ARQUITECTURA DE LA CIUDAD MODERNA INTRODUCCIÓN. El futuro incierto de los arquitectos amenaza a su mayoría con un cometido similar al de los antiguos sastres y modistas: relevados de sus tareas por la industria de la confección, se ven abocados a abrir pequeños talleres en los que estrechan o ensanchan perneras y alargan o acortan faldas, según impone la moda en cada momento. Se diría que la sociedad ha dado la espalda a sus “habilidades”, aunque -justo es reconocer- que se lo han ganado a pulso: la pérdida de calidad de sus propuestas respecto a las que hace sesenta años rozaron el cielo, se debe a una desorientación ya congénita que les hace ser “caros y pasados de moda”. Caros, porque para ser “innovadores” no ven otra salida que complicar lo que podría ser sencillo, y pasados de moda, porque quien juega la carta de la novedad, es inevitablemente víctima del zarpazo de Cronos. En cambio, hay un ámbito de actividad al que los arquitectos no osan ni acercarse: el proyecto de la ciudad, es decir, la ordenación de sectores urbanos de extensión variable. El proyecto de una ciudad desde el origen es un trabajo inhabitual, solo reservado a contados moradores del Olimpo arquitectónico. Evitando afrontar el proyecto de la ciudad, los arquitectos proceden con una prudencia justificada -señalará más de uno-, ya que la obsesión por la imaginería innovadora no es la mejor fuente de recursos para ordenar los escenarios públicos de la convivencia. Probablemente, es esa la razón por la que los arquitectos generalmente se desentienden de la ciudad. Con un sentimiento entre la prudencia y el desinterés, los arquitectos “pasan” de lo urbano aun cuando saben que, por poco que se aplicasen, contarían con las palmas de una ciudadanía acostumbrada a lo peor, capaz de asumir cualquier despropósito con semblante risueño. Sí; hacen bien los arquitectos de alejarse de un terreno que en realidad nunca transitaron. Pero, pese a esa limitación, la ciudad necesita quién la ordene: desde los grandes eventos urbanos hasta los simples trabajos de mantenimiento, la ciudad ha contado a lo largo de la historia con pocas pero memorables intervenciones en la que la capacidad de ordenar de los arquitectos ha trascendido la mera regulación administrativa. En los años que median entre los trabajos iniciales de Van den Broek & Bakema y los proyectos urbanos de Mies van der Rohe, se dieron en el mundo intervenciones urbanas de notable entidad que ofrecen criterios para que la ciudad llegue a ser algo más que una mera red de vías de trafico indiscriminado, en la que a automóviles y peatones los separan solo quince centímetros de desnivel, sin otro criterio que la accesibilidad indispensable de cada cual a su vivienda. Una red de puro tráfico salpicada, eso sí, de

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episodios tan aparatosos como banales, destinados a constituir el “emblema mediático” de la ciudad que los soporta. OBJETIVOS. Así las cosas, Arquitectura de la ciudad moderna trata de constituirse en un curso de posgrado integrado por cuatro módulos autónomos, aunque complementarios, que describiré a continuación. Un curso con un propósito claro: ofrecer recursos al arquitecto para que si, por un azar de la existencia, se viera en el trance de ordenar un espacio urbano -por pequeño que fuere- pueda afrontarlo sin rubor, consciente de que dispone de los criterios que la historia -sus mejores momentos- pone a su disposición. Naturalmente, el trabajo que se plantea no tiene nada que ver con lo que se suele practica en las cátedras de urbanismo, cada vez más escoradas hacia una historia de la ciudad basada en modelos urbanos, sin otra vertiente operativa que unas simulaciones genéricas en las que los alumnos con más ímpetu visual trastean con taquitos de porex. No; la ciudad que aquí se aborda es una ciudad compuesta de edificios concretos, construidos con materiales determinados, que configuran espacios específicos, caracterizados en su espacialidad por materiales y texturas determinadas. El título de Arquitectura de la ciudad moderna se refiere tanto a la arquitectura, entendida como estructura formal de la ciudad, como a la arquitectura, entendida como cualidad concreta de los edificios y resto de elementos que configuran la ciudad. La aproximación que se propone trata de afrontar la ciudad con los instrumentos de la arquitectura, es decir, con la capacidad de ordenar que debería caracterizar a los arquitectos: el marco de referencia de la ciudad que propongo ocupa el espacio de principios y criterios definido por los trabajos de los años cincuenta de Van den Broek&Bakema, los trabajos en Chicago, Canada y Detroit, de L. Mies van der Rohe este último, en colaboración con L. Hilberseimer- y por los proyectos anteriores de este último. La definición del marco ofrece pocas dudas acerca de la naturaleza claramente arquitectónica de la aproximación que propongo. No se trata, en fin, de llevar los problemas urbanos al campo de la arquitectura, sino de afrontar unos y otra desde la perspectiva de un orden diverso y consistente, ámbito que nunca debieron abandonar. ESTRUCTURA. El curso se compone de cuatro módulos: 1. 2. 3. 4.

Edificios de vivienda en la ciudad moderna Edificios de servicios y equipo del espacio público moderno Construcción de la ciudad moderna Re-construcción de la ciudad moderna

Cajas, barras y torres, son los arquetipos esenciales de ciudad moderna. Un cuarto componente de la ciudad lo constituyen los tipos mixtos: compuestos de la conjunción de cajas-barras y cajas-torres. En realidad, se trata de tres posiciones distintas de un mismo sólido y la combinación de las anteriores. En efecto, a un paralelepípedo con aristas desiguales llamamos caja si se apoya en el suelo por su cara mayor, barra si se apoya por la cara más larga, y torre si lo hace por su cara más corta. 2   

Las cajas comprenden aquellos edificios en los que domina la extensión respecto a las otras dos dimensiones. A este arquetipo corresponden por regla general escuelas y mercados, por hablar sólo de dos elementos básicos de la ciudad. Las barras comprenden aquellos edificios en los que la longitud domina sobre la anchura y la altura. A ese arquetipo corresponden generalmente los edificios de vivienda, elementos básicos de la ciudad moderna. Las torres comprenden los edificios en los que domina la altura. En ese arquetipo se incluyen por lo común edificios de oficinas y viviendas. De la combinación de cajas y barras y cajas y torres surgen tipos mixtos, destinados, generalmente a usos administrativos (ayuntamientos, oficinas)y de servicio (universidades, hospitales). El conocimiento de los arquetipos anteriores es un paso previo al proyecto de la ciudad: en efecto, no se puede afrontar la ordenación urbana sin los materiales básicos que se van a utilizar, tanto en su construcción formal, como en su materialización física CONTENIDO. 1. Edificios de vivienda en la ciudad moderna. Son los materiales básicos de la ciudad. Se entiende por materiales no sólo los elementos físicos con los que se cuenta en el proyecto de la ciudad, sino también los criterios de relación entre ellos que tiene a su disposición quien aborda la ordenación urbana. Son, en definitiva, la materia prima sobre la que actúa la capacidad ordenadora de quién proyecta. Pero, también son materiales de la ciudad moderna los criterios de relación entre estos arquetipos arquitectónicos que por su universalidad trascienden la singularidad del caso en que surgieron. El módulo correspondiente a este tema se centrará en estudiar ejemplos ilustres de dos arquetipos básicos de la ciudad destinados a vivienda: “barras” y “torres”. Se tratará de seleccionar plantas típicas, sistemas estructurales, formas de cerramiento y criterios básicos de asociación entre ellos. Cada grupo deberá entregar al final del módulo un modelo tridimensional de uno de los dos arquetipos citados, bien utilizando un edificio existente, de manera literal, bien introduciendo las mejoras estudiadas a lo largo de las sesiones. Estos modelos – SketchUp o similares- constituirán los materiales básicos con los que se abordará la construcción del sector urbano objeto final del trabajo. 2. Edificios de servicios y equipo del espacio público moderno. Los arquetipos “caja” y los edificios mixtos suelen albergar edificios destinados a servicios públicos (escuelas, mercados, centros asistenciales) y suelen situarse junto a espacios asimismo públicos, caracterizados por un equipamiento que favorezca su uso por los ciudadanos. En este módulo se revisarán los materiales del espacio urbano, en sentido amplio: tanto los arquetipos que responden a la denominación de “cajas” y los edificios mixtos, como materiales concretos (pavimentos, aplacados, acabados de aceras, céspedes, vegetación), 3   

y elementos arquitectónicos destinados a servicios urbanos (mojones, límites, barandillas, elementos de iluminación, bares, kioscos, paradas de autobús). Como en el caso anterior, se abordarán asimismo los criterios de uso de todos ellos. A lo largo del módulo se hará inventario crítico de arquetipos de los edificios que responden a la tipología de “caja” y edificios mixtos, así como los elementos ejemplares de equipamiento y cada grupo deberá elaborar el modelo 3D de uno o más elementos de los inventariados, de modo que resulten operativos para los módulos siguientes. Asimismo, el inventario se ampliará a situaciones concretas en que han sido utilizados de manera ejemplar, de modo que se disponga de un repertorio, tanto de elementos concretos, como de criterios de su utilización. 3. Construcción de la ciudad moderna En este módulo se estudiaran casos ejemplares de ordenación de sectores urbanos, con miras a ordenar un sector de la ciudad, que se propondrá al principio del módulo. Los materiales elaborados en los módulos anteriores serán los elementos básicos sobre los que la capacidad ordenadora de los distintos grupos deberá actuar. Se deberá llegar a la mayor precisión en la definición de materiales y texturas, así como de edificios y edículos complementarios, con el fin de que el resultado permita una verificación visual lo más próxima a la experiencia real del espacio urbano. Se deberá trabajar en 3D con un programa de modelado virtual –SketchUp o similaresde modo que la propuesta permita ser verificada visualmente y la experiencia del espacio y la forma urbana sea lo más próxima posible a la real. 4. Re-construcción de la ciudad moderna El último módulo de este sector se dedicará a revisar los materiales elaborados en los tres módulos anteriores para proceder a las rectificaciones oportunas, de modo que la visión de conjunto permita rectificar los elementos básicos y, a su vez, la mejora de estos incida en una propuesta conjunta más satisfactoria. Es de máxima importancia este módulo de recapitulación, puesto que proporciona una visión de conjunto de un proceso que –aunque es unitario- se ha descompuesto en distintas fases por motivos didácticos. En este módulo se pone a prueba la capacidad crítica de los grupos, ya que dicha capacidad actúa sobre una realidad urbana que cada uno de ellos ha construido, sin que intervengan las interferencias del proceso de construcción. En este módulo, se comprueba la visualidad de los participantes, ya que opera sobre una realidad acabada, lo que aproxima el juicio a la experiencia real: se trata de reconocer los atributos de una realidad visual completa, no ya de recurrir a los instrumentos de la visión para generarla. CRONOGRAMA. La duración del curso será la de un cuatrimestre, a razón de un mes dedicado a cada uno de los cuatro módulos de que consta el programa, con un total de 160 horas, durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2016 y enero de 2017.

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La primera semana de cada mes contará con la presencia docente del Director del Curso, profesor Helio Piñón, quién asistido por los colaboradores que se decida, en sesiones de 9 a 12,30, de lunes a viernes desarrollará el módulo descrito. La docencia del resto de las semanas del mes se reducirá a dos sesiones con el mismo horario. Estas sesiones dirigidas por los profesores colaboradores, tendrán como objeto tutelar el desarrollo de los trabajos a realizar durante el desarrollo del módulo. El cuarto módulo se dedica a la Re-construcción del sector urbano que se aborde, por tanto, se trata de una reconsideración de los distintos proyectos a la luz de la experiencia adquirida a lo largo del curso y de los comentarios críticos de los profesores. FORMATO. El número de alumnos, que deberán ser arquitectos o estudiantes del Máster de Arquitectura Superior, oscilará entre un mínimo de veinticinco y un máximo de treinta y cinco. Se trabajará en grupos de cuatro o cinco alumnos y es condición básica para el buen desarrollo del curso que en cada grupo haya como mínimo un componente que maneje un programa de modelado 3D con fluidez y solvencia. La ETSAV y el Departamento de Proyectos estudiarán la posibilidad de asimilar el aprovechamiento de este curso a la docencia reglada de TDA y TFM y, en su caso, aceptar las compensaciones académicas que hubiera lugar. PROFESORADO. Director del Curso: Profesor Doctor Helio Piñon Pallarés. Catedrático de Proyectos Arquitectónicos de la UPC. Director académico: Profesor Doctor José María Lozano Velasco. Catedrático de Proyectos Arquitectónicos de la UPV. Colaboradores: Profesores de Proyectos Arquitectónicos y Expresión Gráfica de la UPV. GESTIÓN Y LOCALIZACIÓN. La gestión administrativa y organizativa, así como la emisión de Certificados de asistencia y aprovechamiento corresponderá al Centro de Formación de Posgrado (CFP) de la Universidad Politécnica de Valencia. El curso se impartirá fundamentalmente, y a ser posible, en locales de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, con el apoyo de sus Aulas informáticas y el Taller de maquetas. PATROCINIO. El curso contará con algún tipo de patrocinio, principalmente en cuanto a su difusión y materialización, del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia. TASAS DE MATRÍCULA. Las tasas de matrícula, que cubrirán la infraestructura informática necesaria y, en su caso, el material básico para su desarrollo serán de 590 euros. Valencia, junio de dos mil dieciséis. 5