CALIBAN, UNO DE LOS OTROS EN SHAKESPEARE

CALIBAN, UNO DE LOS ‘OTROS’ EN SHAKESPEARE SANDRA MARIA ORTEGA* Durante el siglo veinte, los investigadores ofrecieron diferentes lecturas de La Temp...
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CALIBAN, UNO DE LOS ‘OTROS’ EN SHAKESPEARE SANDRA MARIA ORTEGA*

Durante el siglo veinte, los investigadores ofrecieron diferentes lecturas de La Tempestad y del personaje Calibán. Muchos investigadores expresaron que el personaje Calibán de Shakesperare era ciertamente un habitante de las Américas y otros lo situaron como un isleño mediterráneo. Debido al hecho de que actualmente no se ha encontrado ninguna fuente real que exponga una única procedencia de la trama de La Tempestad, la discusión está aún sobre la mesa. Algunas de las fuentes más conocidas de las cuales pudiera proceder dicha trama son: el ensayo de Montaigne “On Cannibals”; „Scenari‟ de “Comedia dell’Arte”; el libro de Antonio de Eslavas; “Noche de Invierno”; “The Mirrow of Knigthhood” (1578) de Diego Ordunez de Calahorra; “History of Italy” (1549,1561) de Thomas; “History of Travayle in the West and East Indies” (1577) de Richard Eden y “True Reportory od the Wracke and Redemption of Sir Thomas Gates” (1610) de William Strachey.

También podemos decir que, es posible que un cuento no

descubierto o una obra perdida proveyera a Shakespeare de su trama, pero parece ser que él creó su trama de diferentes fuentes desde la Biblia hasta Montaigne o Strachey, ya que en La tempestad se mezclan muchos elementos como: “El folclore inglés, la mitología clásica, el neoplatonismo, la teoría mágica, la teología medieval” (Kermode citado en Muir, p. 281).

En relación con esta discusión, este ensayo hace una lectura de Calibán como uno de los „otros‟ en las obras de Shakespeare, y de ninguna manera adopta una posición radical o una visión unidimensional

que

establezca que “él es un habitante de x o y continente, isla o comunidad” sino que establece que “él es uno de los „otros‟ en un sentido mas amplio de la otredad y lo foráneo en la época de Shakespeare”.

En cada sociedad existen nociones de diferencia: ricos y pobres, aristócratas y pueblo, hombre y mujer, etc. Pero en la época de Shakespeare, junto a estas diferencias, el contacto con el extraño (the outsider) creó una ideología nacional de “diferencia”, de supremacía, en relación a: el „otro‟, el „extranjero‟, el „foráneo‟, (ideología que prevalece hoy con algunos cambios). El „otro‟ era al mismo tiempo atractivo y amenazante: La diferencia racial era pensada en términos de una desviación o distorsión de los roles de género y comportamiento sexual de lo “normal” -era dicho que los hombres judíos menstruaban, que los hombres musulmanes eran sodomitas, que las mujeres egipcias orinaban de pie y que brujas y Amazonas eran propensas al canibalismo (Loomba p. 7). Los habitantes de las Américas generaron ideas contrastantes; entre inocentes, agresivos salvajes, caníbales, o totalmente incivilizados, y los africanos estaban entre las ideas de „negritud‟ y promesa colonial. La actitud europea hacia la cultura de los „otros‟ y su ideología de „diferencia‟ dio a los europeos una auto-identificación como la civilización más grande del mundo, la „superior‟. La civilización europea se identificaba a sí misma en contraste con el nuevo descubrimiento, los “nativos” del Nuevo Mundo, civilizados versus incivilizados, y obviamente en contraste con los “negros” africanos. Tal perspectiva de superioridad sobre los “otros” ayudó a modelar la interacción entre ellos; a establecer “patrones de diplomacia, comercio, colonización, y esclavitud” (Loomba p. 10).

En los siglos XVI y XVII

las costas mediterránea oriental y norte

africana jugaron un rol importante en la interacción política y comercial entre Europa y los „otros‟. Túnez fue un territorio competido (recordemos la lucha entre las fuerzas Otomanas y Carlos V); este territorio era un punto territorial estratégico militar y comercialmente y muchas historias llegaron a Inglaterra desde allí. Quizá por esto Shakespeare decidió poner su historia en una isla entre Túnez e Italia (lo cual no significa que todo su imaginario provenga únicamente de este lugar), y crear una especial interacción entre los „otros‟

(en este caso los Norte Africanos) y la civilización europea representada por Claribel, la hija de Alonso. Este último casó a su hija con el rey de Túnez; lo cual es una estrategia política y un trato comercial. No hay duda que esta clase de „trato‟ con los „otros‟ fue una importante estrategia que beneficiaba el comercio europeo.

Las obras inglesas de ese periodo constantemente dibujaban a los extranjeros con los cuales Inglaterra como nación estableció alguna clase de interrelación: los nativos (tanto del Oriente como de las Américas), gitanos, judíos, etíopes, moros, „salvajes‟, el „salvaje irlandés‟ y otros. La Tempestad “se refiere al mediterráneo, al norte de África, al irlandés, al igual que al contexto Atlántico, moviéndose frecuentemente entre estas regiones” (Loomba p. 165), y jugando con diferentes clases de interrelaciones con los „otros‟ de acuerdo con la ideología de „diferencia‟ de la época: con el rey de Túnez, un trato diplomático y comercial; con Calibán, esclavitud y colonización.

La colonización, una de las formas de interacción, fue también una forma para curar los crecientes problemas en Inglaterra como el desempleo, el crimen y el hambre. Esta clase de interacción con el „otro‟ está implícita en La Tempestad en el caso de Calibán, pero no en el sentido de crear una colonia como expansión del reino, sino en el sentido de conquistar a los habitantes para obtener beneficios propios como la servidumbre de éstos. A través de la historia siempre han existido batallas de conquista y colonia y dentro de éstas la natural batalla entre el débil y el fuerte, inferioridad y superioridad, y en el contexto de La Tempestad, entre el mundo civilizado (Europa) y el incivilizado (los „otros‟). En el caso de Calibán, y de acuerdo a la sociedad inglesa, éste como el „otro‟ es un “salvaje-incivilizado”, una criatura inferior. Y en la imaginación de Shakespeare respecto a este personaje no están combinados solamente elementos de la „otredad‟ africana sino también de la „otredad‟ del Nuevo Mundo. Calibán no sólo posee la característica de ser el hijo de una hechicera africana (Sicorax,

quien fue desterrada de Argelia), y por tanto afín al canibalismo; sino que también posee características de los habitantes del Nuevo Mundo, él es inferior, salvaje, incivilizado, inocente y probablemente también caníbal. Con Calibán Shakespeare utiliza una idea amplia de „el otro‟ sin situar la procedencia de su imaginario en un lugar específico, sino combinando diferentes características del concepto de „otredad‟ de su época.

Según Fernández Retamar, Calibán no es más que un anagrama de „Caníbal‟, una palabra que Colón uso en su diario de navegación para describir a la gente americana: (La isla de Haití) …de la cual ellos dijeron que era muy grande y que en ella vivía gente con un sólo ojo y otros llamados caníbales” (23 de noviembre de 1492). …Yo no he encontrado ningún monstruo tal ni alguno nuevo otro, a excepción de una isla… que está habitada por gente que, según dice la gente de la isla, son feroces y comen carne humana” (17 de febrero de 1493) 1.

„Canibal‟ viene de „Caniba‟ o gente de „El Gran Can‟, y que el mundo deformó en „Carib‟; obviamente la amplia imaginación del siglo XVI combinó estas dos ideas y „Caniba‟ se convirtió en caníbal; caníbales = los habitantes del Nuevo Mundo, monstruos que comen carne humana. También, los Caribes fueron como Colón y otros describen, hombres de un solo ojo, hombres con hocico y cola de perro; una visión degrada del hombre colonizado, que provino quizá de la observación de hombres en atuendos ceremoniales o de guerra. Con Colón la idea de canibalismo se desarrolló más como una

forma de justificar la colonización que como un hecho

antropológico. Si éste es el verdadero origen del nombre de Calibán: “Shakespeare pudo haber visto un contexto más amplio de su rol y personaje desde una riqueza del texto histórico contemporáneo. Varios documentos del siglo XVI y los inicios del siglo XVII fueron con certeza conocidos por Shakespeare y fueron ampliamente 1

Carta de Colón anunciando el descubrimiento de el Nuevo Mundo, 15 de febrero – 14 de marzo de 1483; citado por Retamar p. 6.

conocidos por haber influenciado su obra. La mayoría de estos documentos se relacionan de alguna manera con el “descubrimiento” que hace Europa del Hemisferio Occidental y por esto se sugieren conexiones entre La Tempestad y el difundido drama England’s Overseas Empire” (Vaugham 36-37).

Por otra parte, la palabra usada con más frecuencia para describir a Calibán en La Tempestad es monstruo, lo cual da la idea de una criatura entre hombre y bestia. ¿Pero es Calibán un humano o una bestia?

“Él en

diferentes épocas ha sido una tortuga, un pez gigante, un monstruo grotesco, un hombre primitivo, un eslabón antropoide perdido, un especialmente hoy en día- indio americano o un esclavo caribeño procedente de África o un mestizo ancestral” (Vaugham xiv). Pero a través de la obra Shakespeare y sus personajes lo identifican como humano; parlamentos como: Miranda: ¿Por qué habla tan colérico mi padre? Éste es el tercer hombre en quien los ojos puse jamás; sin duda es el primero que me arrancó un suspiro…” (La Tempestad [I – II] ) Miranda reconoce que Fernando es el tercer hombre que ella ha visto. Esto significa que uno es Próspero, su padre y el otro es Calibán, ya que ella no ha visto a Ariel porque él es un espíritu. Trínculo: ¡tiene piernas como un hombre! ¡Y sus aletas son como brazos! ¡Y está caliente, a fe mía! Desecho ya mi anterior opinión; no la sostengo más. Esto no es pescado, sino algún isleño, a quién acaba de herir el rayo… (La Tempestad [II – II] ) Trínculo después de su inspección concluye que Cáliban es un isleño, un hombre, un habitante de las islas.

Le dicen al lector que él es humano. Sin embargo, para la sociedad inglesa, aunque él es un hombre, sigue siendo un monstruo, porque él no tiene ningún “decoro”. Él está en un estado entre “bestia” y humano, entre la elocuencia y el lenguaje ordinario, entre vida salvaje y civilización; él está en el otro lado de la frontera, él es uno de los „otros‟. “El término “monstruo”

mide aquí lo que los europeos percibieron como los límites del Alien, el extraño, nosotros podríamos decir que, empleando el término clásico para metáfora, eso significa el punto en el cual éste rompe el decoro” (Cheyfitz p.166).

Calibán, como humano, tiene la habilidad de aprender diferentes lenguas, y él aprendió la lengua de Próspero como nos lo muestra la obra en uno de sus parlamentos: “Tu me enseñaste el lenguaje y mi ganancia en ello es que sé maldecir. ¡La maligna peste caiga sobre ti por enseñarme tu lenguaje!” (La Tempestad [I – II]). Sin embargo el punto de discusión no es si él aprendió una lengua o no, porque esto es claro; es, si la lengua de Próspero es la primera lengua que aprendió o si es su segunda lengua. Algunos investigadores dicen que él no tenía ninguna lengua, pero esto no puede ser cierto, porque su madre Sicorax fue un miembro de la sociedad argelina y ella fue desterrada de allí “por encantamientos y brujerías”; lo cual implica que él aprendió su lenguaje, ya que Calibán vivió con ella por al menos doce años2 en la isla, lo que implica que él aprendió la lengua de su madre. Pero para la gente europea la lengua de Calibán no podía ser más que un balbuceo, un farfullo, y así lo expresa Miranda: “Cuando tú, salvaje, no sabías qué querías decir, sino que balbuceabas como un ser bestial, doté tus intentos con palabras para darlos a conocer…”. (La Tempestad [I –II]). La ideología de „diferencia‟ no podía reconocer el lenguaje de la gente incivilizada, de los “salvajes”; era necesario creer que esos extraños sonidos eran virtualmente una falta de lenguaje. Calibán aprendió a hablar la lengua de Próspero, pero sin elocuencia, lo cual (como se dijo antes) significa que Calibán permanece parte “bestia”, monstruo.

2

Al menos estos son los años durante los cuales se dice que Ariel fue prisionero de Sicorax, hasta la muerte de ésta: ‘Ella te confinó, merced a los auxilios de sus más poderosos instrumentos, y en el furor de su indomable saña, de añoso pino en el hediondo tronco: en cuyo cepo preso quedaste, tormento atroz sufriendo, doce años. Murió entre tanto, y te dejó cautivo en tu triste cárcel’ (La Tempestad [I- II]).

Cáliban, el hombre, cuenta su historia; y en ella describe un proceso claro: Esta isla es mía por mi madre Sicorax; y tú me la has quitado. Al principio, cuando llegaste, me acariciabas y me tenias en mucho,: me dabas agua con bayas dentro, me enseñabas cómo se llama la luz mayor y la menor, que arden de día y de noche: y yo entonces te quería y te enseñaba todas las cualidades de la isla, las fuentes de agua dulce, los pozos de agua salada, los lugares fértiles y los yermos…Pues ahora soy yo todos tus súbditos, mientras antes yo era mi propio rey; y aquí me has sujetado en esta dura roca, mientras me quitas el resto de la isla. (La Tempestad [I -. II])

Próspero llegó a la isla y creó una interrelación (intercambio) con Cáliban: “…me dabas aguas con bayas dentro…”, es claro que Próspero intercambió vino (Water with berries3 in’t) y lecciones de su lengua a cambio del conocimiento que Calibán poseía de la isla. Este estado de encantamiento nos habla de las diferentes formas de acercamiento que utiliza una cultura hacia el extranjero; mientras, para algunos el encuentro puede ser visto como un encuentro supernatural o cosmológico (recordemos que para algunas tribus americanas y africanas los europeos eran vistos como dioses) para otros esto podía ser un encuentro interesante y atractivo o peligroso y temerario. Después del encantamiento en el cual Próspero “conquista” a Calibán y lo invita a compartir su cueva (… y te alojé en mi propia cueva) y cuando todo parece ir bien, la idea de “comunidad” y “equidad” se convierte en una idea molesta e incómoda para el hombre europeo y “confortable” para el “otro”. Calibán estaba compartiendo ya su propiedad, la tierra, y era tiempo de que Próspero compartiera su propiedad, la mujer (Miranda); pero obviamente, esto era impensable para Próspero, porque él necesitaba a Miranda para asegurar una alianza política con el rey de Nápoles, lo cual le devolvería su poder; y además él no estaría interesado en mezclar su sangre con la del „otro‟ si esto no representaba algún 3

El término “berries” (bayas) en el inglés del siglo xvi era uno de los significados inmediatos utilizados para describir las uvas, “grapes”.

beneficio político o comercial. Así la lucha por el poder entre los hombres se establece.

Encuentro

Encantamiento (Intercambio)

Lucha

„Transculturación‟ (Colonización)

(Conquista) Esclavismo

Dependencia Y/O Lucha Libertad

El parlamento de Próspero “… y te alojé en mi propia cueva, hasta que intentaste violar el honor de mi hija” ha sido interpretado como un intento hostil de violación por parte de Calibán, pero esto no es más que una batalla por el poder, el poder sobre la propiedad más valiosa en la isla en ese momento, Miranda. “Quien tuviera a Miranda tendría el poder” , para Calibán el poder residía en “colonizar” la isla con sus hijos: “Ah, ja, ja,! ¡Ojalá hubiera resultado bien! Tú me lo impediste, pero, si no, habría poblado esta isla de Calibanes”. Él se pone a sí mismo al nivel de Próspero al querer poseer a Miranda, lo toma como un contendor con quien lucha por el poder. En esta lucha Próspero (como el europeo) mantiene a Calibán y a Miranda tan lejos como sea posible (lo cual representa también una batalla cultural), porque en este caso el „otro‟ no es más que un „monstruo‟ salvaje e incivilizado que no puede ser parte de la sociedad. Y próspero gana la batalla porque como él dice, Calibán es un “ser tonto”; es el débil en la contienda. Entonces, como resultado, es esclavizado, no es asesinado por el amplio conocimiento que tiene de las riquezas de la isla, y porque está dotado de todos los sentidos y es educable; en otras palabras “es el miembro más útil de esa pequeña comunidad” (Neilson p.79). También Próspero gana la batalla porque él representa el mundo civilizado y Calibán representa el salvaje, el incivilizado, la “naturaleza sin el beneficio de educación; naturaleza, opuesta a un arte en el cual está el poder del hombre sobre el mundo creado y sobre él mismo;

naturaleza divorciada de la gracia, o el sentido sin la mente” (Kermode citado en Neilson p. 103); y obviamente los hombres “civilizados” ganan sobre los “incivilizados”.

Finalmente Calibán es esclavizado; un esclavo que no está feliz con su lugar en la comunidad, o con el tratamiento que recibe. Pero a este punto, y después de muchos años de contacto con Próspero, él está ya “occidentalizado”, “transculturizado”: él usa la lengua de Próspero para comunicarse y vive como sirviente de éste, lo que significa que ha aprendido sus costumbres. En el parlamento “… me habéis sujetado a esta dura roca, mientras me quitas el resto de la isla”; Calibán está reclamando sus derechos, pero la batalla de Calibán a este punto no es la libertad, es el querer tener un mejor amo (A quien “besar los pies”), uno más amable y más “humano”. Él es ahora presa de la dependencia que ejerce la “transculturización” y, aunque al final de la obra para él no queda más que el castigo por la conspiración, se podría decir que probablemente Caliban se une al viaje a Nápoles como sirviente en lugar de permanecer en “su” isla; lo cual no implica que pueda ser aceptado en la sociedad, porque aunque es un hombre “transculturizado”, sigue siendo para el europeo el „otro‟, el „monstruo‟.

Como conclusión, podemos decir que Calibán en La Tempestad no es más que uno de los „otros‟ en la época de Shakespeare.

La sociedad

europea se define a sí misma como una sociedad superior, la cual no podía aceptar a los „otros‟ tal como eran, otra civilización. Calibán es un hombre que representa a los „otros‟, el mundo incivilizado, en contraste con la sociedad europea, el mundo “civilizado”. Y aunque para algunos críticos Calibán ha simbolizado al nativo explotado y ha sido usado como bandera de batallas políticas, sociales y raciales, parece que Shakespeare no quiso simbolizar a una persona, raza, grupo, cualidad o defecto en particular con su personaje. Él mezcla todas las actitudes de la época hacia gitanos, irlandeses, indígenas americanos, africanos y todos aquellos que habitaron

tras las fronteras del mundo inglés y que podrían ser redimidos de su “salvajismo” a la “civilización”. Calibán es una representación fascinante de la ideología de „diferencia‟ en la época de Shakespeare y de la idea europea de orden de las cosas y de las fronteras del “nosotros” y “ellos”.

Cheyfitz, Eric. The Poetics of Imperialism. Oxford: Oxford University Press, 1991. Fernandez Retamar, Roberto. Caliban and other Essays. Minneapolis: University of Minnesota Press, 1898. Loomba, Ania. Shakespeare, Race, and Colonialism. Oxford: Oxford University Press, 2002. Loomba, Ania and Martin Orkin. Post-Colonial Shakespeares. London: Routledge, 1998. Mannoni, O. Prospero and Caliban. New York: Frederick A. Praeger, Inc., Publishers, 1964. Muir, Kenneth. The Sources of Shakespeare’s Plays. London: Methuen & Co. Ltd., 1977. Neilson, Francis. Shakespeare and the Tempest. Westport, Connecticut: Greenwood Press, Publishers, 1975. Shakespeare, William. Comedias. Los Clásicos. New York: W.M Jackson, Inc, 1973. -------. Teatro Completo. Barcelona: Editorial Planeta,1968. -------. The Tempest, London: Penguin Books, 1968. Vaugham, Alden and Virginia Mason Vaugham. Shakespeare’s Caliban. Cambridge: Cambridge University Press, 1991.

SANDRA MARIA ORTEGA* Magíster en Dirección y Puesta en escena de Teatro Shakesperiano de la Universidad de Exeter, Inglaterra. Directora y Actriz, actualmente maestra de los programas de Artes Escénicas de la Universidad El Bosque y la Universidad Distrital - ASAB.