51 EL LIBRO DE LAS CONDICIONES I - Los términos y condiciones de las dotes en los contratos de matrimonio II - Las condiciones que no están permitidas en los castigos prescritos por Allah III - Las estipulaciones en un contrato de siembra compartida IV - Las condiciones del Ÿihâd, los tratados con los incrédulos hostiles y la escritura de condiciones V - Qué condiciones son lícitas y las excepciones en las decisiones

EL LIBRO DE LAS CONDICIONES I LOS TÉRMINOS Y CONDICIONES DE LAS DOTES EN LOS CONTRATOS DE MATRIMONIO

1189. 'Uqba bin 'Âmîr dijo: 'El Mensajero de Allah (saws) dijo: «De todas las condiciones que debéis cumplir, las condiciones que os permiten acceder a las relaciones sexuales (el contrato de matrimonio) son las que más derecho tienen de ser cumplidas»'.

II LAS CONDICIONES QUE NO ESTÁN PERMITIDAS EN LOS CASTIGOS PRESCRITOS POR ALLAH

1190. Abû Huraira y Zayd bin Jâlid (Al Ÿuhani) dijeron: 'Un beduino se presentó ante el Mensajero de Allah (saws) y dijo: ¡Mensajero de Allah (saws)! Te pido por Allah que nos juzgues según el Libro de Allah'. Su litigante, que era más culto, dijo: 'Sí, juzga entre nosotros según el Libro de Allah y permíteme hablar'. El Mensajero de Allah (saws) dijo: «Di», El hombre dijo: 'Mi hijo era obrero de este hombre y fornicó con su mujer. La gente me dijo que mi hijo debía ser apedreado hasta la muerte, por eso le pagué como rescate por mi hijo cien ovejas y una esclava, después pregunté a la gente de conocimiento y me dijeron que mi hijo sólo debía recibir cien azotes y ser exiliado un año, y que la esposa de este hombre debía ser apedreada hasta morir', El Mensajero de Allah (saws) dijo entonces: « iPor aquél que tiene mi alma en Su mano! Juzgaré entre vosotros según el Libro de Allah: La esclava y el rebaño se te devolverán. Tu hijo recibirá cien azotes y será exiliado un año. ¡Unays! Ve a buscar a la mujer de este hombre; si confiesa apedreadla». Y Unays fue por ella y ella confesó; así que el Mensajero de Allah (saws) ordenó que se la apedree'.

III LAS ESTIPULACIONES EN UN CONTRATO DE SIEMBRA COMPARTIDA

1191. 'Abdullah bin 'Omar relató: 'Cuando la gente de Jaybar dislocó las extremidades de 'Abdullah bin 'Omar, 'Omar se levantó y pronunció el siguiente discurso: 'Ciertamente, el Mensajero de Allah (saws) hizo un trato con los judíos de Jaybar sobre sus propiedades; les dijo: «Os permitiremos quedaros mientras Allah os lo permita». 'Abdullah bin 'Omar salió a ver sus propiedades allí y fue atacado por la noche; le dislocaron los brazos y las piernas. No tenemos otros enemigos allí sino los judíos. Ellos son nuestros enemigos y de ellos sospechamos. Pienso que debo exiliarlos'. Cuando 'Omar decidió ejecutar su decisión vino uno de los Banu Abî Al Huqayq y le dijo: '¡Emir de los Creyentes! ¿Nos expulsas siendo que Muhammad nos permitió quedarnos haciéndonos un trato sobre nuestras propiedades y aceptando aquello como condición para nuestra residencia?' 'Umar dijo: '¿Piensas que olvidé las palabras del Mensajero de Allah (saws): «¡Qué será de ti cuando se te expulse de Jaybar y tu camello te transporte noche tras noche!»?' El judío dijo: 'Esa era una broma de Abû Al Qâsim'. 'Omar le dijo: 'Has mentido enemigo de Allah' y los expulsó. Les pagó sus propiedades en frutos, dinero, bienes, cuerdas, sillas para los camellos y otras cosas'.

IV LAS CONDICIONES DEL ŸIHÂD, LOS TRATADOS CON LOS INCRÉDULOS HOSTILES Y LA ESCRITURA DE CONDICIONES

1192. Al Miswar bin Majrama y Marwân dijeron: 'El Profeta (saws) salió en la época del tratado de Al Hudaibîa. Después de haber recorrido cierta distancia, el Profeta (saws) dijo: «Jâlid bin Al Walîd está al frente de la caballería que forma la vanguardia (de Quraysh); nos está esperando en Al Gamîm así que tomad el camino de la derecha». ¡Por Allah! Jâlid no percibió la llegada del ejército musulmán hasta que le llegó el polvo que levantaba; entonces partió para avisar a Quraysh. El Profeta (saws) marchó hasta que llegó al paso de montaña por el cual llegaba a Quraysh. Allí la camella del Profeta (saws) se sentó en el suelo. La gente hizo lo que pudo para que la camella siga la marcha pero fue en vano; así que dijeron: 'Al Qaswâ' está terca; Al Qaswâ' está terca'. El Profeta (saws) dijo: «Al Qaswâ' no está terca, pues esa no es su costumbre; la ha detenido el que detuvo al elefante». Luego dijo: «¡Por Aquél que tiene mi alma en Su mano! Todo lo que me pidan les concederé, siempre que respete las leyes de Allah»; azuzó a la camella y esta se levantó. El Profeta (saws) cambió su camino y se detuvo en la parte más lejana de Al Hudaibîa, cerca de un pozo que contenía un poco de agua. La gente empezó a hacer uso del agua hasta que la consumieron toda y se quejaron ante el Profeta (saws) por la sed. Entonces el Profeta (saws) sacó una flecha de su carcaj y les ordenó que la pongan en el pozo. El agua empezó a fluir y el ejército todo bebió hasta quedar satisfechos. En eso llegó Budayl bin Warqâ' Al Juzâ'i con un grupo de su gente de Juzâ'a. Estos eran sinceros consejeros del Mensajero de Allah (saws), no le esconderían secreto alguno y eran de la gente de Tihâma. Budayl dijo: 'Dejé a Ka'b bin Lu'ayy y a 'Amir bin Lu'ayy acampados en las aguas de Al Hudaibîa; están con sus camellos (o familias) y te combatirán para impedirte que visites la Ka'ba'. El Mensajero de Allah (saws) dijo: «No hemos venido a combatir a nadie; hemos venido para hacer la 'umra. Ciertamente que la guerra ha debilitado a Quraysh y han sufrido grandes pérdidas; si ellos desean puedo firmar con ellos una tregua temporal; para que no se interpongan entre mí y la gente (de las demás tribus árabes). Si yo salgo victorioso frente a esos incrédulos, ellos tendrán la opción de islamizarse con las demás tribus; y si no: Pues tendrán, por lo menos, tiempo de reforzarse para luchar. Pero, si rechazan la tregua, ¡Por quien tiene mi alma en Su mano! los combatiré por mi causa hasta morir, pero Allah seguramente hará cumplir Su voluntad (y nos dará la victoria)». Budayl dijo: 'Les informaré lo que dices'. Y partió hasta llegar ante Quraysh; les dijo: 'Venimos ante vosotros de este hombre (Muhammad) y le oímos decir cosas que si queréis os relataremos'. Dijeron los insensatos de Quraysh: 'No tenemos necesidad de que nos informes lo que ha dicho' y los más sensatos le dijeron: 'Dinos lo que oíste' y él les respondió: 'Le oí decir tal y tal cosa', y les relató lo que le dijo el Profeta (saws). Entonces, 'Urwa bin Mas’ûd se levantó y dijo: '¡Oh gente! ¿No sois los hijos? ¿No soy el padre?' Dijeron: 'Claro que sí'. Dijo: '¿Desconfiáis de mi?' Dijeron: 'No'. Dijo: '¿Sabéis que yo solicité a la gente de 'Ukâz que os socorran y, cuando ellos se negaron, vine a vosotros con mi familia, mis hijos y los que me obedecen?' Dijeron: 'Claro que sí'. Dijo: 'Pues este hombre os ha presentado una propuesta razonable; aceptadla y dejad que vaya a él'. Dijeron: 'Ve ante él'. 'Urwa fue ante el Profeta (saws) y se entrevistó con él. El Profeta (saws) le dijo lo mismo que dijo a Budayl. Entonces 'Urwa dijo: '¡Muhammad! ¿No tienes escrúpulos para cortar así los lazos de parentesco? ¿Has oído, acaso, de algún árabe que haya roto relaciones con su familia antes que tú lo hagas? Y si te azota la derrota, ¡Por Allah! No veo gente digna (contigo) sino que veo gente de varias tribus que huirían y te dejarían solo'. Abû Bakr le dijo: '¡Húndete en la ignominia! ¿Nosotros huiremos y lo dejaremos?' 'Urwa preguntó: '¿Quién es este hombre?' Le dijeron: 'Es Abû Bakr'; entonces dijo a Abû Bakr: 'Si no fuera que tú me hiciste un favor y yo no te lo he devuelto te respondería'. Y 'Urwa siguió hablando al Profeta (saws); y le tomaba de la barba mientras le hablaba. Al Mugîra bin Shu'ba estaba de pie detrás del Profeta (saws) con una

espada en su mano y vistiendo un casco; cada vez que 'Urwa quería tomar la barba del Profeta (saws) con su mano Al Mugîra le golpeaba la mano con el mango de la espada y le decía: 'Quita tu mano de la barba del Mensajero de Allah (saws)’. 'Urwa levantó la cabeza y dijo: '¿Quién es éste?' Le dijeron: 'Al Mugîra bin Shu'ba'. Dijo: '¡Oye traicionero! ¿Acaso no estoy procurando evitar el mal de tu traición?' Y es que Al Mugîra había acompañado a unas personas antes de islamizarse; los mató a todos y luego se islamizó. El Profeta (saws) le dijo: «Acepto tu islamización; pero los bienes que tomaste no quiero tener nada que ver con ellos». Luego 'Urwa empezó a observar con atención a los sahabas del Mensajero de Allah (saws). ¡Por Allah! Siempre que el Mensajero de Allah (saws) escupía estaba la mano de uno de ellos para recibir el esputo y luego frotarse con él su cara y su piel. Si les ordenaba algo se apresuraban a cumplir sus órdenes. Cuando se hacía la ablución casi peleaban por recoger el resto del agua que usaba. Cuando hablaba ellos bajaban la voz y no osaban levantar su mirada hasta él en veneración. Cuando 'Urwa volvió a su gente les dijo: '¡Oh gente! ¡Por Allah! Yo formé parte de delegaciones al César, a Cosroes y al Negus, ¡Y por Allah! No he visto rey alguno tan venerado como la gente de Muhammad (saws) venera a Muhammad (saws). ¡Por Allah! Si escupe está la mano de uno de sus sahabas para recoger el esputo y frotárselo por el rostro y la piel. Si les ordena algo se apresuran a cumplirlo y si hace la ablución ellos casi se pelean por recoger los restos del agua que usa. Cuando habla ellos bajan la voz cerca de él y no lo miran directamente por veneración. Él os ha presentado una oferta razonable, así que aceptadla'. Un hombre de la tribu Banu Kinâna dijo: 'Dejad que yo vaya a él'. Le dijeron: 'Puedes ir'. Cuando estuvo a la vista del Profeta (saws) y de sus sahabas, el Mensajero de Allah (saws) dijo: «Este es fulano y es de una gente que venera los animales del sacrificio así que traed los animales que son ofrenda de sacrificio ante él». Al llegar vio los animales y la gente lo recibió entonando la talbiya. Cuando vio eso dijo: '¡Glorificado sea Allah! No es correcto que a esta gente se le impida visitar la Casa Sagrada'. Cuando volvió a su gente, les dijo: 'Ví los animales engalanados (con cintas de colores) y consagrados (con marcas en sus lomos). Así es que no creo que sea correcto prohibirles visitar la Casa Sagrada'. Entonces se levantó un hombre llamado Mikraz bin Hafs y dijo: 'Dejadme ir ante él'. Le dijeron: 'Puedes ir'. Cuando lo vieron llegar el Profeta (saws) dijo: «Ese es Mikraz, es un hombre viciado». Cuando Mikraz empezó a conversar con el Profeta (saws) llegó Suhayl bin 'Amrû y el Profeta (saws) dijo: «Ahora se ha puesto fácil el asunto». Suhayl dijo: 'Ven y concretemos un acuerdo escrito'. El Profeta (saws) llamó a su escriba y le dijo: «Escribe: En el nombre de Allah, el Clemente, el Misericordioso», Suhayl dijo: 'Eso de'...el Clemente... no sé qué significa; así que escribe: 'En Tu nombre ¡Oh Allah!' como hacías antes'. Los musulmanes dijeron: 'No ¡Por Allah! Sólo escribiremos: 'En el nombre de Allah, el Clemente, el Misericordioso’. El Profeta (saws) dijo: «Escribid: 'En Tu nombre ¡Oh Allah!'», Luego dijo: (Escribe) «Esto dictamina Muhammad, Mensajero de Allah», Suhayl dijo: '¡Por Allah! Si supiéramos que tú eres el Mensajero de Allah no te prohibiríamos la entrada a la Casa Sagrada ni te combatiríamos; pero escribe: 'Muhammad, hijo de 'Abdullah'. El Mensajero de Allah (saws) dijo: «'¡Por Allah! Soy Mensajero de Allah aunque me desmintáis; escribe: Muhammad hijo de 'Abdullah»; luego dijo: «La condición es que nos permitáis entrar en la Casa Sagrada». Suhayl dijo: '¡Por Allah! Los árabes no podrán decir que nos obligaron; sin embargo te dejaremos hacer eso el año próximo' y así se escribió. Después dijo Suhayl: 'Y con la condición de que, si te llega alguien de los nuestros, deberás devolverlo a nosotros, aunque sea musulmán'. Los musulmanes dijeron: '¡Alabado sea Allah! ¿Cómo lo devolveremos a los politeístas si llega como musulmán? En ese momento entró Abû Ÿandal bin Suhayl bin 'Amrû tambaleándose con sus ataduras y cayó entre los musulmanes después de salir de la parte baja de Makka. Suhayl dijo: 'Este Muhammad es el primero que me devolverás por esta condición'. El Profeta (saws) dijo: «Aún no hemos terminado de escribir el acuerdo». Suhayl dijo: 'Entonces no hago ningún acuerdo contigo nunca'. El Profeta (saws) dijo: «Déjamelo pues». Dijo: 'No te lo dejo'. El Profeta (saws) dijo: «Claro que sí, hazlo», Suhayl dijo: '¡No lo haré!'. Mikraz dijo: 'Pues sí, te lo dejamos' (pero Suhayl se mantuvo firme), Abû Ÿandal dijo: '¡Musulmanes! ¿Seré devuelto a los politeístas a

pesar de haber venido como musulmán? ¿No veis lo que sufrí?' Pues él había sufrido una dura tortura por la causa de Allah'. 'Umar bin Al Jattâb dijo: 'Entonces fui ante el Profeta (saws) de Allah y le dije: '¿Acaso no eres verdaderamente el Profeta (saws) de Allah?' Él dijo: «Claro que sí». Le dije: '¿Acaso no tenemos la razón y nuestro enemigo está en el error?'. Él dijo: «Claro que sí». Dije: '¿Entonces por qué debemos ser humillados en nuestra religión?'. El dijo: «Yo soy el Mensajero de Allah (saws) y no Le desobedeceré; Él me dará la victoria». Dije: '¿Acaso no nos decías que iríamos a la Casa Sagrada y que la circunvalaríamos?'. Dijo: «Claro que sí ¿Pero te dije que iríamos a ella este año?». Dije: 'No'. Dijo: «Pues en verdad que irás a la Casa Sagrada y la circunvalarás». Y fui ante Abû Bakr y le dije: '¿Acaso no es él verdaderamente el Profeta (saws) de Allah?' Dijo: 'Claro que sí', Dije: '¿Acaso no tenemos la razón y nuestro enemigo está en el error?' Dijo: 'Claro que sí'. Dije: '¿Entonces por qué debemos ser humillados en nuestra religión?'. Dijo: '¡Oye hombre! Él es el Mensajero de Allah (saws) y no va a desobedecer a su Señor y Él le dará la victoria; así que aférrate a él, pues él ¡Por Allah! Está en lo cierto'. Dije: '¿Acaso no nos decía que iríamos a la Casa Sagrada y que la circunvalaríamos?'. Dijo: 'Claro que sí ¿Pero te dijo acaso que irías allí en este año?'. Dije: 'No'. Dijo: 'Pues con seguridad que tú irás allí y la circunvalarás'. Hice muchas buenas obras para expiar esas preguntas impropias que les hice'. Cuando la escritura del tratado se concluyó, el Mensajero de Allah (saws) dijo a sus sahabas: «Levantaos; sacrificad las ofrendas y rapaos». Y ¡Por Allah! Ningún hombre de ellos se levantó hasta que repitió sus palabras tres veces. En vista de que no le obedecían él entró a ver a Umm Salama y le mencionó lo que hacía la gente, Umm Salama le dijo: '¡Profeta (saws) de Allah! ¿Quieres que tu orden sea obedecida? Sal sin decirles palabra alguna; sacrifica tu ofrenda y llama a alguien para que te afeite la cabeza'. El Profeta (saws) salió sin decirles nada hasta hacer eso; sacrificó su ofrenda y llamó a alguien para que le afeite la cabeza. Cuando los sahabas vieron aquello, se levantaron y sacrificaron sus ofrendas y empezaron a afeitarse unos a otros, con tal prisa que casi se matan unos a otros. Luego llegaron ante el Profeta (saws) algunas mujeres creyentes y Allah hizo descender: ¡Creyentes! Cuando vengan a vosotros mujeres creyentes que hayan emigrado ¡examinadlas! Allah conoce bien su fe. Si comprobáis que de verdad son creyentes, no las devolváis a los infieles: Ellas no son lícitas para ellos ni ellos son lícitos para ellas. ¡Reembolsadles lo que hayan gastado! No tenéis nada que reprocharas si os casáis con ellas, con tal que les entreguéis su dote. Pero no retengáis a las incrédulas... (60:10). Entonces 'Umar divorció a dos de sus esposas que eran politeístas. Una de ellas se casó con Mu’âwiya bin Abî Sufiân y la otra se casó con Safwân bin Umayya. Cuando el Profeta (saws) volvió a Medina, llegó ante él Abû Basîr, un hombre qurayshí que era musulmán. Enviaron dos hombres a buscarlo; dijeron: '(Cumple) el compromiso que nos diste'. El Profeta (saws) se los entregó y salieron llevándoselo hasta que llegaron a Dhul Hulayfa. Allí se detuvieron para comer unos dátiles que traían, Abû Basîr dijo a uno de los hombres: '¡Por Allah! Yo veo que tu espada fulano es muy buena'. El hombre la sacó y dijo: 'Claro que sí ¡Por Allah que es buena! Y la he probado muchas veces', Abû Basîr le dijo: 'Muéstramela para que la vea'. El hombre se la alcanzó y Abû Basîr lo golpeó con ella hasta que quedó frío. El otro hombre huyó hasta que llegó a Medina y entró apresuradamente a la mezquita. El Profeta (saws) dijo cuando lo vio: «Este ha visto algo espantoso». Cuando el hombre llegó hasta el Profeta (saws), le dijo: '¡Por Allah! ¡Mi compañero fue muerto y yo también casi muero!' En eso, llegó Abû Basîr y dijo: '¡Profeta de Allah! Allah salvó tu palabra y responsabilidad ¡Por Allah! Tú me entregaste a ellos y después Allah me salvó de ellos'. El Profeta (saws) dijo: «¡Ay de su madre! ¡Que excelente provocador de guerras sería si tuviera alguien que lo apoye!» Cuando Abû Basîr oyó aquello y entendió que el Profeta (saws) lo devolvería a Quraysh; así que huyó hasta que llegó a la costa del mar. Tiempo después, Abû Ÿandal logra escapar de Quraysh y se une a Abû Basîr. Y sucedió que todo hombre musulmán que huía de Quraysh se unía a Abû Basîr, hasta que formaron un contingente. ¡Por Allah!

Cuando oían de una caravana de Quraysh que iba hacia Al Shâm la atacaban, mataban a la gente y tomaban sus pertenencias. Quraysh mandó decir al Profeta (saws), apelando a Allah y la relación familiar, que mande llamar a Abû Basîr y que todo aquél que llegue a Medina se quedará allí en seguridad. Así que el Profeta (saws) mandó llamar a la gente de Abû Basîr. Entonces Allah hizo descender: Él es quien, en el valle de Makka, retiró de vosotros sus manos y de ellos vuestras manos (evitó que combatáis), luego de haberos dado la victoria sobre ellos, Allah ve bien lo que hacéis. Son ellos los que os apartaron de la Mezquita Sagrada... cuando los incrédulos, dejándose llevar por su fanatismo, el fanatismo propio de la Ignorancia... (48:24-26) y su fanatismo era tal que se negaron a reconocer que Muhammad era Profeta de Allah, se negaron a escribir: 'Allah, el Clemente, el Misericordioso' e impidieron a los musulmanes visitar la Casa Sagrada.

V QUÉ CONDICIONES SON LÍCITAS Y LAS EXCEPCIONES EN LAS DECISIONES

1193. Abû Huraira relató que el Mensajero de Allah (saws) dijo: «En verdad, Allah tiene noventa y nueve nombres, cien menos uno; quien los cuenta (creyendo en su significado) entrará en el Paraíso».