CALENDARIO DE SALIDAS. CURSO 2010-11 Mes

Día

Lugar

Octubre

Sábado 23

Sierras Albas: CasaVegas – Lores

Noviembre

Sábado 20

Pico Jano: Dobarganes – La Vega

Diciembre

Sábado 18

Unquera-Pechón-Prellezo-San Vicente B.

Diciembre

Fecha sin decidir

Cena de Fin de Año

Enero

Sábado 15

Sonabia – Laredo

Febrero

Sábado 19

Camin Encantau: Zona de Llanes

Marzo

Sábado 19

Canal de Castilla: Alar – Herrera

Abril

Sábado 16

Sierra del Brezo: Pico del Fraile

Mayo

Sábado 21

Cañón del río Rudrón

Junio

Sábado 18

Jubilaciones 2011 en Carabeos

Hora se salida: 9,30 horas (salvo excepción notificada) Lugar de concentración de salida: Aparcamiento frente a Teka

 

SIERRAS ALBAS♣ 

23 de octubre de 2010

1ª salida 

Cumbreando por Sierras Albas    Reciben el nombre de Sierras Albas el grupo de cumbres entre el Bistruey (2002 m) al  oeste  y  Peña  Labra  (2029  m)  al  este  que  delimitan  la  Pernía  por  el  Norte  y  marcan  la  divisoria entre Palencia y Cantabria.   El  nombre  de  Sierras  Albas  se  debe  al  color  blanco  de  la  abundante  nieve  que  tapiza  estas  cumbres durante el invierno.   Las  magníficas  vistas  desde  estas  cumbres  de  suaves pendientes, se conjugan con la belleza de 

las  praderías  de  montaña  y  los  hayedos  donde  se  mueven  los  osos pardos de la Cordillera Can‐ tábrica.   Iniciaremos  la  ruta  en  el  pueblo  de Casavegas por una ancha pista  que  durante  siglos  fue  la  única  comunicación  carreteril  con  el  pueblo cántabro de Caloca.  El  camino  asciende  con  una  mo‐ derada pendiente durante 1,5 km aproximadamente, para posteriormente realizar una  suave bajada atravesando un pequeño hayedo   A los 2,8 km encontraremos la bifurcación del camino hacia Caloca, nosotros tomare‐ mos  el  camino  de  nuestra  izquierda  que  nos  conducirá  al  Collado  Velasco  que  desde  sus proximidades nos ofrecerá una singular vista de Caloca 

                                                             ♣

Notas por gentileza de Nacho

Después  de  una  pequeña  remontada  el  camino  se  vuelve  casi  plano  ascendiendo  a  través  de  los  puertos  de  Pineda  hasta  el  Collado  de  Brañaseca  (1744 m), que es la máxima cota de  nuestro  recorrido,  desde  donde  se  divisa la falda del Bistruey.   Desde  este  punto  se  comienza  a  descender  hacia  el  valle  del  arroyo  de Aruz (o Arauz) que fue la antigua  ruta  del  Carrión,  de  Cervera  de  Pisuerga a Liébana.  A 3 km de Brañaseca accederemos al “chozo” del pueblo de San Salvador de Cantamu‐ da en los puertos de Cortes, al pie del pico Lezna, donde repondremos fuerzas.  Desde aquí un descenso prolongado, por buena pista y sin dificultades nos llevará has‐ ta el pueblo de Lores atravesando praderías de montaña y el collado de la Cruz de Ta‐ ñuga. 

 



Dobarganes, Jano, La Vega .

20 de noviembre de 2010

2ª salida

Liébana Itinerario: Dobarganes ¾ Pico Jano ¾ La Vega

  "Si quieres llegar a la cima de una montaña como si tuvieras 16 años sube como si tuvieras 80". La carretera que nos lleva a Liébana se abrió a finales de siglo a través de la impresionante hoz - de varios kilómetros - excavada por el río Deva en las calizas de montaña, buscando la salida al mar de los minerales de blenda, calamina y plomo que se extraían en los puertos de Aliva y en toda la Sierra de Andara, Macizo Oriental de los Picos de Europa, también conocido como Macizo minero. Nada más entrar en Liébana podremos darnos cuenta de que es una comarca con características propias, muy diferentes del resto de los valles y regiones de la vertiente cantábrica, gracias a sus bien marcados límites. Contiene unos valores naturales y culturales hasta ahora bien conservados y un paisaje muy valioso. Situada al pie de los Picos de Europa, está formada por tres valles: Pesaguero (marcha anterior); Cereceda, (que visitamos esta vez) y Valdebaró que confluyen en Potes, el centro de la comarca. Desde el fondo de estos valles a las cimas de las montañas que los rodean hay diferencias de altura de hasta 2.000 m. Esto hace que las nubes descarguen la mayor parte del agua que transportan al encontrarse con las altas montañas y que la precipitación en los valles sea más escasa de forma que las montañas reciben unos 2.000 litros y el fondo del valle menos de 700 l. de precipitación media anual. Por las mismas causas la temperatura media anual es 10º más baja en las cumbres que en el valle, más soleado. El clima en las montañas es atlántico, con las cimas cubiertas de nieve gran parte del año, mientras en los valles el microclima, seco y soleado, tiene rasgos mediterráneos. Aquí se encuentran de forma natural encinares, sobre suelo ácido, y alcornocales (zufra), los únicos de la región cantábrica. Estos contrastes climáticos sumados a la diversidad de suelos da lugar a que la flora lebaniega sea, tal vez, la más variada de la región. Está cubierta toda Liébana de una variada vegetación. Junto a los pueblos y en las riberas de los ríos se encuentran chopos, fresnos, encinas, tilos, nogales, avellanos, cerezos, castaños y todo tipo de frutales; a medida que va creciendo la altura van apareciendo robles, hayas y mezclados con ellos, pero en menor número, acebos, abedules, serbales, tejos y arbustos (espinos, brezos, piornos...). Esta gran cantidad de especies vegetales pone la variedad en los colores con que se embellece el paisaje lebaniego sobre todo ahora en otoño pero también en las otras estaciones del año. Este es el hábitat de una fauna, así mismo, rica y variada de: nutrias, tejones, jinetas, lobos, corzos, jabalíes, martas, garduñas, en menor proporción, osos y urogallos y, en las cumbres de los Picos rebecos. ♣

Notas por gentileza de Miguel Cavia

La riqueza de la flora es sólo a efectos de su variedad pues la producción agrícola se reduce al abastecimiento familiar y comarcal dificultada por la excesiva parcelación (hasta 25 parcelas) de las explotaciones (entre 14 y 15 Has.) a causa de las herencias y de las compras a vecinos que emigraron y por la difícil comercialización dado el ya mencionado aislamiento. Sigue siendo importante la ganadería extensiva tradicional de producción cárnica que cría con este fin la vaca pardo-alpina, ovejas y cabras aprovechando las extensas zonas de pastos de los terrenos comunales que constituyen tres cuartas partes de la superficie total de la comarca. Este ganado durante el invierno permanece en las cuadras y praderías cercanas a las tierras cultivadas y desde la primavera al otoño sube a los puertos de montaña. Los animales han de estar por ello siempre vigilados lo que hace que las familias y los vecinos se relevaran en su pastoreo. Vecería Dejando La Vega, camino del puerto de San Glorio y antes de llegar a este nos desviamos a Dobarganes, a 800 m de altura y hasta hace poco aislado sus vecinos construyeron con arcilla compactada una presa de 70 m. de anchura capaz de contener 70.000 3

m de agua que destinan al riego. Desde allí vamos a llegar a las cimas de la sierra que divide los valles de Valdebaró y Cereceda. Desde cualquier punto del camino, especialmente desde el Jano, podremos contemplar magníficas vistas sobre los valles lebaniegos, atravesar algunos de sus bosques y puertos de montaña y hacernos una idea completa de la situación, geografía y dimensiones de Liébana en relación con la cordillera Cantábrica y el macizo oriental de los Picos de Europa, Siguiendo por la cimera de la sierra llegamos a la cumbre del Pico Jano uno de los miradores más completos de Liébana. Uno de los mejores lugares para hacerse una idea cabal de Liébana y los Picos. El lugar bien merece una parada. Desde allí apreciamos bien la orografía lebaniega. Una depresión o fosa erosiva formada sobre rocas carboníferas. Se levantaron los bloques que forman las sierras y se hundieron los valles, posteriormente sobreexcavados por la erosión glacial y fluvial. En la fosa podemos ver tres niveles: Los fondos de los valles, las cumbres intracomarcales (estamos sobre una de ellas) y las cumbres de las sierras. También se ve el contraste entre las Calizas de Montaña de los Picos y Sierras Albas y las pizarras westfalienses que están por debajo. En la cima, además, se ven unas extrañas cavidades que corresponden a antiguas exploraciones mineras que aunque no tuvieron la importancia de las de los Picos nos recuerdan el interés y la influencia aquellas minas.

Picos de Europa Los Picos, un paisaje más rocoso que vegetal, están formados por calizas carboníferas que proceden de la sedimentación de restos carbonatados de organismos vivos que vivían en las plataformas continentales de comienzos del periodo Carbonífero. Las posteriores colisiones entre los continentes de entonces causaron regresiones en las aguas marinas y originaron extensas marismas deltáicas cerca de las nuevas cordilleras recién formadas en los choques. En aquellos humedales crecieron los bosques que nuevas transgresiones marinas inundaron y así enterradas en sedimentos fangosos, dieron lugar a las actuales pizarras de carbón de la Cordillera Cantábrica. La mineralogía de los Picos nos ofrece los famosos cristales cúbicos de blenda acaramelada (SZn) a la que suelen acompañar minerales rojos de cinabrio (SHg) y fluoritas violáceas (F2Ca).

Su red fluvial es escasa debido a la actividad kárstica correspondiente a su composición calcárea pero están rodeados por los ríos Deva y Sella, y divididos en tres macizos por el Duje y el Cares, y forman las mas altas cumbres de la Cordillera. Hoy los Picos, cuya conservación es necesaria y urgente, son pero están "ocultando" los demás valores naturales y culturales que contiene, que son muchos. Los Picos, principal atractivo turístico y deportivo de Liébana, son una riqueza natural producto de la comunidad que lo habita, un importante patrimonio cultural y público que ha de conservarse, lo cual no es incompatible con una transformación o crecimiento moderado, gradual, armónico y democrático de ese espacio común de convivencia. Frente a nosotros, impresionante, el Macizo Oriental de los Picos de Europa. Sobre el Valle de Baró (Camaleño), los puertos de Pembes y la Peña Oviedo donde se han encontrado restos de culturas megalíticas que parecen probar que el interés por estos puertos y los de Aliva es antiguo. En ellos pasta tradicionalmente el ganado desde el mes de mayo hasta el de octubre. Ya en 1.494 "Las Ordenanzas de los puertos de Aliva" regulaban el reparto y aprovechamiento de los mismos por el ganado por "vecerías". Este término designa el conjunto de cabezas de ganado de todos los vecinos, viene de la vez o turno que guardan los vecinos para vigilarlos de forma rotativa. Los días que corresponde a cada uno dependen del número de cabezas que cada cual posea. Hoy las pistas han aliviado bastante estas cargas pero aun no se puede prescindir de ellas. Cuando se subía el ganado a pastar, se aprovechaba para elaborar, en las cuevas adaptadas para ello, el conocido queso de Aliva, una más de las conocidas variedades de queso lebaniego. Además en estos puertos recogían los vecinos del valle plantas medicinales como el té del puerto, la sanguinaria, la árnica, etc. Por debajo de los Picos se ven Tanarrio, Brez, Pembes, Llaves y entre todos ellos se distingue fácilmente por su perfil Mogrovejo, uno de los pueblos más bonitos de Liébana. En él destaca su torre, recubierta de yedra y sus magníficas perspectivas. Tiene enfrente al monte Subiedes, por debajo de donde caminamos, donde se dice que las tropas árabes, tras la derrota de Covadonga, fueron sepultadas por un argayo. Está reflejado en una copla tradicional "Subiedes, peña fragosa, sobre los moros cayó y a los cristianos libró. Ved que cosa milagrosa" En ese paisaje destacan algunas de las características propias de la comarca. Estos pueblos y aldeas, situados en las faldas de los montes, tienen sus casas adosadas y se agrupan formando barrios, (poblamiento concentrado) separados de las tierras de labor y las praderías, de forma distinta a lo que vemos en otras comarcas de Cantabria. Lo mismo que ocurre con la arquitectura y los materiales de construcción. Hasta hace cincuenta años sólo estaban comunicados por caminos carreteros También se puede ver la forma de explotación de la tierra. A cierta distancia del barrio comienza el monte, con propiedades particulares y colectivas que son tanto más escasas cuanto más se alejan del núcleo. Hoy se conoce la importancia de los bosques como claves en la supervivencia de la biosfera: influyen en la composición de la atmósfera, condicionan el clima, no solo regional, sino global, intervienen en el ciclo del agua y de numerosos elementos, son hábitat y refugio de gran número de especies vegetales y animales y forman parte del paisaje y de la propia cultura de la humanidad, aunque a nivel local siempre se consideró necesaria su conservación y su uso estaba regulado por unas severas ordenanzas reales y concejiles.

Los concejos eran reuniones de vecinos que tenían lugar en los atrios de las iglesias, "a campana tañida". En ellos se decidía sobre distintos aspectos de interés común. Sus ordenanzas, a este respecto, regulaban todo lo referido a la explotación y conservación del bosque: la cantidad de árboles que podía talar cada vecino, las repoblaciones y podas para dirigir el crecimiento de los árboles, la venta de la madera, etc. No en vano los bosques eran una fuente esencial de recursos para los vecinos, de ellos obtenían, leña, frutos con los que alimentarse y alimentar su ganado, caza, materiales de construcción, herramientas... mitos y leyendas. Tal vez debido a sus especiales condiciones geográficas Liébana fue durante la Edad Media tierra de asilo y refugio de cristianos: tierra de monasterios. Se citan no menos de veintiséis, entre ellos los de San Martín de Turieno, que a partir del siglo X modifica su advocación por la de Santo Toribio y el de Santa María la Real de Piasca, dependientes de las abadías benedictinas de Oña y Sahagún desde el siglo XII hasta 1835 cuando se produjo la Desamortización y la exclaustración de sus monjes. El monasterio de Santo Toribio, en la falda de la sierra que recorremos, fue fundado, según la tradición, por Santo Toribio de Astorga a mediados del siglo V y en el se venera el Lignum Crucis que se cree que es el mayor trozo de la Cruz en la que murió Cristo que se conserva en la cristiandad y que llegaría aquí, probablemente, durante los siglos IX-X al trasladarse al monasterio los restos del obispo de Astorga y las reliquias que este trajo de Jerusalén. Tuvo este, al parecer un papel importante en la cristianización de Cantabria y durante la Reconquista fue uno de los focos culturales más importantes de la España cristiana. En el siglo VIII vivió en alguno de los monasterios lebaniegos, probablemente en este, San Beato que escribió, el libro más leído en la España de los siglos IX al XI, los "Comentarios de la Apocalipsis" que luego en doce libros decorados con bellísimas láminas policromadas dieron lugar a los códices más extraordinarios de toda la Edad Media: los "Beatos" la más bella colección artística de la miniatura medieval española.

Prellezo .



18 de diciembre de 2010

3ª salida

Prellezo Itinerario: San Vicente ¾ Prellezo ¾ San Vicente

  La ruta empieza en la ermita de Santa Catalina en las afueras de San Vicente y bajamos hasta los acantilados. Luego vamos hacia el oeste hasta la playa de Fonfría donde hace años querían hacer una central nuclear. Seguimos por la costa pasando por muchas ensenadas como Berellín, La Ballena, Guardón y La Mina. También pasaremos por el Castro de Prellezo y los Bufones de Punta el Morro. Todo el recorrido por la costa tiene un gran valor geológico y paisajístico. Continuamos más o menos hasta la playa del Sable sin bajar a ella y subimos a la Sierra Plana de Jerra, el punto más alto del recorrido (211m). Bajamos al pueblo de Prellezo de arquitectura tradicional donde, si hace malo, hay un mesón. Volvemos por la Mies de Sta. Eulalia y Areces y subimos hasta la carretera comarcal y estamos más o menos a 1Km de los coches. Casi toda la ruta está dentro del Parque Natural de Oyambre.



Notas por gentileza de Steve (“el galés” como él dice)

El Camín Encantáu en LLanes.com (Asturias)

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11/10/2010

EL CAMÍN ENCANTÁU

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA Recorrido circular: 9 km Tiempo aproximado: 2 h y 15 m. Dificultad: baja

Agenda Cultural Fiestas Populares

La ruta comienza en la localidad de La Venta. A partir de aquí y siguiendo las flechas indicadoras se llegará por caminos, pistas y en algún tramo por carretera local, a las localidades de Comezán, La Maletería, Palaciu, Ardisana y Ricaliente. El recorrido comienza a la vera del río S. Miguel, de trazado llano, para pasar a subir la cuesta hasta Comezán, que después se suaviza en dirección a La Maletería para pasar a continuación a un recorrido llano y de ligero descenso, el cual se acentúa desde Ardisana a Ricaliente. El Pataricu que vigila con un sólo ojo, el Nuberu, rey de las lluvias y las tormentas, el Cuélebre, custodio de tesoros y princesas, el Busgosu, guardian de los bosques y muchos personajes queridos nos ayudarán a descubrir una buena parte de historia más cercana y más querida del valle de Ardisana. En Ricaliente, entre el conjunto de hórreos y junto a la figura de La Castañera, termina la ruta. A partir de aquí, la manera más fácil de volver a La Venta es por la carretera local LL-14 (aproximadamente 2 Km).