1968. La escuela y los estudiantes

1968. La escuela y los estudiantes Colección Heterodoxos 1968. La escuela y los estudiantes Cuauhtémoc Domínguez Nava universidad nacional autón...
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1968. La escuela y los estudiantes

Colección Heterodoxos

1968. La escuela y los estudiantes

Cuauhtémoc Domínguez Nava

universidad nacional autónoma de méxico México 2015

Domínguez Nava, Cuauhtémoc, autor. 1968. La escuela y los estudiantes / Cuauhtémoc Domínguez Nava. – Segunda edición. 158 páginas. – (Colección heterodoxos). ISBN 978-607-02-4943-3 (Colección) ISBN 978-607-02-6958-5 1. Movimientos estudiantiles – Ciudad de México – Historia – Siglo XX. 2. Estudiantes – Distrito Federal – Actividad política – Siglo XX. 3. Movimientos estudiantiles – México – 1968. I. Título: Mil novecientos sesenta y ocho. II. Serie LA428.7.D66 2015 LIBRUNAM 1775399

Primera edición: 15 de julio de 2010 Segunda edición: 13 de agosto de 2015 D. R. © 2010, Universidad Nacional Autónoma de México Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, 04510, México, D. F. Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial ISBN: 978-607-02-4943-3 (colección) ISBN: 978-607-02-6958-5 Esta edición y sus características son propiedad de la Universidad Nacional Autónoma de México. Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier medio, sin autorización escrita de su legítimo titular de los derechos patrimoniales. Impreso y hecho en México

Mis agradecimientos

El presente ensayo ha recibido diversos tipos y niveles de herencia. Se agradece a todas las personas que de manera directa e indirecta influyeron en este interesante proceso académico. Sería imposible mencionar a cada uno y una de los que contribuyeron a su realización. Pero debo decir desde el principio que la responsabilidad total de la obra la asume el autor. Agradezco el apoyo académico del profesor Carlos Antonio Aguirre Rojas, por haber mostrado disposición de tiempo para escuchar, desde un principio y hasta el final, mis argumentos sobre el tema; y por haber leído los distintos borradores de este ensayo desde el punto de vista de la historia crítica. Algunas de las entrevistas realizadas a lo largo de la investigación fueron centrales para la reconstrucción de la Revolución Cultural de 1968. Por ello agradezco a los profesores Enrique Semo, Ignacio Sosa y Carlos Aguirre. Las aportaciones académicas del Coloquio 1968: en México y el Mundo, realizado en la Facultad de Filosofía y Letras, unam, fueron centrales para la elaboración, rectificación y reafirmación de la hipótesis; por ello reconozco y agradezco el esfuerzo conjunto de los organizadores y conferencistas. A mis padres Maximiliano y María les agradezco su cariño y el haberme mostrado juntos las diversas virtudes de la vida. A mis hermanos de toda la vida. A Margarita y Carlos, por enseñarme a reír y vivir la vida. A Mario por compartirme lo aprendido durante el movimiento de 1968 y las múltiples formas de aplicarlo. A Rosalía por apoyarme, hacer accesible la ruta del esfuerzo y cuidarme toda la vida. A Olivia por su militancia en la política de izquierda. Por último, agradezco las diversas manifestaciones de apoyo de Aurora, que han sabido estar presentes.

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Prólogo

El valor de este libro de Cuauhtémoc Domínguez Nava, 1968. La escuela y los estudiantes, reside precisamente en llamar la atención, una vez más, sobre la siempre vigente y necesaria reflexión de la significación profunda, y en torno de las múltiples consecuencias, de ese vasto movimiento social que fue la revolución cultural de 1968, en México y en todo el planeta. Porque, como lo subraya desde el inicio nuestro autor, la revolución cultural de 1968 no puede ser adecuadamente comprendida más que si la analizamos y la reubicamos dentro de una perspectiva realmente planetaria, que a la vez que se interrogue por las causas generales mundiales de este fenómeno, sea también capaz de recuperar, con cuidado y detenimiento, las modalidades específicas y las circunstancias concretas que dicha revolución adquiere en cada una de las naciones y lugares en donde se escenifica y hace presente, dentro de ese cuatrienio histórico excepcional que abarca los años de 1966 a 1969. Por eso, Cuauhtémoc Domínguez examina en su libro lo mismo la gran Revolución Cultural China de 1966 que el movimiento estudiantil popular de México en 1968, pasando, naturalmente, por el examen del célebre movimiento del Mayo Francés. Así, estudiando estos tres “casos típicos”, que representan las muy diversas facetas que el movimiento estudiantil y la revolución cultural adquirieron en un país socialista, en una nación capitalista desarrollada y, finalmente, en un país pobre del entonces llamado “tercer mundo”, este libro nos convoca sin duda a proseguir nuestras indagaciones para saber también cómo se ha vivido esta revolución cultural en Italia, o cómo se despliegan algunas de sus principales demandas en la célebre “Primavera de Praga” checoeslovaca, pero igualmente cómo se vivió este conflicto social y cultural en Berkeley o en Nueva York, o en Berlín, por no mencionar el conocido “cordobazo” argentino de 1969, o la revuelta estudiantil de los turcos, o las importantes manifestaciones 9

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en Nueva Delhi, o el movimiento en Brasil, en la Unión Soviética, en Portugal o en El Salvador, por citar sólo algunos de los múltiples casos de esa vasta geografía, realmente mundial, que abarcó esta importante revolución cultural de finales de los años sesenta del siglo pasado. Así, lo que Cuauhtémoc Domínguez nos entrega en este ensayo no es más que un posible punto de partida para incitarnos a seguir investigando un tema fundamental que, en su significación profunda, constituye sin duda una de las claves esenciales para comprender la entera historia cultural de la humanidad durante los últimos siete lustros. Un posible punto de partida que, al elegir centrarse en el tema de la escuela y de los estudiantes durante ese crucial giro histórico de los años de 1966 a 1969, opta también por sólo una de las tres dimensiones centrales en las que, en principio, se desplegó dicha revolución cultural de 1968. Porque junto a la modificación de las caducas formas de transmisión del saber, y de la impugnación radical de las instituciones escolares y de enseñanza en general, avanzaron también, como otros dos frentes importantes de la gran mutación cultural y civilizatoria generada por esos movimientos de 1968, en primer lugar, la transformación radical de las estructuras familiares y el rol mismo de la familia dentro de la sociedad, y en segundo término, el papel mismo de los medios de comuni­ cación, convertidos después de 1968 en verdaderos formadores y hasta en potenciales manipuladores de la opinión pública y del consenso ideológico de las grandes mayorías. Lo que entonces permite abrir también, en el futuro, otras indagaciones que podrían enriquecer y hacer más complejas las preguntas y las respuestas que Cuauhtémoc Domínguez se formula en este texto, respecto a cómo funcionaban las escuelas en 1968, y también cómo esto fue cuestionado por los distintos movimientos estudiantiles de los diferentes casos aquí analizados, o respecto al rol de los intelectuales en aquellos tiempos, o también en referencia a cuáles eran las lecturas y las costumbres de los jóvenes de esa generación que protagonizó dichos movimientos sociales de 1968. Otras indagaciones que, junto al replanteamiento de estos problemas apuntados, pudieran ser tratadas por estudios más detallados sobre la cultura política de esa generación, sobre los modos 10

Prólogo

del funcionamiento cotidiano de sus respectivas células familiares, sobre la manera como recibían y reaccionaban frente a la televisión, la radio, la prensa o las revistas de aquella época, etcétera. Porque, como es evidente, también los cambios de la escuela y el carácter mismo de esos movimientos estudiantiles y estudiantiles-populares, se vieron, en gran medida determinados por todos estos otros elementos de la familia, de la vida cotidiana, de la situación política y de los medios de comunicación entonces existentes. Proponiendo entonces en este libro una óptica muy poco explorada hasta hoy para el análisis de estos importantes movimientos sociales de los años de 1966 a 1969, nuestro autor nos recuerda, saludablemente, la todavía inmensa tarea que hace falta realizar para llegar a una verdadera y adecuada comprensión crítica de esta revolución cultural de 1968, la que tanto en México como en el mundo sigue aguardando por estudios más amplios, globales, audaces y verdaderamente capaces de entregarnos las claves de su comprensión y desciframiento más esenciales. Sirva la lectura de este ensayo de Cuauhtémoc Domínguez como una renovada invitación para acometer esta tarea todavía pendiente. Carlos Antonio Aguirre Rojas

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