BLOQUE VIII.- UN MUNDO DE CIUDADES 1.2.3.4.5.6.7.8.-

Criterios de definición del espacio urbano. Rasgos y características básicas de lo urbano. La gestión de la ciudad: Planificación y participación. El fenómeno urbano en el mundo actual. Ciudades de países desarrollados y de países subdesarrollados. Las desigualdades en el espacio urbano. Centro, zonas residenciales y periferia en una ciudad europea. La red urbana española y andaluza: Jerarquía y redes urbanas. Problemas urbanos: el transporte.

1.- Criterios de definición del espacio urbano. a. ¿Qué es una ciudad? Cuando se utiliza el término ciudad, todos sabemos de qué se está hablando. Sin embargo, no existe una definición aceptada universalmente: 1) A menudo se emplean criterios cuantitativos para explicar qué es una ciudad, como el tamaño del núcleo de población. Una ciudad siempre tiene más habitantes que una aldea o un pueblo, pero el umbral a partir del cual un núcleo pasa a ser considerado una ciudad no es el mismo en todos los países. Por ejemplo, en aquellos que tienen una baja densidad de población, como Dinamarca, Suecia o Noruega, una ciudad es considerada como tal cuando alberga una población igual o superior a 200 habitantes, mientras que en España este umbral se sitúa en los 10.000 habitantes. 2) La densidad de población y de edificación de un núcleo urbano también es muy superior a la de uno rural, pues viven muchas personas en un espacio poco extenso. Además, el hábitat urbano es, por definición, un hábitat concentrado, mientras que el rural puede ser concentrado o disperso. El paisaje urbano es peculiar. Dominan las viviendas colectivas, desarrolladas en altura, sobre las viviendas unifamiliares; existen amplias avenidas, un elevado índice de tráfico, zonas verdes artificiales, mobiliario urbano (bancos, papeleras, marquesinas de autobuses...) y grandes centros comerciales. Los servicios públicos y locales para el ocio son abundantes. 3) Otro criterio que se utiliza para definir una ciudad es el porcentaje de población activa que se emplea en los sectores secundarios (industria) y terciario o de servicios (comercio, sanidad, educación, banca, administración pública, turismo...). En una ciudad, la mayor parte de la población trabaja en el sector servicios y, en menor medida, en la industria. 4) También cambia la forma de vida. En los núcleos rurales, en general, hay una mayor conciencia de grupo entre sus habitantes, los lazos de parentesco y de vecindad son más fuertes, tienen más peso las tradiciones y las costumbres, y existe una menor especialización en el trabajo. En la ciudad, el ritmo de vida es más intenso; es más difícil establecer relaciones personales, siendo más grave el problema de la soledad; los valores, los hábitos de vida y el empleo del tiempo libre suelen ser distintos; hay un mayor acceso a la información y a la cultura; y existe una mayor especialización en el trabajo. Ahora bien, cada vez resulta más difícil establecer unos límites claros entre el campo y la ciudad. En los países desarrollados, la densa red de transportes ha acercado el campo a la ciudad, y ha permitido a ésta extenderse y ocupar espacios rurales, de manera que parte de su población vive en el campo y trabaja en la ciudad. Este avance de la ciudad sobre el campo se denomina rururbanización. Este hecho, junto a la influencia de los medios de comunicación, ha contribuido a que los modos de vida urbanos sean adoptados en los núcleos rurales, sobre todo por los jóvenes.

2. Rasgos y características básicas de lo urbano: Principales tipos de planos urbanos. ¿Cómo es la ciudad en su conjunto? ¿En qué cosas me fijo para hablar de las formas de una ciudad? Pues básicamente hay dos aspectos que dan forma a toda ciudad: • El trazado y rasgos generales de sus calles. Se trata de analizar si son más 1

rectas o curvas, más anchas o estrechas, largas o cortas, si están bien organizadas o forman un laberinto... • Sus edificios. Seguro que cuando paseas por una ciudad notas que son las fachadas de los edificios una de las cosas que más personalidad dan a cada barrio. El plano de una ciudad es un mapa a gran escala que nos muestra sus calles y edificios con bastante detalle e información. Cuando analizamos y comparamos planos urbanos, nos damos cuenta de que en el fondo casi todos tienen rasgos comunes y que podemos notar distintos tipos de plano según el trazado de las calles que predomine. Distinguimos varios tipos de planos urbanos: Plano irregular. La falta de planificación propia de este tipo de plano se traduce en un entramado confuso de calles, a menudo estrechas y sinuosas, trazadas sin orden y con escasos espacios abiertos. Se puede contemplar, en el centro de la mayoría de las ciudades musulmanas y de algunas ciudades medievales europeas. Su principal problema: la dificultad para el tráfico rodado. Plano ortogonal. Las calles son rectilíneas y se cortan formando ángulos rectos, los edificios se agrupan en manzanas. Este plano se utilizó en las ciudades griegas y romanas, en muchas de las fundadas por los españoles en el continente americano y en los ensanches o ampliaciones de las ciudades europeas en el siglo XIX: Su principal problema: Se producen muchos cruces de calles, lo que entorpece el tráfico urbano de nuestros días. Plano radioconcéntrico. Las calles principales parten de un punto central destacado de la ciudad, normalmente una plaza de importancia simbólica. Otras calles importantes se disponen en forma de circunferencias alrededor del espacio central, lo que facilita las comunicaciones entre todos los barrios periféricos y entre cada uno de éstos y el centro de la ciudad.

3. La gestión del espacio urbano. Planificación y participación. 1. La planificación de la ciudad Ante los problemas que planteaba el crecimiento incontrolado de la ciudad en el siglo XIX y XX, surgió la necesidad de mejorar las condiciones urbanas y planificar su desarrollo. Algunas de esas mejoras fueron: la canalización del agua, la construcción de una red de cloacas, la distribución del gas y, más tarde, de la electricidad. Las murallas, que constituían un obstáculo para la expansión de la ciudad, fueron derribadas. La introducción del tranvía, de los automóviles y de las primeras líneas de metro hizo posible una mayor movilidad, lo que permitió a las clases acomodadas abandonar el centro de la ciudad y ocupar viviendas unifamiliares en la periferia, en contacto con la naturaleza. La mayoría de los proyectos de mejora urbanística del siglo XIX afectaron sólo a los barrios de las clases medias y altas: Los proyectos de ciudad-jardín tenían como objetivo crear zonas con viviendas unifamiliares ajardinadas y grandes espacios verdes y servicios comunes. Sin embargo, los barrios obreros continuaron muy degradados. Otro proyecto que tuvo muy buena acogida en las ciudades europeas fue el realizado en París por el barón Haussmann, quien propuso crear un plan de amplias y monumentales avenidas de acceso al interior de la ciudad, aunque destruyendo gran parte del casco antiguo. 2. La participación ciudadana Como hemos visto, la vida urbana es muy compleja. La necesidad de tener servicios suficientes para miles e incluso millones de personas conlleva la realización de obras gigantescas (canalizaciones de agua, gas y electricidad, canalización de las aguas residuales; depuradoras; servicios de recogida de basuras; etc.) Otros problemas muy graves suelen ser el precio de la vivienda, la contaminación y el tráfico de vehículos. ¿Quién gestiona gran parte de estos asuntos? Pues los ayuntamientos. Las ciudades tienen un gobierno propio, el ayuntamiento, presidido por el alcalde y formado por un conjunto de concejales, cada uno encargado en una materia: hacienda, 2

medio ambiente, urbanismo, cultura, asuntos sociales, etc. En los países democráticos el ayuntamiento es elegido por los habitantes de la localidad. Los ayuntamientos deciden cuál va a ser el presupuesto (cálculo anticipado de los ingresos y gastos, y cómo se van a distribuir los mismos). Los ayuntamientos tienen otra función fundamental: elaboran el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), plan en el que se determina: primero, el uso del suelo (residencial, zona verde, industrial... ) que va a tener cada zona de la ciudad; segundo, si hay zonas protegidas o no(como un casco antiguo), y, tercero, las características que deben cumplir los edificios (altura, volumen de edificación) Cada uno de los grupos que intervienen en la ciudad tiene unos intereses contrapuestos. Una parte de los habitantes de la ciudad, organizados en asociaciones de vecinos, suelen presionar a los ayuntamientos para mejorar los transportes y los servicios (sanitarios, educativos, de ocio, zonas venles...) Los propietarios del suelo y los constructores intentan obtener la mayor rentabilidad posible. Y algunos incluso, intentan lograrlo por medio de la especulación, es decir, mediante el bloqueo de la venta de suelo o de viviendas para forzar la subida de los precios. Además, presionan sobre los ayuntamientos para que transformen el suelo rústico (más barato) en suelo edificable (más caro). El propio ayuntamiento puede recalificar zonas de terreno como edificables, para venderlas y obtener dinero.

4. El fenómeno urbano en el mundo actual. a. Las funciones de las ciudades En la mayoría de las ciudades las funciones principales son tres: residencial, terciaria (administración, comercio, turismo, servicios educativos, sanitarios, financieros...) e industrial. Cuanto más grande es un núcleo urbano, más funciones acogen, muchas de ellas muy especializadas. • Función residencial. Se da en las zonas en que predominan las viviendas para la población y puede encontrarse por toda la ciudad. Los barrios residenciales son muy diferentes según el nivel económico de sus habitantes. Normalmente las viviendas del casco antiguo están más deterioradas y son ocupadas por gente de poco poder adquisitivo. Pueden distinguirse barrios de clase media (antiguos ensanches con bloques altos) y barrios más exclusivos de clase alta (normalmente con casas individuales). En la periferia de la ciudad también suelen situarse barrios de chabolas. • Función comercial. Se basa en la distribución y venta de los productos que consumen los habitantes de la ciudad. En el centro de la ciudad suelen situarse comercios especializados en productos caros. En las afueras se sitúan los grandes centros comerciales, para favorecer el tráfico y el aparcamiento. También entran dentro de la función comercial las sedes de grandes empresas que se dedican al comercio a gran escala. • Función industrial. Es la que desarrollan las fábricas. Por sus inconvenientes y molestias para la población suelen situarse en las afueras de la ciudad en zonas específicas (polígonos industriales) aunque en algunas ciudades las fábricas todavía ocupan zonas importantes dentro de la ciudad. Con el tiempo, antiguas instalaciones industriales pueden reconvertirse en espacios de ocio o pasar a formar parte del patrimonio cultural de la ciudad. • Función administrativa. Es la que desarrollan las instituciones de gobierno, que pueden ser del gobierno del estado (capital de un país), de una región (capital autonómica) o de una provincia (capital provincial). Normalmente, los edificios administrativos se sitúan en el centro de la ciudad.

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b. La actual explosión urbana Durante los dos últimos siglos, el crecimiento urbano ha sido rápido y generalizado. En el año 1800, sólo el 3 % de la población mundial vivía en ciudades; en 1950, e1 30 %, y hoy en día el 50 %, aproximadamente. Los países desarrollados son los más urbanizados; en ellos, el 75 % de la población habita en ciudades, frente al 40 % de los países menos desarrollados. Sin embargo, en la actualidad la tasa anual de crecimiento urbano es más alta en el Tercer Mundo. La explosión urbana ha tenido lugar en distintas épocas según los países y está causada por motivos diferentes. • En los países industrializados fue fruto de la revolución industrial y, por tanto, estaba ligada al desarrollo económico y a la masiva emigración del campo a la ciudad para trabajar en las fábricas. Tuvo lugar, sobre todo, en el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. • En los países menos desarrollados, el gran crecimiento urbano comenzó en el siglo XX y se intensificó en la segunda mitad de la centuria. En este caso, obedeció a un éxodo rural que no iba acompañado de un desarrollo económico. Estas ciudades son incapaces de ofrecer viviendas, y empleos a una población tan numerosa, que no cesa de incrementarse.

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5. Ciudades de países desarrollados y de países subdesarrollados. a) Las ciudades de los países desarrollados. El crecimiento urbano en los países desarrollados se ha producido de una forma paulatina y progresiva, nunca ha sido explosivo durante el último siglo. En los últimos tiempos, algunas ciudades incluso pierden población, por la tendencia de la gente a residir fuera del núcleo urbano, aunque trabaje en él y use de manera permanente sus servicios. Las grandes ciudades han tendido a crecer absorbiendo antiguos pueblos de su entorno, formándose áreas metropolitanas extensas en las que no se percibe el límite entre una ciudad y otra. Cuando esas áreas metropolitanas integradas por varias ciudades se extienden mucho y conectan entre sí pasan a denominarse megalópolis, que en ocasiones ocupan regiones muy extensas. En general, en las ciudades desarrolladas las actividades económicas predominantes son las del sector de los servicios: comercio, banca, restauración, oficinas centrales de empresas, servicios públicos.... La industria continúa perdiendo peso en el contexto urbano. Las ciudades desarrolladas suelen tener un alto nivel de equipamiento y funciones muy variadas. En la ciudad se puede vivir en diferentes zonas con diferentes niveles de vida. En alguna de las grandes ciudades del mundo actual, cambiar de barrio puede ser como pasar de un país desarrollado a otro subdesarrollado sin necesidad de coger un avión. b) Las ciudades de los países subdesarrollados. Los países pobres presentan por lo general tasas de urbanización mucho más bajas que los países desarrollados. En los más atrasados la población urbana apenas supone un 30% del total. Hay que tener en cuenta que en territorios como el África subsahariana hace medio siglo apenas existían ciudades. 5

A pesar de las bajas tasas de urbanización, en la actualidad en el Tercer Mundo se está produciendo una explosión urbana, es decir, las ciudades están creciendo a un ritmo acelerado debido a la alta tasa de nacimientos y a la emigración masiva del campo a la ciudad. Las desigualdades sociales en las ciudades del Tercer Mundo son extremas: Una minoría de personas ricas vive en mansiones lujosas y barrios que no tienen nada que envidiar a las mejores zonas de las ciudades europeas. Una buena parte de la población vive en chabolas hechas de barro y materiales de desecho, en gigantescos barrios masificados que ocupan la periferia de la ciudad y carecen de servicios mínimos como electricidad, agua potable, alcantarillado... Estos barrios se conocen con distintos nombres según los países: favelas, ranchitos,... La planificación urbana y los servicios públicos apenas existen en la mayor parte de las ciudades, y se producen serios problemas de atención sanitaria, transporte colectivo, abastecimiento... Servicios como la recogida de basura o la depuración de aguas residuales directamente no existen en los barrios pobres, que ocupan gran parte del espacio urbano. En el terreno económico y de las funciones urbanas los contrastes son también enormes. Fábricas modernas construidas por multinacionales conviven en la ciudad con pequeños talleres artesanales, modernos rascacielos de oficinas se levantan a pocos metros de barrios de chabolas... Gran parte de las personas que viven en estas ciudades se gana la vida de forma irregular: recogiendo basura, pidiendo limosna, trabajando de sol a sol en talleres con malas condiciones higiénicas o, llegado el caso, delinquiendo.

6. Las desigualdades en el espacio urbano. Centro, zonas residenciales y periferia en una ciudad europea. Las funciones urbanas caracterizan y delimitan tres sectores dentro de la ciudad: el centro, la zona suburbana circundante y la periferia. La distribución en el espacio de estos sectores forma la estructura urbana. 1. El centro de la ciudad El centro suele ser la parte más antigua y activa de la ciudad. Por ello, en el centro se suelen concentrar los principales monumentos y centros culturales y de ocio (museos, cines, teatros...) y los comercios y oficinas. En el pasado se ubicaban también los establecimientos industriales y cumplía una importante función residencial. En la actualidad, está dominado por las actividades terciarias (bancos, compañías de seguros y finanzas, sedes de las principales empresas, comercio especializado...). El centro atrae a la población de toda la ciudad y de su área de influencia. Por este motivo se encuentra muy bien comunicado y presenta un elevado tráfico de vehículos y de personas, que congestiona la zona. Esto ha provocado que desde los ayuntamientos se tomen medidas para restringir la circulación de vehículos y que muchos comercios y empresas se trasladen a la periferia, junto a las vías de acceso a la ciudad. 2. La zona suburbana. La población habita principalmente en torno al centro de la ciudad y en su periferia. El desarrollo de los transportes y de la red vial, así como el uso generalizado del automóvil, ha extendido las zonas residenciales cada vez más lejos del centro de la ciudad. 3. La periferia. En los países desarrollados, la periferia acoge cada vez más actividades industriales y terciarias. En los últimos años están proliferando los parques empresariales y tecnológicos, así como grandes superficies comerciales y de ocio, que se ubican junto a las principales carreteras que enlazan con el centro de la ciudad. Este desplazamiento de las actividades económicas desde el centro a la periferia se debe a varios motivos: por un lado, la legislación prohíbe la presencia de industrias contaminantes en el interior de la ciudad; por otro lado, las empresas se benefician del menor coste del suelo en la periferia y ofrecen a sus clientes facilidades para el acceso y el aparcamiento. Más allá de la periferia, la ciudad enlaza con las ciudades, dormitorio, que son núcleos de población cuyos habitantes trabajan mayormente en la ciudad, y con algunas 6

urbanizaciones construidas en el campo. De esta forma, la ciudad se difumina en el espacio rural. Ejemplo El Aljarafe sevillano

7. La red urbana española y andaluza: Jerarquía y redes urbanas. a. La jerarquía urbana. Cada ciudad ejerce una influencia sobre un territorio más o menos extenso que se traduce en un flujo de personas, productos e información dentro de esa zona. Las grandes ciudades se convierten en los centros políticos, económicos, de comunicaciones y culturales de extensos territorios. Las ciudades de un territorio se organizan a modo de sistema, manteniendo relaciones importantes entre ellas que están en función del papel que ocupa cada una dentro de la jerarquía urbana (su tamaño en comparación con las demás del territorio). Distinguimos cinco niveles de jerarquía urbana. De mayor a menor importancia hablaremos de: • Metrópolis nacionales. Tienen más de 1 millón de habitantes y en algunos aspectos su influencia llega a todo el territorio de una nación. En España sólo Madrid y Barcelona ocupan este rango. • Metrópolis regionales de primer orden. Tienen entre 300.000 y 1 millón de habitantes. Su influencia llega en algunos aspectos a una región amplia y afecta a varias provincias. En el caso de España muchas comunidades autónomas carecen de metrópolis regionales de primer orden, mientras que en el caso de Andalucía contamos con tres: Córdoba, Málaga y Sevilla. • Metrópolis regionales de segundo orden (también llamadas submetrópolis reginonales). Son ciudades que tienen entre 200.000 y 300.000 habitantes. Su influencia suele llegar a toda su provincia y en algunos aspectos a territorios de las provincias vecinas. En el caso de Andalucía sólo pertenecen a este rango las ciudades de Granada y Jerez de la Frontera. • Ciudades intermedias. Tienen entre 50.000 y 200.000 habitantes. Su influencia no suele salir del territorio de su provincia, y en muchas provincias hay varias ciudades de este rango. No tienen funciones muy variadas a gran escala. Suelen estar especializadas en alguna actividad concreta.

b. La red urbana es la forma en que se distribuyen por un territorio las ciudades y las comunicaciones que se establecen entre ellas. Según la forma de distribuirse las ciudades, podemos considerar distintos tipos de redes urbanas. • Una red urbana concentrada es aquella en la que las únicas ciudades importantes se acumulan en un espacio reducido, normalmente muy pegadas a la capital del territorio, que es prácticamente la única gran ciudad. Este tipo de red urbana se encuentra con frecuencia en los países subdesarrollados y en vías de desarrollo. • Una red urbana lineal se produce cuando las principales ciudades de un territorio se alinean siguiendo el curso de un río o de alguna vía de comunicación importante (ferrocarril). El ejemplo más típico es el de la red urbana de Egipto, en la que todas las ciudades importantes están en el curso del río Nilo. • Una red urbana dentrítica suele darse en un territorio con mucha costa. En ella las ciudades principales se acumulan cerca de la costa y en el interior quedan muy pocas ciudades. Esta red es muy típica de los países americanos que fueron territorios coloniales de Europa. • Una red urbana radiocéntrica se produce cuando una ciudad principal ocupa el centro de un territorio y el resto de ciudades importantes se sitúan en su periferia, 7

comunicándose todas con la principal. Quedan grandes espacios vacíos sin presencia de ciudades importantes. Es el tipo de red que se da en España, con Madrid en su centro. • Una red urbana regular es aquella en las que las ciudades se reparten de forma ordenada por el territorio, sin acumularse en unas partes y sin dejar grandes vacíos que no tengan una ciudad importante. Es el tipo de red urbana que se da en los países de Europa Central y Occidental y la que tenemos en Andalucía.

8.- Problemas urbanos: el transporte. a. Los atascos de tráfico. Causas. Los atascos de tráfico son un ejemplo que todo el mundo conoce y sufre, independientemente de la ciudad en que viva. ¿Por qué se producen los atascos? Las causas que provocan los atascos de tráfico pueden ser muchas y variadas. Vamos a destacar unas cuantas: - La distribución en el espacio de las funciones urbanas obliga a que en las grandes ciudades sea imprescindible hacer desplazamientos largos entre las zonas residenciales, los lugares de trabajo, las zonas de ocio y servicios, etc. - El trazado de las calles en los centros urbanos muchas veces se hizo en una época en la que el tráfico no era importante, y no está pensado por tanto para facilitar la circulación de la actual masa de vehículos que se mueve por la ciudad. - La tendencia al consumismo y la comodidad personal hace que se dispare el uso de vehículos particulares, a veces sin rentabilizar al máximo los desplazamientos. - La no existencia de una red de transporte colectivo público lo suficientemente densa y eficaz a veces obliga a tener que usar vehículos particulares a nuestro pesar. - A todo lo anterior hay que sumar la parte de culpa que tenemos las personas que conducimos en la ciudad, ya que una conducción más cívica y cumplir las normas de circulación ayudaría a disminuir los problemas de tráfico. b. ¿Qué consecuencias tienen los atascos? Los atascos y problemas de tráfico (como el estacionamiento de los vehículos) tienen muchas otras consecuencias negativas para la vida en comunidad y para la de cada persona que habita en la ciudad. - Los atascos y la dificultad de encontrar aparcamiento provocan una inmensa pérdida de tiempo para los habitantes de la ciudad. Si te desplazas en coche en hora punta el tiempo de desplazamiento puede duplicarse o triplicarse con respecto al realizado en otra hora con menos densidad de tráfico. El tiempo que perdemos en un atasco o en encontrar aparcamiento lo quitamos a nuestro tiempo de descanso o de ocio. - Soportar a diario atascos de tráfico afecta a la salud de las personas que conducen (estrés, nervios, ansiedad...) y a los peatones (ruidos, humos...) c. Algunas soluciones al problema del tráfico en las ciudades Muchas ciudades han adoptado medidas para frenar la contaminación y la congestión producidas por los vehículos, que no siempre han alcanzado el éxito esperado, a menudo porque la red de transporte público no constituye una alternativa suficientemente válida. En los Países Bajos, el uso de la bicicleta ha mitigado estos problemas, así como el tranvía, que también se ha recuperado en ciudades francesas; en Sevilla se han creado muchos carriles-bici y un corto primer tramo de tranvía, asi como el metro. Algunos ayuntamientos han restringido la circulación y limitado la velocidad a 30 km/h en el centro. Londres cobra un impuesto a los particulares que circulen por el centro en los días laborables. En Santiago de Chile, el tráfico se restringe en función del número de la placa del coche: unos días circulan las matrículas impares y otros las pares, aunque hay quienes tienen dos coches para evitar tal limitación.

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POBLACIÓN DE LAS 50 CAPITALES DE PROVINCIA ESPAÑOLAS

Almería: 189.789 habitantes Cádiz: 130.561 habitantes Córdoba: 322.867 Granada: 238.000 Huelva: 158.956 Jaén: 117.540 Málaga: 560.631 Sevilla: 704.414

Huesca: 49.312 Teruel: 34.240 Zaragoza: 667.034

Oviedo: 214.883

Palma de Mallorca: 375.048

Las Palmas de Gran Canaria: 377.056 Sta Cruz de Tenerife: 233.148

Santander: 182.926

Burgos: 173.676 León: 136.985 Palencia: 82.263 Salamanca: 182.421 Segovia: 55.942 Soria: 38.004 Valladolid: 319.943 Zamora: 66.123 Ávila: 53.272

Albacete: 161.508 Ciudad Real: 70.124 Cuenca: 49.912 Guadalajara: 75.493 Toledo: 77.601

Barcelona: 1.605.602 Gerona (Girona): 89.890 Lérida (Llleida): 125. 677 Tarragona: 131.158

Alicante: 322.431 Castellón de la Plana: 172.110 Valencia: 805.304

Badajoz: 143.748 Cáceres: 91.606

La Coruña (A Coruña): 243.320 Lugo: 92.271 Orense (Ourense): 108.137 Pontevedra: 80.096

Madrid: 3.205.334

Pamplona: 200.569

San Sebastián: 183.308 Bilbao: 354.145 Vitoria: 230.585

Logroño: 147.182

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