Taller de Docencia III y EDI II en el Instituto Superior de Profesorado N° 3 de Villa Con stitución y de Lengua Extranjera – Inglés -

en 1° y 2° Año de la Escuela de Enseñanza

Media N° 205 de Villa

Constitución.

Di Bernardo, María Cristina Maestra Normal Profesora de Castellano, Literatura e Inglés Master of Arts (Especialización Lengua Inglesa) Circuito E: Actualización Académica en la Disciplina Lengua Extranjera- Inglés. Postitulada en Investigación Educativa. Postitulada en Especialización en Educación Superior. Actualmente se desempeña como docente en los siguientes establecimientos educativos: Instituto Superior de Formación Docente Nº 127 de la ciudad de San Nicolás, a cargo de las cátedras de Expresión Oral II y Lengua y Cultura IV, correspondientes al Profesorado de Inglés. Instituto Superior de Profesorado Nº 3 de Villa Constitución, a cargo de las cátedras de Taller de Docencia I , Gramática Inglesa , Lingüística , Estudios Comparativos y Literaturas Inglesa y Norteamericana correspondientes al Profesorado en Inglés para los niveles EGB 3 y Polimodal y Traductorado Literario y Técnico-Científico

González, Ana María Profesora en Ciencias de la Educación, especializada en Problemas del Aprendizaje Postitulada en Investigación Educativa. Postitulada en Organización y Gestión Escolar.

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Postitulada en Especialización en Educación Superior. Es Directora de 2da categoria en función Vicedirectiva en la escuela N°1112 "León Gauna" y profesora del Instituto Superior de Profesorado N°3, en las carreras de Nivel Inicial, Primaria, Cs de la Educación y Cs.Económicas

Marchetti, Bibiana Profesora de Inglés Postitulada en Investigación Educativa Postitulada en Especialización en Educación Superior Actualmente es Catedrática Titular en el Instituto Superior de Profesorado nº 3 “Eduardo Lafferriere” de Villa Constitución de los espacios de: Lengua Inglesa II

y Taller de Lengua y Comunicación II

en el Traducatorado

Técnico-Científico y Literario en Inglés, Espacio de Definición Institucional I

y

Espacio Curricular Opcional

en el

Profesorado de Inglés, Inglés Técnico I en la Tecnicatura de Informática y Redes.

San Juan Zulma Liliana Profesora de Castellano, Literatura y Latín Postitulada en Conducción del Aprendizaje Postitulada en Investigación Educativa Postitulada en Especialización en Educación Superior Actualmente es Profesora de Lengua y Literatura en Escuelas Medias de la ciudad, profesora de Lengua, Literatura y su didáctica en la Carrera de Nivel Inicial en el Instituto Superior de Profesorado n º 3 “Eduardo Lafferriere” y Directora de Escuela Media Para Adultos de Villa Constitución.

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