Valerio Albisetti

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Reír con el corazón

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Prefacio

Sin mis lectores aficionados no podría seguir siendo escritor. Desde la publicación de Para ser felices, que actual­ mente ha alcanzado ya su décima edición y que, no sin orgullo, puedo considerar mi best seller personal, se ha ido formando un público que no disminuye, sino que au­menta gradualmente cada año, apoya y comparte los libros que escribo. Y se va formando, me parece, haciendo correr la voz, pues yo no cuento con apoyos publicitarios o pro­ mocionales de tipo televisivo o periodístico. Gracias de todo corazón, apreciados y amados lectores. Que me dan la fuerza de seguir escribiendo cuando estoy por perderla. Que siguen siéndome fieles en un mundo que los incita a no serlo. Gracias por permitirme que comparta con ustedes todo lo que sé sobre todo lo que soy, y así durante tantos años, que parecen infinitos en una cultura como la actual, estúpidamente arrogante y superficial, en la que se lee poco y mal o no se lee, y cuyos títulos duran igual que un temporal de verano. 7

¿Saben? Me di cuenta de que los tengo en mi corazón. No creo en la casualidad. Cada año, en el mundo, se publican casi un millón de libros. Entre todos los libros que ustedes podrían leer, tienen ahora éste en sus manos. Debe haber alguna razón. Que ustedes descubrirán cuando hayan leído este libro y cerrado los ojos para sentir su eco en el corazón. En los dos últimos libros, El viaje de la vida y ¿Ser ami­ gos o tener amigos? he explicado que, en el punto de la vida a que he llegado, todo pertenece a Dios, todo vuelve a él. Quizás en un tiempo, cuando los mitos y la búsqueda del sentido de uno mismo y del mundo eran aún reales, el mal, los sufrimientos, los fracasos podían ser considera­ dos excepciones y la vida podía ser llevada con serenidad a través del sentido de la responsabilidad y del temor de Dios. Ahora, en el tercer milenio, ya no es así. La búsqueda se ha vuelto más individual, más personal, más difícil, porque nos sentimos solos en la bús­queda de señales, de indicaciones que nos ayudan a estar serenos, a encontrar un significado en un mundo que se ha vuelto confuso y superficial, en una vida dura y dolorosa, pero aún más fascinante. Con este libro quisiera que ustedes recobraran la esperanza. 8

Todo tiene un sentido. Dios está en cada cosa para hablarnos, para amarnos, para bendecirnos. Puede tratarse de una alegría, de una tragedia, de una quiebra. Es la forma como reaccionamos a lo que nos su­ cede lo que determina el curso de nuestra vida. Este libro es hijo de Para ser felices, que fue escrito ha­ce ya diez años, cuando aún no estaban de moda co­mo hoy el optimismo y la espiritualidad, pero que parece sa­lido hace pocos meses, por lo fresco que se muestra. Parece sin tiempo. Eterno. Este, en cambio, viene publicado después de El via­je de la vida, pero posiblemente debiera ser leído antes. Jun­ to con ¿Ser amigos o tener amigos?, es complementa­rio y preparatorio para El viaje de la vida. Esta trilogía, junto con Para ser felices, completa por el momento y como testimonio del periodo recién vi­vi­do por mí, la visión personalista, psicoespiritual, optimis­ta del ser humano. Son libros aptos sobre todo para los pescadores de sen­ tido, como lo son mis lectores más adictos, que co­rren la voz, que están siempre abiertos al aprendizaje y a la con­ versión, que están siempre en camino, personas no com­ placidas de sí mismas, no arrogantes, no presuntuosas. Recibo centenares de sus cartas, a las que casi nun­ca puedo responder por los largos viajes que me llevan a dis­ tintas partes del mundo, pero a las que he dedicado lo que considero uno de mis libros más complejos y maduros: El viaje de la vida. 9

Siempre he tratado de enseñar a quien me lee que es fundamental ver, verlo todo y hasta el fondo, que la bús­ queda es real y que detrás de la tragedia siempre hay es­­ peranza y sentido. Los errores son casi siempre misterio y se resuelven con el tiempo. Todo tiene sentido. No existen callejuelas ciegas, muros infranqueables, su­ frimientos, incluso los más inauditos y sin expli­cación, sin esperanza, ni tiempo perdido. No hay personas o he­chos inútiles, carentes de significado. Y el lenguaje que siempre traté de emplear, siempre quiso ser sencillo, grávido, intenso, fuerte, lleno de ener­ gía y de vida. Terapéutico y profético. Creo haber inventado una nueva manera de escribir. Reducida a la mínima expresión. Esencial y profunda. Posiblemente más apta para ser mal interpretada, en particular por los que detentan los diferentes pode­res, cul­ tural, político, económico. Porque el tiempo en que vi­vo ya no produce más, ni toma en consideración a a­ ­­quellos que yo llamo héroes, personas que saben reír con el corazón, personas que hu­ mildemente, de manera por lo general silenciosa y anóni­ ma, tratan de ser portadores de su propia historia perso­ nal, que tienen el valor de entrar en sí mismas asumiendo la responsabilidad de todo aquello, bien o mal, que allí descubren. 10

En este viaje heroico, y no en los sueños ni en las ilu­ siones, hallan su autonomía. No se lamentan, no llo­riquean por sus heridas, sus dolores, sus sufrimientos, si­no que los confían a Dios. Consideran sagradas sus heridas. Buena lectura. ¡Ah! Me olvidaba decirles que este libro es un libro querido expresamente ligero. Autoirónico. Un soplo de aire fresco. Un libro para aprender a reír con espontaneidad. A reír con el corazón. A tener un corazón ligero.

11

1.

Granitos de alegría en todas partes

Hacía tiempo que pensaba poder escribir la conti­ nuación de mi primer libro, Voluntad de sanar, en el que se cuenta lo vivido por un joven enfermo de cáncer, porque, al volver a pensar en aquel período, lo extraño muchísimo. Durante la lucha que tuve que librar para sobrevivir e incluso después de haberla vencido, durante varios años, siempre sentí dentro de mí una gran fuerza, un poderoso deseo de vivir. Hoy día pienso, igual que entonces, que sólo saber tener que morir te da la fuerza para vivir inten­ samente, suceda lo que suceda. No te hace perder tiempo. Te hace valorizar las cosas pequeñas. Las más anónimas. Te hace respetar a los demás. Te prepara para vivir las crisis, los dolores, los sufri­ mientos. Te hace vivir este día como si fuera el último, porque has comprendido que tu tiempo no es ilimitado. 15

Índice

Prefacio

7

Primera parte

Creer en la vida

13



1. Granitos de alegría en todas partes

15



2. Traumas que realizan sueños Mi verdadera vocación

21 22

Cambiar de actitud

24



3. Puedes transformar la tristeza

25



4. Yo soy como tú

27 29

Quisiera morir riendo con el corazón

Segunda parte

Debilitar los pensamientos negativos

33



1. ¿Estás bien seguro de querer un corazón alegre? 35



2. Los drogados de la infelicidad

39



3. El Occidente ya no sabe reír

43



4. Drogados de optimismo

Me dan ganas de reír al pensar que no puedo hacerlo

47



5. Expresa tus emociones



6. Los sufrimientos como lecciones de vida



7. Reír con el corazón ayuda a renacer

63 64

8. Yo sufría por cosas que no eran mías

67 68



51

55 Ánimo... 58 Puede ayudarte a renacer Lavar a menudo la mente

Si sabes reír con el corazón nunca serás viejo

45



71



1. Siempre es posible cambiar

73



2. ¡Como sea, sonríe a la vida! 3. ¿Aún aficionado al sufrimiento?

81



4. El pesimismo se extiende, sin embargo yo río

89 92



5. El camino de lo físico

Reír hace bien al cuerpo y al alma

87

Reír con el corazón, contra el estrés cotidiano

95 100

Reír con el corazón desintoxica también el organismo

102

Reír con el corazón ahuyenta los complejos de inferioridad y de culpa

105

109

Cuarta parte

Orgullosos de nuestra singularidad

113



1. Cómo ubicarse en el diario vivir

115



2. Llegar a ser protagonistas de nuestra propia vida 117



3. Suéltate: Di “sí” a ti mismo

121



4. Teoría de los errores Gracias, errores

125 125

Reír de corazón contra una sociedad idealista y omnipotente

127

Te sientes poca cosa

128

Tercera parte

Un asunto de elección

6. ¿Estás seguro de ser realmente tú mismo?

106



5. Trabajar con la propia debilidad

135



6. Reír amortigua los golpes bajos de la vida

139



7. ¡Saca, en vez de agregar!

141

Quinta parte

Las relaciones con los demás

143



145

1. Evitar las comparaciones 2. Dime qué respuesta das 3. Reír con el corazón es la justa medida

151 157

En relación con uno mismo

157

En relación con los demás

158



4. Reír con el corazón ayuda a superar el miedo

161



5. Reír con el corazón mata la dependencia

169



6. Ábrete

173



7. Reír con el corazón para vivir realmente

175



8. Alguien más grande

Un creyente no puede ser pesimista

181 181

Juntar mis pedazos

182

Quien sabe reír con el corazón cree que el mundo es bueno

183

Creer ayuda

184

El lugar de la verdadera autoestima

185



9. Conclusión Un saludo

187 187

Valerio Albisetti es una de las fi­guras más significativas del psicoaná­ lisis contemporáneo. Profesor universitario y conferen­ cis­ta internacional, es autor de nume­ rosos libros, auténticos best sellers en el ámbito de la psicoespiritualidad, tra­ ducidos a diferentes idiomas.