ABRE LAS PUERTAS DE SU CASA,

Un dúplex en un edificio racionalista de 1949 eugenio aguirre ABRE LAS PUERTAS DE SU CASA, SU MAXIMA CREACION Fue banquero hasta 1990, cuando hizo u...
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Un dúplex en un edificio racionalista de 1949

eugenio aguirre ABRE LAS PUERTAS DE SU CASA, SU MAXIMA CREACION

Fue banquero hasta 1990, cuando hizo un cambio rotundo de vida: hoy es un exitoso diseñador de muebles. Giorgio Armani, Ralph Lauren y Ben Affleck figuran entre sus selectos clientes. Junto a su mujer, Solana Gassiebayle, muestra su “paraíso” en Recoleta

Eugenio y Solana –casados desde hace quince años– posan sobre una “Kamasucha”, uno de los tantos diseños que el creador ha ideado a lo largo de su carrera. Tapizada en gamuza cruda, es una de sus piezas favoritas. Detrás, la biblioteca y la chimenea que el dueño de casa diseñó especialmente para ese ambiente. El cuadro es de Eduardo Hoffmann. “Ser reconocido por mis terminaciones tales como los linos tratados y los pergaminos laqueados es un orgullo”, dice. 4

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Arriba, derecha: el living es uno de los ambientes más amplios de la casa. En primer plano aparecen dos mesas bajas de lino tratado, una técnica inventada por Aguirre, y el cuadro es una obra de Verónica Puiggari. La alfombra, traída de Marruecos, es de seda y está tejida a mano. El sofá es de la línea “Naturaleza Aguirre” y está tapizado en lino. En el fondo destaca el bar, al que Eugenio llama “el infierno rojo”. Arriba, izquierda: rincón de la biblioteca en la que el diseñador mezcló estilos y combinó un par de sillones “Bergère” Luis XV con un sofá diseñado por él, que bautizó “Jangarian”. Abajo izquierda: amante de la naturaleza, Eugenio siempre incorpora pequeños detalles en todas sus bibliotecas.

“La arquitectura tiene para mí el mismo valor que la decoración, porque es un reflejo de la personalidad y una prueba constante de la creatividad” 6

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asta los 25 años no tenía idea de que sería un referente obligado en la creación de muebles. Una incipiente carrera en el mundo financiero tardó en darle indicios de su pasión por el diseño y las artes, un universo que descubrió cuando vio cómo un artesano cosía con cuero una baranda de su casa. “Me quedé horas mirándolo. Me impactó la nobleza de su arte, y del cuero. De hecho, ese artesano sigue acompañándome hasta el día de hoy”, confiesa Eugenio Aguirre (50), hoy convertido en un prestigioso diseñador de muebles con fama internacional. La decisión de dedicarse al diseño de

muebles la tomó en 1990, cuando lo ascendieron en el banco que trabajaba, y este fue un síntoma de que la intuición le funcionaba bien, una virtud que con el paso del tiempo lo convirtió en un “embajador” del diseño argentino. Nadie entendía cómo una oportunidad de crecer dentro del banco se convertía en su retirada, pero Eugenio sentía que si no daba un giro a su vida no sería un hombre feliz. Un año más tarde, en 1991, lanzó su marca. “Mi escuela ha sido siempre el taller, junto con los artesanos”, confiesa Aguirre. Un hombre que con los años fue convirtiendo su casa en un “laboratorio”

y que hoy tiene entre su lista de clientes a Giorgio Armani, Ralph Lauren y Ben Affleck. Junto a su mujer, Solana Gassiebayle, y sus hijos Julio y Carmen, abre en exclusiva para ¡Hola! las puertas de su casa, el lugar que mejor refleja su estilo, en el que luce la influencia de muchas épocas, así como obras de artistas argentinos, como Eduardo Hoffmann, Sebastián Masegosa y Verónica Puiggari. –¿Cómo definirías tu estilo? –Contemporáneo, con tintes clásicos. Una mezcla que busca la calidez en la nobleza de los materiales y cuya identidad se basa en la sobriedad, la calidad y la sencillez. Creo, de hecho, que esos 7

“Mi estilo está muy influenciado por la arquitectura del sudeste asiático, ya que cuando visité Tailandia quedé maravillado con la forma cálida y sofisticada en que trabajan la madera”

Derecha: el escritorio demuestra la coherencia que hay entre la arquitectura y el interiorismo en el mundo de Eugenio. Arriba: un detalle con objetos de mar que ha ido recolectando en sus viajes. Abajo: primer plano del original toilette tapizado íntegramente en madera, a la que el creador le dio un tratamiento especial para aportarle textura y un tono óxido. El mármol es arabesco y los espejos los compró en un anticuario.

“El escritorio es mi guarida y el lugar donde paso más tiempo. Aquí me ‘encapsulo’ y genero ideas que después materializo en piezas únicas” 8

conceptos son los que distinguen mi obra desde el primer día. Hoy, veintidós años después de que me inicié como diseñador de muebles, reviso mis primeros catálogos y me doy cuenta de que podría relanzar tranquilamente las piezas de mis primeros años y convivir con las actuales. Una de mis máximas es no poner el foco en lo que está de moda, sino en crear algo atemporal, piezas que con el tiempo puedan ser consideradas “clásicas”. –¿Cuál es tu mayor inspiración?

–Creo que la pasión y la perseverancia con la que trabajo todos los días. Porque, como decía Picasso, “la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”. Me inspira la naturaleza, la sobriedad, la cultura rioplatense, la maestría de un artesano. –¿Cómo es el momento de creación de tus diseños? –Es un proceso desordenado pero efectivo. Arranco con una idea, la dejo madurar un tiempo y de a poco voy ima-

ginando distintas y variadas alternativas, que sean realizables. Si no lo son, descarto y arranco con otra. En general, necesito un momento para obsesionarme un poco, enfocarme solo en eso y bocetarlo. Pongo a trabajar mi cabeza al máximo y espero el momento que mi intuición me dice es “¡esto!”. Y aunque parezca extraño, las mejores ideas me llegan cuando manejo, cuando escucho música y los chicos duermen y, por supuesto, cuando estoy aburrido. 9

“Eugenio es un padre que deja que los chicos se desarrollen con libertad. Les enseña a ser auténticos, genuinos, y que valoren las cosas simples y esenciales de la vida” (Solana) Derecha: el comedor está formado por una mesa laqueada en pergamino crudo y ocho sillas de cuero “Mamasa”, uno de los diseños preferidos por Aguirre. La lámpara que ilumina la mesa la creó Eugenio especialmente para este ambiente con un cordón de seda de pasamanería. El cuadro del fondo es una obra de Sebastián Masegosa, uno de sus artistas favoritos. Abajo: el diseñador y su mujer, Solana, junto a sus hijos Julio (10) y Carmen (8). Ella comparte con Pablo Massey el proyecto gastronómico “Rolling Chicken”. En sus ratos libres es DJ, y está por estrenar una obra de danza con coreografía de Teresa Duggan.

–¿Qué es lo que más te cautiva de tu profesión? –Todo ese proceso, esa exigencia me fascina y hace que siempre la pase bien. Me gusta terminar de ajustar algún diseño, evaluar si la artesanalidad está a la altura de las exigencias, porque, aunque no lo crean, hay una línea muy delgada cuando todo está hecho a mano. Porque la diferencia entre algo de 10

excelencia o de baja calidad puede ser un detalle menor: me gusta siempre el desafío de lograr la perfección. –¿Cuál es la mayor satisfacción que te dio el diseño? –Creo que el saber que figuras que son celebridades en el mundo tienen una pieza mía en sus casas.   –Tengo entendido que estás construyendo otra casa… –Una vez que terminé esta casa pude

hacer realidad mi sueño de construir mi refugio de fin de semana: una casa al borde de una laguna, en Pilará. Un proceso que estoy disfrutando muchísimo, ya que arranqué de cero ideando cada uno de los ambientes. Junto con el arquitecto Willy Troglia, estoy creando mi obra maestra.  –El hombre detrás del diseñador… ¿Cómo es un día en la vida de Eugenio Aguirre?

–Hoy, después de veintidós años como diseñador puedo decir que tengo el privilegio de trabajar menos y producir más, por lo que la mitad de la semana trabajo en el taller, y la otra, en el proyecto de Pilará. –Si no fueras diseñador, ¿qué te gustaría ser? –Quizás escultor. Vivir con mi familia en una casa frente al mar disfrutando de la naturaleza y la paz. 11

“Disfruto mucho escuchar a Julio tocando la guitarra, ver a Carmen ensayar sus coreografías de baile. Adoro las tardes de lluvia con Solana invernando conmigo, los asados con amigos, la chimenea prendida en invierno, la música, una buena copa de vino, la siesta…”

Arriba: la habitación de Eugenio y Solana tiene una cama con cabecera de lino tratado y lámparas empotradas. La colcha es de lino indio y la alfombra la compró en Turquía. El piso de la casa es de una partida especial de nogal. Izquierda: el cuarto de Carmen está amueblado con una lit du jour y un sillón estilo marquise, tan en boga en la época de Luis XVI. Las jaulas, el tul sobre la cama y la alfombra floreada le aportan un aire bohemio. Derecha: para el baño principal, Aguirre eligió mármol de Carrara y persianas de madera. 12

–¿Qué es lo que más disfrutás de tu casa? –Disfruto mucho escuchar a Julio tocando la guitarra, ver a Carmen ensayar sus coreografías de baile. Adoro las tardes de lluvia con Solana invernando conmigo, los asados con amigos, la chimenea prendida en invierno, la música, una buena copa de vino, la siesta… –Solana, ¿qué tal es Eugenio como padre y como marido?

–Deja que los chicos se desarrollen con libertad, les enseña a ser auténticos, genuinos, y que valoren las cosas simples y esenciales de la vida. Que sean ellos mismos. Nos conocemos desde hace veinticinco años, y si hay algo que sigue intacto en él es la coherencia. Debo confesar que su personalidad es un fiel reflejo de su obra: auténtica, cálida, sobria... Después de quince años de casados, seguimos riéndonos juntos, 13

El quincho, decorado con remos y máscaras compradas en Phuket y en Bali, le aporta un aire distinto al dúplex de los Aguirre. “Me gusta jugar con ciertos materiales para mostrarlos de tal manera que te den ganas de tocarlos y mirarlos. Me fascina que cada una de mis piezas pueda ser admirada por su textura”, cuenta Eugenio.

disfrutamos de viajar solos, de charlar, de ver crecer a los chicos… Creo que soy muy afortunada. –¿Cómo fue el proceso para decorar esta casa junto a un hombre tan obsesivo como Eugenio? –Fue largo y complicado, pero el resultado fue fantástico. Innovador como es, cambió incluso la circulación entre 14

los pisos. Desde un principio tuvo muy presente que esta casa debía ser como un traje a medida para nosotros. Porque todo en la vida de Eugenio es así, pensado hasta el más mínimo detalle. Ahora me doy cuenta de que disfrutamos todos los ambientes de la casa y que muchas veces nos sentimos tan a gusto que salimos poco. De hecho,

preferimos invitar amigos para comer un asado en vez de hacerlo afuera. A él le encanta tirarse en su banqueta del living, escuchar música, y simplemente disfrutar de la atmósfera que él mismo creó.



Texto y producción: Rodolfo Vera Calderón Fotos: Ignacio Arnedo y Tadeo Jones

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