Apuntes del desarrollo infantil

Apuntes del desarrollo infantil Habitualmente prestamos poca atención a los sentidos, sin embargo, cada uno de ellos es exquisito y prácticamente irremplazable, constituyendo la puerta de entrada de la información que recibimos, procesamos e integramos como información propia.

No

obstante, lo que percibimos a través de nuestros sentidos es bastante diferente de las características físicas, de los estímulos reales, que existen a nuestro alrededor. Así, no podemos ver luz en el rango del ultravioleta, aunque las abejas sí lo puedan hacer; no podemos detectar luz en el rango del infrarrojo, aunque las serpientes de cascabel sí pueden hacerlo. Nuestro sistema nervioso sólo reacciona en un rango selectivo de longitud de onda, vibraciones y de otras propiedades. Esto está limitado por nuestros propios genes, por nuestras experiencias pasadas y por nuestro nivel de atención en cada momento. "Lo que nos llama la atención y lo que define en la mayor parte de los casos cuál ha de ser el estímulo que va a ser detectado y percibido, viene condicionado por las modificaciones ambientales que éste provoca". Veamos algún ejemplo de cómo los sentidos están afinados y son sensibles a los cambios; los objetos estacionarios o inmóviles no generan cambios ambientales, por lo que rápidamente forman parte del escenario y no interesan al niño; un gran oso de peluche en la habitación de un bebé lactante pasa desapercibido integrándose en la decoración del mobiliario; sin embargo, objetos más apropiados para un bebé de unos pocos meses, como los globos de color verde y rojo, anclados con un hilo al techo, adquieren movimiento propio frente al lactante por las corrientes de aire, hecho que motiva su atención y seguimiento visual. Los sonidos monótonos y repetitivos pronto constituyen parte del ruido de fondo, por lo que no son atendidos; sin embargo, sí lo son cuando cambian en la entonación y en el ritmo, hecho que se produce con el lenguaje, cuando nos comunicamos a través de fonemas o con algunos tipos de música. En este sentido, el tratamiento a través de la música que recibe el nombre de "musicoterapia", tiene su principal representación en el conocido como "efecto Mozart"; algunos fragmentos musicales han sido descritos como facilitadores de ciertas funciones intelectuales; se trata de composiciones de alta frecuencia, tales como la sonata para dos pianos en re mayor y los conciertos para violín 3 y 4.

Autor: Gabriel Saitua Iturriaga Pediatra Neonatólogo ANAMI

Asociación Navarra de Masaje Infantil / Nafarroako Haur Masaje Elkartea

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Tradicionalmente se pensaba que el ser humano dispone de cinco sentidos: visión, audición, tacto, olfato y gusto; sin embargo, si efectuamos un análisis detallado, podremos apreciar que existen otros tales como el equilibrio, dolor, la presión, la temperatura, la sensación muscular y el movimiento; se trata de sensaciones diferentes, aunque globalmente pueden incluirse de una forma genérica en el sentido táctil y cinestésico. La sensación táctil está muy desarrollada en el recién nacido; sin embargo, pronto se produce la habituación a los estímulos táctiles; así, cuando nos ponemos una ropa sobre nuestra piel, la sensación desaparece rápidamente y nos aislamos del contacto físico con nuestro entorno. Nuestros receptores táctiles, tan alertas al principio y tan hambrientos por novedades, después de un tiempo sin detectar cambios, informan al sistema nervioso del equivalente a su desconexión o habituación. Mantener las experiencias táctiles es muy importante, sobre todo en el primer año de la vida del niño. Una breve historia nos puede ilustrar algunos aspectos sobre la importancia de la percepción táctil. Helen Keller nació el 27 junio de 1880 en Alabama, EEUU; a la edad de 18 meses, por causa de una severa enfermedad febril (probablemente una meningitis o encefalitis), perdió la visión y la audición, hundiéndose en un mundo oscuro y silencioso. El padecimiento de ambas deficiencias conduce a una grave discapacidad que ha de ser tratada y puede compensarse parcialmente mediante el tacto. Helen fue rescatada de su terrible aislamiento por su maestra, Anne Sullivan, quien le pudo explicar la utilidad de ciertas señales "táctiles", generadas al golpear suavemente la palma de la mano. Más tarde, Helen Keller se transformó en escritora y benefactora de discapacitados; su autobiografía, "La historia de mi vida", fue publicada mientras era aún una estudiante universitaria, en la Universidad Radcliffe. Su notable desarrollo personal y su método de lectura a través del tacto "el braille", fue posible en gran medida por su determinación, junto a la intervención de su maestra y familia. Su historia muestra que cuando un sentido o dos están ausentes, otro sentido, el tacto en su caso, puede ser entrenado para compensar, al menos en parte, una gran pérdida.

¿Cómo percibimos el tacto? Las papilas dérmicas son elevaciones de la dermis o capa profunda de la piel, distribuidas por todo el cuerpo. En su interior se encuentran vasos sanguíneos y/o corpúsculos

Autor: Gabriel Saitua Iturriaga Pediatra Neonatólogo ANAMI

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receptores de la sensibilidad cutánea, papilas vasculares o papilas nerviosas. Las papilas nerviosas nos permiten captar los cambios que se producen en el entorno, como variaciones de temperatura, roces mecánicos, presiones, golpes, aspectos relacionados directamente con el tacto. Las terminaciones libres de fibras nerviosas ramificadas distribuidas por la piel captan fundamentalmente los estímulos dolorosos. Los receptores cutáneos o "exteroreceptores" son corpúsculos capaces de detectar estímulos táctiles, térmicos e incluso dolorosos. Según su forma, localización y función se reconocen los siguientes tipos de corpúsculos: Corprísculox de Merkel: receptores de campo pequeño y adaptación lenta; indican con mucha exactitud la localización de la presión generada sobre la piel. La lectura de Braille utiliza principalmente estos receptores. Corpúsculos de Meissner: se localizan en las papilas dérmicas de las palmas de la mano, pulpa de los dedos y planta de los pies. Son de forma ovoide y la fibra nerviosa se dispone en forma espiral emitiendo ramificaciones; son los corpúsculos táctiles por excelencia. Cada corpúsculo "mecanoreceptor es sensible a la deformación física por flexión, presión o estiramiento: en su centro existen ramas de axones neuronales sin mielina, con canales iónicos mecanosensibles que se abren por estiramiento o cambios de tensión en la piel. Son más sensibles cuando las vibraciones se encuentran próximas a 50Hz., y cuando se ejerce sobre ellos una moderada presión. Corpúsculos de Valer-Pacini: localizados en el tejido celular subcutáneo, principalmente en los dedos de la mano y del pie, en las mucosas, peritoneo, en vísceras y en las articulaciones. Son ovoideos, traslúcidos y están formados por varias capas concéntricas. Estos corpúsculos captan excitaciones de presión (peso). Sensibles a frecuencias entre 200 y 300 Hz., con una leve presión sobre la piel. Corpúsculos de Ruffini: se encuentran en la zona más profunda de la dermis y en la hipodermis, principalmente en la palma de las manos, en la planta de los pies y en la yema de los dedos. Pueden ser fusiformes o cilindroides, y las terminaciones nerviosas terminan en un botón. Captan oscilaciones térmicas de calor.

Autor: Gabriel Saitua Iturriaga Pediatra Neonatólogo ANAMI

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Corpúsculos de Krause: se localizan en la dermis, en la conjuntiva del ojo y en la mucosa bucal. Son redondeados o alargados y se encargan de recoger las sensaciones térmicas de frío. Para que los estímulos táctiles sean reconocidos por los corpúsculos táctiles, necesitan tener una intensidad mínima que se conoce con el nombre de "umbral"; este umbral puede ser alcanzado con productos sólidos, líquidos o gaseosos. La sensibilidad táctil nos permite de esta manera reconocer el tamaño, la consistencia, forma y caracteres de la superficie de un objeto. Los estímulos táctiles son reconocidos preferentemente por los dedos, pero hay receptores del tacto distribuidos por toda la piel. Habitualmente los estímulos que percibirlos para su análisis son de tipo mecánico y los órganos receptores que los captan son preferentemente los corpúsculos de Meissner, aunque en algunas ocasiones pueden actuar los corpúsculos de Vater-Pacini, sobre todo cuando los estímulos son muy intensos. Existe una "agudeza táctil" propia, con regiones de la piel provistas de más sensibilidad que otras; la medición de esta sensibilidad es posible con un aparato llamado "estesiómetro o compás de Weber"; el estesiómetro determina la distancia entre dos puntos de piel capaces de detectar una sensibilidad diferencial, es decir la capacidad de "resolver o diferenciar" dos estímulos próximos en la piel; conocemos que la sensibilidad es máxima en la boca, la lengua y puntas de los dedos, y mínima en región dorsal de la espalda. Por este motivo el recién nacido es capaz de concentrar su atención en la boca y en la succión, desconectando otras vías sensoriales menos efectivas, de esta manera es capaz de evitar la sensaciones dolorosas. En la discapacidad visual, la lectura del Braille es muy efectiva, alcanzando las 600 letras por minuto, debido a la alta sensibilidad de las puntas de los dedos, los cuales poseen una alta cantidad de mecanoreceptores de Merkel en puntos próximos.

La

sensibilidad táctil se puede optimizar tanto en niños como en adultos ejercitándola, un claro ejemplo lo constituyen las personas ciegas, quienes reconocen a las personas y los objetos con sólo tocarlos.

Autor: Gabriel Saitua Iturriaga Pediatra Neonatólogo ANAMI

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Los nervios que transmiten las sensaciones somatosensoriales están organizados por zonas del cuerpo llamadas dermatomas: los receptores mecánicos utilizan vías de conducción rápidas, mientras que las térmicas dolorosas son más lentas; caminan a través de los haces espinotalámicos de la médula, se entrecruzan en el lemnisco lateral del bulbo raquídeo, alcanzan el tálamo y la corteza somatosensorial del lóbulo parietal. La información se codifica por capas neuronales de asociación: S1 primaria, S2 secundaria y corteza parietal posterior de Brodmann 5 y 7. La disposición de las capas neuronales en columnas, hace posible que percibamos "el objeto como un todo", más que características físicas separadas de los mismos. La superficie dedicada en el cerebro para cada órgano depende del número de terminaciones nerviosas del mismo, siendo especialmente grande la correspondiente a la boca, la lengua y los dedos de las manos.

Beneficios del masaje infantil A lo largo de la historia y en muchas culturas, el masaje infantil, así como otras formas similares de contacto, han constituido un aspecto muy arraigado del vínculo materno y paterno filial. Así en África y Asia principalmente, el bebé recibe de manera rutinaria y hasta que tiene varios meses de vida, un masaje practicado por sus padres u otros familiares. En la India, el masaje infantil es una tradición que pasa de padres a hijos y las madres entrenan a sus hijos para aplicar masaje a los futuros bebés. El Shantala es el nombre dado en Occidente a la técnica de masaje para bebés usada desde hace miles de años en la India. La introduce como técnica el Dr. Fréderick Leboyer, obstetra francés a una madre masajeando a su bebé. Encantado con la fuerza del momento, bautizó la secuencia de movimientos con el nombre de aquella mujer, "Shantala”; "las caricias, los contactos de piel a piel, los masajes, todo ello alimenta al niño; se trata de un alimento tan necesario como los minerales, las vitaminas o las proteínas".

Autor: Gabriel Saitua Iturriaga Pediatra Neonatólogo ANAMI

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Entre los beneficios del masaje infantil se encuentran los siguientes: Mejora la relación del bebé con la madre y el padre reforzando sus vínculos. Incrementa los tiempos de relajación Aumenta la percepción sensorial, sensibilizando el resto de los sentidos Promueve el equilibrio can el sueño, estabilizando sus ciclos Facilita el reconocimiento del cuerpo Estabiliza el sistema inmunológico Mejora el tono muscular Mejora la circulación sanguínea Facilita la digestión Equilibro los ciclos respiratorios Alivia los dolores de la dentición Facilita la instauración de un ritmo intestinal adecuado Amueva la autoestima de los padres y del bebé Ayuda a la comunicación entre los padres y el niño Relaja a los padres Supone una experiencia agradable para ambos Estimula la producción de la Oxitocina, hormona que promueve la excreción de leche materna, que tiene un efecto tranquilizante. Desde las investigaciones de Bowlby"' o del propio Harlow°' se ha demostrado que a través de este contacto táctil, es como se establece la vinculación materna y paterna con el lactante. En la actualidad un creciente número de científicos occidentales, apoyados por fondos estatales o privados, están estudiando la trascendencia clínica del masaje infantil, examinando la "biología del contacto". La organización que concentra el mayor número de estos estudios es el Touch Research Institute (TRI, Instituto para la Investigación del Tacto), dependiente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Miami. Este Instituto es el primer centro mundial en la investigación científica de los efectos de la estimulación táctil. Construido según el modelo del Monelí Chemical Senses Center de Filadelfia, institución especializada en los sentidos del tacto y el olfato, el TRI cuenta con 40 miembros que han puesto en marcha una amplia gama de estudios para dilucidar el papel

Autor: Gabriel Saitua Iturriaga Pediatra Neonatólogo ANAMI

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potencial del tacto en el cuidado de la salud. Se proponen las siguientes indicaciones: Lactantes sanos y padres que quieran reforzar los vínculos afectivos con sus hijos. Recién nacidos pretermito dentro de la estrategia global de los cuidados individualizados centrados en el desarrollo. Niños con factores de riesgo y afectados por deficiencias, tanto de tipo físico, psíquico, como psicosocial.

Gabriel Saitua Iturriaga Pediatra Neonatólogo

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