2009 en la provincia de San Juan

Análisis de las posibles causas de la disminución global de rendimientos en el ciclo vegetativo 2008 / 2009 en la provincia de San Juan. Ing. Agr. Max...
101 downloads 0 Views 369KB Size
Análisis de las posibles causas de la disminución global de rendimientos en el ciclo vegetativo 2008 / 2009 en la provincia de San Juan. Ing. Agr. Maximiliano Battistella 1

1. El rendimiento y sus componentes El rendimiento de un cultivo de vid, con una expresión y vigor determinado, está establecido básicamente por: 1º) Número de yemas por unidad de superficie (yemas / ha): fijado en la poda. Condicionado por el sistema de conducción, marco de plantación y de acuerdo a la capacidad de la planta para producir vegetación, producción y calidad. 2º) Número de brotes por hectárea: determinado por el porcentaje de brotación. Este tiene relación con la calidad de yemas dejadas en la poda y el tipo de poda. 3º) Número de racimos por brote: determinado por la fertilidad de las yemas que brotan (fijados durante la inducción de inflorescencias el ciclo vegetativo anterior). 4º) Número de bayas por racimo: afectado por la tasa de cuaje (cantidad de flores que se transforman en frutos). 5º) Peso promedio de las bayas: dependiente del genotipo y del estado hídrico y nutricional del cultivo.

2. Revisión de conceptos anatómicos y ecofisiológicos vinculados a los componentes del rendimiento. 2.1. Yemas de la vid. La Figura 1 muestra un sarmiento podado a pitón e indica el nombre que reciben las yemas según su posición y origen. Si bien a simple vista aparecen una o dos protuberancias en la posición de las yemas axilares (yema franca y pronta) es necesario aclarar que corresponden a un yemario, o sea, a un conjunto de yemas (Figura 2). Debajo de las escamas que protegen las yemas latentes se encuentra un cono principal (de mayor fertilidad), un cono secundario, uno terciario, e incluso de mayor rango. Generalmente el cono principal es el que brota, sin embargo en situaciones de excesivo vigor o por daño del cono o brote principal se desarrollan el resto de los conos.

Figura 1: Distribución de yemas francas y casqueras en un sarmiento podado a pitón (Hidalgo, 1999). 1

Investigador en Viticultura – INTA EEA San Juan.

1

Figura 2: Componentes de una yema axilar o yemario (Hidalgo, 1999).

2. 2. Formación de yemas latentes y su fertilidad. Es necesario primero recordar el carácter bianual del ciclo reproductivo de la vid. Ya que el número de inflorescencias (racimos principales) de un pámpano quedará determinado el ciclo anterior al de su brotación, en la yema latente que le dará origen. El número de flores y posteriormente de bayas (granos de uvas) queda determinado durante la brotación, floración y cuaje del año de vendimia. Estos dos procesos, llamados en adelante inducción de inflorescencias y diferenciación floral, son condicionados por el genotipo (variedad y/o clon), las condiciones agroecológicas (Ej: temperatura, luminosidad, humedad relativa, precipitaciones, vientos, fertilidad física y química del suelo, presencia de plagas y enfermedades) y el manejo del cultivo (sistemas de conducción, manejo de canopia y estrategia de riego entre otras).

2.2.1. Inducción de inflorescencias. Al iniciarse la formación de las yemas en las axilas de las hojas, son todas idénticas y sin racimos, permaneciendo de esta forma hasta cuando el pámpano reduce significativamente su tasa de crecimiento (floración-cuaje). A partir de este momento crítico puede comenzar la inducción de inflorescencias, para pasar a ser fructíferas. Este proceso comienza desde la base del pámpano hasta su extremidad. En una vid considerada “equilibrada”, la tasa de crecimiento de sus pámpanos se reduce a partir de floración – cuaje, para casi detenerse por completo al llegar el envero (comienzo del proceso de maduración). Esto es importante ya que en este período la vid redistribuye sus fotoasimilados a reservas y maduración de la uva. Esta acumulación de reservas es fundamental en la diferenciación de yemas fructíferas. Cualquier alteración del ciclo normal de desarrollo de la vid, tal como un crecimiento excesivo y continuado, un crecimiento débil, exceso de cosecha, accidentes climáticos, etc., retrasan la inducción de inflorescencias, reduciéndose también el número de racimos, su tamaño y la perfección de su forma. Los dos factores climáticos con mayor incidencia en la inducción de inflorescencias son la temperatura y la luminosidad. Altas temperaturas y alta luminosidad, entre floración y envero, favorecen la fertilidad de las yemas latentes. No así las bajas temperaturas y la falta de luz (días nublados y/o canopias muy densas).

2

2.2.2. Diferenciación floral, floración y cuaje Desde el inicio de la brotación de la yema latente, en los racimos principales, predeterminados en la temporada anterior, comienzan a formarse los inicios florales. Las condiciones de crecimiento de la vid desde este momento y hasta floración, tales como la disponibilidad de sustancias de reserva, agua y nutrientes, velocidad de desarrollo del pámpano y condiciones ambientales, entre otras, determinan el número de botones florales que llegarán a floración. Las bajas temperaturas en este momento del ciclo vegetativo son la causa de los mayores trastornos en la floración. Cuando la temperatura media diaria sobrepasa los 15 – 16º C comienza el proceso de floración con el desprendimiento de la corola a partir de su inserción con el cáliz, y estambre y pistilos maduran. Se desprenden los granos de polen, que caen y se adhieren al estigma donde germinan, emiten el tubo polínico llegando a los óvulos para producir la fecundación. Los óvulos fecundados crecen y estimulan el desarrollo de las partes del ovario que constituirán la baya o grano de uva. Si bien este proceso comienza a producirse cuando las temperaturas medias diarias alcanzan los 15º C, las temperaturas óptimas para la floración y fecundación están comprendidas entre los 20 y 27º C, produciéndose una apertura floral en malas condiciones por debajo de los 15º C y por encima de los 30º C. La germinación del polen se realiza en buenas condiciones de 15º C a 27º C, con un óptimo de crecimiento del tubo polínico cerca de los 24º C. Temperaturas por debajo de los 15º C impiden la formación del tubo polínico, por lo que puede haber floración pero sin producirse la fecundación. Bajas temperaturas durante el proceso de floración, sobre todo si se producen después de un período cálido, provocan un rápido corrimiento originando granos pequeños y sin semillas (millerandage). Se prolonga el proceso de fecundación realizándose en forma desigual y con dificultad; se producen abortos y desecación de ovarios. Las bajas temperaturas y las lluvias dificultan la apertura de las flores favoreciendo el corrimiento de racimos, como así también cualquier factor que afecte el proceso de fotosíntesis.

3. Análisis de la situación climática de la provincia de San Juan y su efecto en el rendimiento global de la temporada 2008 - 2009. Si bien existe una multiplicidad de factores que afectan los componentes del rendimiento, y por lo tanto el rendimiento final de un cultivo, para el análisis de los rendimientos globales de la provincia de San Juan en la temporada 2008 – 2009, nos centraremos en las condiciones climáticas. La generalización y distribución del problema de bajos rendimientos evidencia el efecto de un factor de incidencia regional, como es el clima, más que a particularidades de cada viñedo. Las múltiples denuncias de vitivinicultores e informantes calificados de diferentes zonas de la provincia, declaran una baja en los rendimientos del orden del 20 al 50% en cultivos de diferentes variedades, e indican como zona más afectada la región sur y este del valle de Tulum conformada por los departamentos Sarmiento, Caucete, 25 de Mayo, 9 de Julio, San Martín y Angaco. Estos departamentos concentran más del 70% de la superficie cultivada con vid en la provincia (INV, 2006) y aportan el 74% del volumen de uva destinado a industria (INV, 2007). Para el análisis de las condiciones climáticas y de los efectos directos e indirectos que provocan las mismas se tomó como fuente de información la Estación Agrometeorológica Media Agua, ubicada en el departamento de Sarmiento. Quedan fuera del presente análisis la superficie con viñedos afectados por granizo que, según datos del ministerio de la producción del gobierno de la provincia de San Juan, alcanzan las 7.402 ha.

3

3.1. Efecto directo del clima en los componentes del rendimiento de la vendimia 2009. 3.1.1. Número de racimos por brote (fertilidad de yemas): Si tomamos como referencia la producción del año 2008, y teniendo en cuenta el carácter bianual del ciclo reproductivo de la vid, es necesario considerar los datos climáticos de octubre y noviembre de 2006. Esto es, porque es el momento aproximado en que se produjo la inducción de inflorescencias en las yemas que brotaron en la temporada 2007-2008. Compararlos con los datos de los mismos meses del año 2007 nos permitirá estimar si las temperaturas mínimas tuvieron efecto en la fertilidad de yemas. La figura 3, muestra las temperaturas mínimas durante el período de inducción de inflorescencia para las temporadas 2006 – 2007 y 2007 – 2008. Si bien no hay coincidencia en las fechas en que se producen los diferentes picos de mínima entre las dos temporadas, principalmente en el mes de noviembre, no hay diferencia en las mínimas absolutas entre ambas. Por lo tanto, no debería haber diferencias en el número potencial de racimos por brote entre las temporadas 2007 – 2008 y 2008 - 2009.

25,0

Temperatura (ºC)

20,0

15,0

10,0

5,0 Temp.Min.2006 Temp.Min. 2007 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30

0,0 Octubre

Noviembre

Figura 3: Evolución de la temperatura mínima diaria de octubre y noviembre de los años 2006 y 2007. Estación Agrometeorológica Media Agua, departamento Sarmiento, San Juan.

3.1.2. Número de brotes por unidad de superficie. Durante el período de brotación de la presente temporada (mediados de septiembre y principios de octubre de 2008) se produjeron descensos de temperatura que pudrían haber causado heladas en algunos viñedos, necrosando brotes principales. Los descensos de temperatura de mediados de septiembre no explicarían la reducción de rendimientos, debido a que en la temporada anterior (septiembre de 2007) se produjeron heladas semejantes (Figura 4). Sin embargo, este fenómeno, sumado al descenso de temperatura de principios de octubre pudo haber contribuido a la baja de rendimiento global.

4

3.1.3. Número de bayas por racimo. Las bajas temperaturas registradas entre el 3 y el 6 de octubre de 2008 (figura 4) pudieron afectar la diferenciación de primordios florales, por lo tanto el tamaño y forma del racimo (reducción del número de bayas por racimo).

20,0

Temperatura (ºC)

15,0

10,0

5,0 Temp.min.07 Temp.min.08 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31

0,0 septiembre

Octubre

-5,0

Figura 4: Evolución de las temperaturas mínimas diarias de septiembre y octubre de 2007 y 2008. Período de inicio de brotación (segunda quincena de septiembre) y diferenciación de primordios florales (octubre). Estación Agrometeorológica Media Agua, departamento Sarmiento, San Juan.

3.2. Efecto indirecto del clima en los componentes del rendimiento de la vendimia 2009. 3.2.1. Número, tamaño y peso de bayas por racimo. La distribución de precipitaciones en las temporadas 2007 - 2008 y 2008 - 2009 (Figura 5) muestra, para la primer temporada, una alta frecuencia de precipitaciones a partir de la segunda quincena de enero. Tanto por el momento de ocurrencia, como por la frecuencia y cantidad de las mismas, se explica el alto número de consultas de viñateros, recibidas la temporada pasada, por podredumbre de racimos y peronóspora en follaje. Si bien la podredumbre de racimos afectó la vendimia pasada, los viñedos con desfoliación parcial o total, a causa del ataque de peronóspora, tuvieron problemas en la acumulación de reservas. Por lo tanto, la brotación, el vigor y la diferenciación de inflorescencias pudieron afectarse. En consecuencia, podría resultar en un menor número de brotes, de vigor deficiente y racimos más pequeños que lo normal, condicionando la vendimia de la presente temporada. Por otro lado, también en la figura 5, puede observarse que a diferencia de la primera temporada, en la temporada 2008 – 2009 se producen 14 precipitaciones entre el 12 de noviembre y el 27 de enero, que se suceden con períodos que van entre los 3 y los 10 días. Esto provocó la aparición de focos de peronóspora tanto en follaje (Figura 6) como en racimo (Figura 7a). La peronóspora en follaje produce una reducción de la superficie foliar de la planta, por lo tanto hay una menor disponibilidad de fotoasimilados necesarios en el desarrollo, crecimiento y maduración del racimo. La consecuencia de esto es: racimos y bayas más pequeñas de lo normal y dificultades para acumular 5

azúcares. La peronóspora en racimo (en pre-envero y envero) produce momificación de bayas y desecamiento de sectores del raquis con la consecuente deshidratación de las bayas alimentadas por estos (Figura 7b).

90,0 80,0 70,0 60,0 50,0 40,0 30,0 20,0 10,0 0,0

Temporada 07 / 08

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31

Precipitación (mm)

Por último, es necesario mencionar el escaldado y deshidratación de bayas como un factor importante en la reducción de rendimientos. Esto es por efecto de una sobre exposición de racimos al sol como consecuencia de la desfoliación provocada por el ataque de peronóspora. Esto último posiblemente agravado por las temperaturas máximas registradas desde la segunda quincena de enero de 2009, sensiblemente superiores a las temperaturas máximas del mismo período de 2008 (Figura 8). Estas altas temperaturas (superiores a 35 ºC), también tienen efecto negativo en la “maquinaria” fotosintética de la vid que sumado a una reducción de la superficie foliar explicaría el retraso en la acumulación de sólidos solubles y el bajo peso de los racimos.

Diciembre

90,0 80,0 70,0 60,0 50,0 40,0 30,0 20,0 10,0 0,0

Enero

Febrero

Marzo

Temporada 08 / 09

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31

Precipitación (mm)

Novimebre

Novimebre

Diciembre

Enero

Febrero

*

Marzo

*

Figura 5: Distribución de precipitaciones en las temporadas 2007 - 2008 y 2008 – 2009. Estación Agrometeorológica Media Agua, departamento Sarmiento, San Juan. * No se cuenta con los datos de marzo de 2009.

6

Figura 6: Parral de cv. Cereza afectado por Peronóspora. 20 de febrero de 2009. Calle La Plata y calle Nº 7, departamento 25 de Mayo, San Juan.

a

b

Figura 7: Racimos de cv. Cereza afectados por Peronóspora. 20 de febrero de 2009. Cochagüal, departamento Sarmiento, San Juan.

7

45,0

Temperatura (ºC)

40,0

35,0

30,0

25,0 Temo. Max. 2008

20,0

Temp. Max. 2009

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28

15,0 Enero

Febrero

Figura 8: Evolución de las temperaturas máximas diarias de enero y febrero de 2008 y 2009. Período de maduración. Estación Agrometeorológica EEA INTA Pocito, departamento Pocito, San Juan.

4. Resumen de posibles factores involucrados en la reducción de los rendimientos globales de los viñedos en la provincia de San Juan en la temporada 2008 - 2009.

Período

Factor

Brotación 2008 - 2009

Ataque de peronospora en follaje Bajas temperaturas

Pre-floración 2008 - 2009

Bajas temperaturas

Poscosecha 2007-2008

Poscuaje envero 2008 - 2009

Maduración 2008-2009

Ataque de peronóspora en follaje. Ataque de peronospora en racimo Desfoliación

Consecuencia Baja acumulación de sustancias de reserva. Necrosis de brotes principales. Necrosis brotes principales y/o problemas en la diferenciación de primordios de inflorescencia. Perdida de superficie foliar. Menor disponibilidad de fotoasimilados. Momificación de bayas y necrosis de raquis. Sobre exposición al sol. Altas temperaturas.

Componente del rendimiento afectado Racimos pequeños (menor número de bayas) y bayas pequeñas. Menor número de brotes fértiles.

Impacto en los rendimientos globales 2009 Medio Bajo

Menor tamaño de racimo. Alteración de la forma típica del mismo.

Bajo

Menor tamaño de racimo y bayas pequeñas. .

Alto

Menor número de bayas.

Alto

Escaldado y deshidratación de bayas.

Medio

8

5. Conclusión: El factor decisivo en la reducción de rendimientos globales en la provincia de San Juan, parece haber sido el efecto indirecto de las precipitaciones, generando condiciones para la generación de enfermedades fúngicas (Plasmopara vitícola). Esto se produjo, en muchos casos, en dos momentos. Primero con una desfoliación parcial o total en la etapa pos cosecha de la temporada 2007 – 2008 con la consecuente disminución de las reservas de la planta. Y, en la presente temporada, en el período que va de pos cuaje a envero. Por un lado provocando desfoliación parcial o total y de esta manera afectando el crecimiento de racimos, bayas y su maduración. Por otro lado, el ataque del patógeno en racimo provocando necrosis de caquis y momificación de bayas. Otro factor asociado a esto, y no menos importante, es la sobre exposición de racimos al sol con el consiguiente escaldado y deshidratación de bayas. Si bien existen otros factores climáticos que podrían haber contribuido a la reducción de rendimientos, estos parecen tener un papel secundario. Es importante destacar que muy pocos productores aplicaron preventivos. Muchos se vieron sorprendidos por el adelanto del período de lluvias. Por otro lado, la frecuencia con que se presentó el fenómeno impedía el ingreso al cultivo para realizar las aplicaciones correspondientes.

6. Propuesta: a) Intensificar las campañas de información sobre: - La importancia del período poscosecha a caída de hoja en la productividad del viñedo. - Un programa de control fitosanitario preventivo, teniendo en cuenta lucha pasiva y activa. - Productos de contacto y sistémicos y su aplicación. b) Crear las herramientas que faciliten la incorporación de tecnología para la aplicación de productos (pulverizadoras, mochilas a explosión, etc) y disponibilidad de los mismos en tiempo y forma.

7. Bibliografía consultada: - Galet, P. (2000): PRÉCIS de VITICULTURE. 7º édition revue et corriegée. JF Impression Saint –Jean de Védas. 602 p. - Hacket, S.; Creer, D. and Rogiers, S. (2009): AVOINDING POTENTIAL HEAT STRESS. The Australian & New Zealan Grapegrower & Winemaker. Issue 541. February, 2009. 14 – 15 p. - Hidalgo, L. (1999): TRATADO DE VITICULTURA GENERAL: Fisiología de la vid. Mundi Prensa. 1172 p. - INV (2007): Base de datos electrónica. Instituto Nacional de Vitivinicultura, Delegación San Juan. - INV (2006): Base de datos electrónica. Instituto Nacional de Vitivinicultura, Delegación San Juan. - Srinivasan, Ch. and Mullins, M. G. (1981): PHYSIOLOGY OF FLOWERING IN THE GRAPEVINE – A REVIEW. Am. J. Enol. Vitic., Vol. 32, No. 1, 1981. 47 – 63 p. - Winkler, A. J. (1965): VITICULURA. Primera edición en español. Cía. Editorial Continental, S.A. México. Julio, 1965. 792 p.

9