16-11-2015, LA GUARDIA MAS LARGA

Mi nombre es F. Javier Sánchez, Jefe de Dotación nº 376, pertenezco al Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid desde que en 1988 aprobé la oposición con 19 años, actualmente ejerzo de Jefe de Dotación desde el año 2006 en el Parque de Parla, parque en el estaba como Bombero desde 1991. Con este relato quiero dar a conocer lo ocurrido durante la guardia del día 16 de Noviembre del año 2015, sin ninguna intención de realizar un informe técnico, de eso se encargara el departamento correspondiente, simplemente pretendo expresar los sentimientos que rodean una intervención en la que un compañero sufre un grave accidente, situación que se pueden repetir en una de las diversas intervenciones que cualquier Cuerpo de Bomberos realiza a diario y para la cual es difícil estar preparado. Como todos los días, llego al parque sobre las 8:00 – 8:05, saludo al personal del turno saliente, preparo mi ropa de intervención y me pongo el uniforme. Me voy al ordenador, abro mi sesión y comienzo a distribuir al personal, es decir, formar las dotaciones. “Hoy viene Escribano, ya se le han acabado las vacaciones” veo en el listado de personal. Subimos para hacer el solape en el aula, compruebo que están todos los que tienen que estar, terminamos el relevo y como siempre nos juntamos abajo para hablar, tratar de arreglar el servicio y preguntarnos por todo en general, pregunto a Escri “¿Qué tal estas, que tal la espalda?”(Estuvo de baja antes del verano por una lesión que le tiene loco y no acaba de remitir), me comenta que tuvo una recaída en las vacaciones pero esta mejor, la idea de pasar por quirófano no le convence, tampoco le aseguran que sea la solución definitiva, además, en un mes se casa… Revisamos vehículos y materiales y nos tomamos un café o un bocadillo, como en cualquier turno de cualquier Parque y preparamos la lista de la comida,”Escri como has estado de vacaciones te toca preparar todo, comida, cena y desayuno jajaja”. Hoy lunes toca revisión especial del V.I.A. (Vehículo de Iluminación y Achique), por lo que una vez terminado el desayuno nos liamos con la revisión de bombas de achique y sistemas de conexión. Una vez terminamos, cada uno tiene tiempo libre hasta la comida, Escri se va al gimnasio a hacer estiramientos. Sobre las 13:45 se nos activa a un incendio de vivienda en Pinto, c/…………….nº28, no se sabe altura del incendio ni alturas de la edificación. Salimos como indican los procedimientos 31.11 (1JD, 1BC Y 3BB), 31.30 (1BC Y 1BB) y J3.2 con su conductor. Antes de llegar a Pinto ya se observa una columna de humo negro grisáceo que sale de la zona este del casco urbano de Pinto, coincidente con la dirección del siniestro, Informo a CECOP e indico la conveniencia de que se active una segunda Bomba. CECOP activa a 31.12 con el personal que queda en el Parque (2BC Y 2BB).

Voy preparando mentalmente a mi equipo “ Parece ser que va a estar enganchado, hacemos los tendidos con tranquilidad, sin nudos en el mangaje, prioritarios los rescates, ya sabéis, hay que asegurarnos de que no salen los vecinos de sus casas si hay humo en la escalera.”, compruebo comunicaciones con el personal de 31.30 por Directo, a nuestro conductor (Custodio) le recuerdo que no de agua hasta que yo se lo indique, les pido unos segundos de espera a la llegada ( el tiempo justo que necesita un Mando para hacer un rápido análisis de la situación y establecer unas prioridades) y finalmente les digo “Hemos tenido otras intervenciones peores que esta, seguro, y lo hemos hecho bien, por lo tanto no hay porque ponerse nerviosos, sabemos hacerlo”. Llegamos a la intervención 31.11, 31.12 y J3.2, se trata de una vivienda unifamiliar adosada, sale humo por el tejado, no se aprecia exactamente por donde. Personal del PIMER de Pinto me informa mientras la dotación prepara el mangaje, cámara térmica, rapid-air etc. “El fuego está en la buhardilla, hay muchísimo humo, hemos cerrado la puerta de la buhardilla, en el resto de la casa no hay humo, los propietarios ya han salido.” Echo un vistazo al tipo de construcción, un modulo de cinco chalets adosados con forjado y cubierta todos al mismo nivel, ante la posibilidad de que las cubiertas de las buhardillas no estén sectorizadas entre si y el fuego se propague de una a otra, le sugiero a J3.2 que hable con Policía Local para que evacuen las cinco viviendas asegurándose de dejar las puertas de las buhardillas cerradas, J3.2 lo ve igualmente conveniente y procede a pedírselo a Policía Local. Al no tener que realizar rescates formo dos equipos de dos componentes con los 3 BB de 31.11 y el BB de 31.30 y me introduzco en la vivienda con ellos. J3.2 se encarga de coordinar toda la intervención desde el exterior con los otros medios allí presentes. Realizamos el tendido por el interior con mangaje de 25 en alta presión, en la casa efectivamente no hay humo, subimos por las escaleras, el diseño de la casa es bastante raro, primero bajas unos cinco escalones al pasar la cancela del patio delantero para luego entrar en la casa andar unos tres metros de pasillo dejando la puerta de paso al garaje a la derecha y volver a subir unos 7 u 8 escalones, girar a la izquierda subir otros tres escalones, andar unos tres metros, volver a girar a la izquierda y encontrar ya el tiro de escaleras, desarrollamos el tendido por él con normalidad y llegamos a la puerta de entrada a la buhardilla, metálica de color rojo como me había indicado el personal del PIMER. Nos revisamos unos a otros los equipos, pido agua, nos agachamos y para dentro. Abrimos la puerta de la buhardilla con mucho cuidado, Charly, BB1, echa un poco de agua al humo, no parece que haya unas calorías excesivas, sin embargo el plano neutro esta en el suelo, no hay nada de visibilidad, Escribano va de BB2, “Charly con cuidado de no tropezar que parece que hay muchas cosas por el suelo”, le dice. Blas BB3 y Rico BB4 entran también, Blas lleva la cámara térmica y busca puntos de calor, localiza el foco al girarnos a la derecha, justo a la parte trasera de la puerta de acceso, que sale al medio de la buhardilla con una especie de techo y paredes de obra similar a los accesos a las azoteas, está ardiendo el aislante que hay entre las placas de pladur y las tejas, de ahí el humo tan denso y tan negro que hay en la buhardilla y que se veía desde el exterior. Comenzamos la extinción y a la vez vamos arrancando placas de pladur para dejar al descubierto la fibra y poder atacarla.

J3.2 me informa de la llegada de 31.12. Sergio BC de la autoescala, me dice que la vecina del 26 tiene su perro dentro de la casa y quisiera que le sacásemos por que la da miedo que le pase algo, “deja el perro de momento, dila que tiene que esperar un poco”. Me comunica que la mujer está muy nerviosa, finalmente pasan 2BB a la casa, “el perro es grande y esta agresivo”, “pues si no hay humo encerrarle en el comedor o en la cocina y dejarle dentro” les digo. Le digo a J3.2 que vamos a formar un equipo de 3 con el BB de 31.30 y dos de los que han llegado en 31.12 para que se aseguren de que en la buhardilla del nº 26 va todo bien, el está de acuerdo y me dice que ha hecho otra petición de medios, han activado dotaciones del parque de Aranjuez. Bajo con Rico de la buhardilla del nº 28 quedándose en la misma Charly, Blas y Escribano, formamos un equipo con Rico, Jaime y Teo que pasan a la buhardilla del nº 26 con E.R.A., informan que hay humo en la buhardilla, le indico que descubran, arranquen la placa que haga falta y que se suban un tendido de 25. Así lo hacen y efectivamente el fuego había pasado de una a otra a través del aislante, comienzan a extinguirlo. J3.2 me dice que está saliendo humo del tejado del nº24, subo a la Autoescala con el único BB que queda libre, Iván, que venía en 31.12,”Joder , el humo sale de entre las tejas”, le digo que hay que echar agua a contrateja y me bajo para que se suba uno de los BC que hay a cargo de los vehículos para desmontar algunas tejas y revisar si el fuego se ha propagado hasta allí, pero siempre desde la cesta de la autoescala, se sube Sergio y juntos se encargan del ataque por el tejado. J3.2 pide más medios y activan Bomba y escala del Parque de Getafe. “Esto se nos complica, esperemos que sea solo las cubiertas, el pladur interior aguanta las calorías, no creo que baje el fuego al resto de la vivienda, de no ser que la del 24 tenga friso de madera en vez de pladur”, pienso, comunican desde la autoescala que el humo que sale de las tejas es el que se desplaza entre las cubiertas, pero la del 24 no está afectada. Desde el interior del nº 26 me dicen que lo tienen controlado, que de ahí no ha pasado, “cojonudo”. Subo a la buhardilla del 28 a ver cómo van, todavía hay bastante humo, les digo que vayan intentando abrir la ventanas tipo velux de las cubiertas y me vuelvo a bajar, nada más llegar a la puerta oigo a Charly ”Javi bajo a cambiar botella, se quedan aquí Blas y Escribano continúan desmontando placa e intentando abrir las ventanas que están dando guerra”, “enterado”, segundos después Blas grita por la emisora “¡¡¡¡ ESCRI SE HA CAIDO, ESCRI SE HA CAIDO!!!!”, pienso “ joder se ha tropezado, igual se ha hecho daño en la espalda…”, echo a correr hacia dentro, estaba en la misma puerta de la casa. Le digo a Custodio, que estaba conmigo, “Escri se ha caído voy a ver…”

Entro en la casa subo los siete u ocho escalones giro a la izquierda y…… se para todo a mi alrededor…… Veo a Escri, mi compañero, mi amigo, tirado en el suelo, la máscara arrancada, el casco casi también arrancado de su cabeza, los ojos cerrados, la cara apoyada en el suelo sobre un charco de sangre que no sé de donde coño viene, me agacho le toco la cara, le grito “¡¡¡ESCRI…, ESCRI…. DIME ALGO POR FAVOR ESCRI!!!”, no oigo nada, no se mueve, no respira me pongo de pie, me quedo mirándole fijo, no veo a nadie, no oigo a nadie, no puedo moverme, “esto no puede estar pasando” pienso, no sé qué hacer, estoy en blanco petrificado y no puedo moverme, el tiempo se ha parado…. No pasarían más de cinco, quizás diez segundos…. a mi me pareció un mundo, aparece Charly y detrás Blas que bajan corriendo la escalera, se lanzan sobre Escri gritando su nombre, reacciono y le digo a Blas, “Dime que respira, por favor, dime que respira”, Blas me mira con la cara desencajada “NO RESPIRA, NO RESPIRA”, Salgo corriendo, busco a J3.2 sólo podía gritar “UNA UVI, UNA UVI, ESCRI ESTA MUY MAL, ESTA MUY MAL” me cruzo con Teo y le digo que traiga una camilla de cuchara, aviso a los sanitarios…. ya no recuerdo a quien más le grite que Escri estaba muy mal, seguramente a todo el que me cruzaba. Vuelvo al interior, dentro están ya los sanitarios del PIMER junto con Blas y Charly, han entrado también Jaime, Julián, Rico. Teo llega corriendo con la camilla de cuchara, Iván corre detrás de él, oigo gritar a Blas “¡¡¡RESPIRA, RESPIRA, ESTA REPIRANDO!!!”, todo se activa de nuevo en mi cabeza, se empiezan a ordenar las acciones otra vez, veo entrar a Custodio, que sigue con su mirada todos los gestos de mi cara como si solo con mirarme supiese como esta Escribano, entran también Iván y Sergio. Los compañeros del PIMER y los sanitarios del SUMMA me dicen que les dejemos trabajar a ellos, que saben lo que hacen, que confiemos en ellos, que estamos muy nerviosos… no le digo a nadie que se salga, todas las manos me parecen pocas. Pienso en la UVI, salgo de nuevo a la calle, en ese momento llegan las dotaciones de Getafe, “Jose Luis hay un bombero muy grave, se ha caído desde la buhardilla, está en el tiro de escalera, hay que sacarle de ahí, necesitamos una UVI ya…” le digo a mi compañero de Getafe, sin dudarlo un instante sale corriendo al camión “necesitamos una UVI ya, hay un bombero muy grave” le pide a CECOP por emisora aunque la UVI llevaba ya tiempo pedida por teléfono, J3.2 (Isidro) la había pedido rápidamente cuando le dije lo de Escri. Entro en la casa, la imagen que veo no se me borrará nunca, la verdad, es difícil que se me borre ninguna imagen de las vistas en esa intervención, veo a 7 u 8 personas alrededor de Escribano, cada uno con una tarea, trabajando coordinadamente para quitarle el Equipo de Respiración, el casco, colocándole el collarín, preparándole para cargarle en la camilla de cuchara, pienso “esta en las mejores manos posibles, nadie le va a tratar con mas delicadeza y cariño que sus compañeros”. Veo a J3.2 me pregunta “¿Cómo va Juan Carlos?”, “le están subiendo en la camilla de cuchara”, contesto, su cara lo dice todo, posiblemente en sus 35 años de servicio no ha sentido nunca el dolor que siente en este momento.

Les veo salir con la camilla, no se oye una sola voz, no hay una sola lágrima, todo está en silencio otra vez, pero esta vez el silencio es distinto, no le siento yo solo, es un silencio de concentración, todos han estado concentrados en lo que hacían más que nunca en sus vidas, seguro. Veo a Floren (conductor de J3.2), sale delante apartando cosas, todo el personal que había en la intervención se ha entregado totalmente al rescate y traslado de nuestro compañero, le llevan hasta una ambulancia situada fuera de la zona de intervención, una vez allí se queda en manos de los sanitarios. Viene hacia mí J3.2 acompañado por J2.1 (Jaime Gaiteiro), acaba de llegar e Isidro le ha informado de todo, me pregunta que tal esta Juan Carlos Escribano y que tal estamos nosotros, el resto de la dotación, me dice que estamos relevados de intervención directa en este momento, las dotaciones de Getafe y Aranjuez se van a hacer cargo del siniestro, los compañeros de Aranjuez acaban de llegar. Jaime me ofrece la posibilidad de retirarnos a nuestro Parque, “mientras Escri esté aquí, no nos movemos ninguno” le digo, me dice que valore la posibilidad y se lo comente a la dotación. Me doy cuenta de que el fuego que en un principio estaba casi extinguido se ha reproducido y está saliendo de nuevo humo por los tejados del 28 y del 26, me había olvidado casi por completo del resto de la intervención, le pregunto a Ivan que si está en condiciones de trabajar, me dice que si, “ponte el equipo de respiración, el fuego esta reiniciándose, voy a informar a J3,2 y a buscarte un compañero”, veo a Isidro, “lo sé” me contesta, “Está trabajando ya en ello Getafe, Aranjuez se pone ahora mismo, vosotros descansad” Saludo a los compañeros de Aranjuez y le comento al Jefe de las Dotaciones (Peñalver) la situación de Escri, me da un abrazo y se va a comenzar las tareas que les habían encomendado. Vuelvo La vista buscando a los míos, le digo a Iván que lo deje, no es necesario, que se quite el equipo y descanse, joder, ahora si están destrozados, los veo agachados, en cuclillas, apoyados en la pared frente a la entrada del 28, abrazados y consolándose unos a otros, jamás los había visto llorar, no puedo aguantar más y rompo a llorar, me voy buscando un cobijo detrás del camión, me encuentro con Jaime apoyado en la bomba, llorando sin consuelo alguno, me doy la vuelta y casi sin querer veo que estoy entrando de nuevo en la casa, me detengo donde estaba mi compañero tirado, veo la mancha de sangre…. Un escalofrío me encoje el corazón de nuevo…pienso “no quiero bloquearme, no quiero bloquearme”, de pronto me pregunto cómo ha podido caer hasta aquí… me doy cuenta que ni siquiera me lo había planteado, miro hacia arriba y veo oscuridad, en la buhardilla están trabajando los compañeros, han abierto las ventanas velux y hay menos humo, aprecio una especie de apertura casi redonda en el techo, justo encima de donde estaba Escribano, entra un haz de luz por él, “Joder ¿qué coño es eso que se ha roto provocando la caída de Escribano?, parece un lucernario, pero ¿en qué parte de la buhardilla esta?, ¿Cómo no lo hemos visto?”, “¡¡Javier!!, sal por favor, ya no haces nada ahí, ve con tu dotación, el siniestro ya no es cosa vuestra” me indica J2.1.

Salgo fuera, voy a la ambulancia, pregunto por mi compañero, “en un momento sale el médico a informaros” me voy donde está el resto de mi dotación, me abrazo con ellos, las lagrimas se nos mezclan con el sudor y con el hollín en la cara, compañeros de la policía Local y del PIMER nos traen agua, tratan de consolarnos. A los cinco minutos viene el médico que estaba atendiendo a Escribano en la ambulancia, todos nos levantamos rápidamente y formamos un corro en torno a él, “vuestro compañero ha tenido mucha suerte, en principio mueve brazos y piernas con lo que descartamos una lesión grave de columna, está recuperando lentamente la consciencia, parece que tampoco hay lesión cerebral grave, de todas formas hay que esperar a la evaluación hospitalaria, vamos a trasladarle al Hospital de Getafe.” J3.2 Esta encargándose de la coordinación del incendio, ya lo tienen prácticamente extinguido entre los equipos de Getafe y Aranjuez. J2.1 se está encargando de coordinar todo lo referente al accidente, viene hacia mí de nuevo “¿Cómo os encontráis?, cuando se vaya la ambulancia, si queréis los de la Bomba de Parla podéis ir al hospital directamente con ella” “genial”, le respondo, se lo comunico al resto de la dotación y comenzamos a recoger nuestros materiales coordinados con los compañeros de Getafe y Aranjuez para intercambiar mangueras y herramientas que se estaban utilizando. “¿Quieres que se encargue CECOP de avisar a la pareja de Juan Carlos?” me dice Jaime, “no, prefiero hacerlo yo, conozco a Ana y prefiero decírselo yo”. Cuando puedo escaparme subo a la buhardilla del nº28, paso otra vez donde estaba Escri y no sé porque, salto como si aún estuviese allí, “joder como tengo la cabeza” pienso, subo las escaleras y vuelvo a cruzar la puerta metálica de color rojo, esta vez ya no hay casi humo, estoy solo arriba, la entrada a la buhardilla es muy rara, como el resto de la casa, me recuerda a las salidas de las escaleras de acceso a las azoteas, con una especie de pirámide caída sobre uno de sus lados y lo que era la base se sitúa la puerta, está descentrada del resto de la buhardilla, situada a un metro aproximadamente de uno de los aleros y a 5 del otro más o menos. El tejado a dos aguas, dos ventanas velux en una de las vertientes y una en la otra, debajo de una de las ventanas veo lo que nunca hubiese imaginado que podría estar ahí, un lucernario en pleno suelo, delimitado por un bordillo de apenas 20cms de altura, sobre el bordillo y por encima de parte del lucernario una plataforma metálica de andamio, me quedo helado…”en esa plataforma hemos estado subidos Carlos Rico y yo al principio de la intervención, sin saber que debajo solo había un cristal de apenas 5 milímetros de espesor”, nosotros bajamos de la plataforma por el lado que había suelo, hecho totalmente fortuito ,la visibilidad era nula y nunca imaginamos que por el otro lado pudiese haber un cristal, era impensable, “un lucernario en el suelo de una buhardilla”, se ve que Escribano bajo por el otro lado pensando, igualmente, que había suelo, pero no encontró más que un fino cristal debajo…

La ambulancia salió hacia el hospital y nosotros hicimos lo mismo cuando terminamos de recoger los materiales, el resto de dotaciones pasaron igualmente C-5, es decir, cada uno a su Parque. De camino al Hospital, CECOP, en conversación telefónica me confirma las buenas noticias que nos había dado el médico, “Es el momento de llamar a Ana”, llamo a mi mujer, la cuento muy brevemente parte de lo que había pasado sin entrar en detalles sobre el estado de Escri para no preocuparla demasiado, la pido el teléfono de Ana para llamarla. “ Voy camino del Hospital con Juanra, alguien lo ha puesto por el Whatsapp del Parque de Parla y alguien que lo ha visto me ha llamado” , “Joder, no me lo puedo creer”, sé que el que lo ha hecho, lo hace con la mejor intención, informar a los demás compañeros, pero hay temas muy delicados, a Ana la llamaron preguntándola por Escri y ella todavía no sabía nada, no sabía ni a qué se referían cuando la llamaron preguntándola por como estaba. Alguno de los presentes en la intervención lo puso en un grupo o se lo mando a alguien por Whatsapp, eso es algo que no se debe hacer nunca, aparte de vulnerar el secreto profesional, puede hacer mucho daño, la información que se pasa, pocas veces está suficientemente contrastada y puede ser que perjudique más que ayude. Es algo con lo que hay que tener mucha prudencia, espero que aprendamos de este error. Llegamos al Hospital, nos abrazamos con Ana, está allí Vicente, médico del Servicio, amablemente, como siempre, nos comenta lo que sabe sobre el estado de Escribano, “le están evaluando, en breve saldrán a informar”. Efectivamente, a los diez minutos aproximadamente, sale un medico y pregunta por los familiares de Juan Carlos Escribano, la preocupación se apodera de nuevo de nosotros, la cantidad y entidad de las lesiones era tal que solo oírlas producían un dolor casi insoportable en el estomago, doble fractura de pelvis, seis costillas rotas con neumotórax, brazo izquierdo roto a la altura de la muñeca, rotura de los huesos del lateral derecho de la cara, pómulo, arco orbital en el que se aloja el ojo y pequeño derrame cerebral,” tiene suerte de estar vivo” comenta el médico. Nos agarramos al último comentario del médico, “está vivo, es lo más importante en este momento”. Jose Ramón Peribañez, Inspector de guardia, se encuentra también en la puerta de urgencias del Hospital de Getafe, me comenta lo que ya me había dicho varias veces Gaiteiro, “si crees conveniente mandamos personal para que os releve de la guardia y quedáis libres de servicio, valóralo y en cualquier momento me comunicas la decisión que tomáis”, “de momento”, le contesto, “vamos a retirarnos al Parque, allí hablo con el resto de la dotación y luego ya tomaremos una decisión conjunta, lo que si te pediría es que autorices al resto de compañeros que se han ido al Parque a que vengan al Hospital por parejas, en un Bus, aunque no veamos a Escribano queremos acompañar en estos momentos a Ana”. Estuvo de acuerdo.

Al llegar al Parque, CECOP había mandado una Bomba del Parque de Las Rozas a cubrir servicio. Cuando nos vieron llegar todos se interesaron por el estado de Escri, nos apoyaron en todo momento, entendían como nos sentíamos. Hablé con mi turno, unos bajaban de algún rincón de la primera planta con los ojos hinchados de llorar, otros estaban sentados en la mesa con un plato de comida casi sin probar delante, “son casi las siete de la tarde y no hemos comido nada desde el desayuno” recordé, la verdad que no teníamos hambre, les comente el estado de Escribano, rápidamente organizamos las parejas para ir al Hospital y sin más se fueron hacia él Carlos Rico y Teo. Durante esa tarde recibí innumerables mensajes y llamadas de apoyo, lo agradezco de corazón, algunos compañeros se acercaron al Parque para interesarse y para ofrecerse desinteresadamente a sustituirnos, otros lo hicieron por llamada telefónica. La Jefatura de Guardia y la Dirección del Cuerpo de Bomberos, a través del Oficial de guardia de ese día, Eduardo Gómez, La Jefa del Cuerpo Annika Coll y el recién llegado Director General Carlos Novillo, estuvo en todo momento a nuestra disposición, mostrando su interés por el estado de Juan Carlos Escribano en primer lugar y también por el del resto de la Dotación, dejándonos elegir lo que creyésemos más conveniente para nosotros, continuar en la guardia o no, seguir operativos o no, irnos a casa o no. Tengo que reconocer, que cuando llamó al Parque el Director General, fue muy fácil explicarle como nos sentíamos, me dio la impresión de estar hablando con cualquier otro compañero del Parque, sabe lo que siente un Bombero. Decidimos continuar la guardia, nadie quería irse a su casa, nadie se atrevía a irse a su casa. Los compañeros de Las Rozas se fueron a su Parque con cara de preocupación. Nosotros decidimos darnos una ducha, aun estábamos con la ropa empapada de sudor, intentar comer algo… si el nudo en el estomago dejaba pasar la comida. Jaime Gaiteiro estuvo en el Parque a última hora de la tarde para interesarse por nosotros, estuvo hablando conmigo, apoyándonos. CECOP mando a dos compañeros de Arganda, Ñito y Ruper, (un placer contar con ellos), para reforzar la dotación y cubrir los huecos que dejaban los que se iban al Hospital. Desde el Hospital nos llegan noticias “Le trasladan al Hospital Clínico para operarle esta misma noche”. Isidro salió para Getafe y posteriormente se fue al Clínico, fue el último que se retiró del Clínico, cuando llegó al Parque, sobre la una y media de la noche, no podía disimular su preocupación, sin duda es uno de los días más duros de su carrera. No quisiera olvidarme de Ezequiel, el compañero de Lozoyuela que vino a cubrir servicio de emisorista y le toco vivir una guardia de las más duras para un bombero, gracias por tu ayuda compañero.

El resto de la guardia fue un ir y venir de informaciones, mensajes de apoyo, llamadas de teléfono y sobre todo, charlas entre nosotros y lagrimas conjuntas. Lo que me ha quedado totalmente claro, y creo que se debería tener en cuenta para la elaboración del futuro protocolo de actuación tras un accidente grave, es que el no irnos a nuestras casas fue un acierto, el permanecer el grupo unido facilitó en todo momento que exteriorizásemos los sentimientos, que liberásemos esa angustia, y sobre todo nos hizo sentirnos apoyados y comprendidos por alguien que había vivido y sentido lo mismo. Si nos hubiésemos ido cada uno a su casa, aparte de trasmitir a nuestra pareja nuestro estado de ansiedad y de angustia, creo que habría dificultado la liberación de esos sentimientos y esa angustia. La terapia de grupo que surgió sin buscarla fue fundamental. La decisión de continuar operativos no estoy tan seguro de que fuese acertada, incluso tuvimos otra intervención que pudo ser importante, incendio de garaje, que por suerte se quedo en poca cosa, si bien, es cierto que al subirnos al camión los pensamientos se iban y nos centrábamos en la actuación. Ese es un tema que se debe analizar con detenimiento para futuras ocasiones, que esperemos no se den. La mayor alegría fue ir al día siguiente al hospital, ver a nuestro compañero consciente, hablarle, poder tocarle y abrazarle, ahora sí estábamos seguros de que salía adelante. A día de hoy, cuando termino esta narración, Juan Carlos Escribano está ya en planta, hoy mismo ha salido de la UCI, se recupera a pasos agigantados, la fuerza y las ganas de vivir que tiene pueden con todo, y con el apoyo de todos sus compañeros que jamás le vamos a dejar solo en esta batalla va a superar esta prueba que le ha puesto la vida y el accidente quedara como un recuerdo, un accidente más de los que por nuestra profesión corremos el riesgo de padecer y muchas veces más por suerte que por cualquier otra circunstancia no sufrimos. Quiero dejar claro que en nuestra profesión, la preparación y la formación continuada es indispensable, el 99% de los accidentes son evitables, el de Escribano no estaba en ese porcentaje, solo la suerte le hubiese podido evitar, y se ve que esa tarde estaba ocupada con otras cosas….

Este relato es un homenaje a nuestro compañero Juan Carlos Escribano Ortega, Bombero Especialista número 1173 con destino en el Turno 3 del Parque de Parla. ¡¡¡ANIMO ESCRI, TE QUEREMOS!!!

F. J. SANCHEZ AGUDO. J.D. 0376. TURNO 3. PARQUE 31.