58 Abril de 2016

“Las muchachas de La Habana no tienen temor de Dios...” ARIQUE No.55/58 Abril de 2016 Josefa María Setién Beatriz de Jústiz y Zayas Rafaela de Varg...
37 downloads 3 Views 734KB Size
“Las muchachas de La Habana no tienen temor de Dios...”

ARIQUE No.55/58

Abril de 2016

Josefa María Setién Beatriz de Jústiz y Zayas Rafaela de Vargas Juana Pastor Condesa de Merlín Gertrudis Gómez de Avellaneda Carilda Oliver Labra Sonia Díaz Corrales Ena Columbié César Santos Félix Anesio William Navarrete

Sumario Josefa María Setién: Beatriz de Jústiz y Zayas/ pág.4 Rafaela de Vargas: Instruccion de la politica que se usa (fragmentos)/ pág.8 Juana Pastor: Décimas improvisadas/ pág.9 Condesa de Merlín: Viaje a La Habana (fragmento)/ pág.11 Gertrudis Gómez de Avellaneda: A Washington/ Al sol en un día de diciembre/ pág.12 Carilda Oliver Labra: Declaración de amor/ Callados, por la tarde, gravemente.../ Busco una enfermedad que no me acabe.../ pág.13 César Santos/ pág.15 Sonia Díaz Corrales: Detrás del vidrio/ El Rey pide las manzanas de las Hespérides/ Juicio oral/ pág.18 Ena Columbié: Andante/ L’Isla/ pág.21 Félix Anesio: Otoño en Tennessee/ He vuelto a ver los ojos de mi padre/ Visión de una vieja en harapos/ pág.23 William Navarrete: IV/ La dama del pub/ Juan Ramón Jiménez en Coral Gables/ Moteles cerrados/ pág.26 Franco Rivero: Lecuona todo piano/ pág.29

ARIQUE.– N.s.m. – Voz. ind. – Tira de Yagua para atar o asegurar cualquier cosa; a cuyo efecto se moja la Yagua haciéndola más flexible. YAGUA.– N.s.f. – Voz ind. – Produccion que a manera de cuero o corteza cubre la parte superior de la Palma Real (...) Esteban Pichardo Diccionario provincial casi razonado de vozes y frases cubanas (1875)

Arique Revista de poesía

No.55/58 Abril de 2016 Editor: Raúl Tápanes López Arte y Maquetación: Grupo Arique Correo electrónico: [email protected] Impreso en Estados Unidos de América por T&F Editores (Santiago de Chile) El título Arique es una idea original de Ángel Antonio Moreno Agradecimientos: Frente de Afirmación Hispanista, A.C., México

Esta obra está bajo una licencia Reconocimiento-No comercial 3.0 Estados Unidos de Creative Commons. Para ver una copia de esta licencia, visite http:// creativecommons. org/license/by-nc/3.0/us/ o envíe una carta a Creative Commons, 171 Second Street, Suite 300, San Francisco, California 94105, U.S.A.

3arique

Josefa María Setién

Marquesa Jústiz de Santa Ana

B

uscando en internet viejos textos de décimas chilenas, portorriqueñas y cubanas, me encuentro con el nombre de la Marquesa de Jústiz, como autora de unas décimas de la Habana.. El nombre despierta mi curiosidad. Busco y rebusco y llego a la conclusión que Beatriz de Jústiz, nacida en la Habana en 1733 es hija de Manuel José de Jústiz, Coronel de los Reales Ejércitos, Sargento Mayor de la plaza de La Habana, Castellano del Morro y Gobernador de la Florida. Según Fausto Arocena (Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco) este último es hijo de Juan de Justiz sXVII y XVIII (Fuenterrabia - la Habana).El documento en que Diego de Urbina, llamado Castilla Rey de armas, certifica dando entera fe y crédito al linaje de los Jústiz es de 2 de julio de 1613 y se expide a solicitud del Capitán Martín de Jústiz vecino de la villa de Fuenterrabia. Beatriz de Jústiz, nieta de Juan de Jústiz pertenece a la tercera generación de la rama de los Jústiz afincados en Cuba. En 1751 se casó con su primo Manuel José de Manzano y Jústiz, doce años mayor que ella y primer marqués de Jústiz de Santa Ana, contador mayor del Real Tribunal de Cuentas y alcalde ordinario de La Habana. Su casa construída en el siglo XVII junto al mar, fue una de las más importantes de la ciudad. El título - según el Directorio Social de la Habana de 1959- se concedió el 11 de Junio de 1761 al capitán D. Juan José Jústiz y Umpierrez , Echeberría y Carmona, pero este último falleció antes de recibir el marquesado. Manuel José, su sobrino y heredero, recibió el título. arique4

Después de estos antecedentes lo que verdaderamente interesa es la personalidad de Beatriz de Jústiz. Luisa Campuzano Sentí (La Habana, 1943), Licenciada en Letras Clásicas y Doctora en Filología, dice refiriéndose a ella: Voy a hablar con el desafuero de los neófitos, de la primera escritora cubana, poco o nada conocida en Cuba , porque el carácter transgresor de sus textos y de su persona le concilió la animadversión de sus contemporáneos y aún de estudiosos posteriores que intentaron disminuirla, ignorarla, escamotearla o que, simplemente, no se preocuparon por ella.Y también quiero ocuparme de ella porque en su obra y en su vida se pone de manifiesto la riqueza de contradicciones y antagonismos de las relaciones de género en su intersección con las de raza y clase en una decisiva etapa de transición de una economía de factoría , de servicios, a una economía de plantación, de producción, en la sociedad colonial del occidente de Cuba, que empieza a escindirse entre españoles (funcionarios) y habaneros (productores), sociedad por lo demás puesta súbitamente en crisis por la ocupación de una potencia extranjera. En 1762, después de Méjico y Lima, La Habana, con cincuenta mil habitantes, era la ciudad más importante de la América española. Ciudad de cultura militar y marinera, había sido siempre codiciada por corsarios y piratas. En esa época y debido a crisis en otros países, su producción azucarera crece un doscientos por ciento. Se sabe que la mano de obra de la industria de la caña era la de los esclavos que ya para esa época y desde hacía varios lustros los mercaderes traían a la isla. Ese mismo año el 6 de junio se presenta ante el puerto de La Habana la escuadra inglesa con el mayor despliegue de fuerzas que hasta entonces hubiera contemplado el Nuevo Mundo. El ataque y sitio de la ciudad se prolongó durante dos meses y seis días, hasta el 11 de agosto en que el Capitán General de la Isla, Juan de Prado Portocarrero, rindió la villa. Beatriz de Jústiz y un grupo de mujeres de La Habana escriben un Memorial a Carlos III en el que entre otras cosas recuerdan al Rey que él había ordenado al Gobernador fortificar la Cabaña, y que a pesar de haber dedicado a este destino una suma importante, lo único que hizo el Gobernador fue convocar a milicias de pardos a trabajar sin salario ni ración, y que fue precisamente por este lugar por donde los ingleses habían conseguido romper la defensa de la ciudad. Al propio tiempo Beatriz de Jústiz escribió la Dolorosa métrica espresión del sitio y entrega de la Havana que consta de veinticuatro décimas, trabajo que según Campuzano “son versos de una poeta con experiencia y que podían di

5arique

vulgar más ampliamente que el Memorial, su contenido polémico, critico y en franca confrontación con las autoridades coloniales”. Un fragmento de estas décimas que encontramos en Cuba literaria dice así:

Tu Havana Capitulada? tu en llanto? tu en exterminio? Tu ya en extraño dominio? Que dolor! O Patria amada! Por no verte enagenada Cuantos se sacrificaron? Y cuantos más enbidiaron Tu feliz honrrosa suerte, De que con sangre en la muerte, Tus exequias rubricaron?



Por ti el Paysanaje atento Como logró en tu región La primera respiración, Diera hasta el último aliento.

Las autoridades coloniales, funcionarios que representaban al gobierno de Madrid en la Isla, contestaron al Memorial y a las décimas utilizando a la soldadesca en burdas e injuriosas coplas y seguidillas como:

Las muchachas de La Habana No tienen temor de Dios Y se van con los ingleses En los bocoyes de arroz.



Habaneros alerta Porque las Damas Han tomado por moda Ser Anglicanas Con tal tezón Que por Modistas mudan La Religión

De chistosas se precian Y de saladas Y no temen salir Embarricadas. Las de más porte Entre barriles se hacen Carne del Norte arique6

Campuzano nos dice “¿Qué se hizo después de Beatriz de Jústiz?… Su vida se apaga, no se sabe más de ella durante años y años.” Volvemos a saber de ella, ya anciana. En una época en que los esclavos se compran, no se crían, ella trae de su hacienda de Matanzas un par de criollitas de diez u once años, para educarlas y casarlas dándoles la libertad. En 1797 nace en su finca, hijo de una esclava, un niño al que pone el nombre de Juan Francisco dándole –según la costumbre- el apellido primero del dueño de la casa, es decir, Manzano. Juan Francisco recitaba de memoria sermones, loas y entremeses aprendidos en las misas y representaciones de ópera a las que asistía acompañando a sus amos. Su suerte cambió al morir su dueña, ya que pasó al servicio de la marquesa de Prado que eliminó todas sus prerrogativas, pero en 1818 Nicolás de Cárdenas y Manzano, segundo hijo de la marquesa, lo acogió y entonces aprendió a leer y escribir y estudio Retórica. Con un permiso –necesario debido a su condición social- publicó sus versos, hoy la mayoría perdidos y su Autobiografía (l835), libro estremecedor del que fue considerado el primer poeta negro, esclavo y habanero. Juan Francisco Manzano, criado en el amor y en los versos de la vieja señora, nos devuelve en su Autobiografía a la primera escritora cubana, fallecida en su finca El Molino en 1807.

7arique

Rafaela de Vargas

Instruccion de la politica que se usa (fragmentos)

Quien quisiere en puridad ser político perfecto tendrá por primer precepto á nadie decir verdad mas se le dá facultad de decirla alguna vez, para fingir sencillez, como al instante deslice, por una verdad que dice, las mentiras diez á diez. (...)

(...) Para concluir este capítulo, dirémos, que no faltó en aquella época una poetisa, Doña Rafaela de Vargas, que se juzgó capaz de regalar á los lectores de El Aviso, en 5 de Febrero de 1807, una Instruccion de la politica que se usa, contenida en los versos que trasladámos. D. Antonio López Prieto Parnaso Cubano La Habana, 1981

Cuando pretenda algun puesto todo ha de ser cortesías, lisonjas, hipocresias, humilde y gracioso gesto, ofrezca el pagar muy presto, blasone de hombre de bien; y en cuanto hable aquel á quien se ordena la petición, no se olvide en la oración la santa palabra amen. Finja que tiene entabladas, muy altas correspondecias, que tres ó cuatro excelencias le son muy aficionadas; nunca cartas reservadas le falten del valsapeto de algun ilustre sujeto, que es muy facil suponerlas á todos ha de leerlas, pero encargando el secreto (...) arique8

Por el mismo tiempo á que nos vamos refiriendo ya era conocida como poetisa, sorprendente improvisadora, una mujer de color, mestiza, que logró alguna instruccion, al grado, de obtener un colegio y ser profesora de las damas más distinguidas de su época, y muy versada en el latin, Juana Pastor, otra victima de la incurria con que se han mirado las letras entre nosotros, escribió mucho en verso y prosa. Poco, ó nada se conserva de esta poetisa, que segun el Sr. Arnao, fué la primera que hizo resonar el arpa cubana desde el siglo pasado. Las décimas que siguen fueron improvisadas, por dicha poetisa, el 27 de Noviembre de 1815. D. Antonio López Prieto Parnaso Cubano La Habana, 1981

Juana Pastor

(Décimas improvisadas) La nativa inclinacion Que en dos tardes te he mostrado En cuanto á el gusto y agrado En el trato de varon, Es tema de mi sermon Y de contado, protesto Que si nó se hace molesto A tu oido mi relato, Me explicaré con recato Bajo del siguiente texto. Delitiae mae esse cum filiis hominun. Dijo Dios, y con justicia, Digno es que el Angel se asombre, Que era su delicia el hombre: Que era su delicia: ¡Qué remarcable caricia! ¿Luego qué debo hacer yo, Cuyo sexo Dios formó Para compaña de aquel Que el llama delicia de él? ¿Puedo abominarlo? Nó. Compadezco del impío, Me lastimo del inepto, Doy incienso al predilecto, Y del soberbio me rio: Tambien sagaz me desvio Del grosero rasgador Que infiero viole mi honor, Mas siempre con fé sencilla Por saber soy su costilla: Que es fuerza le tenga amor

9arique

Genialmente está explicado De mi carácter lo puro, Y creo quedes seguro Ques es seguro lo estampado Ordena que tu mandado Sabrá cumplir con primor La que disfruta el honor, Aunque aldeana infeliz De estar á tus plantas Ruiz, Firmada Juana Pastor.

Rafael Monleón y Torres(1843-1900) Defensa del Morro de La Habana

Richard Paton (1717-1791): Bombardeo del Castillo del Morro

arique10

Condesa de Merlín Fragmento de su Viaje a La Habana (1844)

María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo, Condesa de Merlín

(La Habana 1789 – París 1852). Ingresada en el Convento de Santa Clara a los ocho años intenta fugarse, ayudada por la madre Santa Inés, inspiradora de su libro, Historia de Sor Inés (1832). Tras su intento de huida la familia se fue a Madrid. En ese ambiente conoció a Goya, Quintana y al conde de Merlín, con quien se casó a los veinte años. Más tarde el matrimonio marcha a París. Figuras políticas y artistas frecuentaron su salón: Victor Hugo, Honoré de Balzac, Alfred de Musset, Franz Liszt y George Sand, entre otros. Enviudó en 1839 y en 1840 regresó a Cuba, y escribió Viaje a La Habana (1844) y otras obras como Los esclavos en las colonias españolas (1841).

11arique

Algunas horas más, y estamos en Cuba. Entre tanto permanezco siempre aquí, inmóvil, respirando el aire natal, y en un estado casi comparable al del amor dichoso. Ya conoces mi repugnancia hacia los barcos de vapor, repugnancia que se aumenta con la idea de la poesía de las velas. La experiencia ha confirmado mi aversión a los unos y mi preferencia hacia los otros. Es incontestable que el movimiento de un barco de vela es más suave y más regular que el de un barco de vapor. Este último, además del balance y del cabeceo, es combatido sin cesar por el estremecimiento que causa el movimiento de las ruedas, sin contar la violenta y dura sacudida que prueba cuando hiende con esfuerzos las olas agitadas. No hablo del desaseo, de la incomodidad y de otras desventajas inseparables del empleo del vapor. Los sentimientos de las mujeres no son justiciables de los economistas; por muy admirable que se muestre la inteligencia del hombre poniendo a contribución los elementos para aprovecharse del resultado de su lucha, a mí me parece más grande el hombre solo batallando con los elementos. Amo yo más este combate, este peligro, esta incertidumbre del porvenir, con sus agitaciones, sus sorpresas y su alegría: una travesía a la vela es un poema lleno de bellezas y de peripecias imprevistas en que el hombre aparece en toda la grandeza de su ciencia y de su voluntad, ennobleciendo el peligro por la audacia calculada con que lo arrastra. A los caprichos o al furor del mar opone él su fuerza y su prudencia, su vigilancia continua y su paciencia maravillosa...

Gertrudis Gómez de Avellaneda

A Washington No en lo pasado a tu virtud modelo, ni copia al porvenir dará la historia, ni otra igual en grandeza a tu memoria difundirán los siglos en su vuelo. Miró la Europa ensangrentar su suelo al genio de la guerra y la victoria... pero le cupo a América la gloria de que al genio del bien le diera el cielo. Que audaz conquistador goce en su ciencia, mientras al mundo en páramo convierte, y se envanezca cuando a siervos mande; ¡mas los pueblos sabrán en su conciencia que el que los rige libres sólo es fuerte, que el que los hace grandes sólo es grande!

Al sol en un día de diciembre Reina en el cielo. ¡Sol!, reina, e inflama con tu almo fuego mi cansado pecho! sin luz, sin brío, comprimido, estrecho, un rayo anhela de tu ardiente llama. A tu influjo feliz brote la grama; el hielo caiga a tu fulgor deshecho: ¡Sal, del invierno rígido a despecho, rey de la esfera, sol: mi voz te llama! De los dichosos campos do mi cuna recibió de tus rayos el tesoro, me aleja para siempre la fortuna: bajo otro cielo, en otra tierra lloro, donde la niebla abrúmame importuna... ¡Sal rompiéndola, sol, que yo te imploro!

Gertrudis Gómez de Avellaneda

(Camagüey, 1814- Madrid, 1873). Poeta y escritora. Fue considerada en su tiempo como una de las mejores expresiones del movimiento romántico. Su vida y su obra siguen interesando a los estudiosos actuales, tal como se aprecia en los numerosos trabajos de investigación publicados en estos últimos años. Sus personales circunstancias biográficas, su apasionado carácter, su generosidad y su marcada rebeldía frente a los convencionalismos sociales, que la llevó a vivir de acuerdo con sus propias convicciones, la apartan de la mayoría de las escritoras de su época, convirtiéndola en precursora del movimiento feminista. arique12

Carilda Oliver Labra

Declaración de amor Haz el amor, no la guerra...

Pregunto si llevo corazón cuando despierto el peligro entre sus muslos, si me equivoca cuando preparo la única trinchera en su garganta.

Carilda Oliver Labra

(Matanzas, 1924). Es una de las más importantes poetas hispanoamericanas contemporáneas. Entre sus numerosos reconocimientos está el Premio Nacional de Literatura en 1998 y el Premio Vasconcelos -que otorga el Frente de Afirmación Hispanistaen 2003.

Yo sé que la guerra es probable; sobre todo hoy porque ha nacido un geranio. Por favor, no apuntéis al cielo con vuestras armas: se asustan los gorriones, es primavera, llueve, y está el campo pensativo. Por favor, derretiréis la luna que da sobre los pobres. No tengo miedo, no soy cobarde, haría todo por mi patria; pero no habléis tanto de cohetes atómicos, que sucede una cosa terrible: lo he besado poco.

Callados, por la tarde, gravemente... Callados, por la tarde, gravemente, sin elegir el sitio de la tierra, tú y yo nos besaremos como en guerra hasta quedarnos fríos frente a frente. Yo, cada vez más tumba que se ahonda, tú, cada vez más carne renovada,

13arique

acaso llames y jamás responda cuando te vuelvas en mi cuerpo nada. He de tragar entonces, con locura, en tu vaso de tórrida hermosura la sangre poderosa que se queja; y daré media vuelta hacia lo inerte, perdida en esa luz que te refleja, tan hambrienta de ti como la muerte.

Busco una enfermedad que no me acabe... Busco una enfermedad que no me acabe sino el dolor constante de la vida: algo para fingir que estoy dormida detrás de este temblor de escarcha grave. Busco un agua cósmica que lave la lágrima terrible que me oxida; busco el morir distinto, y voy herida por la pena vulgar que nadie sabe.

Carilda Oliver Labra y Fredo Arias de la Canal, Presidente del Frente de Afirmación Hispanista, durante la inauguración del Centro Cultural Carilda Oliver Labra, en Matanzas, Cuba, en octubre de 2014.

Y así me marcho, sonriendo a todos, luminosa de gracia y desventura, con el secreto horror hasta los codos; callándome en el verso y en la prosa, para que escriban en mi tierra dura: esta mujer ha muerto de dichosa.

arique14

César Santos

Autoretrato, lápiz y carbón sobre papel, 12x9 pulg En portada: Figura en clase de dibujo, carbón sobre papel, 50x19 pulg Contraportada: After the Arrival, óleo sobre lienzo, 44x56 pulg

Nace en Cuba en 1982 y a los trece años ya está en Estados Unidos. Su educación artística es universal y su trabajo es apreciado alrededor del mundo, desde el Annigoni Museum en Italia y el museo de Beijing en China, hasta Chelsea en New York. Santos estudió artes en el Miami Dade College, donde se graduó en 2003. Asistió a la New World School of Art antes de marchar a Florencia, Italia. En 2006 completó estudios en la Academia Angel de Arte en Florencia, donde tuvo de maestro a Michael John Angel, un antiguo estudiante del artista Pietro Annigoni. Allí se introdujo en las técnicas y métodos del Renacimiento, del Siglo XVIII, y los talleres franceses del Siglo XIX. La obra de Santos refleja tanto las interpretaciones clásicas como modernas yutaxpuestas en una sola pintura. Sus influencias abarcan desde el Renacimiento y los maestros del Siglo XIX hasta el arte contemporáneo. Con una técnica excelente insufla armonía entre lo natural y lo conceptual para crear obras provocativas y dramáticas. Entre las exposiciones individuales de Santos están Syncretism en la Eleanor Ettinger Chelsea Gallery de New York; Beyond Realism en Oxenberg Fine Arts de Miami; y New Impressions en la Greenhouse Gallery de San Antonio, entre otras. El artista ha recibido numerosos premios, entre ellos el primer lugar en el concurso del Metropolitan Museum of Art y recientemente fue presentado en el Hall of Fame del Miami Dade College como ganador en Artes Visuales. Su obra ha sido exhibida en todo Estados Unidos de América, Europa, Latinoamérica y Asia, incluyendo el museo de Villa Bardini en Florencia y la Galería Nacional en Costa Rica. Ha impartido cursos de arte en Suecia.

15arique

CESAR SANTOS

El primer tatuaje

Por siempre, óleo y creyones sobre lino, 60x40 pulg

Vecina de la puerta de al lado, óleo sobre lino, 36x28 pulg

Sonia Díaz Corrales

Detrás del vidrio Los elefantes rompen la cárcel de cristales que es mi casa. Como en un palacio de cristales caídos me he sentado en el trono desde donde mi casa se gobierna. He visto cómo los elefantes con sus orejas enormes abanican el vidrio de mi casa los vidrios astillados de mi mesa las vidrieras donde guardé mi corazón como un pájaro inmóvil casi exhausto. ¿Quién no tuvo tras los ojos una casa de espejismos para vivir el aire domesticado de los días? ¿Quién va y vuelve desfigurado entre láminas finísimas? Se vive entre cristales la inusitada transparencia la frustración de una libertad llena de límites y exabruptos llena de rotas paredes y tapiadas puertas. Se sueña con los ojos detenidos un sitio para irse donde no haya que tener este excesivo cuidado para no romper la casa con sólo el humo del aliento con el ligero roce de los pasos o el parpadeo o la caída de una lágrima. Tuve una casa que no pudo trasponer la pared del cuerpo apuntalada de agudos vidrios de dientes fabulosos.

Sonia Díaz Corrales

(Cabaiguán, 1964). Poeta y novelista. Ha publicado las novelas El hombre del vitral (2010) y El puente de los elefantes (2013), además de varios poemarios. Los poemas aquí presentados son parte de su cuaderno La hija del reo, en proceso de publicación por Ed. Letras Cubanas en La Habana. Reside en Islas Canarias desde 2001. Las ilustraciones del libro fueron hechas por Margarita García Alonso. Se reproducen algunos detalles de ellas a continuación.

arique18

Lástima no se puede tener al unísono una casa de cristal y una manada de elefantes cosas tan absolutamente necesarias y hermosas.

El Rey pide las manzanas de las Hespérides

Para Manuel Sosa

Estoy en medio de la calle he sido despojada literalmente apuñalada de un modo intrascendente y vulgar y mis heridas son heridas vulgares absolutamente oscuras y no sangran. He sido acusada de insomne de inferior y nacional de algo que para siempre está fuera del juego. He sido acusada por no comprender no aceptar no asirme. No hay orden de arresto contra mí saben que no puedo ir ahora a ningún sitio saben que tengo un hijo saben que estoy sosteniendo la impotencia como Hércules el cielo sólo por un rato.

Juicio oral Para mi padre, el reo

Sentada en el techo está la hija del reo dentro de su lagrimal canta un ave transparente. Cuando entran el juez y el silencio

19arique

el ave se pone de pie. La hija del reo examina su asco no canta no murmura espera que nazca el niño monstruoso de la infamia. Hay un hombre golpeando sin cesar hacia nosotros trata de hacernos ver la culpa como una espada la culpa de estar vivos la culpa de estar aquí la culpa de no saber cómo puede vivir este hombre de la culpa de los otros. La culpa de estar casi convencidos de nuestra culpa. La hija del reo molesta no sólo por el ave en el ojo está absolutamente muerta de asco pero el juez anda ocupado en algún sueño particular y dulce —o ligeramente dulce porque contrae su ojo bizco— nos mira extrañado como si acabara de descubrir un ave transparente en el ojo de la hija del reo un ave poco común peligrosa áspera amarga propia. Al juez ya nada le retiene aquí sólo la hija del reo. El juez multa al ave que no calla y le da un año al reo para pagar su culpa la de su hija la del ave toda la culpa que un ave transparente saliendo ligera del ojo de la hija del reo puede tener. arique20

Ena Columbié

Ena Columbié

Guantánamo, Cuba. Poeta, escritora y artista. Licenciada en Filología. Ha obtenido numerosos premios y publicado los libros: Dos cuentos (1987), El Exégeta (1995), Ripios y Epigramas (2001), Ripios (2006), Las Horas (2011), Solitar (2012), Isla (2012), Luces (2013) y La Luz que conduce a los poetas (2013) Obras suyas también se encuentran en antologías y publicaciones periódicas y seriadas. Codirige las editoriales, EntreRíos y AlphaBeta. Como pintora y fotógrafa ha expuesto en varios países de Latinoamérica, en EEUU y España. Ha colaborado en periódicos y revistas especializadas, así como ilustrando libros de otros escritores. Obras suyas se encuentran en galerías, colecciones privadas y museos. Reside en Miami, Florida. Fotografía: José Cuba

21arique

¡Ay de estos tiempos! pavorosas noticias nos disparan nos arrugan como seres vetustos. Trato de ser sabia y dejar pasar las horas quietamente suspendida en el aire imaginando una escena feliz donde dos cualesquiera se aman pero no puedo sé que al cruzar la calle está la soledad esperando como yo. Tengo la ciudad incrustada que turbulenta me obliga a esconderme a guarecerme en la cueva para evitar la mezcla con el zumo para no traicionar la voz. Soy una bestia y estoy más segura conmigo. En estos tiempos siniestros voy sin fuerza sin razón suficiente para hilvanar finales en un marasmo que arrebata. Son épocas sombrías que agobian y transforman la palabra que no dejan espacio a la bondad ni a la purga de errores. Días bochornosos sin expectación. La salvación está en apurar el trago para que la sangre circule tórrida y sentir el alma en comunión conmigo. El silbido del viento susurra desastres en mis oídos grito con voz vehemente que nada me atemoriza y la resonancia de mi voz choca contra el viento y retrocede hacia mí. Se quiebran las palabras y hay un rumor desolado que sopla mi voluntad.

Ya no tengo espíritu por eso mi rostro es árido porque la ira seca la turbación y la humedad de mis ojos. En algún intersticio se encuentra el gemido delatando el dolor perpetuo que se silencia con el trago.

L’Isla En las rocas hay una mujer mirando las puestas de sol, todas las tardes. Bioy Casares En la Isla hay una planicie donde existe un hall para turistas repisas de mármol verde espejos bolsillos que se llenan. Ventanas alabastros lijados por sudor columnas bombillas peceras hombres y mujeres sonriendo por las manos. En la Isla hay una parte honda donde encierran a los hombres construcciones angulares y piedras con puntas que hieren. Nada armoniza en el corredor de tantos ojos piso sobre piso techo sobre techo hombre sobre hombre sobre hombre. La Isla es una montaña por descubrir una usina abandonada de vidrios rotos rejas invisibles que provocan a Dios y una mujer que se empeña en ver las puestas de sol todas las tardes.

Leyéndola, siento que lo peor está por suceder; hay tartamudeo, no en el lenguaje, sino en el gesto siempre cavilador, que borra géneros y restituye a su cuerpo destartalado, la hermosura y los pedazos de vida sobre los que ha ido avanzando. Ésta es mi visión más exacta de lo que Ena Columbié, sepiamente, quiere dejar como testamento; la mejor fotografía es la que su origen ha ido socavando, ya en el imposible retroceso del tiempo, ya en el agónico paisaje donde lo que acaba reinando es “piso sobre piso/ techo sobre techo/ hombre sobre hombre sobre hombre”. Juan Carlos Valls Sepiamente, Prólogo a Sepia

arique22

Félix Anesio

Otoño en Tennessee Two roads diverge in a yellow wood R. Frost

Imágenes de Oro y Fuego en mi memoria. Y el vibrante recuerdo del aroma del viento. De un camino sinuoso en la montaña. Del sabor a vida de la leche más pura. Félix Anesio Guantánamo, Cuba, 1950. De este afán de ser indio para siempre. Ha publicado los libros de De contemplarlo todo como un niño. relatos Crónicas aldeanas y su version en inglés Y el canto del arroyuelo bajando apresurado A Tale of Two Villages, Ed. Voces de Hoy, 2011entre las piedras 2012 y el libro de poesía hacia este día de hoy La cosecha, Edit. Entre donde sólo anidan Líneas, EE.UU. 2103. Sus las ausencias. cuentos y poemas han sido Yace en mi mano la hoja de arce publicados en numerosas Oro y Fuego revistas literarias. antiguo atesorado en las páginas Sus poemas aparecen en de un álbum que evoca las antologías: Bojeo a la estas memorias. isla infinita, Ed. Betania, Sin advertir que para mí España y Publicaciones ya no habrá Entre Líneas, EE.UU. el otro otoño. 2013; Puede parecer un bosque, Edit. La Insula Barataria, Cuba 2014; Antología Poetas del siglo XXI, Editor Fernando Sabido, España; Balseros, Edit. Entre Líneas, 2015. Reside en Miami desde el año 2000. Fotografía: Ulises Regueiro

23arique

He vuelto a ver los ojos de mi padre La gaviota gira en círculos concéntricos en derredor nuestro, como si fuéramos el sol como si fuéramos la felicidad Mi padre me ha visto con sus ojos de tiempo en ese efímero instante dorado de la playa instante de salitre y espuma, ola tras ola, inmaculado

Su poesía se sustenta en La gaviota me mira fijamente y piensa (si es que acaso las gaviotas piensan): una filosofía donde los

vórtices son necesarios. La muerte pudiera figurar sobre su mano pero no en su corazón. La palabra que He visto un destello de emoción en su pupila asume es un mapa donde gualda. los territorios son tan preY antes que se marche hacia otro sitio me cisos como la felicidad. pregunto: Luis Manuel Pérez Boitel

El hombre es feliz en la leve eternidad del instante.

¿Por qué me miras Animal gaviota con los ojos tristes de mi padre?

Sus poemas han visto la luz en múltiples antologías y publicaciones de diversos países. Su poesía, atravesada por la melancoA Dylan Thomas, mi nieto menor lía, tiende al yo romántico —y al yo en definitiva, que es lo importante—, y así resulta sentenciosa, y tendenciosa. Se extingue la bondad en los jardines privados. Félix Luis Viera A.Fonseca Como Bécquer, Anesio Deja a los otros los trajines del Tiempo está en un mundo mucho y los vanos afanes que a nadie justifican más complejo que su tierra los desvelos de la víspera, los autos de lujo de nacimiento y nuevalas sábanas de 700 hilos, los triviales mente la salvación de la perfumes memoria le hace especular el confort del baño y el desayuno puntual sobre los tiempos atemperados. Primavera y no las acolchadas pantuflas, las envilecidas invierno. Gratis se queda marcas toda nueva sensación. y el altivo decir: Esto es lo mío y lo otro Lina de Feria también.

Visión de una vieja en harapos

La apropiación no se hizo para ella.

Bástale haber hallado un pedazo de papel mugroso y una pluma abandonada en un basurero de

un Banco como si fueran un tesoro: el espejo de una fuente

arique24

de la que han de brotar sus versos desmedidos su poema vital que quizás nadie entienda. Más eso no le importa, si es el fruto desollado de largas horas bajo el sol, bajo la lluvia y la ventisca en una parada del ómnibus que nunca ha de tomar.

Este es mi segundo cuaderno de poemas. Ardua ha sido la tarea de seleccionar los textos que lo integran y aunque los motivos de inspiración pueden parecer disímiles, en realidad, no obedecen más que a la reiteración de las obsesiones que, de algún modo, me han acompañado durante una vida preñada de avatares y sueños. Félix Anesio Félix Anesio, El ojo de la gaviota Editorial Betania (Dirigida por Felipe Lázaro) Colección Betania de Poesía Madrid, 2016

25arique

En una esquina del suroeste de Miami, bajo una sombrilla rota --como único refugio del espíritu-- brota la poesía como un manantial enajenado, entre la turbulencia del tráfico la contaminación, el reverberante asfalto, las luces de los semáforos que rigen la premura de los otros, las miradas esquivas de los otros de esos que, como yo, pretenden ignorar a una vieja harapienta que nos ofrece, como espléndido regalo, su vida en esencias con todo el fervor de los ungidos.

William Navarrete

IV Abajo tintinea el mercado navideño, cunden dorados, brillitos, gangarria festiva de un pueblo inanimado. Un ojo de vidrio, desde un reno de paja, me atraviesa el alma. Quiero tocar las agujas del abeto, saber si es treta china su verde escandaloso, contener la William arcada que provoca el olor de los azúcares y Navarrete almendras. Cuba, 1968. Reside en

París desde 1991. Estudió Historia del Arte en la Universidad de La Habana y Civilización Hispanoamericana en La Sorbonne, París. Colabora desde 1999 E venuto a mancare il caro e amato Giuseppe para El Nuevo Herald. Ha Chiotti, lo piangono la moglia Pina, i figli sido profesor, curador de Anna e Fabrizio, il genero Antonio i nipoti e arte y también traductor. parente tutti … Ha publicado más de 17 libros de ensayo, poesía y hasta quienes no puedan estar presentes. y narrativa, ha dirigido Nadie llorará al Giuseppe y el ojo del reno varias antologías y colec brillará más que nunca. ciones de literatura, y obHay un viejo que se empeña en añadir nieve tenido diversos premios. a la nieve. En francés ha escrito dos volúmenes sobre música cubana y varios ensayos, así como un Diccionario A José Triana insólito de Cuba (Ed. Cosmopole, París, 2014). Su Marie Duplessis se escurre entre las rejas poemario Edad de miedo del cementerio de Montmartre al frío recibió el premio Eugenio Florit. Es autor y viene a quejarse en el pub irlandés de la de las novelas La gema de esquina Cubagua (Madrid, 2011) de que unos africanos le mean las camelias, y Fugas (2015). Animal en cuando desandan entre las lápidas y cruces buscando abrigarse de la ciudad de los vivos. vilo es su tercer poemario.

La nieve es pura, un hurra en medio de tanta baratija, la musiquita, el din–don, la muerte que sonríe a quemarropa desde un obituario en papel:

La dama del pub

El tipo que sirve unas Guinness tras otras a una partida de borrachos asiduos

arique26

Los poemas aquí reproducidos pertenecen a Animal en vivo, una sinfonía poética con las cuatro estaciones de Vivaldi y cuatro lugares que han marcado el recorrido existencial de su autor. Los textos se agrupan en cuatro estaciones: invierno (Piemontanos), primavera (Pigalle), verano (Biscayne) y otoño (Azureños), que evocan cuatro plazas: el Piamonte italiano, el Pigalle parisino, la bahía de Biscayne en Miami y la Côte d’Azur, la Riviera francesa. El poemario ha sido ilustrado por Segundo Planes, artista cubano radicado en la ciudad mexicana de Monterrey.

27arique

quiere comerle con los ojos el entreseno pero le pone una jarra desbordante de espuma, un platico con chips y cacahuetes, y cuando la oye toser se cubre el rostro y le promete, tartamudo, avisar a los guardianes. Entonces Marie Duplessis da media vuelta, sin hacer ni puto caso a la cerveza y se dice que su mal no tiene cura.

Juan Ramón Jiménez en Coral Gables “Y ya muy tarde, ayer tarde oí hablarme a los árboles.” Juan Ramón Jiménez, Árboles hombres

Juan Ramón Jiménez se bajó del auto para comerse una hamburguesa en el drive–in recién inaugurado por un judío ruso de Manhattan en las lindes del Downtown. Ha alquilado una casita en Coral Gables, una de piel arrugada y palmera solitaria y se aburre como una ostra con el verdor perfecto de su césped y la sonrisa siempre cortés del vecino. Tiene fama de buscapleitos, se ha disgustado con sus congéneres y ahora la emprende con ese laberinto de calles de la engañosa España que ostentan de su patria solo nombres mal escritos y un rosario de rabia contenida. Entonces le hinca el diente a aquella cosa rebosante de ketchup y de onion rings que le sirve un muchacho uniformado mientras Zenobia se mira entretenida en el retrovisor del nuevo auto. Y en ese justo instante, cuando no se lo esperaba,

Juan Ramón entendió, por vez primera, que no tendría más casa en esta tierra que unas sórdidas marismas azuladas.

Moteles cerrados para María Ángeles Pérez López en plena cacería de bisontes.

Anduvo solo el hombre. Buscaba paz entre muchachas. Sosiego en unos labios generosos. En casa lo asedian mil dragones. De pronto un motel de mala muerte. Un neón rosado, una enseña vagabunda. La firme convicción en el olvido. El remedio contra el odio y la violencia. La solución final, el desahogo. El deseo quemándole por dentro. El recuerdo del cuerpo de una hembra. El cosquilleo feliz de aquella época. El mismo bulevar, el mismo árbol. Muros sin vida, luces apagadas. Ni un solo coche en el aparcadero. Las plantas secas, un mendigo en la negrura. Letal silencio de una ciudad muerta. Renuncia por decreto a los placeres. Leyes morales que tejen la locura. Un revólver tibio entre sus manos. La puerta de su casa aborrecida. La mueca de la esposa que lo espera. Un tiro…, dos, en medio del silencio.

La poesía de William Navarrete es la banda sonora de un universo desmoronándose en la melancolía: transcurren cuerpos inventando los instantes memorables de un hotel de mala muerte con romances enlazados con un revólver tibio entre las manos y conviviendo en la aspereza del asfalto y el paso firme de los tacones como un latido que excava en las márgenes del tiempo: Animal en vilo es un precipicio en el mar donde las aves podrían ser el nido de los autos en la orilla de un puente: un bosque frondoso con pájaros que visten la danza con los colores más sencillos como una isla perdida que silba en medio de la desesperanza y nos roba la tibieza de los cuerpos: pero que están ahí para indicarnos que debajo de las ruinas de este mundo sobrevive un poco de poesía: José Eugenio Sánchez arique28

F

Franco Rivero: Lecuona todo piano

ranco Rivero es pianista y oboísta, nacido en La Habana en 1982. Licenciado en Música -especialidad en piano- realizó estudios en los conservatorios Alejandro García Caturla de La Habana y Las Rosas, en Morelia, México. Es autor de más de cien composiciones musicales, entre ellas la Suite cubana para piano y orquesta presentada en el Festival Internacional de Música de Morelia en 2006.

En su carrera como concertista ha dedicado ciclos autorales a Chopin, Beethoven, Liszt, Rachmaninoff, Scriabin, Albéniz, Schuman, Mozart y Lecuona. Como pianista de cámara desde ha interpretado a compositores como Bach, Loillet, Vivaldi, Marcello, Haendel, Mozart, Beethoven, Ponchielli, Rossini, Nielsen, Pasculli, Kalliwoda, Schumann, Saint-Saenz y otros del Siglo XX como Bozza, Debussy, Poulenc y Piazzola.

Su trabajo sobre Lecuona mereció el Premio Cubadisco 2013, patrocinado por el Instituto Cubano de la Música. Lecuona todo piano recoge en cinco álbumes más de cien obras del eminente músico cubano, muchas de ellas grabadas a partir de transcripciones para piano de otras obras de Lecuona, de copias manuscritas, de rollos para pianola hechos por él y hasta de transcripciones de maestros que ejecutaron su música, como el norteamericano Thomas Tirino. A la enorme labor de rescatar y promocionar toda la obra de Lecuona dispersa en conservatorios, bibliotecas, museos, colecciones particulares y otros sitios, una buena parte de ella inédita o poco conocida, ha dedicado Franco el trabajo de sus últimos años. Hace poco, en La Habana, nos dijo:

29arique

Te puedo contar un poco de lo que estoy haciendo de hace dos años hasta ahora, y desde hace dos años hasta ahora por lo ambicioso del proyecto: es rescatar la obra de ese gran cubano universal que fue el maestro Ernesto Lecuona. Ya se hizo una obra para piano que constituyen cinco CDs contentivos de 120 obras del maestro Lecuona y ahora me encuentro inmerso en rescatar la impresión fotográfica de la obra para voz y piano. Todo es trabajo de años: estamos hablando de cientos de obras, sí sabemos que Lecuona está ahí, pero se conocen muy pocas, se conoce Siboney, se conoce Damisela encantadora, se conoce La comparsa... pero estamos hablando de un catálogo muy amplio, de cientos de obras y de un catálogo que nunca ha sido reunido en una sola institución, en una sola biblioteca. Hemos tenido que ir haciendo una especie de investigación, de exploración, a través de diferentes instituciones para dar de nuevo a conocer todo ese tesoro, esa mina de oro que hay allí, que es la obra completa de Lecuona, devolverla de manera viviente a través de la música misma a la cultura hispana. Franco ha ejecutado conciertos acompañando coros e instrumentistas, solistas de cuerdas, de vientos y en conjuntos de cámara como tríos, cuartetos y quintetos, entre ellos con el oboísta Jorge Rivero, con la cantante Lupita Leal -donde abordó varios ciclos de la cancionística de Manuel M. Ponce y Ernesto Lecuona-, y la poeta Carilda Oliver Labra. Raúl Tápanes López

arique30

Arriba: Sierva de la reina. Abajo: Las mujeres que soy. Ilustraciones de Margarita García Alonso para el libro La hija del reo, de Sonia Díaz Corrales.