ALGUNAS SUGERENCIAS PARA REDACTAR

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DEL ZULIA FACULTAD EXPERIMENTAL DE CIENCIAS DEPARTAMENTO DE CIENCIAS HUMANAS

ALGUNAS SUGERENCIAS PARA REDACTAR

Prof. Alexander Mosquera

Maracaibo, marzo de 2011

ALGUNAS SUGERENCIAS PARA REDACTAR Aunque Espar (1989) afirma que un buen escrito se logra si posee corrección (no hay errores ortográficos ni gramaticales), coherencia (interrelación lógica, clara y precisa de ideas sobre un mismo tema) y cohesión (ir de un aspecto del tema a otro, así como cambiar de matiz de significación, mediante el uso adecuado de los medios de conexión), de todas maneras no está de más plantear algunas sugerencias que se deben tomar en cuenta, a la hora de sentarse a redactar algún texto.

Antes de entrar al tema, es conveniente resaltar que el primer paso a realizar es, precisamente, sentarse a escribir y no esperar a que bajen las musas o la inspiración divina. Una vez hecha esta sugerencia básica, se puede entrar en materia y afirmar que entre esas recomendaciones están: 1. Según se vio en el punto las “Etapas para producir un escrito”, es necesario organizar las ideas sobre el tema investigado, proceso que puede traducirse en una estructura de tres partes: introducción (contiene la tesis a desarrollar en el cuerpo del texto), desarrollo (o exposición: cada párrafo del texto contiene un subtema; dichos párrafos van conectados lógicamente) y conclusión (sintetiza o enfatiza los puntos claves de la exposición). Algunos autores se refieren a esa estructura como inicio, cuerpo y cierre. 2. Es conveniente que los párrafos tengan como punto de partida una sola idea principal (independientemente de la posición que ésta ocupe dentro de la estructura de cada párrafo), la cual estará respaldada por una o más ideas secundarias (sean de repetición o paráfrasis, argumentación o justificación, oposición o contraste, o de ejemplificación de lo planteado en la idea principal). 3. Recordar utilizar adecuadamente los medios de conexión para enlazar los párrafos del texto, así como las mismas oraciones que formen parte de cada párrafo. 4. El estilo al escribir ganará en calidad, si se tienen siempre presentes cuatro postulados básicos: claridad (escribir para ser comprendido por todos, lo cual

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implica utilizar una sintaxis correcta, un léxico que no sea rebuscado ni muy técnico, para que el pensamiento del escritor llegue sin obstáculos hasta el lector); concisión (emplear sólo las palabras precisas para expresar lo que se desea hacer conocer al lector, sin caer en la escritura “telegráfica” ni en las frases vacías o de simple retórica); estas dos características contribuyen con la sencillez (recurrir a palabras y frases que sean de fácil comprensión, a la vez que se evita lo complicado, enrevesado y artificioso) y la naturalidad del estilo (usar un vocabulario propio, de manera que el escritor se exprese en su modo habitual, pero sin descuidar la elegancia ni caer en la afectación o el rebuscamiento). 5. Evitar atiborrar las oraciones con incisos (frases explicativas o información complementaria) que pueden desviar la atención del lector. En otras palabras, decir las cosas directamente y una después de la otra; no tratar de decirlo todo en una sola oración. 6. Descartar entretenerse con detalladas y prolijas explicaciones, que sólo se justifican en el discurso oral. 7. No recargar el escrito con adjetivos innecesarios. 8. Procurar que el estilo sea fluido y rápido, para evitar la lentitud que puede desesperar al lector y hacer que haga a un lado el texto que lee. 9. Para no caer en una escritura monótona, es preferible combinar la construcción de oraciones cortas y largas. De esta manera, no se incurrirá en el abuso del punto y seguido, para agrupar sólo oraciones breves que, de esta forma, pierden gracia y hasta sentido (sin dejar de mencionar que esto también afecta la economía del lenguaje). 10. Si se tienen dudas con respecto a la construcción de una oración, es preferible decidirse por el orden sintáctico S-V-O: sujeto, verbo y objeto (o complemento). 11. En otros casos, también se puede echar mano al orden lógico-psicológico del pensamiento para construir las oraciones, en concordancia con lo que se quiera destacar en las mismas. Es decir, quizás el interés sea resaltar la acción expresada por el verbo y entonces se comenzará la oración en ese orden; o tal vez importe más iniciar la oración con algún complemento y así se rompe el orden

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sintáctico ya mencionado (S-V-O), pues se somete el orden de las palabras al orden de las ideas (con el fin de buscar una mayor claridad). 12. Ese orden lógico es primordial mantenerlo en la construcción del párrafo, con el fin de que el mismo tenga cohesión. Para ello, se ligará la idea inicial de una oración a la idea final de la oración precedente o a la idea general que predomina en dicho período. 13. Otro aspecto relacionado con ese orden lógico tiene que ver con la necesidad de poner el pronombre relativo “que” cerca de su antecedente, para evitar ambigüedades. 14. Evitar las repeticiones inútiles de palabras y frases que se convierten en muletillas y en lugares comunes. Es necesario recordar que el castellano le ofrece un amplio vocabulario, del cual forman parte los sinónimos. 15. Tener presente el tipo de lector para quien escribe. 16. Procurar no caer en vicios o incorrecciones relacionadas con: el uso incorrecto del gerundio (hay que recordar que, en líneas generales, éste se utiliza para indicar acciones simultáneas a la expresada por el verbo; anterioridad o posterioridad inmediata); el “dequeísmo” (uso de la preposición “de” delante de proposiciones subordinadas sustantivas en función de sujeto o de complemento directo, encabezadas por “que”); el “queísmo” (omisión de la preposición “de” en construcciones precedidas por “que”); el abuso de expresiones conectoras o palabras como “que”, “ya que”, “o sea”, “esto”, “este”, “esta”, “algunos”, “cosa”, “algo”, entre otras. 17. Cuidar la concordancia entre artículo y sustantivo, adjetivo y sustantivo, sujeto y verbo. Para ello, se debe tener presente que las dos leyes básicas de la concordancia establecen que el verbo concuerda con el sujeto en número y persona (primera ley), mientras que el artículo y el adjetivo concuerdan en género y número con el sustantivo (segunda ley). 18. Por último, recordar la sugerencia que se hizo en el tema sobre las “Etapas para producir un escrito”, en cuanto a la necesidad de leer los trabajos propios con ojo y mente críticos, y con miras a corregirlos para entonces darlos por finalizados.

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Otras consideraciones que se deben tener presentes Bruzual Leal (2002) plantea diversas cuestiones que se deben tomar en cuenta para desarrollar las destrezas al escribir. Entre ellas, no perder de vista que dicha actividad implica la producción de significados (y no la mera transcripción de signos como se suele entender), a partir de algo (una idea) que se quiere comunicar y que se traduce, entonces, en textos significativos.

Así se

puede apreciar en el Gráfico Nº 3, donde es posible comparar la concepción tradicional que se tiene sobre la escritura y la novedosa perspectiva de la que habla la referida investigadora.

Escribir

Transcripción de signos

Producción de significados

Letras Sílabas Palabras Oraciones

Textos significativos

Particular a lo general

General a lo particular

Modelo ascendente Punto de vista tradicional

Modelo descendente Punto de partida en esta tesis

Gráfico Nº 3 Definición de escritura. Fuente: Raquel Bruzual (2002).

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Otro aspecto a tomar en cuenta se refiere a que el código escrito es planificado, estricto, cuidado y formal, y que exige la correcta aplicación de las reglas sintácticas y semánticas de la lengua.

De allí que su uso debe estar

apegado a la normativa académica, la cual incluye el evitar la redundancia en la escritura, en el entendido de que “cada elemento es usado de acuerdo con la pertinencia y la necesidad” (Bruzual Leal, 2002:155).

La citada investigadora proporciona, además, un esquema para orientar el proceso de redacción, de manera que esta última sea coherente, clara y concisa. Tal esquema envuelve las siguientes etapas: Observar (captar o leer), planificar, ordenar ideas, redactar todas las ideas, reorganizar (textualizar), revisar, corregir y la redacción definitiva (Bruzual, 2004).

FUENTES CONSULTADAS Bruzual Leal, Raquel. 2002. Propuesta comunicativa para la enseñanza de la lengua materna. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela. Bruzual, Raquel. 2004. Guía de estudio para Lenguaje y Comunicación. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela. Cabrera, Adriana y Pelayo, Neneka. 2001. Lenguaje y Comunicación. Los Libros de El Nacional. Caracas, Venezuela. Carreto, Adolfo. S/f. Lenguaje y Comunicación. Editorial PANAPO. Círculo de Lectores. 2004. Expresión escrita. Biblioteca práctica de comunicación. Círculo de Lectores S.A. Bogotá, Colombia. Espar, Teresa. 1989. Redacción práctica. Los medios de conexión y el párrafo. Consejo de Publicaciones de la ULA. Mérida, Venezuela. Franco, Antonio. 1997. Curso de Morfosintaxis para Estudiantes de Comunicación Social. Convenio LUZ-PEQUIVEN. Maracaibo, Venezuela. Franco, Antonio. 1999. Curso de Lengua Española. Ortografía y Morfosintaxis para Estudiantes de Comunicación Social. Ediluz. Maracaibo, Venezuela. 6

Martín Vivaldi, Gonzalo. 1994. Curso de redacción. Teoría y práctica de la composición y del estilo. Editorial Paraninfo. Madrid, España. Niño Rojas, Víctor Miguel. 1994. Los procesos de la comunicación y del lenguaje. Fundamentación y práctica. ECOE Ediciones. Santafé de Bogotá, Colombia.

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