24 Lecciones de Ajedrez

24 Lecciones de Ajedrez Por Gary Kasparov Introd cción Estimados lectores: En muchas cartas a la redacción, ustedes solícítan abrir en la revista "El ...
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24 Lecciones de Ajedrez Por Gary Kasparov Introd cción Estimados lectores: En muchas cartas a la redacción, ustedes solícítan abrir en la revista "El deporte en la URSS" una sección donde algún gran maestro conocido, en forma popular, accesible, haga conocer a los aficionados al ajedrez las aperturas más difundidas, elementos del medio juego y final, combinaciones típicas en todas las fases. Cumpliendo sus pedidos abrimos en la revista una escuela de ajedrez, en la que enseñará Garri Kasparov. Él es gran maestro internacional, nació el 13 de abrd de 1963 en Bakú. Campeón mundial juvenif en 1980, campeón de fa Olimpiada Mundial en 1982, campeón europeo en 1980 y 1983, campeón nacional en 1982, ganador del torneo interzonal de Moscú, Premio Osear al mejor ajedrecista del orbe en 1982. En las clases de nuestra escuela de ajedrez de dos años, Garri Kasparov explicará a Jos lectores la estrategia y táctica de apertura, mediojuego y final, mostrará con ejemplos concretos de la práctica de mejores grandes maestros del planeta cómo se crean y realizan combinaciones de ajedrez, etc. Esperamos que las recomendaciones del notable gran maestro amplíen los horizontes de los aficionados al ajedrez, les ayuden a elevar su calificación.

Kasparov en 1984 (21 años)

Lecci ó n 1 lPa ra q u é estu d i a 1r ajed 1rez? La propuesta que me h i zo l a revista "El deporte en dar clases a sus lectores fue para m i a lgo

la URSS" de

inesperada, porq u e yo todavía sigo estud i a n d o el a rte del ajed rez . Pero d espués d e pensarlo decidí que el relato de cómo comprendo, interpreto e l j uego ci encia sería ta mbién provechoso para mí. Amo m ucho el ajed rez, l o amo desde hace tiempo y tal vez para toda' la v i d a . Estud io ajedrez continua y mi nuciosamente. S i n e m bargo, d e vez en cuando a l va lora r l o aprend ido y plla near l o que debo hacer e n u n futuro próximo, m e asombro de la inagota bi lidad del ajedrez. Juzguen ustedes m i smos. Se jugaro n m i llones d e partidas, se escri b ieron miles de obras, se ana lizaron diferentes aspectos del j uego, pero hasta a hora no existe form u l a un iversal del ajedrez ni métodio que g a rantice e l triunfo, n o ha,y criter ios matemáticos rigurosos de valoración ni siquiera de una jugada, ya sin hablar de posiciones.. Los entendidos en ajedrez no d i scu te n que en la mayoría d e pos iciones hay no una,

sino varias conti n uaciones aproximada mente e q uiva lentes y ca da c u a l e l i ge n la suya, mejor, g u iándose por su exper iencia propia, g¡usto, ca pacidad d e cálc u l o y hasta ca rácte r . El inte nto de rec u r r i r a ordenadores por ahora no da el re sultado apetec ido, porq u e no se ha hal lado el a lgoritmo del juego de ajed rez ni e l programa que indique la sa lida justa de situaciones complicadas. Pero que qué habl a r de deta l les, situaciones y fases de la partida, cuando hasta el momento no hay respuesta a la pregunta "¿Qué es ell juego de ajedrez? ¿oeporte? ¿ciencia? ¿Arte?". Los ajed recistas juegan e n torneos, luchan por la victo ria, po r ell resultado. Entonces el ajed rez es deporte que forja la voluntad, permite autoafirma rse, d icen unos. Otros se adm i ra n de la belleza de las com binaciones, de la Ilógica de ideas ajedrecísticas. El sacrificio elegante de dama, i ncluso en partida perd i da, les reporta placer, mientras q u e la victoria abu rrida los deja i n diferentes .

Para ellos el ajedrez es a rte q u e dona alegría y hace a meno el descanso . Al m ismo tiempo hay mu chos aficionados a l ajedrez q ue se pue de n pasar tardes enteras buscando respuesta a la, preg u nta "lPor q u é aquí las negras movieron l a torre a d 8 y no e l ca b a l lo a c6? lPor qué l a s neg ras están mejor en dada posició n?". Para ellos el ajedrez es fu ndamenta l mente ciencia, ciencia de pensa miento lóg ico. Por su carácter m u l tifacético amo todavía más al ajedrez. Precisamente con la bellleza, con el brillo de g o l pes tácticos, el ajedrez me fasci nó en tempra n a infa n c i a . Al p ri nci pio a d miración de la bel leza , después búsqueda de ella en m is ideas, l uego la aspiración de jugar p a rtidas bel las, ta l es son las eta pas de mi formación cautivado por el a rte ajedrecístico . Pero llegó el momento de com petir con otros, de participa r en torneos. Y eso s i g n i ficó q ue i n icié la senda del deporte ajedrecístico. A mí como antes me g u sta jugar partidas bel l a s, pero no me es i ndiferente que puesto ocu paré en la ta bla. Quiero vencer, derrotar a todos, pero estoy obligado a hacerlo co n esp lendor y en lucha deportiva honesta . El e x -cam peón mu n d ial M ij a i l Botv i n n ik, a qu ien co nsidero mi maestro, fue un verda,dero académico dell ajedrez, g racias a sus obras empezaron a hablar del aspecto científico d e l j uego. El me i ncu lcó amor a l trabajo investigador en el ta blero, me enseño a buscar respuestas a los i nfi nitos "¿por q u é?". Dura nte la p repa rac ión para comp eti ciones, al estud iar partidas, analizar variantes de aperturas, descubrí de pronto que procuro hacer eso meticu losa,, detal la,da y m u l t il ate ra l ment e con el espíritu metód ico y suce sión q u e caracteriza n las acciones dell científico. Ahora estoy convencid o que la afición a todos estos aspectos del ajedrez me perm itirá a marlo toda l a vida . Mis pad res me expl icaron los movimientos de las piezas cua ndo yo ten ía cinco años. Y esos movim ientos intri nca,dos me ca utivaro n . Un año después me l levaron a l Círculo de Aj edrez del Palacio de los Pioneros de mi ci udad natall Bakú y me pareció i ng resar en el reino escaquead o . En una de l a s p ri m eras clases, el pedagogo, queriendo asom b rar a l os novatos co n lo paradój ico del ajedrez, colocó las piezas del modo sigu iente:

a

b

e

d

e

h

8 7 6 5 4 3 2

2

Esta posición, donde los débiles peones vencieron a 11 te m i ble ejército adversario, influyó en mi i ma g i nac i ó n

cua l a d m i rable cuento de hadas y desde entonces no puedo v i v ir un día sin ajedrez. Hasta ahora sigo a d m i rá,ndome de esta posición . D esde la i nfa ncia me 9usta atacar. Ta mbi én hoy día amo la ofensiva. Pero para conq u ista r el titulo de Gran Maestro y g a n a r i mporta ntes torneos i nternaciona l es tu v e q u e ded i ca r mucho tiempo al estud io de los fu ndamentos del j ue9o. En el c i clo d e lecciones q ue d a ré a través de la revista "El deporte en la URSS" d urante dos a ños, q u isiera expon er mi co mprensión de los fundamentos del juego en un id ioma comprensi b l e para vasto aud itorio, exa m i n a r sutilezas que deben conocer los verdaderos aficionados del ajedrez. Estimaría mi tarea

cumpl ida y el tiempo (de ustedes y propio) no perd ido en balde s i all term i n a r las clases vieran mayor se n ti do y lóg ica en los i ntri ncados movimientos de las piezas de ajed rez, a p rend iera n a dar a sus partidas conten ido más profu ndo y amaran todavía más este j u ego ma ravi l loso . Ga ry K a spa ro v Pub/ícado en la Revista "El Deporte en la URSS", 1984

Lecci ó n 2 Riq ·eza de Idea s y M étod os Antes de empezar a estudiar nociones básicas del jueg o de ajedrez q u ier o darles a conocer un fragmento de partida relativa mente sencilla, a'c o m pa ñ án dola de com e nt a ri os pa ra s impl es a f i cion a d os .

Kas pa rov, G (2675) - G h eorg h i u,F (2535) [E1 2] Moscow lnterzonal (12); 1982 1 . d4 Los ajedrecistas expertos saben q u e esta j ugada, así como la j ugada con el peón rey ( 1. e4) son las más lóg icas, mejores en la posición i nicia l . A esta conclu s i ó n puede l l e g a r c a d a u n o de ustedes l uego de estud i a r d u rante 2-3 horas l o s princi pios ( reg las) 9enera,1es que deben observarse en la primera fase de lla partida: poner rápido en acción las piezas propias y controlar el centro del tablero.

1 . . . ti::lf6

Es u n a de l a s mejores respuestas a la jugada b l a nca . Las negras ponen en acción su pieza, no permiten al' adve rs ario que saque el peón rey y fort.a lezca todavía más el do mi n i o e n el centro .

2 . c4

Ahora, las blancas i m piden el movi m iento l ibre del pe ó n

d S , p ues en este caso después de 3 . cxd5 , las neg ras deben eleg ir entre �xd S y .!Oxd 5 , A 3 . . . YNxd S 4 . .!Oc3 , cuandlo las blancas ponen en juego el cabal l o y las negra s se ven obl igadas a mover dos veces seg u idas la dama,, o sea , a no poner en a cción sus piezas1 a d etenerse en el desarrollo. Si las negras ca ptu ra n ell peón con ell Ca ba l l o 3 .. . �xdS, permiten la' jugada 4 .e4, dan a las b l a n cas, fuerte pa reja de peones en el centro, amenaza ndo atacar todas las posiciones a vanzadas importantes dell bando negro (casillas eS, dS, eS, fS).

Volvamos a los primeros reng l o nes de n uestro a n á l isis, la j ugada 2 .c41 "Las bla ncas i m piden ... " Este es el in icio de conflicto consciente en la partida de ajedrez. Surge

2

lucha de idea s , empieza la partida de ajedrez propiamente d icha. Cua nto mayores capacidades y co n ocimientos posee el jugador ta nto mejor verá los mi c roconf li c tos que s u rjan, i n n u merablles en cada part id a , eva l u a rá más correctamente sus consecuen c i a y adoptará soluciones má s justas.

2 . . . e6

Las neg ra s a'bren cam i n o a l alfil y como queriendo recu pera r lo perd ido se disponen a mover ell peón dama a dS .

3. tDf3

Las b l a n cas tienen a m plia elección de buenas conti nuaciones . Como 3. €)c3 y hasta 3 . .igS o bien 3 . �f4 . En la apertura tiene suma importancia desarrollar con rapidez las piezas propias.

3 . . . b6 Las negras se pre ocupan del a lfi l en c8 , aseg ura ndo su

sallida a la posici ó n p ri ncipal de com bate b7 y a la de reserva a6.

4. a3

Para ha,cer esta, j ugada, a primera vista pasiva, hay que comprender profu n damente el papel d e la profilaxis en el ajed rez.. La modesta j ugada del peón bla nco no permite al alfil negro ocu pa r po s i c i ón activa en b4 y al mismo tiem po aseg u ra a,l caba llo bla nco la salida a la casil l a c3, donde p od rá desempeña r importante p a pel en la l ucha por el ce ntro .

ca b a l lo . M ientras q u e el a lfi l no ocupa en c6 su sitio y solo molesta a sus p iezas. Los ajedrecistas en ta l caso hablan de m a la posición de las piezas y ma la coord in ación de ac ciones .

1 1 . . . lbd7

Ell torpe a lfi l o b l i g ó a l cab a l l o a ocu p a r posición pasiva, en lu9a r d e la, a ctiva c6; donde atacaría a l a s b l a ncas en el centro. Tal vez, las neg ras no que ría n crear al riva l l a ventaja de d o s a lfiles después d e 1 1 . . . 0-0 1 2 . lüeS, pero eso sería ell menor de los ma les en dada situación, ya que

ahora

el

rey

negro

queda

en

el

centro.

Sin

em ba rgo, es más sensato, para los principiantes preocup.arse ante todo de la seguridad de su rey,

trata ndo de sacarlo cua nto a n tes del centro .

1 2 . 0-0

Por cua nto el rey negro tarda cla ra m ente en ocu par sitio seguro, las b l ancas deben a b ri r a tod a costa el centro ( li m pia r de peones las co l u mnas ce ntrales ) . Por eso su rey h uye del sitio pe lig roso y cede su l u g a r a l a torre.

1 2 . . . h 6?f

Esto, igua l que 4.a3 es u n a jugada profi láctica . E nco ntra r el momento exacto para tal o cual o peración es i m portante elemento del j uego del ajed recista . El G ra n M aestro Flori a n Gheorg hiu escoge e l momento inoportuno para profillaxis.

1 3 Jid1 L a s bla ncas previendo lla a pertura d e la l ínea d , ponen ahí a la torre

4 . . . �b7 5. lüc3

1 3 . . .'�c7?1

Ambos bandos se a pu ra n a poner e n a cción las piezas, para reforzar al máx i mo su i n fluencia en el d esa rro l lo del combate que se perfila en el centro del ta bl e ro .

Ahora es tarde p a ra que enroq uen l a s neg ras. Después de:. 1 3 .. .0-0 1 4.d5 ( sacri ficio de pe ó n ) 14 . .. exd 5 ( Está ma l: 14 . . . ib7 1S .. dxe6 fxe6 16 . ibS! y a r ruina a las negra s la situación del caballo en d 7 ) l S .exd S ib7 16 .c4 .if6 17 . .ib2 las bla ncas obtienen un fuerte peón pasado en el centro del tablero

5. . . d 5

Las negras forta l ecen rad ica lmente s u s pos i ciones e n el centro. Pero en esta situación a,dela, nta r ell peón a dS tiene d e malo que obstruye l a d i a g o n a l a l a lfil en b7.

1 4. d 5

6. cxd 5 ti..)x d 5 Después de 6 .... exdS, el

alfil en b7 tropezaría con su propio peón y arriesga ría a estar cierto tiempo i nactivo. Aunque esta so la peculiaridad de l a pos i ción de las n eg ras n o pueda predeterminar el éxito d e l a s bla ncas.

a

b

e

d

e

g

h

La acumulación de pequeñas ventajas permitirá al experto gran maestro cambiar inexorablemente el giro de la lucha a su favor.

7. 'ªc2 En la escena ajed recística surge un n uevo micro confl icto, en torno a la j ugad a e4, que permi ti ría a l a s bla ncas ocupar el centro. Al eleg ir l a j u g a d a , las bla ncas tuv iero n en cuenta que después de 7. e4? lüxc3 8 . bxc3 Axe4 las neg ras queda n con peón de mas

7. . . c5

Las neg ras podía n impedi r e l plan de las b l an ca s j ug a ndo 7 . . . fS, pero a c a ro precio . E n su bando a pa recerían el peó n a trasado e6 y el p u n to d é b i l eS

8. e4 ti..)x c3 9 . bxc3 i.e7

Este es el n uevo logro de las bla,ncas, que obti e nen en el cen tro fuerte g rupo de peo nes y l ucha n fructuosamente por domina,r las casi l la s de la q u in ta fila del ta bl ero, es d ecir, por el territo rio enemigo. Los ajedrecistas definen a est a situación con e l termino "supremacía de espacio".

1 0. �b5+! �c6 1 1 . �d3

En ajedrez, la l ínea recta no siem pre es la d ista nci a mas

corta entre dos p u n tos. Al pon e r e l a lfi l en d 3 en dos j ugadas, las b l a ncas o b tu vieron mayor ventaja que si hubiesen ido a d 3 de golpe . Porque la l ig azón, por ej em plo : 10 . .ibS+ lüc6 11. lüeS �k8 12. 'l!ra4 'iiic7 13. Uxa7 :Sa8? 1 4. ix c6 + con gana ncia impedía a las n eg ras protegerse del jaq ue del modo mas natu ra l!, con

"El que tiene supremacía está obligado a a,ctuar enérgicamente'', ta l es uno de los p receptos del gran

pensador

ajedrecístico

Wílhelm

Steinitz

{1836-1900}

pri mer ca mpeón m u n d i a l de aj ed rez, q u ien fo rm ulló las le yes básicas de la estrategi a ajedrecística . Estudiar la herenci a clásica que deja ro n corifeos de a ños pasados es p rovechoso para todos l os aficionados a l ajedrez y a bsol utamente i n d ispensable para qu ien es estu d i a n a fo ndo el ajedrez, procu ran en riq uecer y forta lecer su juego. Las blancas, en la pa rtida , sacrifica n solo peón, pero log ra n todo lo que asp i ra ban : Abren las verticales

centra les, atan a las piezas n egras por la l ínea d

y d eja n

3

a l rey adversario en el centro del ta b lero . E l las ganaro n a todas l uces l a a p e rtura, primera fase de l a partida, a cuenta de un p l a n más consecuente de sus acciones. Ahora pa ra c o n s o l idar y a umentar su ventaja deben operar con energ ía y precisión. Los aconteci m ientos posteriores servirán d e i lustración a u no de los temas siguientes d e nuestros encuentros .

Nota del Editor: (14... exd5 15.exd5 i.xd5 1 7 .�f4 �b7 1 8.�xc6 �xc6 'ªea 2 1 .Wif5 ltJf6 22.ttJe5 24.Wlxd7 W!xd7 25.!ixd7

16..ib5 a6 1[ 1 6 . . . .ic6 19J�e 1 ± ®fa 20 .�ad 1 �c8 23.tlJd7+! ltJxd7 g5 26.!idxe7! �xe7

27 .�d6+-]l 1 7.�f4! [ 1 7 .�xd 7+ Wfxd7 1 8.c4 �e4!] 17 .. .'�xf4 [1 7 . . . 'M'b7 18.ixd7+ W!xd7 1 9.c4 Wlg4 2D.!ixd5 �xf4 2 1 .�e 1 ga7 22.lD·e5 �c7 23 . tLlg6 fxg6 24.Wfxg6 + Wff7 25J�d 8+!+ -] 18.i.xd7+ ®xd7 1 9J;xd5+ �c7? [ 1 9 ... ctic8 !:J. .:Baa-a7-c7] 20J�:e1 ! .id6 [20 ... B:he8 2 1 .B:de5 Wff6 22. �e4+-; 20 ... i.f6 21 .!ie4+-] 21.gf5 �c4 22.ge4! [22 . ttJd2 ? ghe8!] 22 . �b5 23J�xf7+ @bS 24J�e6 E!d8 25.c4 �c6 [25 .. :�� a 5 26. �e4 !ia7 27 . B:xd 6! +-] 26. �e5 �eS 27.f!b1! [27.Wfb 1 ! b5 28.cxb5] 1-0) ..

Lecci ó n 3 P a p e l d e l a s Corre l a c i o nes Materia les e n a Pa rti d a Para v a l ora r b ien l a correlación d e las fuerzas e n el ta bl ero escaq ueado, a nte todo hay que saber l a escala de valores com parativos de cada pieza de ajedrez. En esa escala el rey ocu pa lugar especi a l . Es ina precia ble. No se puede cam b ia r y cua lq uier ame naza a su existencia debe e l i m i na rse sin fa lta, pues en caso contrario a�cabará la pa rtida . La pieza más fuerte del ajedrez es la dama, que en general es un a lfil y un peó n y medio m á s fuerte q ue l a torre. L a torre e s u n peón y med io más fuerte que el a lfi l o caba,IJo. Y por fin , el a lfil o el caba l l o equiva len, aproximadamente a 3 peones. Pero además de valor n o m i nal de cad a p ieza existe el valor rea l, q ue ca m b ia en el tra nscurso d el j uego. Este concepto, más sutíl y significante refleja la i m porta ncia de cada fig u ra seg ú n el volumen de trabajo q u e desempeñe en dado momento1 perspectivas d ictadas por la posición en el tablero y plan de juego . La va loració n correcta d e la fuerza real de cada p i eza d eterm ina, mucho el potencial ajedrecístico del jugador. Para ca,racteriz.ar la desig u a ld a d de fuerzas en el ajedrez existe el concepto de ventaja materia,J. Si uno d e los ba ndos obtiene ventaja material procura acrecentarlia para q uebra r la resistencia del riva l o, conservando esa ventaja1 ca mbiar más piezas y pasa r a la fase fi n a l . Pero a menudo ocurre que uno de los a dversarios accede conscientemente a perd ida de materia,l. A mi, por eje m p lo1 m e gusta mucho ataca r la posición del rey enemigo y para destruir su forta leza no me detengo ante sacrificios de mis piezas por peones que protegen directa mente al rey contrario. Así d isp uté hace p oco ( E n N i ksic, 1983) la siguie nte partida con el Gran Maestro hú ngaro Lajas Portisch:

Kas pa rov,G (2690) - Portisch,L (2600) [E1 2] Nilksic (4), 1 983 1.d4 ctJf6 2.c4 e6 3.ctJf3 b6 4.�c3 .ib7 5.a3 d5 6.cxd5 �xd5 7.e3 llJxc3 8.bxc3 ie7 9.ib5+ c6 10 ..id3 c5 1 1 .0-0 tbc6 12 ..ib2 �ca 13.§le2 O-O 14.Had1 �c7 1!5.c4f cxd4 16.exd4 ctJa5

a

b

e

d

e

g

h

Si q u ita mos menta l mente del ta b lero el peón d4 notaremos q ue los a lfiles b l a ncos tienen a p u ntados a los dos peones negros q ue custod i a n a l rey . Otros defensores por ahora el no tiene. Estas circ u n sta ncias d a n motivo para efectuar rá pido ata q ue do nde ell objetivo (privar a l rey co ntra rio de los ú l ti mos defensores) j ustifica los med ios ( perd ida de peón y dos te m i b lles a lfi les blancos ) . Al pri ncipio se abre el ca mino al a lfi ll b2:

1 7.d51 exd5 1 8.cxd5 i.xd5

Después se reduce e l n ú mero de custodios del rey negro .

1 9.i.xh7+ g;,xh7 20J�xd5

Cuando el rey v uelve a esco n derse detrás del peón

20 ... �g8

El! alfil bla nco al precio de su propia vida aniquila a l ú ltimo bastión d e l rey adversario

21 ..b:g7! ctixg7

Pasó el to rbel lino com binatorio y dejó al rey en soledad ante la a m enaza de ataq ue blanco, en pri mer térm ino por lla dama

4

22. tLle5! �UdS 23. §"g4+ @fB 24. §'f5 f6 25.tt:ld7+ 25 .. J3xd 7 26 ..�xd7 §"c5 27.ti'h7 �c7 a

b

e

d

h

e

8 7

a

En el tablero hay i g u a ldad material a p roxi mada. La torre y peón blancos se oponen al a lfil y el ca ballo. Pero las piezas neg ra,s ocupan posiciones desafort unadas, so b re todo el rey. Al m ismo tiempo1 las dos piezas blancas más tem ibles i r ru mpieron en la séptima horizontal y el d esen lace de la lucha está cerca . Todo

dependerá

de

cuán

rápido

las

blancas

b

e

d

e

g

h

S i n haber ter m i n ado de desarro l l a r las p iezas, los contri ncantes emprendieron rá pida lid1 donde l a corre laci ó n material retrocede a seg u ndo p lano y además se hace en absoluto no t ípica . Lo fundamental! ahora es valorar con exactitud la actividad de las piezas q ue partici pan directamente en la lucha .

1 8 ...!Dxb3 19. lL'Ic6t

Con esta jug ada las bla ncas q u ieren ganar la dam a a g ran costo de material

p ica ra

1 9.. . !Dxa1 20. !Dxd8 i.f5! 21. �f3 a:axd8 22.a:xe7 .bb1 23.ixf4 gxd4

Si las b l a ncas j ugara n en el acto : 27 .Td3 trazando el iti nera rio gd3-g3-g8. Se l levarían un chasco después del i m p resionante sacrificio de dama : 27... t:t'xf2+!! 28. �xf2 Ac5+ y luego 'l!xh7. Todavía peor iría n sus asuntos si : 29. ixf2? ic1 + 30. ifl j.cS+! 3 1 . Whl ixfl++

24. �g4! .ig6 2 5. �e6+ .if7 26. �f5 lL'Ic2 27.b3 ig6

alcanzarán con una, de sus torres la casilla g3. Sin

embarg¡o, la ultima j ug¡ada negra contiene trampa para jugadores presurosos. 28. �h8+!

28 ... �f7 29J;d3!Dc4 30.gfd1!

Siempre es útll poner en j uego esta reserva .

30... tlle 5 31. Wfh7+ �e 6

No se puede retroceder de vuelta : [30... �fB 31. idl8+! i.xdB 32 . :S:xd8++) hay que ir al centro del ta b l ero y esto en el 99% de los casos eq u ivale a la derrota .

32. �g8+ e2. E l es timaba que l a supremacía e n el centro es más i mpo rta nte que un buen refugi o para el rey.

3 ... gS 4.J.c4 g4 5.0-0! gxf3 6.�xf3 �f6 7.d3 �h6 S.lüc3 tt:le7 9.!xf4 d6 10.!xh6 �xh6 11.�xf7+ d8 12J;f6 �g5 13J;af1 Así se prolongó u n a de las partidas del g ra n ajedrecista ruso M ijail Chigorin, d isputada en 1878. Las blancas sacrifi ca ron pieza y obtuvie ron fuerte ataque, con la pa rticu laridad de q ue su ventaja en el centro d esempeño papel decisiv o .

Con m a yor nitidez, la est rate g ia b l anca se vio en u na, d e las partidas d el eminente a,jedrecista' norteamerica no Pa u l Morphy (1837-1884):

Mor¡phy, P- De Riviere, J [C51] Paris m, 1 863 1. e4 eS 2. tt:lf3 tt:lc6 3.J.c4 J.cS 4.b4 ixb4 5.c3 ics 6.0-0 d6 7.d4 exd4 8.cxd4ib6 9.tt:lc3 Esta posición interesantísima por aquella época fue no menos popu lar q u e a hora la partida española . Al precio de un peó n , las bla ncas o btuvieron c l a ra superioridad en el centro .

9 ... 'ªf6

Ell peón central ava nzó y creó en el acto una situación donde las n eg ras en lu9ar de desa rrolllar tranq uilamente sus piezas, deben proteger a l rey de a menazas concretas, que es d ifícil hacer po rq u e la mayoría de las piezas negras se estancaron en sus pu ntos i niciales. Ahora, a p rovechando su ventaja en cantidad de p iezas puestas e n j ue9o las bla ncas efectúa n una o peración típica, a bren el centro (lo l i mpian de peones propios y ajen os), p a ra d a r ca m p o de acción a sus pieza s . Con ell centro abierto, la actividad de las piezas crece m ucho y la ventaja de su u bicación o, por el contrario, la m a l a u bicación de alg unas piezas tiene pri merísí m a importancia para valorar lla situación en el tablero .

12 ... dxe5 1 3.dxe5 §"fS

Claro, no se pue de tom a r el peón: 13 . �xeS? 14. �xeS §'xeS 15. §:el ganando d a m a . Pero el peón e vuelve a a va nza r. . ..

..

14. e6f f6

Ta mbién esta ba mal para las neg¡ra s s i : 14 ... fxe6 15. t!Jxe6 J.xe6 16. J.xe6! Uf6 17. 'f:Yd7+ 'it>fB 18. J.b2 ! (es por esto que el peón debía sa l i r de eS) 18 . . YSxb 2 1 9 . �f7 ++ . Ahora ell peón de e 6 corta l a posición de las negras en dos partes y tiene no menos valor que una .

6

pieza . Las blancas sólo no deben permitir la h u ída del rey negro a l fla nco .

15. tlJh4 Wl'c5 1 6. i.e3 �gs 17. lilf3 �as 1 8. hb6 �xb6 19. ¿;jd5 §'a5 20. ¿;jd 2! Aho ra las negras no pueden protegerse contra la a menaza de perder l a torre en a8 d espu é s de 2 1 . ltlb3 y 2 2 . ltlc7+ y contra la no menor a menaza D h 5 . El resto está predeterm ina,do.

20... �d4 21.�b3 �xb3 22.axb3 e'c5 23.�h 5+ ci>d8 Después de 23 .. . g 6 24. liJxf6+ se pierde la dama.

Los ajedrecistas experimentados n u nca m1c1an operaciones seri a s en los flancos antes de aseg u rar sus posiciones en el centro . Las blan ca s (ver d iagra ma ) , si n haber hecho la jugada Cc3, i niciaron la ofensiva de peones e n el fla n co de rey . De por si, esto no es m uy peligrosos, pero en el d uelo Hans Neegord ( D inamarca )- Vlad imir S i maguin (U RSS) (parti da por ca rrespondencia 1964 ) , l a s negras demostraron su extraord i naria peligrosidad para las blla n cas y lo h icieron de forma muy convincente, veamos:

24J3ad11-0

Aho ra no hay salvación contra las terri b les consecuencias del j a q ue 25 ... lüb6 + , el caba l lo sale de la línea d y el rey negro cae bajo j aque de la torre blanca) y por eso las negra s se rindiero n . Ind udablemente, cada ba ndo tie n e q ue preocuparse por todos los med ios de sus peones centrales, pa ra conservarlos en cantidad necesaria y ocu p a r con ellos posiciones ventajosas . A vec es en el centro qu eda só lo un peón por bando . Ento n ces s u rgen n uevos prob lemas, e n particular, cómo a poderarse del puesto ava nzado en el centro, que con mayor frecuencia permite opera'r a ctiva mente con las piezas y obtener supremacía sobre el riva l . Veamos el siguiente ejemplo :

Petros ian, T (2645) - Kozma, J [A46] M unich ol (Men) fin-A Municlh (5), 1 958 1.d4 lilf6 2.lilf3 e6 3..tg5 eS 4.e3 b6?! El m ét o do sencill o de apertura bla nca d i s m i n u yó la atención de l as neg ras, y estas, con una' j ug a, da q u e pa rece natu ra l perm iten al adversario toma r el pu esto avanzado en el centro .

5. d5! exd5 6.l2Jc3 Ab7 7.tlJxd5! Axd5 8.Axf6 e'xf6 9.'e'xd5

t.. .. b5!! 2.cxb5 d5!! 3. exd5 e4! 4. 9xe4 Si 4 .fxe4 resolvía liJeS! , pero t a mbién así las blancas se ven d u ras 4. . •.bg4 5. �f4 .ih5 6. �f2 �e5 7 . .1g2 id6 8. �a4 !3:c8! 9. rid2 'ef6 En pocas j ugadas, los red u ctos b l a ncos , q ue parecía n fuertes, s e desmoro n a ro n despué s d e l contragolpe o p o rt uno en el centro . o sea illuchen

por

los

escaques

centrales,

cuiden

el

centro, vallaren el centro!

Continuación de la partida Petrosian-Kozma.

9 . . . ltJc6 1O.!c4 §le 7 11.0-0-0 .�d8 1 2.:gd2 0-0 13 .c3 tt:Ja5 1 4.i.e2 '@e6 1 5 .�hd 1 '@xd5 16.E!.xd5 d6 1 7 .l:Dd2 f5 1 8 .f4 g6 1 9 .g3 :E!:f6 20 .e4 fxe4 21 .l:Dxe4 §:e6 22.i.f3 Wg7 23 . b3 tt:Jc6 24.§:5d3 tLlb8 25.tt'lf2 h5 26 .cj[d2 .if8 27.i.d5 �e7 28.'2Je4 tDa6 29. We3 ltJc7 30.e6 47.Wb2! f6 48J�f8 �g7 49.e'c8+ �d5 50.Y!fc4+ 1�0 De modo q ue sea n activos en la lid Entonces reci b i rán verdadero placer de vuestras piezas sean a m ig as, se ayuden Entonces experimenta rá n más a menudo victo rias q u e ama r9 u ras de derrotas.

ajedrecística . juego. Que m u tuamente. l a a l eg ría de

Lecc i ó n 8 C ó m o evita r Catást rofes en la Ape1rtu ra Apenas conoce l os principios bá,sicos del j uego, cada aficio nad o a l aj edrez nota que las accio nes al com ienzo de l!a pa rtida, cua n d o en el ta blero se conservan casi

todas las piezas, con mayor frecu encia predeterminan el d esa r rol l o de la l ucha y a veces el resultado del d uelo. En ocasio nes el aj edrecista se ve obligado a pasar toda

la pa rtida en triste d efensiva tratando vana mente de tap a r las brechas de su posición a bierta ya al com ienzo del j uego. Eso ocurre por d escono c i m i e nto de la teoría de a pertu ras, por falta de hábitos necesarios en l a primera fase d e l a pa rtid a .

1 1

La l i d ajedrecística hasta cierto pu nto se parece a acciones m i l itares, donde, como sabemos, mucho decid e no sólo la preparació n técnica y el equ i p a miento de las tropas, sino ta m bién la capacidad q ue tiene el jefe m i l ita r p a ra' prever el carácter de la próxima bata l l a y de acuerdo a eso u b ica correcta mente lasa tropas, po ner e n com bate sus fuerzas a tiempo y en la mejor sucesión. Por eso, cada ajedrecista que d i rige las acciones de su ejército de madera, si quiere sa l i r v i ctorioso debe reconocer los princi p ios básicos del

ajed rez, no debe a presura r s u salida a l a a rena d e com bate, pues en caso contrario las piezas menores del e n e m i g¡ o pod rá n !la nzarse a la caza de la dama . La co n te s ta ci ó n de las neg ras 3 . . ic5 ?? Es lóg ica sólo desde el punto de vista d e la lóg ica formal (sacan la segunda pieza en sucesi ó n debida) y pierden en el acto la parti d a . Porque no tuv ieron en cuenta fa a menaza concreta del a dversario. To do esto nos revela el anál isis atento de u na partida ta n corta, l lena de errores recíprocos. .

j uego al co mienzo de la bata l l a, ,

C u a l q u ier bata l la de ajedrez puede conservarse pa,ra la historia porque se registra con ayuda de notación . Dura nte la ex iste ncia del ajedrez fueron a n otadas i n n umera bles partidas, mediante cuyo a n á l isis se elaboró con toda las sutilezas la estrateg ia del j uego en la a pe rtu ra o, co mo d icen a menudo, la teoría d e a pertu ras. No me propongo ofrecer a los lectores todas las a perturas ahora conocidas y sus particu l a ridades . Eso sería i m posible por la profusión de materia l . Me l i mita ré a exa m i n a r algu nos p ri ncipios gen era,les de la lucha en la a pertura .

PRI NCIPIO

1

Gana la lucha de apertura quien pone en juego más rápido sus fuerzas principales.

Esta reg la es cardinal y tiene s u m a i m porta ncia u ti l iza rl a correcta mente. To memos un eje m p lo si m plísimo. 1 .e3 e5 2.�c4 lilc6 3.'!fif3 .ic5 4.'!tixf7++. Parece q u e las bl,a ncas h icieron todo como se debe, p usiero n en com bate de golpe dos piezas y d ieron mate . Sin e m bargo, su j uego merece r i g u rosa crítica. Ell p rimer movimiento fue desafortunado. E n u na d e las lecciones anteriores d ije qué impo rtante es ocu par con los peones el centro del ta blero . A eso d ebe aspi rarse j u sta mente en la apertu ra , para coloca r las p iezas en las mejores posiciones. Por eso, la j ugada e4 sin l ugar a d u d a s es más fuerte y Ilóg i ca q u e la tímida l .e 3 . V u e lvo a subraya r, procure ganar espacio con sus peo nes y a n te todo las casi l l a s centra l es . La seg u nda movida de las bla ncas (2 . . ic4) resulta mucho más com plicado de refutar, au nque su ca lidad es baja por dos razo nes. La experiencia de g eneraCiones .

a n teriores sug iere la mejor forma d e sacar las piezas.

Primero s a l en los peones al centro, después entran en j uego caba l l os, alfiles y sólo enton ces las piezas mayore s : torres y damas. Aq uí, e l a l fil saltó a posición temible olvida ndo la posible rép lica de las negras 2 . d S . Estas tendría n poderoso centro d e peo nes y el a lfil bla n co queda ría desplazado a l os esca,q ues poco prom isorios d 3 o bien e 2 . El ajedrez e s u n j uego lóg ico y la combinación de l a tím ida l . e3 c o n la ag resiva 2 . . .�c4 carece de lóg ica . Por eso debe ser casti gada. Las negras en respuesta mov ieron 2 . �c6 q u e debe esti m a rse cont i n u a ción norm a l, a u n q ue no las más fuerte e n dada situ ació n . En efecto, la, jugada 2 lilc6 responde a l principio de d esa,rrollo más rá pido de las piezas, pero no a lza a nte las blancas tareas dificultosas, que s u rg i rían en caso de 2 . . dS ! La tercera j ugada bla n ca 3. �f3 parece más eficaz, pero el ajed recista experto no la hubiera hecho ni tam poco pensa d o . Porq ue si las neg ras reaccionan correctamente 3 llJf6 ! E l ataque de la d a m a sería estéri l . Por si fuera' poco, la d a ma en f3 quitó cómodo escaque al caba l l o de rey y a éste no le quedaba otra cosa q u e ocu pa,r posición pasiva, en la, casi lla e2 o h a l l ándose en la casilla h3 apa rtarse lo máximo de los sucesos en el centro . La' dama, p ieza más potente d e ..

..

...

.

...

I l ustraremos el primer principio de a pertu ra, poner en juego las piezas lo más rápido posible, util izando una partida de más d e siglo atrás.

Schu lten,J - Morphy,P [C32] New York bl i nd m New York. 1 857 Nota del Edi,tor: Esta partida fue j ugada a ciegas por Pa ul M orphy lo que dem uestra la gra n ca l i dad de j uego del genio nortea merica n o .

1 .e4 e5 2 f4 .

Con este i n i cio a ntiguo y romántico q u e recibió el bello nom bre de gambito de rey, la rá pida puesta en acción de las piezas resuelve a menudo el desenl ace de la pugna. La teoría moderna esti m a que l a mejor defensa d e las negras aquí es el contraataque. Esto lo demuestra claramente el genial ajedrecista norteam erica no Pa u l Morphy. 2 . . . d5! 3.exd 5 e4! Capturar cualquier peón sería pusilani m i d a d . Las neg ras procura n aventajar al contrinca nte en el desarro l l o, pues cua lq uiera de las piezas de e l l a s tiene buena perspectiva .

4.tt:lc3 tC.f6 5.d3 .ib4 6 .id2 .

Despu és de 6 . d xe4 �xe4 7. �d4 Wle7 8. ite2 0-0- 9 . �d2 � x d 2 10. Wxd2 �g4, a las blancas no les sería fáci ll a ctiva r sus p i ezas .

6 . ·e3! .

.

Osado sacrificio de peón c o n largo objetivo . Después de enrocar, la torre negra ocupa l a línea e .

7 .ixe3 0-0 B.id2 Axc3 9.bxc3 ge8+! 1 0.ie2 ig4 1 1 . c4? Podemos Afi r m a r con certeza q ue esa fue la jugada baa 1 de las blancas. Ellas debería n !l i berarse de la ligazón por la línea e, mejor que todo con 1 1 . 'il?f2 . i Pero quería n tanto co nservar un peón centra l de más'

1 1 . . . c6 r 1 2 .dxc6?1

Todavía no era tarde para jug a r 1 2 . l!tf2 o b ien 1 2 . h 3 . All conserv a r supremacía material, las blancas perm iten a l adversario poner eficazmente en acción a l ca ballo b8 ; después de eso, la ventaja de las negras en el sector d ete r m i na nte dell ta blero se hace a plasta nte .

1 2 . . . lüxc6 1 3 .�f1

Es d ifíc i l dar buen consejo a las blancas. Si 13 .. �c3 �d4 14. hd4 �xd4 1 S .g3, sigue 15 . J�xe2 ! 1 6 . �xe2 ges con ataq u e d ecisivo . Por lo visto, luego de 1 2 . . d xc6 la posición bla n ca era i n d efend ible. .

.

13 ... gxe2 f 1 4. � xe2 �d4

Los aconteci m i entos pri nci pales se a veci naban por la línea e, do nde papel termina nte debía desempeñar la ligazó n vertica l . Así ocu rrió en efecto. Precisa mente las a menazas por la l ínea e obl i9aron a las b l a ncas a perder otro tiempo para que el rey bla nco huyera de la aciaga línea e. Pero entonces siguió u na pequeña combi nación q ue t ra n sformó l a ligazón vertica l en d iagona l , aún más funesta para las b l a n cas.

1 5 .'�b 1 .ixe2+ 1 6 . ®f2 ll:J g4+ 1 7 .®g1

12

El rey se ag ita desesperado en su ca mpo pe rsi sti e ndo la catástrofe. A qu ienes deseen perfeccio n a rse en ell a rte de ataq u e l es aconsejo dejar a u n lado la revista y encontra r por su cuen ta la victoria forzada de las neg ras. Al c a bo de 20- 30 minut o s comparen su solución con l a esco g ió Pa ul Morphy.

a

b

e

d

e

8 7 6 5 4 3 2

1 7 ... �f3+ ! 1 8.gxf3 1ffld 4+ 1 9.@g2 �f2+ 2 0 . � h 3 'Wxf3+ 21 . @ h 4 t!J e 3 22.Tg1 .!!J f 5+ 23. �g5 flh5++0-1 En cliases posteriores seg u i remos es tu d ia ndo los p rinci pios del j uego al co m ienzo de l a partida .

Lecc i ó n 9 i H ay q u e Ace pta r S a c rifi c io? E n la lección anterior nos co nvencimos d e q u e el dom ini o e n el centro y el rá,pido desarrollo de las p iezas d eterminan bastante el resu ltado de la lucha de a p ertura, so bre todo en partidas de ajedrecistas expertos. Antes de seg u i r delante de profu ndizar en la teoría de a pertu ras, ana lizaremos errores de la fase inicial del juego que cometen a m e n udo aficionados al ajedrez de poca experiencia . Ante todo vale l a pena recordar q ue los más vul nerables en el sistema defensivo de fo rta lezas del rey son los puntos defend idos sólo por el rey. En la posición inicia l se trata de los peones f2 y f7 , y con enroque corto, de los peo nes h 2 y g 2, h 7 y g 7 . De la seg uridad d e e s ta s casillas hay que preocupa rse e n primer t ér m i no . La prá ctica m uestra que precisa mente en el las, como reg l a ocurren catá,strofes en m u ch os sistemas de a pertura absolutamente d isti nto s por su carácter. Vea mos la po s i ción q ue surge en la partida italia,na . Antigua y llena d e roman t ici sm o . ,

piezas, método típico de ajedrecistas de estilo ofen sivo . Los métodos modernos de l ucha de a pertura , basad os en

Rome, 1 620 1 .e4 es 2 . .!!J f3 .!!J c 6 3 . .ic4 .tes 4.c3 .!!J f 6 5.d 4 exd4 6.cxd4 J.b4+ 7 .ltJc3f En l u ga r de la pr u de n te 7 . Ad2 l a s bllancas para e l d esarro l lo acelerado de s u s piezas sacrifican peones y ,

ex periencia

de

generaciones

precedentes,

7 . . . t!J xe4 8 . 0-0 .!!J x c3 9.bxc3 .txc3 ?

Las negras a n i q u i l a ron a dos peones enemigos pero se atrasa ron m ucho en le desa rroll o de las piezas. Ell c a s tigo por semejante violación de l os fundamentos de apertura po r lo común es i n m i n ente y severo. Este aná l isis a ntiguo m uestra bien las consecuencias nefa stas de la avidez a com i enzos del juego. Pero no piensen q ue tiene só lo importancia histórica. Esta posi ción es frec ue nte en s i m ultáneas de hoy d ía . No se apasionen ca ptu ra nd o peo nes adversa rios en la a pertu ra en perjuicio de lla movi l i zación de sus fuerzas.

1 0 .f/b3 !xa1

Las

G reco , G - NN [C54]

la

co nd ena n el j uego siguiente de las neg ras, pero tenga m os en cuenta que así j uga ba n 100 a ños atrás, cuando el pri ncipio "el sacrificio debe aceptarse sin fa lta " no s e discutía .

negras

so n

consecuentes

en

su

aspiracíón

de

ca ptu ra r l a máxima cantidad posi ble de p eones y p i e rde n lla ú ltima oportunidad de sacar el rey al flanco . Ten ía n e sa oportu ni d a,d : 10 . . . dS 1 1 . bd5 0-0 .

1 1 . .ixf7+ @f8 1 2 .�g5 tLle7 1 3 . .!!J e 5!

L l egó la rá pida c ondena por haber men ospreciado el d esa r ro l l o de las piezas, por la ang urria en l a a pertu ra . Y fíj e n s e la catástrofe ocu rrió precisamente en ell ,

13

f7. Las negras, defiendan, pierden .

escaque

por

máiS

que

a hora

se

1 3 . . . �xd4

13 . . . d5 14.�f3! if5 1 5.ie6 g6 116.ih6+ Q/e8 nuevo el escaque f7!

17 .if7 ++.

¡ De

1 4.ig6 d5 1 S:i;lt3+ ifS 1 6.ixf5 ixe5 1 7 .ie6+ if6 1 B ..bf6 �es 18 ... gxf6 1 9 .\Wxf6+ �e8 20.\Wf?++. ¡ De nuevo el escaque f7!

1 9.ixg7 1 -0 Además ajedrez evacuar existen

de la caza de peones, m uchos aficionados al cometen otro error típico, se demoran en al rey del centro. En la prádica de los maestros partidas donde los reyes de a m bos ba ndos q uedan en el m ismo centro de la l ucha y no perece n . Pero e s u n a excepción de la reg la, excepción basada en

conocimientos profundo de la situación cread a y en

técnica elevada, de defensa. A los ajedrecistas noveles, así como a q u ienes no tienen suficiente ex periencia les conviene enroca r en la primera oportunidad . Si el rey q u eda en la posici ó n inicial media nte sacrificios se le puede atraer a l m ismo centro del ta blero . Entonces la desgracia será i n m i nente. Vean una pa rtida instructiva en este sent ido.

Vas i u kov, E - Lebedev,B [C41 ]

S i 10 ... �xg S co n d u ce a la victoria 1 L f4 + ! Wxf4 1 2 .0-0 + mes ( 1 2 . . . We3 1 3 . S:ad 1 ! 'ffx h S 14. ix d 3 + + . ) ifS+ V9xf5 1 4 . V9xf5+ md6 1 5 . .\id l + me7 16 . .!OdS+ Wd8 17 . .!Ob6 ! cxb6 1 8 . ltxf8+ �c7 1 9 . 'lg7 . Ahora l a s negras i ntenta n " pagar rescate" con torre.

ta n

1 0 . . . hxg 5 1 1 .f4+! �e6 1 2 .f5+ rbe7 1 3. tt:ld 5+ q;d6 1 4.'1':fx h 8 tll gf·6 1 5.0-0-0 �c6 1 6.�.he1 b6 1 7 .tll b4+ .bb4!

En d ifíci l! situación, las negras encuentra n ingen iosa posibi lidad de co mpl icar la lucha sacrifica ndo dama . Si 1 7 . . . @b7 1 8.e5

1 8 .'1':fxd8 i. b7 1 i Diabó l ico pla n ! L a d a m a blanca cayó en l a tra mpa y debe perecer. Pero el ajedrez es u n j uego lóg ico y no puede ser q ue las blancas jugando bien, g¡ana ndo, de repente se h a l l en al borde de la derrota . Hay q ue busca r otra m o v i d a , bus ca r. . .

1 9 J:!xd7 ! t!Jxd7

A fi nal ventajoso para lasa blancas co nduce 19 . . Ji!:xd8 20.ixd8 he1 2 1 . e5 ! lt:lg4 22.e6 .ib4 23.id4.

20 .Wxg5 1xe 1 21 .We 3 ! Ahora, la situación s e aclara defi n itivamente . El a lfil negro está condenado a perecer, porq ue si 2 1 . ..ib4 22.Wd4! ; o si 2 1 ... .!ta5 22.Wd4!]

21 . . . ih4 22.'eh6+ .if6 2 3 . e 5 �f8 24.exf6 �xf6

M oscow, 1 960 1 .e4 e5 2.tLlf3 d6 3 .d4 t!Jd7 U n a d istribución de piezas neg ras frecuente en partidas de aficiona d os.

9.Wh5+ g5 1 0 .1xg5!

G o l pe b ri l la nte .

i ngen ua

es

4 ..ic4 h6 Esta ya es u na d ecisión d udosa . En lugar de desa rrollla r las piezas (d igamos 4 . . . ie7), las negras, q u e riendo poner su caba l l o e n f6 pierden tie m p o al tratar de conj u ra r la incu rsión del caba llo bla nco en g S . Pero para demostra r q u e la estrategia de ape rtura de las ne gras es errónea se necesitó el juego excepcio nalmente resuelto y e nérgico de las bla ncas.

5.dxe5 dxe5

Después de 5 ...lt)xe5 6.lt)xe5 dxe5 7.1J.xf7+ rJJe 7 l a posición de las negras era desesperada.

En rea l id ad, la lucha con esto term i n ó . La fa la nge de peones bla ncos en el flanco rey, ap oyada por la dama, es im posi b l e de co ntene r .

25.Wf4 .icB 26.g4 ttJ c5 27.b4 tt:lb7 28.�e4+ q;d7 29.'ªd4+ gd6 30.'ªg7+ q;c6 3 1 .f6 lüd8 32.f7 tüxf7 33 .'1':fxf7 i.e6 34.'ee8+ q;d5 35.'ea8+ q;e5 36.'exa7 �c6 37.�a4 �c4 38.'1':fb5+ q;f4 39 .g5 c6 40.�xb6 1 -0 Como confirmació n de las tesis básicas enunciadas q u iero ofrecer a los lectores, para su a ná lisis individ ual, u n a partida muy bella e i n structiva, j ugada 1 00 0 años atrás.

Chigori n , M - Ala p i n ,S [C52)

Porq u e todo lo restante p ierde todavía más rápido.

San Petersburgo, 1 883 1 .e4 e5 2 . tt:l f3 CD c6 3 . ic4 ic5 4.b4 ixb4 5.c3 i.a5 6 . 0-0 ¿¿jf6 7.d4 0-0 8.dxe 5 ¿¿j xe4 9 .J.d51 i.xc3 1 0 .ixe4 1xa 1 1 1 .ixh7+ !

Para o b l igar a l rey negro a ·efectuar el paseo, l a s bla ncas sacrifica n el caba l l o . Las amenazas 9 . li:ldS+ y 9. 'ªd4

Sacrificio de alfil y de nuevo golpe a l pu nto más vul nerablle. Como ven, e n g8 el rey, natu ra lmente, está mejor q ue en eS , pero no h ay se9 uridad total .

6.ixf7+!

El primer golpe se asesta a l lugar más v u l nerable.

6 . . . �xf7 7 .ttJxe5+ �f6 8.�c3!

pueden rechazarse sólo de un modo, porq ue las otras variantes no sa lva n . Por eje m p lo 8 . . . c6 9.fff3+ rJJxe S 1 0 .�f5+ Wd6 1 1. .�f4 + lOeS 1 2. \WxeS+ � d 7 1 3Jld 1 + ! ; o bien 8 . . .ic5 9.�f3+ Q/xe5 1 0.�f5+ ®d6 1 1 .if4+ ®e7 1 2 .ltJd5+ �e8 1 3.tt.Jxc7+ ! ; y después de 8 . . .�e8 9.l!Jd5+ �xe5 1 0 ..if4+ We6 1 1 .tüxc7+ las negras pierden en el acto.

8 . . . �xe5 Corto resultó el ca m i n o d esde la casilla eS hasta la casil la es, pero igual mente corto pu ede resu lta r el

11 ... �h8

En caso de 1 1 . . .Q/xh7 l a s b l a n cas ganan así: 1 2.tüg5+ i>g6

1 3.Wg4 f5 1 4.exf6 lüe5 1 5.Wg3! Q/xf6 1 6 .f4 ®e7 1 7 J;e1 d6 1 8.lt:lc3!

1 2 . lD g5 g6 1 3 .�g4 .ixe5 1 4.�h4 �g7 1 5. lbe6+ fxe6 1 6J�1h6+ �f7 1 7.ixg6+ �e7 1 8 .'1':fh4+! �f6 1 9 .ia3+! d6 20.�h7+ @f8 2 1 .'ªh8+ @e7 22.�g7+ :g:f7 23 .'ªxf7++. 1 -0

camino de vuelta . Por eso, las bla ncas deben atacar im petuosa mente.

14

Lecc i ó n 1 0 O bj eti vos de l a s Acc i o nes e n a A pe tu ra Las dos lecciones a n teriores fueron dedica d a s a l os errores más típ i cos q u e comenten los ajedrecistas poco avezados en la fase in ici a l de la parti d a . Ahora , convencid os p o r experiencia cómo no hay q u e j ug a r en la a p ertura , procuraremos acla rar qué se d ebe em p render para obtener b uena posición desde e l m i smo com i enz o . Práctica mente, todas las i ndicaciones al respecto se dan en la lección octava, donde se expone el princi p i o NO 1 de conducción de la l u cha en la a pertura . Este princi p io determ i n a l os puntos de referencia princi pales, j u stos en cua lq u i er construcción de apertu ra . Cabe recordar que la puesta en acción de l as piezas debe en tal o cual! g rado dar provech o concreto p recisa mente a mitad de la partida, cuando se desa rrollan los Tiene fu n da mentales. suma aco nteci m ientos i m portancia, sobre todo pa ra l os ajed reci stas co n poca práct i ca, q u e al desplegar sus fuerzas o b serven a rmo nía , es d eci r, dejen en su c a m po espacio para man iobra de las piezas, eviten su a m o ntonam iento . Al mismo tiempo h a y que dificu lta r al a1dversario el cumpl imiento de esa tarea . Independ ientemente del ca rácter de la a pertura, las mejores j ug adas de a mbos siem pre están subordinadas aun objetivo : luchar por e l centro . Con l a partic u l a ridad d e que las blancas, ten iendo la ventaja de la p ri mera j ugada, son capaces de lograr más rápido ese objetivo, mientras q ue las negra s harán lo posible p a ra i m ped i rlo . Vea mos , co mo ejem plo, las primeras jugadas de dos com p l i cad ís i mos sistemas de teoría contemporánea, l a partida esp a ñ o l a 1 .e4 eS 2.liJf3 lt'l c 6 3.ib5, y la defensa N i mzowitsch 1 . d4 t!Jf6 2.c4 e6 3.t!Jc3 i.b4 . Está claro q ue la lucha desde el m ismo com ienzo se enta b l a en torno a las casillas centra l e s eS y e4 . Eso es natura l . La su premacía en el centro del tablero (se trata no sólo de

ocupar con los peones las casi l las centra les, s i n o también de contro l a r c o n las p iezas) perm ite crear ca be.za de puente para o peraciones a ctivas en medio j ueg o . Procuraremos i lustra r l o d i cho c o n un ejem plo bastante s i m ple. 1 .e4 e5 2.f4 lt:lc6 3.lt'lf3 exf4 4.d4 d'6 5 ..bf4 t!Jf6 6.lt:lc3 i.e7 7 ..te2 0-0 8.0-0. Así, d icho sea de paso, empieza n a

men udo las partidas entre novatos o en sesiones de si m u l tá neas. Ambos ba n dos trataron de desarro l lar las piezas en i g u a l medida, pero las blancas consig uieron mucho más. Tienen fuerte pareja d e peones en el centro y sus piezas d isponen de espacio operativo . Cla ro, la posición de las negras está lejos de ser perdedora , ¿ pero p or qué desde el m ismo com ien z o condenarse vol unta riamente a pasividad? En mi tarea no entra dar recomendaciones concretas respecto a ta l o cual apertura, pero teniendo en cuenta la en orme popu laridad del gambito de rey entre ajedrecistas poco expertos p u edo a conseja r estos métodos de j uego .

1 .e4 e5 2.f4 exf4 3.lLJf3 d6 4.d4 g5 5 ..ic4 ig7 '6.0-0 116. O b ien 1 .e4 e5 2.f4 d5 3.exd5 e4 4 . d 3 ll:lf6. lEste intento

de pasa r al co ntraataque entraña basta nte pel igro para a m bos ban dos, ex i ge buen co noci mi ento de m ú ltip l es va ria n tes . Ahora, con ejemplo tomado de la práctica de grandes maestros veremos cómo el menosprecio de los principios del desarrollo en la apertura condujo a las bl a n cas a rápida catás trofe.

Bog1olj u bow, E - Botvi n nik,M [E 1 4] Nottíngha m , 1 936 1 .d4 tiJf6 2.liJf3 b6 3.e3 En esencia, las blancas renuncian a juego en el centro. Los intentos de obtener supremacía en la apertura están vinculados con la movida c4 o bi en llJc3.

3 . . . c5 4.c4 .ib7 5.lt:Jc3 cxd4 6.exd4 e6 7 . .id3 .ie7 8 . 0 -0 0-0? Sí las n e g ras jugasen 8. .. d5 hubiesen resuelto los problemas de apertura .

9 . b3? Momento sig nifi cativo . Las blancas se apasionaron por el desarrollo de sus piezas, sin pensar en las co n s ecuenc i as , y no advirtieron la jugada 9.d5! que haría imposible el d es arro llo armonioso de las piezas adversarias. La variante 9 .. . exd5 1 0.cxd5 t!Jxd5 1 1 . .!iJxd5· i.xd5 1 2.il.xh7+! \txh7 1 3.¡;vxd5 es cl a ram e nte ventajosa para las blancas, porque las negras tendrían que re s1i g na rse a la ex i ste ncia del peón d5, que obstacul iza su posición .

9 . . . d5 1 0.i.e3? Diremos con franqueza, jugada conforme al principio "después veremos". El alfil en e3 está ubicado al extremo desafortunadamente, m o lesta a sus piezas e impide a las blancas controlar la casilla importante e4, don d e se afirma sin d e m ora el caballo negro. La lóg ica dell juego anterior de las blancas requiere las jugadas .ib2 y ¡;ve2. para después, según el plan trazado, seg1uir lli:ac1 y lli: fd 1 o b ien lli:ad2 seguido de l"ife 1 . En este caso, las blancas tendrí a n juego lib re y pod r ía n atisbar con seguridad e l fut uro.

1 0 . . . l¿Je4 1 11 .gc1 l¿Jd7 1 2.�e2 Co ntinua c ión d e l m ismo ju ego despreocupado que pe rm itió a l as negras reforzar sin obstáculos su p os ición . Ahora, las blancas pierden la última chanca de disputar a las negras el d omini o del centro: 1 2 .cxd5 exd5)

1 2 . . J &c8

Ahora, el cambio cxdS ya es imposible.

1 3 J �fd 1 fS Las neg1ras fortalecieron al c�ballo ubicado en el centro. Ahora es evidente QU'e las blancas tropezaron con seri as dificultades. En primer lugar, las negras dominan en el centro. En segundo lugar, empieza a manifestarse el debilitamiento de las casillas negras en el flanco dama. Recordemos que todo eso se pod ía evitar poniendo el alfil en b2, ¡el lugar más natural para él en dada situación! Con este ejemplo uno se convence en la práctica que la ubicación incorrecta de una pieza puede influir en la solidez de toda la posición .

1 4 . .if4? Las blancas demasiado tarde -¡y en momento inoportunot­ procuran controlar la casilla eS. Era más razonable pasar a la defensiva y con la jugad a 1 4 .t!J b 1 lueg o cxd5 o bien gxc8 procu ra r por medio de cam bios aliviar algo su situación. 1 4 . . . g5! Bajo a b ri g o d e l poderos o puesto avanzado central t0e4, las negras pasan a ofensiva resuelta s in turbarles lo m ín imo el

debilitamiento de la posición dell rey.

1 5 .ie5 g4 1 6.tiJe1 tt:J xeS 1 7.ixe4 dxe4 1 8 .dx.e5 Wlc7

La S U!e rte de la part1i da estaba dec idida. el peón e5 pere ce y e l vigoroso puño de las negras en el centro, apoyado por los dos alfiles de largo alcance, debe obligar a las blancas a capitular en breve.

1 9 .lüb5 'ªxe5 20J�d7 �g 5! última sutileza. El a l fil escapa rápido al golpe.

21 J.;cd1 J.c6 22.!txa7 !tcd8 Además de todo, las negras se apoderan de la línea d. El fin a l de la pa rtida fue :

15

2 3.a4 gxd 1 24.§'xd1 gds 25.§'c2 id2 0-1 Pienso que aquí valdría l a pena cita r l a observación d e Mija i l Botv i n n i l< a otra partida, con el maestro Alex a n d r Soko lski de la semifi na l del ca m peo nato nacio nal de 1 93 8 : " . . . Y ell control de las casi l las cen trales pasa a las negras. Se acl ara pau lati namente que las bl ancas no tiene n p l a n de j uego y están ocupadas sólo en desarro l l a r l as piezas. Ta l vez era ad m isi ble jugar así a co mienzo del s i g l o, pero en

n uestra época, cuando cada m aestro a proximadamente desde la sexta-octava j ugada traza el plan de medio j u ego, no hay " m ejor" fo rma de caer en posición incómoda que aspira r al sim p le desarrollo" Esta observación crítica del ex ca m p eón m u n d ia l puede co nsiderarse axioma ajed recístico, e s decir, regla vigente para todos l os q u e j ueg a n a l ajedrez.

Lecc i ó n 1 1 A b i e rtas, Se m i a bi e rtas, Cerra d a s . Des p ués d e estu d iar l a s lecciones a nteriores, usted colocó las p i e za s y piensa con qué jugada em pezar. No

se apresu re a to m a r el m a n u a l de apertura, só lo confu nd i rá a l a ficionado poco experto. Probemos hacer juntos la elecció n . Ante todo recuerde, en la posición inicia l no existe jugada mejor n i más fuerte. Hay va rias j uga,das correspond ientes a los princip ios del desarrollo d e l!as piezas en l a apertura' y entre el las debe eleg i r conforme a sus gustos, co no cim ientos y ex pe rie nc ia a jedrec ística . Yo le propondría i n iciar las partidas moviendo dos casi l l a s uno de los peones centra les. M ien tras no era G . M . , me gustaba mucho empezar l a partida con la jugada d e l PR. 1 . e4 ! Esa j ugada reflejaba osa d ía cabal leresca y d isposició n a entrar en combate de go l pe . El peón bla n co en la casi l la e4 tiene bajo fuego el importa n te escaque dS y espera refuerzo en d 4 . Como ven, los objetivos de las b l a ncas son bien claros, a b iertos, y no por casua l idad todas las a pertura s que empiezan con la j ugada l . e4 co rrespo nden a la clase de a bierta s o semi a b iertas. De modo q ue las bla ncas jug aron 1. e4 ¿cuá l será la mejor respuesta de las negras? Au nque pa rezca extraño, ellas tien e n bastante a m p l i a el ecció n . La respuesta más ca rdi na l , sin dudas, es ig ual contraataque del OPR negro : 1 . . . eS . Todas la,s apert u ras q ue e m piezan 1 . e4 es, constituyen la clase de : Aoerturas abiertas, con la historia y práctica más ricas. Gambito de Rey 1 .e4 e5 2.f4 exf4 3.li.Jf3 d6 4 .d4.

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contraga mbito de las neg ras, que les permiten l uchar exitosamente por la i niciativa med iante 2 ... d 5 ' 3 .exd 5 e4 ! O b ien 2 . . . exf4 3 . lilf3 dS 4.exd5 llJf6. Gambito del Centro. Otro i nt ento de qu itar en el acto el peón del centro 1 .e4 e5 2.d4 exd4 3 .tixd4.

Encontró menos partidarios. Dura nte el paseo de l a d a m a, b l a, n ca 3 . . . t!lc6 4.e-e3 l!Jf6, las neg ras tienen e l tie m po de poner en juego a d o s caballos y obtienen d e g o l p e posi bi lidade s ig u ales q ue l a s blancas e n la l u cha in minen te . Partida Italiana. 1 . e4 e5 2.lüf3 lüc6 3.ic4 ic5.

8 7 6 5 4 3 2

8 7 6 5 4 3 2

2

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Esta magnífica, a pertura a, h ora desapareció de la práctica sería de torneos, en gra n parte debido a las ideas

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La idea de este com i·enzo es a provecharse del centro y ataca r el p unto f7 . Una de las aperturas más a ntig uas del ajedrez resu ltó extraord i n ari a mente múlti p l e . Ahí, las tentativas de a podera rse en el acto del centro, sin parar en sacrificios 1 .e4 e5 2.ttlf3 lLlc6 3.i.c4 �c5 4 . b4 .ixb4 s.c3 Acs 6.d4. o bien 1 .e4 es 2 . .!üf3 .!üc6 3.Ac4 ics 4.c3 .!üf6 S.d4 exd4 6 .0-0. Se com b i na n c o n métodos mod ernos de d esa,rro l l o n o p res u roso de las fuerzas com b ativas d esp ués de 1 .e4 eS 2.ttlf3 lt:lc6 3.i.c4 i.cS 4.d3 d6 S.c3 tLlf6 6.0-0 0-0 7.igS.

La partída Española. Co ron a lla a b iertas. 1 .e4 es 2 . .!üf3 .!üc6 3.ibs.

clase

de apertu ras

Al precio de pérd ida de tiempo para el retroceso de la dama,, las neg ras hacen me nos tensa la situaci ón en el centro y qui eren desarrollar las p iezas de este mod o :

1 .e4 d S 2.exdS 'eixdS 3.tLlc3 �aS 4.d4 t0f6 S.tLlf3 .ig4 6.ic4 e6 7.0-0 llJc6, con el posterio r enroque l a rgo. lEste comienzo

no es popular entre llos ajedrecistas expertos ( no nos g usta perder tiempo en va no)1 pero p a ra la masa fun d a menta l de ajedrecistas es una a pertura bastante aceptable. Defensa Siciliana. La a pertura de esta clase em pleada más a menudo y que surg¡e luego de L. c s .

a

Apertu ra profu nda por su co nte n id o estratégi co y táctico. Los mejores grandes maestros del orbe considera n medida de la fuerza ajedrecística saber j u g a r con bl anca s y negras posiciones españolas. Este com ie nzo satisface cualquier gusto . Aq u í hay esq uema d e varia nte de ca mbio rel ati va me nte no c omp l i ca d o para la com prensión ( 1 .e4 es 2 . .!üf3 .!üc6 3.ibs a6 4.Lc6 dxc6); lucha acentuada con precisión por el centro en variante a b ierta ( 1 .e4 es 2 . .!üf3 .!üc6 3 ..ib5 a6 4 . .ia4 iLif6 S.0-0 .!üxe4 6.d4 bS 7 . .ib3 dS 8.dxeS .ie6); famoso contraataq ue M a rshall ( 1 .e4 eS 2 .tLlf3 lLlo6 3.ibS a6 4.ia4 lt:lf6 S.0-0 i.e7 6.!le1 b5 7.ib3 0-0 8.c3 dS! 9.exd5 lüxd5 ó incluso 9 . .. e4) y,

por fi n , esquema clásico excepciona l mente rico de conten ido, q u e pueden a p l ica r de forma correcta sólo ajedrecistas expertos y erud itos ( 1 .e4 eS 2.li:lf3 ti:lc6 3.i.bS a6 4.i.a4 tLlf6 S.O·O fl.e7 6J1ie11 bS 7.ib3 0�0 8.c3 d6 9. h3 ti:laS ó bien 9 . . . lüb8 1 0 . d4 ) . Volva mos a la posición d espués de d e l a primera movida blanca. Ade más de la recti línea 1 . . . es, las

neg ras pueden empezar el juego

siguiendo

otros

esq uemas, cuya estrateg ia de a pe rt u ra no está d e l i neada co n ta l precisión como en la, partida española . No en vano tod a s las a perturas donde a Le4, las neg ras responden d e otro modo q ue 1... es, constituyen la clase d e : Aoerturas Semiabiertas. La a pertu ra más si m p le por el deli neam iento de la lucha es la lla mada : Partida Escandinava. 1 .e4 dS 2.exd5 �xdS 3.li:lc3 �aS.

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8 7 6 5 4 3 2

Las neg ra i m piden formar fuerte pa reja de peones y después de 1 . e4 c5 2.li:lf3 t0c6 3.d4 cxd4 4.li:lxd4, m u y a men udo surgen posiciones donde se entabla u na lucha muy comp licada por co ntro l a r con las piezas las casi l l a s centra les, y los ajedrecistas tienen abu ndan cia de posiciones tácticas. Yo aconsejaría i n iciar el estud io de la defensa siciliana por a lgu nas partidas conocidas. J u g a d a s en l a Variante del Dragón : 1 .e4 es 2 .lü f3 .!üc6 3.d4 cxd4 4 . .!üxd4 lüf6 5 . .!üc3 d6 6 ..ie3 g6 7J3 (o b i en 7. �e2) o en el Siste m a Scheveníngen 1 .e4 c5 2.ll'lf3 lt:lc6 3.d4 cxd4 4.lt'Jxd4 ll'lf6 5.ti:lc3 d6 6 ..ie3 e6.

17

La Defensa Caro-Kann ( l . e4 c6 2 . d4 ) y La Defensa Francesa Le4 e6 2 . d4 dS) Se a semeja n por sus ideas estratég icas fu ndamenta les .

M ucho m á s despacio tra n scurren los acontecimientos en el ta blero de ajedrez si las blancas con su pri mera movida adela ntan en l ugar del PR el P D . l . d 4 . Aquí, e n los primeros tiempos, los planes de llos bandos son complletamente i n i nteligi bles, están ocultos del a d versario. Y todas l a s aperturas con la primera, movida Ld4 for m a n la cla se d e : Aoerturas Cerradas. Para j u g arlas correcta mente hay q ue tener hábitos posiciona les y cierta experiencia . Por eso acon sejo a l pri ncipio e m plea r dura nte u n año aperturas Abiertas y só lo después estu d i a r las Cerradas . Como en el caso l . e4, la respuesta ca rd i n a l a l . d4 es L. d S . Luego de 2 .c4 , surgen d iferentes esq uemas de g a mbito de d a m a . a

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6 5

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2

Las negra s no i m p iden cre a r el centro de piezas ideal,

Respondiendo 2 . . . c6 o bien 2 . . . e6 las neg ras procu ra n mantener ell puesto ava nzado de peo nes en d S , mientras l a s bla ncas irán crea ndo m etód icamente cond iciones propicias para q u e el peón blanco l leg¡ue a e4. En nuestro siglo se elaboraro n otros métodos de d esa rro l lo, dond e llas n e g¡ ras l uchan por el centro de forma no tan rect i l ín ea . Así n ació la Defensa N í mzowitsch ( 1 .d4 tt:lf6 2.c4 e6 3.t0c3 ib4) y la N ueva I n d i a ( 1 .d4 i0f6 2.c4 e 6 3.ti:lf3 b6)

pero l i m ita n resueltame nte su m o v i l i d a d , a lzando u n

puesto avanzado b i en forta lecido en d S . Las posiciones más actua les en la Defensa Caro-Ka n n pueden considerarse las sig u ientes . Primera : 1 .e4 c6 2.d4 d5 3.e5 i.f5 4 .l0c3 e6; Seg unda : 1 .e4 c6 2.d4 d5 3.t0c3 dxe4 4.t0xe4 if5 5 .liJg3 ig6. Las bla ncas mantienen peq ueña s u p remacía en el espacio controlado, pero en las posiciones de las negras no hay debil idades y sus p iezas se desa rroUan sin obstácullos. En la Defensa Fra n cesa , la v a ria nte básica 1 .e4 e6 2.d4 d5 3. tt:lc3 i.b4 4 .e5 eS, co n d u ce a la posición en q u e la pa rej a de peones bloqueada d4e5 se h a l la continuamente bajo a menaza. Ambas aperturas se estiman basta nte eficaces y llevan a complicada l ucha de m a n iobras. A quienes a m a n el trabajo m eticuloso en el ta blero de ajedrez y están d ispuestos a esperar pacientes su hora puedo recomendarl es que estu d ien una de estas a perturas. M e g u sta m á s la Defensa Ca ro-Ka n n . Ahí nad a i m p id e d esarrollar l a s piezas negras, mientras q u e en l a Defensa Fra n cesa el alfil de c 8 largo tiempo no puede e ntrar en acción .

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8 7 6 5 4 3 2

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Donde las n e g ras tratan de l uc h a r por el contro l d e la casil l a e4. En la Defensa Antigua I n d i a ( 1 .d4 l!lf6 2.c4 g6 3.l!lc3 ig7 4.e4 d6) y en la Defensa G runfeld ( 1 .d4 t0f6 2.c4 g6 3.l!lc3 d5 4.cxd5 l!lxd5 5.e4)

a

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Las negras, al c o n t ra ri o , permiten q u e el e n e m ig o cree un pod e roso centro de peo nes y sólo después se ponen a socavarllo. Aquí term inamos nuestra breve fam i l iarización con

las princi pa les aperturas.

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7

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5 4 3

3

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Lecc i ó n 1 2 E l Arte d e P l a n ea 1r

Casi cada persona a l in iciar cua lq uier tarea a n a l iza q u é acciones debe rea l iza r para lograr el objetivo propuesto y después ca lcula en qué sucesión . Estoy fi rme m e nte co nvencido de que el ajed rez hasta cierto pu nto es un modelo de la vida y e n este j uego ta m bién tiene i m po rta ncia saber p la n ear ¿Qué es el p l a n en la partida! de ajed rez? Un orden med itado de acciones para lograr d eterm i nado obj etivo, u n orden q ue considera la situación real en el tablero y que se corrige perm a nenteme nte seg ú n el proceder a d v ersa rio del juego. La partida general mente se d isti ngue por l a a p l i cación de va rios pl anes . Al prin cipio desa rrollo de la a p ertura seg ú n determinado esq uema, pon iendo en .

j u ego las piezas con el propósito de obtener supremacía en a l g ú n sector del ta blero . De sp u és g rad ual aumento de la p resión parea log rar ventajas concretas pos i c i o n a l e s o m a teri a le s en med io juego . Por ú lt i m o materia l ización reflexionada de la superioridad en la ,

,

fase fi n a l del ju ego para alcanzar ta l correlación de fuerzas donde la resistencia de u no de los ba n d o s sea

i n úti l. . E l defe nso r ta mpoco construye su d efensa espontáneamente, llo hace de acuerdo a un plan q u e te nga en cuenta el peligro real de amenaza enem iga y las debil idades propi as q u e de b e n s u p erarse en pri mer té rm i no El plan de j uego se efectúa en base a la esti mativa d e la situ ación concreta y sus particularidades . Por eso .

19

es ta n im porta nte saber anal izar correcta mente el estado del ej é rc ito p ropio y contra ri o , conocer todas las sutill izas de la situación crea d a . La posibilidad d e traza r el p la n de j u ego y aplicarlo i n cesantem ente en el ta blero constituye uno de los aspectos atractivos de la lid aje d re c íst ica y a menudo reporta no m enos sa t i sfac c i o nes que, d igamos, un ataque bel l o a l rey. Si tenemos e n cuenta que los rivales no sólo ocultan u no d e l otro sus i ntencio nes, s i n o en oca s i ones d i s i m u lan m i nuciosamente la zona h i p otét i ca del futuro com bate rea1 liza n do i nge n iosa ma1niobras d i stractivas, se torna cla1ro que j ugar co nfo rm e al p l a n ado pta1do es un gran a rte .. I n d uda blemente, el aficionado no p u ede aprender d e golpe a calcula r correctamente s us a cciones. Claro, h a b rá errores q ue destru i rá n lo proyectado, así como peq ueños d escu idos. Pero, en mi op i n ió n, es preferible a p render a p l a n e a r en base a errores que presc i n d i r por co m pl eto d e p l a n .

Pa ra co n f i rma r l o citaré d o s ejemplos.

Suet1i n ,A - Bondarevsky,l [C72] U RS-ch31 Leningrad (9 ), 1 1 . 1 963 1 .e4 eS 2.lbf3 lüc6 3 .ib5 a6 4.ia4 d6 5.0-0

1 6 .ttle2 lüg6 1 7.lüg3 '§e6 1 8 .ig5+ Wc8 1 9.lüc5 �e8 20.lü h5! Los caballos blancos destroza ron po r com pl eto l a posición de negras. La fase culminante del pla n ofensivo b lan co es con segu i r ventaj a materia l gen u 1ina . las

20 . . J3g8 2 1 .!0xg7 gxg7 22.!0xa 6 ga7 2 3 ..ie3 �xa6 24.�xa6+ ®d8 2 5.ig5+ lü e7 26.if6 gg6 27.a4 �c8 28.�d 3 Wd 7 29.a5 �b7 3 0 . b4 lüg8 31 . c4 �e6 32.�d4 We8 33.b5 cxb5 34.cxb5 /¡j e7 35J9c5 �d7 36.�ac1 1 -0 Otro eje m p l o :

Gligoric,S - Smys lov,V [A30] Cand idatas Tou mament Zuerich ( 1 2). 1 9 .09. 1 953 1 .c4 C!J f6 2.C!Jc3 e6 3.C!Jf3 c5 4.g3 b6 5.ig2 ib7 6. 0-0 .ie7 7.d4 cxd4 8 .'ªxd4 0-0 9J�d 1 C!Jc6 1 0 .'�f4 Wb8 1 1 .Wxb8 �axb8 1 2.if4 �beS 1 3 .id6 .bd6 11 4J3xd6 ttle7 11 5.C!Je5 ixg 2 1 6.xg2 lbf5 1 7 J�d2 d6 1 8 . e4 tb xg3 1 9. hxg3 dxe5 20.b3

En el tablero vemos una de las viejas ramificaciones de la partida española. Al concluir l a pri m era m i ta d de l pla n de desarrol l o en la apertura (evacuación del rey del centro), las blancas empiezan a crear el centro de peones con las jugad as c3 y d4, intensificando la presión en el peón e5. Las negras generalmente tratan de mantener el puesto avanzado en e5 traslada ndo el caballo por el itinerario ltlg8-e7-g6, con la posterior ie7. O procu ra n erigir otra fortaleza: ltlg8-e7, peón g6 y ig7. Ambos bandos están preparados par una lucha de maniobras relativamente lenta. Pero inesperadamente, las negras hacen u n brusco ataque antiposicional:

5 . . . gi5? 6 . d4! Las a cciones en é rg i cas en el centro son la mejor re a cció n a tan prematuro ataqu1e rival en el flanco. Justamente al abrir el centro se deja sentir más rápido la demora de las negras en el desa.rroll o . La sexta j ug a da de las blancas es un buen ej e m pl o de i nme d ia ta corrección del plan antes trazado, debido a las acciones arriesgadas de'l bando op u e sto .

6 . . . g4 7 ..ixc6+ bxc6 8.lt] e 1 exd4? ! Otra concesión posicio nal . Estimando que la ventaja de dos a lfi les les da derecho a a brir el j ueg o , las neg ra s ceden sus posiciones desarrollo.

en

el

centro,

atrasándose

como

antes

en

el

9 .�xd4 �f6 1 0 .Wa4 '1:Je7 1 1 .füc3 Otra enmienda al plan de apertura. La situación creada no exige de las bla n cas qu e de sp l ace n el peón a c3. El caballo ocupa esa casilla y se in co rpo ra en el acto a la lucha por el centro, donde a hora ocurren los a contec imie n tos de cisivos .

1 1 . . . .id7 1 2.1:Va 5 ! D e nuevo las blancas modifican s u plan d e juego. Por cuanto el peón e? quedó d eb i l i ta d o , las b lan c a s i m pi d en al rey adversario que enroque, anulando de ese modo las intenciones enemigas de movilizar sus piezas. La pérdida de un tiempo d e las blancas es bien compensada con l a rg o per íodo de desarmonía d e 11as pi ez as neg ra s .

1 2 . . . �d8 1 3 .lüd 3 ig7 1 4.e5! Con esta ju ga da , l a s blancas em pi ez an a aplicar su segundo plan, que tiene por objetivo o rga n iza r el ataque al rey estancado en el centro. El camino más corto a esa met a es l i mp iar lla s l íne a s d e l cent ro de l ta ble ro, p riva nd o al rey cont rario d e monol fti ca cobertura de peone s .

1 4 . . .1:Vf5 Luego de 14 . . . dxe5 1 5.lt:lc5 no se ve defensa contra la amenaza id 1 .

1 5J�e1 d 5 L a única forma d e salvar l a p os ic ión e s evitar la apertura d e ila línea d. P e ro las casillas indefensas del bando negro deciden el

desenlace de:l combate.

En la si t u a ción creada, la ventaja principal! d e ll a s n e gra s consiste no tanto en el peón de más, puesto que sólo podrá a provecha rse al final, cuanto en el control de muchas c as i l las del centro: d4, d5, c5, f4, f5. Las blancas tienen sus contrachances: supremacía de peones en ell flanco dama y la l í nea d. ¿Cuántas partidas semejantes terminaron en tablas por juego i mpreciso ! Pero Smyslov j ueg a estos finales con mucha pericia. El divide su plan para lograr la victoria en las partes siguientes: Primera parte. Cambiar inmediatamente un par de to rre s para asegurarse contra amenaza de incursión por la Unea d. Las negras tienen que dejar una torre para lucha posible contra los peones blancos del flanco de dama.

20 .. J �fd8 2 1 .�ad1 �xd2 22.�xd 2 ®t8 23 .f3 We7 Segunda pa.rte. Esta parte está vinculada con ll a amenaza de aparición de peón pasado en la l ínea h. P a ra impedirlo, la torre b lan ca debe abandonar la l í ne a d y l a torre negra ocupa su sitio.

24. @f2 h5 25. @e3 g 5 f 26J:l:h2 gds 27J�h1

Tercera parte: Esta etapa prevé el a ta que al peó n

e4 .

27 . . . g4 28.fxg4 lü xg4+ 29.We2 ttlf6 30.We3 Eid4 Ahora, cuando las piezas blancas están atadas all peón e4, entra en a cció n el rey n eg ro , d iri gié nd ose de e7 a la cas i lla g:4.

31 .Eif1 C!Jg4+ 32 .�e2 �f8 33J�f3 ®g 7 34.gd3 t6

Corrección neces aria del plan. El itin era rio del rey g7-g6-g5-h4 fue trazado b aj o la condición de conservar las torres. Las blancas quieren hallar salvación en fi nal de caballos. P o r eso, ell rey negro debe mantenerse más cerca del ce ntro.

20

35J�xd4 exd4 38.� c8 d3+

36.t!:J b5

�eS!

37.ti:Jxa7

�xe4

Claro, no 38 . . .e5? porque 39.lt:ld6++

39.�d2 �d4 40.c5 bxc5 41 .�d6 �eS 0-1

del

¿cómo aprender a tra za r correcta mente los pla nes p ró x i m o co m bate ajedrecístico? Mej o r que todo

ana l iza ndo los comenta rios de g ra n d es maestros a partidas j ugadas, p resta ndo atención espec i a l a l a sucesión d e a ccio nes p a ra logra r el objetivo fina l !. Los comenta rios a p a rtidas jugadas po r ajedrecistas alta mente ca l ificados prestará n gra n ayuda a cada aficionado q u e desee elevar su nivel de j uego .

Lecc i ó n 1 3 Q u é p recede a l Sa c rificio d e l a Da 1m a Pa ra l a ma y o r ía d e los afi c i o n a d o s, e l aj edre z e s ante todo u n j uego q u e se d istingue por ataques verti g i n osos y combinaciones sin fi n A todos les g usta ataca r, hacer bel'las com bi naciones, pero no todos, ni mucho menos, ven l a bel leza a u téntica en suti les man io bras de piezas y planes estratégicos profundos. El a rte de j uego posicion a l , como reg la, no es muy apreciado por los si m ples a m adores del ajed rez . Mientras tanto, e l ata q u e com bi natorio efica,z surge con mayo r frecuencia no d e pura casu a l idad, s i n o q u e es p repara,do co n el j uego posicion a l , basado en l a observancia de las leyes de la estrateg i a ajed recística . Por eso, quien desea obtener éxito en el ajedrez no debe menospreci,ar e l estu dio de esas leyes . El j ue g o com b i natorio y posiciona l no tiene q u e oponerse, sino co mplementa rse. M e gusta mucho ataca r y sacrifica r. Sin embargo estoy firmemente convencid o de q ue el j ueg o posicional es la base del ajedrez. Justo él refleja la lóg ica interna de l a lucha ajedrecística, obl iga a combatir en rig u rosa correspondencia con las posi b i l id a des de los bandos1 ten iendo en cuenta l a s pecu l ia ridades de las situaciones que se dan en el tablero . L a base del j uego posicion a l e s el plan, a ll que nos referi mos deta l ladamente en la lección a nte r ior. Traz a r u n plan p rofundo y efica.z (correcto) requ iere a veces no menos fantasía y h a bi l i d a d que ca lcu l a r una difíc i l co m b i n a c i ó n . Si s e tie n e l a i d e a de la c o m b i na c i ó n , calicular l a s jugadas q ue las com ponen es cuest ión d e técnica y tiempo. Los hechos a q u í co n m ayor frecuencia tienen carácter fo rzado, son reales, con cretos. Mientras q u e al traza r el plan de j uego uno d ebe a poya rse en la posición que p uede s u rg ir después de a lg u nas jugadas. El cá lculo co ncreto de varia ntes es seguido a menudo de razona mie nto sem i a bstractos, supOSICIOnes y previ s i ones de posiciones fi na les del plan elabo rado. La h a b i lídad de j uga,r posicio n a lmente tiene suma .

i m portancia

en

situaciones

co m p l icadas

que

no

.

brillantes combinaciones ofensivas. Pero pocos saben que la

base de ellas e ra n p r i nc ipio s estratég icos profundos, tales como máxi ma centralización de las pie zas p ro pias , s upremací a en el desarrollo, apertura de verticales en el centro . Morph y co m p re n dió intuitivamente las leyes de la estrategia de aj ed rez y

merced a eso obtuvo muchas victorias notables Wilhelm Steinitz, gran pensad o r ajedrecfstico de fines d el s ig lo XIX. p ri me r campeón mundial oficia l , formuló por prim era vez las leyes fundamentales del juego posicional. É l demostró por primera vez que e l plan no puede nacer d e la fantasía del ajedrecista, debe apoyarse en algo, e n la posición dada del .

Él

demostró

que

cada

posición

del

tablero

,

i

.

Boleslavsky,l - Kotov,A [028] Cand ildates Toumament Zuerich (3) , 02 .09. 1953 1 .d4 d5 2.c4 d xc4 3.�f3 �f6 4.e3 e6 S ..ixc4 es 6. 0-0 a 6 7.f!ie2 cxd4 8 .exd4 i.e7 9.�c3 b S 1 0 .�b3 .ib7 1 1 .-tg s o-o 1 2J:Ue1 �c6 11 3.1lad1 �as 1 4.d5 �xb3 1 5.dxe6 'i'b6 1 6.axb3 fxe6 1 7 . �d4 .id6 1 8 .'ªxe6+ xe6 34.'l;?xb7 l!:d6 35.irxa6 d4 36.exd4 cxd4 37.h4 d3 38.§"xd3 1 -0

Para term i n a r esta l ecció n veremos el ejemplo clásico de bri l lante juego com b i natorio utilizando la "distracción". A menudo d u ra nte el ata q ue hay q u e su prim i r a l g u na pi eza adversaria que protege uno o va rios puntos. El método más simple -captura o ca mbio- no siempre es posib le . Entonces surg e la, idea : ¿ no se puede distraer la p ieza enemiga con algún rega lo? Cien años atrás Johan nes Zukertort era fa moso por s u g ra n arte de j uego com b i n atorio . Éll creó esta m a g n ífi c a m i n i atura j u g a n d o con bla ncas contra Joseph Blackburn e .

Londo n, 1 883 1 .c4 e6 2.e3 �f6 3. �f3 b6 4.ie2 ib7 5. 0-0 d5 6.d4 .id6 7.�c3 0-0 8.1b3 � lbd7 9 ..ib2 Y!Je7 1 0.� b5 �e4 1 1 .liJ xd6 cxd6 1 2.�d2 �df6 1 3.f3 �xd2 1 4.exd2 dxc4 1 5.h.c4 d5 1 6 ..id . 3 l!:fc8 1 7 J�ae1 'iJ,c7 1 8. e4 'iJ,ac8 1 9 .e5 lDe8 20 .f4 g6 21 .�e3 f5 22.exf6 �xf6 23.f5 � e4 24 ..ixe4 dxe4 b

e

d

21 .d5+ es 28 .�b4!!

Es rigor, el i n icio de l a com b i n ació n . Concanetación lógica de razona m iento : si desa p a rece el peón h 7, las d os torres y el a lfil da rá n mate al rey ; no se p uede obl i g a r al rey q u e coma a l peó n envenenado mientras ell peón neg ro e s permanezca e n su sitio y lo proteja la dama' desde e7. A ellas hay que a parta rlas d e l a casi l l a e S y del rey lo más !lejos posi ble. Si l a s ne9ras aceptan tan generoso reg alo reci ben mate en seis j ug a d as : 28 . �xb4 2 9 . i.xeS+ 'it>x h 7 3 0 . !:th3 + � g 6 3 1 . !:tg 3 + Wh7 3 2 . 2f7 + � h 6 3 3 . if4+ �hS 3 4 . 2h7 + + . Al descu brir l a pérfida, treta1 las neg ras d efie n d e n a l a d a m a , trata ndo a toda costa d e conservar ell peón e S . Pero aprovechando el d e b i l ita miento de lla octava horizontal1 llas bla ncas asesta n u n n uevo go lpe d i stractivo :

..

28 ... gscs 29.gf8+! !

Este reg a lo no se p u ede acepta r. 29 .. 'ªxf8 1 porq u e seg u i rá 3 0 . �.xe5 + �xh 7 3 1 . 'ª'xe4 + y el mate es in evita ble . .

29 . . . -bxh7 30 .�xe4+ g7 3 1 ..ixe5+f -bxf8

Un poq u i to más y las negras llevará n al rey al flanco da ma,. Pero viene el ú ltimo golpe com b i na tivo .

32 . .ig7+1

Zukertort,J - B lackb u rne,J [A1 3]

a

Método rudo pero muy eficaz di e defensa . El rey se oculta de las amena,zas por l a l ínea h tras el peón enemiQIO. Las blancas no p ued e n capturar a su peó n y d eben oblig a r a q u e haga n eso las negras1 pues en caso contra rio el ata q u e fracasará .

Ahora , en caso de 32 Uxg7 la dama negra tapa' a l rey el ca m i n o de repliegue y sigue m ate en la cas i l la e8 . ...

32 . . . -bg8 33.�xe7 1-0

E n l a sig u iente lección termi n a remos de estud iar los pri ncipios del j ue g o co mbin a ti vo .

h

e

8

7 6

3 2

a

e

g

Las neg ras reh usaron a ca pt u ra r el peó n fS , pusieron l a

torre en c8 y a m e na za n con incurs i ó n de la torre en c2.

25

Lecc i ó n 1 6 F i n a l , C a m1 po p a ra l a Fa nta sía Muchos aficionados al ajedrez esti m a n que la parte fin a l , la última fase de la partida es bastante aburrida y no requiere arte combinatorio. Cuando hablemos de las leyes que rigen el desarrollo del final pod rá n convencerse de cuán complicada y rica de contenido es esta fase. H oy procuraremos demost ra r que las capacidades co m b i nato rias y h á bitos del ajedrecista tie ne n suma importancia para el éxito en la parte final. Al realiz.ar combinaciones en medio j u ego y tanto m ás en la apertura, la mayoría de piezas y peones están parados. Mien tras que en la combinación de final de partida participan casi todas las piezas que quedaron en el tablero, y una de las unidades de combate más a cti vas pasa a ser el rey. Veamos un ejemplo simple.

a

b

e

d

e

9

h

Mueven las bla ncas y la mano se extiende enseg uida hacia el peó n h6 . Pero después de Lh7 e4 ! No hay perspectivas para avanzar con el peón bla nco, ya q u e todas l a s casil las de l a g ra n d iagonal están controladas por el a lfil n e gro . O sea para ava nza r con el peón hay q u e saca r a l a l fi l de l a g ra n d iagon a l o i m pedir el movimiento del peón e. Pro bemos el primer ca m ino.

1 .i.a7 !

Motivo co mb i nator i o conocido de d istracción. N o se puede ca,pturar al a l fil porq ue el peón h se promociona y si 1 . . . Rg S sigue 2 . h7, l ue9o de 2 ... e4 el alfi l b l a nco pasa a d4 . Queda la única respuesta .

1 . . . .ic3 2.®c2

Las negras no tienen e l ección. 2 . . . ia1 A p ri m e ra vista, las blancas extrajeron de la posición todo l o que podía n . Sin embargo, no lograron i m ped ir el movimiento del peón es salvador para las negras. Pe ro resu lta que el sacrificio del a l fi l b l a nco en la pri mera j ugada no es un truco e i ngenuo s i n o el com ienzo de

u na bel la comb inació n :

3 .i.d4! !

Golpe pasmoso por lo i nespera d o . Ahora no es difícil ver q ue en caso de 3 . . . exd4 sig u e 4 . Rd 3! y las blancas im p iden el ava nce del peón d. Ell a lfil neg ro en dl es inca paz de i mpedir la a pa rició n de la dama bla nca en h8. Pero se p u ed e ca ptu ra r al alfi l co n el a lfi l :

3 . . . .txd4 4.'iYd3r To do se pone claro . El p eón eS se ve obligado a q uedarse en su sitio defendiendo a l alfi l . Pero si 4 . . . �b2 sig ue S . �e4 ! , el rey vuelve a bloquear al peón eS y el peón blla nco dell escaq ue h6 se corona s i n d ificulta d . l li ndo espectáculo, no e s cierto? H a y a penas seis artistas, pero todos a ctúa n a l máximo . N o menos suti ll será el desempeño de los artistas del peq ueño elenco en la vieja posici ó n clásica de F. Saaved ra ( 1 89 S ) a

b

e

d

e

g

h

a

b

e

d

e

g

h

1 . c7 La pri mera jugada blanca es evidente . Después de e l la, las negras tienen dos pos i b i lidades, perm itir la a p a rició n de la dlama bla nca o d;a r jaq ue q ue pa rece muy pel i g roso.

1 . . . �d6+

Pero no es tan s i m ple esta juga d a . R es u lta que si 2 . Rb7

sigue 2 . .. Td 7. Y si 2 . RcS se obtiene tablas en el acto 2 . . . Td l 3 . Rb6 Te l .

2. g 1 2.il.h1 !! \t>xh1 3. \t>f1 ! ¡ Posición asombrosa! Las negras ti: enen dos peones de más,

pero su rey, después de capturar al alfil, se condenó a inmovilidad y puede mover sólo uno de los tres peones.

3 . . . d5 4.exd 5 e4 5.d6 e3 6.d7 e2+ 7.\t>xe2 �g2 8.d8'!9 h 1 f;l/ Las ne gra s hicieron todo ll o pOS!i ble, pe ro ahora las mata la

pos ici ó n

pasiva de la dama, que no le permite ayudar a su rey.

9.'�g5+ @h3 1 0.�h5+ f6 43. �e3 ci>e5 44.�f3 f5 45.�e3 g5 46. h 3

a

pasado a provechando la amenaza de ellud i r al rey bla nco por el fla n co :

d

e

h

b

e

d

e

h

8

8

7

7

6

6

5 4 3 2

Ambos reyes están

en oposición. Esta es ventajosa para

q uie n la ocupó, es decir, hizo la ú ltima jugada. Si ahora

mueven las blancas, ellas se ven obligadas a permitir que eludan a su rey y se corone el peón:

1. q;g2